2. Rescatemos nuestra cultura del agua
• La cultura del agua
• El agua en la historia de la sociedad
• Algunos saberes para recordar
• Conocer nuestras cuencas hidrográfas
• Los desequilibrios en el proceso de
recuperación del agua
• Biodiversidad en ambientes de agua dulce
3. La cultura del agua
Entre el agua y las personas existe un fuerte vínculo.
Construimos nuestras viviendas en torno al agua; nos
aseamos con ella; estudiamos y trabajamos gracias al
agua; nuestra economía, salud, alimentación y recreación
están basadas en el agua; dependen de ella todos los
productos que consumimos pues el agua resulta
indispensable para su composición, producción,
transporte y comercialización. Sin lugar a dudas, toda
nuestra vida se configura alrededor del agua.
Si te pedimos que pienses por un momento en todos los
beneficios y servicios que obtenemos de este líquido
maravilloso, en la manera cómo nos relacionamos con él
y cómo lo usamos, qué contestarías a la pregunta:
¿Nuestra relación con el agua es recíproca y solidaria?
4. La cultura del agua
A pesar de que nuestra vida sería inconcebible sin
el agua, el interés y aprecio hacia ella se ha ido
debilitando y su presencia en nuestras vidas se ha
hecho invisible. Lamentablemente, muchos de
nuestros hábitos se caracterizan por el intenso
derroche y el consumo indiscriminado, lo cual
conduce a su escasez. A pesar de esta amenaza,
muchas veces se desaprovecha y se malgasta. ¿Por
qué la valoramos tan poco? ¿Cómo valorar algo que
la mayoría de nosotros obtenemos con tan sólo
abrir un grifo sin reparar, cómo llega hasta allí?
Pareciera que con el agua ocurre como con muchas
otras cosas que, por estar siempre presentes, las
ignoramos hasta que dejamos de tenerlas.
5. La cultura del agua
Viene a ser la relación que establece cada pueblo
con el agua. De este modo, la cultura del agua
resume lo que se conoce del agua, lo que se hace
con el agua, en el agua y por el agua. Al estar
conscientes de esta cultura, se comprende al agua
como un patrimonio común de la Humanidad que
exige un manejo conforme a los principios de
solidaridad, cooperación mutua, equidad, inclusión
universal al acceso y corresponsabilidad.
El uso responsable del agua depende de que la
sociedad sea consciente de que éste, al que
estamos acostumbrados, el que parece que nunca
va a faltar, es un recurso vivo, insustituible, escaso,
valioso, frágil y limitado.
6. La cultura del agua
Para buena parte de la población urbana las lluvias generalmente representan
un inconveniente en la realización de sus actividades habituales, perdiendo de
vista su valor para la recuperación del agua de usos doméstico, agrícola,
forestal e industrial.
7. El agua en la historia de la sociedad
Seguramente hay un reservorio natural de agua en
el lugar donde vives o muy cerca de allí. Podría ser
un río, un caño, un lago o una laguna, quizás sea
una quebrada o cañada, e incluso puede tratarse
del mar, si vives en la costa. Este no es un hecho
casual, porque generalmente los asentamientos
humanos, así como la fundación de pueblos y
ciudades, se hacen tomando en cuenta la
disponibilidad de agua para la subsistencia de la
población y para garantizar su utilización en las
actividades domésticas y productivas de los grupos
humanos que viven en esos centros poblados.
8. El agua en la historia de la sociedad
Los pueblos originarios americanos, andinos y
caribeños, nos han transmitido a sus
descendientes que el agua es mucho más que
un simple recurso material, es un recurso vivo
integrador, proveedor de vida y de animación
del universo, puente entre la naturaleza y la
sociedad.
9. Algunos saberes para recordar
Seguramente recuerdas que aunque el agua es el componente del
ambiente más ampliamente distribuido en la Tierra, únicamente 2,52%
es agua dulce y 97,48% es salada. Además, es bueno recordar que
aproximadamente dos terceras partes del agua dulce se encuentran en
estado sólido en los glaciares y las nieves de las altas montañas, las
banquisas y las zonas polares, por lo tanto no está disponible para el
consumo humano y el de otros seres vivos.
De allí se desprende el hecho de que el agua es un recurso escaso.
Aunque solemos ver la precipitación, la evaporación, la escorrentía y la
infiltración como eventos aislados e independientes unos de otros, a lo
largo de esta serie de Ciencias Naturales hemos ido discutiendo sobre
la extraordinaria capacidad que tiene el agua para moverse en el
ambiente y para renovarse a través del conjunto de procesos
encadenados e interdependientes que se agrupan en el modelo
conocido como el ciclo hidrológico. Cuando estudiamos este modelo,
tuvimos la oportunidad de apreciar que resume los diferentes
procesos a través de los cuales el agua va cambiando de estado físico y
de ubicación entre las geosfera terrestres. Así, concluimos que la
existencia de estos procesos ha permitido la renovación permanente
del agua originaria del planeta. De esta manera conceptualizamos al
agua como un recurso renovable.
10. Algunos saberes para recordar
La precipitación es quizás el proceso más relevante del
ciclo hidrológico, por ser el más evidente para las
personas. También lo es porque asegura la disponibilidad
de agua dulce para los ecosistemas, ya que los lagos, ríos
y acuíferos se recargan y renuevan, tanto con las lluvias
como con la escorrentía superficial que se produce luego
de ellas. No obstante, esta capacidad de renovación del
agua se halla limitada, si se supera la cantidad que se
extrae de las fuentes en comparación con los volúmenes
que se reponen naturalmente.
