La potabilización es el proceso de transformar agua en agua potable apta para el consumo humano a través de procesos como la floculación, decantación, filtración y cloración. Estos procesos se llevan a cabo en plantas potabilizadoras para remover contaminantes y hacer que el agua sea inodora, incolora e insípida. El agua potable resultante satisface estándares de calidad y es segura para el consumo.
Hanns Recabarren Diaz (2024), Implementación de una herramienta de realidad v...
Definición y proceso de potabilización del agua
1. Definición de Potabilización
La potabilización es un proceso que se lleva a cabo sobre cualquier agua para
transformarla en agua potable y de esta manera hacerla absolutamente apta para
el consumo humano. La potabilización, mayormente, se realiza sobre aguas
originadas en manantiales naturales y en aguas subterráneas.
En tanto, el agua potable es aquella agua que puede ser consumida por los seres
humanos sin ningún tipo de restricción porque se encuentra absolutamente limpia
de por ejemplo, sólidos suspendidos, aglomeración, de coloides, de organismos
patógenos, de hierro y manganeso, sedimentación y corrosión, entre otras
cuestiones. Tal situación es posible gracias al proceso que se lleva a cabo en las
plantas potabilizadoras destinadas para tal fin. El PH del agua potable debe
encontrarse entre los 6,5 y los 8,5.
Mientras tanto, los procesos de potabilización resultan ser de lo más variados y
puede oscilar desde una simple desinfección añadiéndole cloro al agua en
cuestión para eliminar aquellos organismos patógenos hasta procesos mucho más
sofisticados como ser la destilación y la filtración con ozono.
Una confirmación que habla de la potabilización del agua que ingerimos se puede
obtener a partir de la observación de las siguientes condiciones en el agua:
inodora o sin olor, incolora o sin color e insípida, es decir, sin sabor.
En muchos países, durante el proceso de potabilización del agua se suele añadir
fluoruro con el objetivo de contribuir a la salud dental de sus habitantes.
2. Entre las maneras que tenemos los seres humanos de obtener agua potable de
inmediato y por supuesto en pequeñas cantidades se cuentan: hirviendo agua de
ríos o charcos así se evitará la contaminación bacteriana que éstos pudiesen
observar y luego dejándola decantar para recuperar su volumen más limpio;
hirviendo agua y recuperando por condensación el vapor que se produce y a
través de pastillas potabilizadoras.
El agua potable
Debe contener en disolución aire, cationes metálicos como son Ca2+ , Mg2+, K1+, y
Na1+ y aniones HCO3, CL, Br,I, F, que son necesario para el buen funcionamiento
del organismo humano, pero debe evitarse usar fuentes de abasto de agua
contaminadas con nitratos , nitritos o amoniacos puesto que estas sustancias
perjudican la salud.
Características del agua potable
El agua potable tiene características físicas, químicas y bacteriológicas que definen
su calidad. Dentro de las físicas están la claridad, ser inodora y no presentar
sedimentos. En el caso de sus características químicas, los elementos deben
encontrarse dentro de límites establecidos para el
consumo. Ácidos, sales y metales tóxicos como el mercurio y el plomo en altas
concentraciones en el agua pueden causar graves daños a la salud de los seres
vivos. Un buen índice para medir la salubridad de las aguas es el número de
bacterias coniformes presentes en el agua. La Organización Mundial de la
Salud recomienda que el agua para beber debe estar libre de colonias de
coniformes por cada 100 mililitros.
3. Su consumo:
La calidad microbiológica del agua es importante para evitar la propagación de
enfermedades diarreicas, parasitosis, hepatitis, fiebre tifoidea y epidemias como
el cólera. Los microorganismos responsables de esas enfermedades se transmiten
por vía fecal-oral, la cual puede ser directa o a través del agua -incluido el hielo-, la
leche o alimentos contaminados con excretas, así como mediante las manos. Los
vectores -insectos y roedores- pueden desempeñar también un papel activo en este
proceso. El agua potable garantiza una vida sana y permite el funcionamiento
armónico del organismo.
Proceso de potabilización del agua: comprende las siguientes etapas.
Captación: En esta etapa el agua se extrae desde las fuentes naturales,
generalmente de los ríos. El agua proveniente de ríos requiere un proceso más
completo en su tratamiento al estar expuesta a la incorporación de materiales y
microorganismos.
