1. RESPIRACION DE LAS TORTUGAS:
• demás de usar sus pulmones para respirar, las tortugas también han desarrollados
formas suplementarias de respiración. Algunas especies de tortuga acuáticas hacen
pasar agua a través de sus vías nasales hasta la boca y garganta donde se extrae el
oxígeno por la faringe. Esto se hace a través de la cubierta de la faringe que actúa a
manera de una agalla.
• Algunas tortugas toman agua a través de su abertura anal donde se llenan y vacían
dos sacos, lo que causa una lenta corriente que permite recoger oxígeno.
• Un ejemplo es la tortuga de agua dulce de Australia tiene agallas cloacales para la
respiración
• Necesidad de respirar:
• Las tortugas también son capaces de mantener mayores concentraciones de dióxido
de carbono en la sangre que la mayoría de los animales que respiran aire y, por lo
tanto, pueden usar su abastecimiento de oxígeno muy eficientemente durante un
largo período de tiempo. Tanto la sangre como el tejido muscular pueden almacenar
oxígeno en grandes cantidades, ayudando a que la tortuga permanezca bajo agua por
largos períodos de tiempo.
• Otro aspecto de la respiración de las tortugas es la necesidad de flexibilidad exterior. El
plastrón abisagrado permite algo de contracción y expansión de la cavidad del pecho.
En el caso de las tortugas marinas, el respirar se hace más difícil cuando las hembras
vienen a la playa.
• RESPIRACIÓN:
Respiran por las fosas nasales. El aire penetra en la tráquea a través de la glotis. La mayoría
de las tortugas presentan u corto tubo traqueal ya que pronto se bifurca en sendos
bronquios principales, lo que les posibilita mantener la respiración con la cabeza escondida.
Los pulmones se encuentran adosados a la superficie ventral de caparazón en su zona dorsal
y en la ventral limitan con una lámina fibromuscular que hace las veces de rudimentario
diafragma y que los separa del paquete digestivo. En los procesos respiratorios intervienen
varios grupos musculares, ayudados por movimientos de las extremidades y de la cabeza.
Algunas especies de tortugas acuáticas han desarrollado órganos respiratorios
complementarios para cuando se encuentran sumergidas, como las bolsas cloacales, órganos
de paredes finas por los que puede respirar al mantener su cloaca abierta.
La falta de un auténtico músculo diafragmático que colabore en los procesos de expulsión
(mecanismo de la tos), el amplio volumen pulmonar, la tabicación de los pulmones y la
situación dorsal de la entrada de los bronquios a los pulmones favorece la permanencia y el
estancamiento de secreciones y cuerpos extraños dentro de los mismos, por lo que las
patologías neumónicas son frecuentes y con consecuencias fatales.
3. • ADAPTACIÓN Y EVOLUCIÓN DE LAS TORTUGAS:
• Las tortugas marinas tienen adaptaciones especializadas para su existencia
marina. Sus conchas están grandemente reducidas en peso y presenta una
forma 'aerodinámica' para reducir la fricción del agua. Las aletas frontales y
traseras reemplazan las cortas patas de las tortugas terrestres y contienen
músculos bien desarrollados para viajar velozmente por largas distancias. Se ha
sabido de tortugas marinas que se mueven en el agua a velocidades de hasta 55
kilómetros por hora. Estas adaptaciones han sido refinadas a lo largo de millones
de años de evolución y de cambios ambientales.
Sistema circulatorio:
El corazón de las tortugas se encuentra dividido en dos aurículas y un ventrículo. La aurícula
derecha recibe la sangre desoxigenada procedente del seno venoso, que es una cámara que
se encuentra en la parte superior de la aurícula derecha y que recibe la sangre procedente
de las venas. La aurícula izquierda recibe la sangre ya oxigenada por los pulmones.
Al tener un solo ventrículo, éste debe realizar una doble función. Para ello, está dividido en
tres compartimentos o cavum: venosum, pulmonale y arteriosum. El cavumvenosum y el
cavumarteriosum están conectados mediante un canal interventricular y reciben sangre
procedente de las aurículas derecha e izquierda respectivamente. En el canal interventricular
hay dos válvulas que ocluyen de forma parcial a dicho canal durante la sístole auricular,
mientras que, durante la sístole ventricular, evitan que la sangre refluya desde el ventrículo
hacia la aurícula.