Por esto hoy en día es rigurosamente cierto que el agua
es un recurso renovable y a la vez nito, lo cual quiere
decir que se puede agotar si el consumo, la captación y la
extracción superan su capacidad de renovación y
circulación natural.
11. Conocer nuestras cuencas hidrográficas
Una cuenca hidrográfica es un espacio geográfico que va
a estar definido por el sentido en el que drenan
naturalmente las aguas de los ríos, arroyos, humedales y
quebradas, e incluso en el que fluyen las aguas de las
lluvias cuando se escurren superficialmente hacia un
curso común. Por tanto, la cuenca es un área territorial
delimitada por una línea divisoria (o también llamada
parte aguas) que separa a las aguas que convergen hacia
el cauce principal que las captura y las contiguas que van
en direcciones distintas. La divisoria de las aguas
representa los límites o linderos de la cuenca hidrográfica
en cuestión.
14. Las regiones hidrográficas venezolanas con sus
cuencas son las siguientes:
• 1.- Lago de Maracaibo y Golfo de Venezuela: incluye las cuencas de los ríos
Carraipia, Paraguachón, Limón, Palmar, Apón, Santa Ana, Catatumbo,
Escalante, Chama, Motatán, Machanga y Chiquito.
• 2.- Falconiana: Cuencas hidrográcas de los ríos Matícora, Hueque, Ricoa,
Mitare y Capatárida.
• 3.- Centro-Occidental: Cuencas hidrográcas de los ríos Tocuyo, Aroa,
Yaracuy y los que drenan hacia el litoral del estado Carabobo.
• 4.- Lago de Valencia: Cuencas hidrográficas de los ríos Aragua, Limón,
Turmero, Maracay, Carabobo, Cabriales y Las Minas.
• 5.- Central: Cuencas hidrográdicas de los ríos Tuy, Guapo, Cúpira, Capaya y
las que drenan hacia el litoral de los estados Vargas, Miranda y Aragua.
• 6.- Centro-Oriental: Cuencas hidrográficas de los ríos Unare, Zuata, Pao,
Aragua, Manapire, Aracay, Cabrutica, Aribi y Caris.
• 7.- Oriental: Cuencas hidrográficas de los ríos Neverí, Carinicuao,
Manzanares, Amana, Guarapiche, San Juan, y las que drenan el litoral de
los estados Sucre y Nueva Esparta.
15. Las regiones hidrográficas venezolanas con sus
cuencas son las siguientes:
• 8.- Llanos Centrales: Cuencas hidrográficas de los ríos Guárico,
Guariquito y Tiznados.
• 9.- Llanos Centro Occidentales: Cuencas hidrográficas del río
Portuguesa.
• 10.- Alto Apure: Cuencas hidrográficas de los ríos Uribante,
Masparro, Sarare, Santo Domingo, Paguey, Suripá y Alto Apure
hasta la desembocadura del río Sarare.
• 11.- Bajo Apure: Cuencas hidrográficas de los ríos Apure, Arauca,
Capanaparo, Cinaruco, Meta, Matiyure y Caño Guaritico.
• 12.- Amazonas: Cuencas hidrográficas del Alto Orinoco que
comprende los ríos Orinoco, Brazo Casiquiare, Ventuari, Ocamo,
Sipapo, Cunucunuma, Atabapo y Guainía.
• 13.- Caura: Cuencas hidrográficas de los ríos Caura, Suapure,
Cuchivero y Aro.
• 14.- Caroní: Cuencas hidrográfias del río Caroní.
• 15.- Cuyuní: Cuencas hidrográficas de los ríos Cuyuní, Yuruari y
Yuruani.
• 16.- Delta: Cuenca hidrográfica del Bajo Orinoco y cuencas de los
ríos Morichal Largo,Uracoa, Mánamo y Macareo.
16. Biodiversidad en ambientes de agua dulce
Las aguas constituyen el hábitat natural de una gran
cantidad de microorganismos. La calidad y cantidad de
microorganismos va acompañando las características
físicas y químicas, ya que cuando hay temperaturas
moderadas y materia orgánica disponible, la población
crece y se diversifica.
La biodiversidad de un agua natural indica la poca
probabilidad de que la misma se encuentre contaminada.
Sin embargo, el agua potable debe ser tratada para
eliminar los elementos biológicos, para evitar la
trasmisión oral de patógenos que puedan causar
afectaciones a la salud humana.
Algunos microorganismos pueden provenir de vertidos
cloacales y/o industriales, e incluso del arrastre de los
existentes en el suelo por acción de la lluvia.
17. Los desequilibrios en el proceso de recuperación
del agua
Una cuenca hidrográfica estable posee un adecuado
balance hídrico, es decir, el agua que sale hacia la
atmósfera por evaporación y transpiración se
recupera nuevamente a través de la precipitación,
la infiltración y la escorrentía superficial y
subterránea. Por tanto, una cuenca en equilibrio es
aquella en la que sus montos de agua entrante por
precipitación se equiparan con los montos
almacenados en ella y con las cantidades salientes
por evapotranspiración. Esta característica está
basada en la Ley de Conservación de la Materia.