Canalización: el agua captada se conduce hacia la planta Potabilizadora
utilizando dos tipos de sistemas: aducción o impulsión. Si es por aducción el
agua se transporta por gravedad (por su propio peso) ya que la fuente
abastecedora está a un nivel más elevado que la planta potabilizadora; si la
fuente de agua se encuentra a un nivel más bajo que la planta, el transporte del
agua se realiza mediante bombas y se denomina impulsión.
Floculación: es el proceso por el cual se eliminan las partículas en suspensión
aplicando agentes químicos que producen que estas partículas se unan
formando los “flocs”. Esta aglomeración de partículas, al ser más pesada que
cada partícula individual, se asienta, eliminando la turbiedad y permitiendo que
el agua pueda clarificarse.
Decantación: el agua se ubica en una gran pileta donde permanece quieta, para
que se produzca la separación del líquido y de los sólidos, y se depositen en el
fondo por su propio peso.
4. Filtración: en esta fase el agua se separa de la materia en suspensión
haciéndola pasar a través de un elemento poroso, generalmente arena, cuyo
resultado final es un agua más clara, en la que se han eliminado hasta un 95%
de los microorganismos.
Cloración o Desinfección: se destruyen los agentes microbianos que pudiesen
estar presentes en el agua, utilizando diferentes productos químicos (hipoclorito
de sodio, hipoclorito de calcio, dióxido de cloro, ozono, etc.).
Alcalinización: Debido al coagulante del agua, esta se vuelve ácida por lo que
es necesario añadir cal para convertirla en apta para el consumo.
Distribución: una vez finalizada la potabilización, el agua se lleva a las
estaciones de bombeo desde donde se distribuye gracias a la red de tuberías.
5. Durante todo el proceso de potabilización del agua se realizan controles analíticos
de calidad. La suma de las etapas para potabilizar el agua se realiza en
aproximadamente 4 horas.
En el caso de las aguas subterráneas que provienen de pozos, el único tratamiento
que requiere, generalmente, es la cloración. Esto se debe a que el agua suele ser
más pura a grandes profundidades.
Para confirmar que el agua ya es potable, debe ser inodora (sin olor), incolora (sin
color) e insípida (sin sabor), además de satisfacer ciertos controles de calidad
estándar.
Aguas crudas: Es el nombre que recibe el agua que no ha recibido ningún
tratamiento, y que generalmente se encuentra en fuentes y reservas naturales de
aguas superficiales y subterráneas. También se llama así toda agua que entra en
las plantas de tratamiento. Antes de poder ser considerada como potable, el agua
bruta debe pasar por una serie de pruebas, entre las que se cuentan análisis de
turbiedad, de flora microbiana (para determinar la posible presencia de
microorganismos patógenos) y de detección de diferentes compuestos tóxicos. A
partir de estos análisis se determinará el tipo de tratamiento a realizar para
desinfectar el agua y prepararla para el consumo público, o para el uso industrial
que se le quiera dar.
6. Plantas de tratamiento de aguas crudas
Se denomina estación de tratamiento de agua potable (frecuentemente abreviado
como ETAP), o estación potabilizadora de agua (EPA), al conjunto de estructuras
en las que se trata el agua de manera que se vuelva apta para el consumo
humano. Existen diferentes tecnologías para potabilizar el agua, pero todas deben
cumplir los mismos principios:
1. combinación de barreras múltiples (diferentes etapas del proceso de
potabilización) para alcanzar bajas condiciones de riesgo.
2. tratamiento integrado para producir el efecto esperado.
3. tratamiento por objetivo (cada etapa del tratamiento tiene una meta
específica relacionada con algún tipo de contaminante).
Si no se cuenta con un volumen de almacenamiento de agua potabilizada, la
capacidad de la planta debe ser mayor que la demanda máxima diaria en el
periodo de diseño. Además, una planta de tratamiento debe operar
continuamente, aún con alguno de sus componentes en mantenimiento; por eso
es necesario como mínimo dos unidades para cada proceso de la planta.
Tipos de plantas
ETAP de tecnología convencional: incluye los procesos
de coagulación, floculación, decantación (o sedimentación) y filtración.
ETAP de filtración directa: incluye los procesos de coagulación-decantación
y filtración rápida, y se puede incluir el proceso de floculación.
ETAP de filtración en múltiples etapas (FIME): incluye los procesos de filtración
gruesa dinámica, filtración gruesa ascendente y filtración lenta en arena.
También puede utilizarse una combinación de tecnologías, y en cada una de las
tecnologías nombradas es posible contar con otros procesos que pueden ser
necesarios específicamente para remover determinada contaminación.