1. FÍSICA I
Técnicas de estudio para Física
Prof. Ángela Gallardo López
CAPÍTULO 1.- INTRODUCCIÓN
Técnicas de estudio para la asignatura de Física.
Contenidos
1.1.1 Visión general del curso
1.1.2 Participación efectiva en la clase de física
1.1.3 Lectura de los textos de física
1.1.4 Resolviendo problemas en física
1.1.5 Estudiando para el examen
1.1.1 Visión general del curso
Es importante saber que la física es una asignatura de “resolver problemas”. El profesor hará
hincapié en principios y conceptos fundamentales, y el objetivo es que tú, estudiante, seas capaz
de aplicar esos principios para comprender y resolver los problemas. Debes centrarte en esto,
que en un curso de física, se espera de ti que resuelvas problemas.
Una primera visión general del curso puede ayudar a racionar y organizar tus esfuerzos e
incrementar tu eficiencia. Para comprender y memorizar datos o fórmulas, debes entender los
principios en que se basan, y los temas relacionados con ellas. Es inevitable que alguna vez se
olvide alguna fórmula, pero si se han entendido bien los conceptos y cómo se relacionan, puedes
ser capaz de generar la fórmula tú mismo.
Para empezar con buen pie desde el primer día:
a) Leer detenidamente el temario de la asignatura, así como las pautas que van
a seguirse en cuanto a evaluaciones, prácticas, etc.
b) Dar un vistazo preliminar al libro o libros de referencia:
• Mirar la tabla de contenidos o índice
• Relacionar los contenidos del libro con el temario de la asignatura
1.1.2 Participación efectiva en la clase de Física
Es esencial que estés preparado para la clase, para así aprovechar ese tiempo al máximo y
poder reducir luego el tiempo de estudio. Una clase aprovechada, en la que se está entendiendo
la materia ahorra más del doble de tiempo de estudio por cuenta propia, y no es tiempo perdido
si estamos reteniendo conceptos fundamentales. El profesor ayuda a dirigir los esfuerzos, ya que
hará hincapié en lo que considere fundamental, y “lo que es fundamental” a veces no es
evidente para el alumno que estudia por su cuenta sin ayuda. Aprovechar la clase significa que
luego vamos a tener que dedicar menos tiempo al estudio de la asignatura, y lo que se aprende
en clase se retiene más fácilmente.
Antes de cada clase:
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a) Mira en el temario la materia que será cubierta. Prepárala hojeando brevemente (por
encima) los capítulos del libro que se refieren a dicha materia. Esta “toma de
contacto” mejorará tu capacidad para seguir la clase, ya que estarás más
familiarizado con la nueva terminología, que por lo menos te sonará de algo.
b) Lee el sumario del capítulo en cuestión y las cabeceras y títulos de las secciones.
Intenta hacerte preguntas sobre algunos temas que serán tratados.
c) Fíjate en los dibujos y las figuras del texto. Intenta ver qué principios están
ilustrando.
d) Anota las palabras nuevas, unidades nuevas, y leyes generales.
e) No hace falta subrayar ni resaltar el texto, ya que aún no sabes lo que será
enfatizado por el profesor.
f) Justo antes de comenzar la clase, hojea los apuntes de la clase anterior. Esto te
preparará para escuchar la nueva clase e integrarla como parte de un curso, y te
ayudará a relacionar y enlazar los temas y conceptos.
Durante la clase:
Sé puntual y quédate hasta el final. A menudo los profesores dan claves útiles al principio y al
final de la clase. Desgraciadamente, en esos momentos mucha gente no está atendiendo.
a) Procura tomar buenos apuntes. Es muy útil usar abreviaturas (siempre las mismas, para
no liarse), y no perder mucho tiempo en copiarlo todo al pie de la letra. Sé esquemático.
