3. ¿Por qué estudiar historia en las aulas?
Estudiar Historia es más que el simple acto de conocer y saber acerca del pasado.
Estudiar Historia implica un profundo compromiso con el pensamiento crítico y el
cuestionamiento permanente de la sociedad en el presente. Es indagar por las
formas de pensamiento, sociabilidad y cotidianeidad de los seres humanos en
épocas pretéritas, para interpretarlas en función de las complejidades sociales y
culturales actuales. Al contrario de lo que se cree, la historia no es una disciplina
muerta: los hechos que nos han marcado en el pasado son permanentes objetos
de revisiones, así como de debate público y académico.
Es con el paso del tiempo que el sentido original fue desvaneciéndose y la palabra
Historia tomó carta de ciudadanía; helénica, primero, universal después. Ya que la
Historia es entendida como una ciencia, el historiador debe realizar su tarea
siguiendo las metodologías científicas propias tales como determinar su objeto de
estudio (la sección o etapa de la historia a analizar), las fuentes y testimonios con
los que contará para realizar tal comprensión (que pueden ir de fuentes materiales
a fuentes orales), y el método de análisis o de hipótesis para realizar la crítica de
la información obtenida. Evidentemente, el historiador siempre aporta una visión
subjetiva para la comprensión de los datos empíricos y es por esto que la Historia
nunca proyecta verdades unívocas e indiscutibles como sí puede suceder con las
ciencias naturales
No sólo aprendemos historia para prevenir los errores del pasado, sino también
para entender hacia dónde nos lleva nuestro destino.
Usualmente, cuando mencionamos la palabra “historia”, la mayoría de la gente
comienza a sudar en frío. Recuerdan la escuela secundaria y asocian historia con
la memorización de nombres, fechas, lugares y eventos, que sólo son necesarios
para los exámenes, y que son olvidados inmediatamente después. Quizás es por
esto que Mark Twain dijo: “Nunca dejé que mi escuela interfiriera con mi
educación”.
Entonces, antes de empezar a hablar de historia judía, hablemos un poco de por
qué necesitamos estudiarla. ¿Qué es historia? ¿Qué beneficio tiene aprender
historia?
Historia es, antes que nada, el análisis básico de las ideas. En las palabras del
Barón Henry Bolingbroke (1678-1751): “La historia es filosofía con ejemplos”.
Podemos hablar teóricamente sobre las ideas, pero el paso del tiempo nos
muestra claramente cuáles ideas son correctas y cuáles no – qué funciona y qué
3
4. no. Entonces, por ejemplo, hace cien años un comunista y un capitalista podían
debatir qué sistema dominaría el mundo, pero la historia reciente nos ha mostrado
que el comunismo ha fallado y el capitalismo continúa floreciendo.
Hay una gran cantidad de lecciones que se pueden aprender de la historia. Como
dijo el filósofo hispanoamericano George Santayana: “Los que no pueden recordar
el pasado están destinados a repetirlo”.
Vemos que, en general, la razón básica para aprender historia es que las
personas tienden a repetir los mismos patrones de conducta. Los imperios se
elevan y caen, la tecnología puede cambiar, las realidades geopolíticas del mundo
pueden cambiar, pero la gente tiende a cometer los mismos errores una y otra
vez. Y a menos que aprendamos del pasado, que lo recordemos y que apliquemos
esas lecciones en el futuro, estamos destinados a seguir metidos en el mismo
pozo y a repetir los mismos errores una y otra vez.
El aprendizaje de la historia, permite comprender los problemas sociales, para
ubicar y darle importancia a los acontecimientos de la vida diaria, para usar
críticamente la información y para convivir con plena conciencia ciudadana.
Si bien sabemos durante el curso de “Desarrollo histórico en diversos contextos se
analizaron varias lecturas, en las cuales nos encontramos autores como Lee Y
Ashby (2000) quien nos dice; La historia es mucho más que cualquier narrativa
porque la historia es una disciplina compleja con sus propios procedimientos y
estándares para elaborar conocimientos validos sobre el pasado y sus múltiples
relaciones con el presente.
Mediante el aprendizaje de la historia, los alumnos comprenden hechos pasados,
explican sus causas y consecuencias, sus cambios y continuidades a lo largo del
tiempo, y su influencia en el presente. Gracias a ello, no sólo conocen la ubicación
temporal y espacial de los grandes procesos y sucesos históricos, también van
conformando su identidad individual y colectiva, mediante el conocimiento de la
cultura propia y la de otros pueblos del país y del mundo.
De aquí podemos rescatar de Peck y Seixas de la lectura; hacia un modelo de
cognición histórica: los conceptos de primer y segundo orden; se debe contar con
un modelo de cognición histórica sólido basado en el empleo de conceptos
organizativos y en las formas de investigación propias de la disciplina.