Deja márgenes amplios para poder hacer anotaciones más tarde.
b) Cuando copies dibujos o figuras, es preferible que sean completos y correctos a que
sean artísticos. No sólo hay que copiar lo que está en la pizarra, sino que hay que ir
anotando las aclaraciones que el profesor hace sobre la figura, y que luego serán
imprescindibles para entenderla.
c) Si te quedas atrás tomando apuntes, deja un espacio en blanco y continua. Después ya
tendrás tiempo de completar las lagunas con la ayuda de otros compañeros o del libro.
d) Pregunta en alto. “No te cortes”. Es importante para los profesores ya que así ellos
saben como va la clase, si se están entendiendo los conceptos, o cuáles presentan más
dificultad para los alumnos. A veces, el profesor no explica todos los pasos que está
siguiendo, se salta alguno, o se equivoca cuando escribe en la pizarra.
Después de la clase
a) Inmediatamente después de la clase o tan pronto como sea posible, revisa y
completa los apuntes. No hace falta que los pases a limpio. Mejor que eso, identifica
los conceptos importantes y las relaciones entre ellos. Haz un breve esquema de lo visto
en clase. Completa con el o los libros de referencia. Ya tienes unos apuntes completos
para estudiar. (El esfuerzo que hay que hacer para lavar un plato sucio justo después de
comer es mucho menor que si se deja sucio por una temporada. Si la comida se seca, se
pasa de un enjuague suave a tener que frotar un buen rato. Lo mismo ocurre con los
apuntes que se guardan sin mirar en la carpeta. A la hora del examen costará mucho más
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entenderlos y estudiarlos, con lo cual el tiempo de estudio será mayor y los resultados,
peores.)
b) Al revisar los apuntes de clase, algunas dudas y preguntas surgirán. Anótalas, y primero
intenta resolverlas tú mismo pensando, con la ayuda de libros o consultando con otros
compañeros. Si la duda persiste, consulta con el profesor.
1.1.3 La lectura de los libros de Física
Leer el texto y resolver los problemas propuestos es un ciclo: las preguntas dan lugar a
respuestas que dan lugar a más preguntas. A menudo en el libro se dedica un capítulo completo
a las consecuencias de un solo principio básico. Debes buscar estos principios básicos o leyes
generales, que son los importantes. Estas Leyes de la Naturaleza son las que establecen el orden
en la visión del universo del físico. Más aún, casi todos los problemas que enfrentarás en un
curso de física pueden ser analizados con una o varias de estas leyes.
Esto es, no hay muchos tipos de problemas. Hay casos particulares de un tipo de problemas,
con lo cual si se conoce el principio básico que hay que aplicar, uno puede resolver cualquier
problema similar. Luego vendrán las “particularidades” de cada uno, pero por lo menos el
planteamiento inicial será correcto.
Sugerencias para la lectura de textos de física:
a) Utiliza la prelectura que se explicó para antes de clase. Da un vistazo rápido a los
puntos fundamentales del capítulo.
b) Lee primero los problemas propuestos para casa. Intenta identificar los puntos clave y
principios fundamentales que hay que aplicar.
c) Lee ACTIVAMENTE, con preguntas en mente e intentando comprender. Una lectura
pasiva de física es una pérdida de tiempo. Lee con papel y lápiz para poder escribir
preguntas y anotaciones. Si piensas que no estás leyendo activamente, intenta volver a
mirar los problemas y los apuntes de clase. Lee para aprender, no para cubrir materia.
d) Para de vez en cuando para intentar recordar lo que has leído.
e) Durante la lectura, notarás que ciertas secciones, ecuaciones o ideas se pueden aplicar
directamente a los problemas propuestos. Después de leer esas secciones, para y analiza
su aplicación al problema. Esto es mucho más productivo que una simple lectura o
memorización, por muy cuidadosa que sea. La lectura pasiva consiste simplemente en
seguir la cadena de pensamientos del texto. La lectura activa significa también explorar
las posibilidades y aplicaciones de lo que se está estudiando, con lo cual se consiguen:
• una mejora de la concentración al leer,
• mejora de la habilidad para memorizar,
• mejora de la habilidad para aplicar el material.
1.1.4 Resolviendo problemas de física
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Quizás seas, como muchos estudiantes, un novato en la resolución de problemas. El objetivo de
esta sección es ayudarte a convertirte en un experto resolviendo problemas. Para resolver los
problemas como un verdadero experto, hay que responder a las siguientes preguntas:
• ¿De qué trata este problema?
• ¿Qué me están pidiendo encontrar?
• ¿Qué información tengo que utilizar? ¿Cuáles son los principios que tengo que
aplicar?
• ¿Qué sé acerca de situaciones similares?
• ¿Cómo puedo aplicar la información que tengo para resolver el problema?
• ¿Mi solución tiene sentido físico?
Tú, como experto, decidirás “este es un problema de energía”, o, “este es un problema de tiro
parabólico”. El novato será más propenso a decir: “este es un problema de poleas” o “este es un
problema de beisbol”. El novato se concentra en los aspectos superficiales del problemas,
mientras que tú te concentras en el principio fundamental en que se basa el problema. Tú, un
experto “solucionador” de problemas, responderás estas preguntas, y harás dibujos y esquemas
(mejor sobre el papel) antes de empezar a escribir fórmulas y números. El novato, por el
contrario, comenzará enseguida a escribir ecuaciones y números. Cometerá muchos más errores
que tú cuando te conviertas en un experto.
En un curso de física es importante recordar un par de cosas sobre los físicos y los profesores de
física:
a) El físico intenta representar los problemas mediante una figura, dibujo o diagrama. Casi
todos los problemas que encontrarás en el curso de física pueden ser descritos por un
dibujo. El dibujo a menudo contiene o sugiere la solución al problema.
b) El físico intenta encontrar principios unificadores que puedan ser expresados
matemáticamente y que puedan ser aplicados a una gran cantidad de situaciones físicas.
Los libros de física contienen muchas fórmulas específicas y particulares, pero todas
provienen de Leyes de la Naturaleza, mucho más amplias (casos generales), que hay
que entender para captar el sentido general de la materia. Esta comprensión es vital si
tienes que resolver problemas que involucran más de un principio y para los que hay
que usar distintas fórmulas. Realmente, todas las fórmulas específicas de la física
provienen de combinaciones de estas Leyes Fundamentales.
Cómo enfrentarse a un problema de física
a) Lee el problema detenidamente, por lo menos un par de veces. Busca el significado
de los términos que no conoces. Responde a la pregunta “¿de qué trata este problema?”
Asegúrate de que entiendes lo que se te pregunta, qué es lo que pide el problema.
b) Haz un dibujo esquemático del problema. Cualquier dibujo, por malo que sea,
ayudará, pero para hacer un buen dibujo hay que:
• Asignar un nombre o una letra a las magnitudes que hay que buscar en el
problema.
• Asignar símbolos o letras a los parámetros y variables que aparecen
representados en el dibujo, y a los datos del problema.
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• Siempre tener en cuenta y escribir las unidades de cualquier magnitud que
aparezca en el problema. Si el dibujo es un gráfico, escribir las unidades y la
escala en los ejes.
• Incluir en el dibujo la información que se presupone y que no se da en el
problema (ejemplo, g, el valor de la aceleración debida a la gravedad, si se
desprecia el rozamiento, o la fricción del aire... etc)
c) Establece cuál es el principio o ley general que relaciona los parámetros que se dan
como datos con la magnitud que se está buscando.
d) En los casos en que sea necesario, dibuja una segunda figura donde aparezca el sistema
de coordenadas y el origen que se va a utilizar, o el diagrama de vectores.
e) A veces hasta un experto tiene que usar el “método concreto” para resolver el
problema. Este método consiste en ir haciendo los cálculos con los valores que se dan
en el enunciado del problema, y obteniendo así resultados numéricos en cada paso del
problema. La desventaja de este método es que debido al gran número de cálculos que
hay que realizar, es más fácil equivocarse en alguno de ellos, y también hay que tener
cuidado con las cifras significativas. Sin embargo, este método tiene la ventaja de que
puedes controlar, a cada paso, cómo el problema va progresando, e identificar los
posibles errores si se ve que alguna de las soluciones no tiene sentido.
f) Como experto, usarás más a menudo el método formal (forma analítica). En este
método, la solución final se calcula haciendo todo lo posible por no sustituir los
números hasta el final. En algunos problemas, muchas de las variables se cancelarán en
pasos intermedios, y las expresiones pueden simplificarse bastante.