4
5. La importancia de conocer nuestro patrimonio cultural
En el contexto de la comunicación planetaria instantánea y la mundialización
existe el riesgo de una estandarización de la cultura. Sin embargo, para existir
cada persona necesita dar testimonio de su vida diaria, expresar su capacidad
creativa y preservar los trazos de su historia. Esto solamente es logrado a través
del patrimonio cultural.
En un principio fueron considerados patrimonio cultural los monumentos,
conjuntos de construcciones y sitios con valor histórico, estético, arqueológico ,
científico, etnológico y antropológico. Sin embargo, la noción de patrimonio cultural
se ha extendido a categorías que no necesariamente forman parte de sectores
artísticos pero que también tienen gran valor para la humanidad. Entre estos se
encuentran las formaciones físicas, biológicas y geológicas extraordinarias, las
zonas con valor excepcional desde el punto de vista de la ciencia, de la
conservación o de la belleza natural y los hábitats de especies animales y
vegetales amenazadas.
Este patrimonio basa su importancia en ser el conducto para vincular a la gente
con su historia. Encarna el valor simbólico de identidades culturales y es la clave
para entender a los otros pueblos. Contribuye a un ininterrumpido dialogo entre
civilizaciones y culturas, además de establecer y mantener la paz entre las
naciones.
Más recientemente, la atención se ha centrado en la conceptualización o diseño
de una dimensión complementaria del patrimonio, como resultado de un
acercamiento al individuo y a los sistemas de conocimiento, tanto filosóficos como
espirituales. Esta dimensión complementaria es llamada patrimonio inmaterial y
abarca el conjunto de formas de cultura tradicional y popular o folclórica, las
cuales emanan de una cultura y se basan en la tradición. Estas tradiciones se
transiten oralmente o mediante gestos y se modifican con el transcurso del tiempo
a través de un proceso de recreación colectiva.
Para muchas poblaciones -especialmente para los grupos minoritarios y las
poblaciones indígenas-, el patrimonio intangible representa la fuente vital de una
identidad profundamente arraigada en la historia y constituye los fundamentos de
la vida comunitaria. Sin embargo la protección de este patrimonio es muy
vulnerable debido a su índole efímera.
Otra vertiente moderna del patrimonio cultural es aquella que valora no sólo
nuestra memoria pasada sino también nuestros testimonios presentes, los cuales
5
6. se almacenan cada vez más en forma digital. Esto incluye páginas de Internet,
bases en línea y diarios electrónicos que son parte integral de nuestro patrimonio
cultural. Sin embargo, la rápida obsolescencia de la información digital, así como
la inestabilidad del Internet ponen en riesgo todo el testimonio acumulado en
formato HTM. La protección de este patrimonio necesita del consenso
internacional para su almacenaje, preservación y diseminación.
El patrimonio testifica la experiencia humana y sus aspiraciones y debe ser una
experiencia compartida que ofrece a cada ser humano la oportunidad del
descubrimiento propio como otra persona en ese caudal de conocimiento que no
es el propio. El valor más importante del patrimonio cultural es la diversidad. Pero
la diversidad de este patrimonio debe tener el propósito de unir a los diversos
pueblos del mundo a través del dialogo y el entendimiento, en vez de separarlos
Tipos de patrimonio cultural
1. Sitios patrimonio cultural
2. Ciudades históricas
3. Sitios sagrados naturales (sitios naturales con valor religioso para algunas
culturas)
4. Paisajes culturales
5. Patrimonio cultural subacuático (sitios sumergidos de interés cultural para el
hombre)
6. Museos
7. Patrimonio cultural móvil (pinturas, esculturas, grabados, entre otros)
8. Artesanías
9. Patrimonio documental y digital
10.
Patrimonio cinematográfico
11.
Tradiciones orales
12.
Idiomas
13.
Eventos festivos
14.
Ritos y creencias
15.
Música y canciones
16.
Artes escénicas (danzas, representaciones)
17.
Medicina tradicional
18.
Literatura
6
7. 19.
20.
Tradiciones culinarias
Deportes y juegos tradicionales
Hoy más que nunca, ante la plena conciencia de la vastedad y pluralidad de
nuestro patrimonio cultural, y frente al acrecentamiento del sentido de pertenencia,
de compromiso hacia las generaciones futuras y del símbolo permanente que ese
patrimonio es de nuestra aspiración a subsistir como una nación unida en la
diversidad, y consciente de su historia, su conservación entraña una participación
colectiva, democrática, que refleje puntos de vista plurales y, sobre todo, los de las
comunidades a las que por tradición y proximidad pertenece en primer término el
patrimonio.
Sólo con esa colaboración las instituciones y hombres de cultura, comprometidos
con esta tarea, podrán hacer frente a antiguas y nuevas necesidades que en los
más diversos terrenos se presentan, desafiando la creatividad y la capacidad de
trabajo de quienes reconocen en el patrimonio cultural una base firme y un punto
de referencia esencial en la evolución y el avance de México.
Yo como estudiante en formación de la Licenciatura en Educación Preescolar en
las materias orientadas a la historia, he aprendido que el patrimonio que nos
dejaron las civilizaciones de nuestros antepasados es la riqueza más grande que
podemos poseer los mexicanos, que debemos ser conscientes de lo que por
derecho nos corresponde, de allí nace la importancia de analizar y reflexionar el
porqué de todas esas riquezas, cómo nace su origen y como es que hoy en día
repercute en nuestra vida cotidiana.
7
8. ¿Cómo influye el arte en nuestra cultura?
Influye en la forma de ver el mundo por parte del artista. Un ejemplo claro de la
influencia social en el arte sería "Guernica" de Pablo Picasso, que fue influenciado
por una ataque por parte de franco a la ciudad de guernica que conmocionó al
pueblo.
Otro ejemplo sería el arte rupestre, que en una sociedad de cazadores, la
representación
de
animales
era
lo
más
comun.
También influye en el arte egipcio la sociedad, pues las mayores obras artísticas
se dan en las pirámides debido a dos factores: 1º el faraón era el soberano, y por
tanto el hombre (o mujer) más importante del reino. 2º La creencia en otra vida
daba lugar a que en las pirámides especialmente y en mastabas, hipogeos,
etc..En
general
se
representasen
a
los
dioses.
La historia indica que, con la aparición del Homo Sapiens, el arte tuvo una
función ritual y mágico-religiosa, que fue cambiando con el correr del tiempo. De
todas formas, la definición de arte varía de acuerdo a la época y a la cultura.
La clasificación utilizada en la Grecia antigua incluía seis disciplinas dentro del
arte:
la arquitectura,
la danza,
la escultura,
la música,
la pintura y
la poesía (literatura). Más adelante, comenzó a incluirse al cine como el séptimo
arte. También hay quienes nombran a la fotografía como el octavo arte (aunque
suele alegarse que se trata de una extensión de la pintura) y a la historieta como
el noveno (sus detractores indican que es, en realidad, un puente entre la pintura y
el cine). La televisión, la moda, la publicidad y los videojuegos son otras disciplinas
que, en ocasiones, son consideradas como artísticas.
Podemos afirmar que el arte ha estado presente desde hace muchísimos años
atrás, sin duda alguna es parte de las formas de vida de cada una de las
civilizaciones a través del tiempo, los antiguos pueblos por ejemplo se dedicaron a
pintar murales, crear utensilios de barro y de otra variedad de materiales, lo que
hoy en día es una riqueza de nuestros antepasados y que forma parte del
patrimonio.
Diferencia entre texto histórico y ficción
Texto histórico: Es un documento escrito que puede proporcionarnos, tras su
interpretación, conocimiento sobre el pasado humano. El objeto de comentar un
texto histórico es acercarnos a la comprensión de una época histórica a partir de
los elementos proporcionados por el texto. De ahí la importancia de situar el
documento en su contexto. Hay que desentrañar lo que su autor o autores ha
dicho, cómo lo ha dicho, cuándo, por qué y dónde, siempre relacionándolo con su
8
9. momento histórico.Permite obtener un conocimiento más completo, diversificado y
significativo
de
la
Historia.
El
comentario
de
textos históricos es la técnica que nos permite extraer información sobre un
determinado
período,
acontecimiento
o
hecho
concreto.
Este tipo de comentarios no se realizan por una simple improvisación, sino que se
vale de una preparación, conocimientos sobre el tema y método investigativo de
forma
sistemática,
anotando
desde
la
primera
lectura las ideas fundamentales y aquellas sobre las que tenemos dudas.
La presentación y/o redacción debe responder a la forma expositiva, lo que
significa que debe ser ordenada y clara, con un lenguaje apropiado y objetivo, por
lo que se deben evitar las opiniones personales y juicios de valor. Estos últimos
aspectos sólo se permiten en el caso de ser un texto histórico de tipo narrativo,
que si permite un cierto grado de subjetividad.
Texto ficción: Se denomina texto ficción a lo que simula la realidad por ejemplo en
obras literarias, cinematográficas, historietistas o de otro tipo, cuando presentan
un mundo imaginario al receptor. El término procede del latín fictus ("fingido" o
"inventado").
El concepto de ficción en la tradición occidental está muy ligado al concepto de
mímesis, desarrollado en la Grecia clásica, en las obras de Platón (quien
consideraba a las obras poéticas como imitaciones de los objetos reales, que a su
vez eran imitaciones de las ideas puras) y sobre todo en la Poética de Aristóteles,
en la que el concepto de mímesis juega un papel esencial. Para Aristóteles, todas
las obras literarias copian a la realidad, de acuerdo con el principio de
la verosimilitud; lo que diferencia a la literatura de la historia es que ésta copia las
cosas que han sucedido, y aquélla las que podrían suceder.
BIBLIOGRAFIA:
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