g) Evalúa tu solución de forma crítica. Pregúntate a ti mismo si la solución tiene sentido
(por ejemplo, decir que la masa del electrón da 3 kg no tiene sentido). Compárala a
otras soluciones de ejemplos o de problemas parecidos. Normalmente, un error de
cálculo resultará en una solución que obviamente es errónea. Esta evaluación crítica de
la solución desarrollará tu intuición física sobre la validez del resultado, y esta intuición
será muy valiosa para otros problemas y en los exámenes.
h) Muy importante también recordar que mostrando todo el trabajo (pasos intermedios)
se pueden localizar y corregir más fácilmente los errores. También será más fácil
estudiar los problemas para el examen si en ellos se muestran todos los pasos bien
claros y explicados. En los exámenes, es imprescindible para que el profesor entienda lo
que el alumno está haciendo, sepa si el problema está bien planteado, y si una solución
errónea se debe simplemente a un error de cálculo o a un error de concepto.
i) En el examen, hay un tiempo límite para los problemas, con lo cual sería conveniente
una vez que se ha resuelto el problema, intentar resolverlo en un tiempo menor.
Una vez que se ha terminado el problema, la solución debe estar claramente indicada, de tal
forma que leyendo tan sólo la solución se sepa qué se pedía en el enunciado. Es muy importante
al ir haciendo el problema ir dando una breve descripción de lo que se está haciendo, los
principios que se están aplicando, etc. Hay que EXPLICAR el problema y cada paso
brevemente.
Todos estos pasos llevan tiempo, pero hacen que uno se acostumbre a resolver problemas,
aprenda y se convierta en “experto”. El tiempo invertido será luego recompensado a la hora de
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repasar la materia, estudiar para el examen y, por supuesto, a la hora de hacer el examen lo
mejor posible.
1.1.5 Estudiando para el examen
Si se han seguido los pasos explicados hasta ahora, la preparación del examen no será difícil. Si
no se ha estudiado mucho, habrá que dedicar más tiempo y energía ahora. Es fundamental dar
importancia a la resolución de problemas.
La semana antes del examen haremos lo siguiente:
• Repasar los apuntes para tener una idea de lo que ha sido más destacado en clase.
• Mirar los problemas hechos en clase, y ver qué principios hay que aplicar para
resolverlos.
Una vez estudiada la teoría (activamente), haz una lista de temas, principios y tipos de
problemas que pueden “caer” en el examen. Busca exámenes anteriores, pero no pienses que
sólo van a preguntar problemas de otros años. Llegados a este punto suele ayudar trabajar en
grupo con otros compañeros.
Ten en cuenta que todo el material proporcionado en clase (tanto oral como escrito) puede ser
preguntado. Hay que saber distinguir qué es lo más importante de cada tema, pero eso no
significa olvidar lo demás.
Un buen consejo: intenta hacer los problemas sin mirar la solución. Primero, intenta hacerlos sin
ayuda ninguna. Si no es posible, consulta la teoría. Como último recurso, mira el problema
resuelto en clase.
Al hacer el examen:
• Tranquilo, respira hondo.
• Lee al menos dos veces las preguntas antes de contestar.
• Empieza por el problema que más claro tengas. Si te atascas en un problema, pasa a
otro.
Para subir puntos:
• Escribe con letra clara, ordenandamente y sin tachones. Un examen sucio y poco
claro causa mala impresión desde el principio.
• Al hacer los problemas, explica brevemente los pasos que sigues. Eso indicará al
profesor que sabes y comprendes lo que estás escribiendo, con lo que ganarás
puntos.
• Destaca la solución, y acuérdate de escribir no sólo el valor numérico, sino también
las unidades.
Vuelve a mirar el apartado de “cómo enfrentarse a un problema de física”.
Referencias
Ref. “How to study Physics” de David R. Hubin y Charles Riddell, Univ. de Texas en Austin.
http:// wwwrel.ph.utexas.edu/∼larry/how/how.html
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