2. Introducción y epidemiología
La fractura distal del radio (FDR) es junto con las fracturas proximales de
fémur, la fractura más frecuente diagnosticada en los servicios de
urgencias de traumatología y constituyendo la fractura más frecuente de
la extremidad superior.
Aunque la FDR afecta principalmente a mujeres de entre 40 y 60 años de
edad con un perfil osteoporótico, también es frecuente en pacientes
jóvenes sin predominancia de sexo. En este segundo grupo, el factor
etiológico más frecuente es el accidente de tráfico y laboral.
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4. Mecanismo de producción
En las caídas el mecanismo protector de colocar la palma de la mano,
con la correspondiente extensión de la muñeca, por eso la FDR más
frecuente sea la por desplazamiento dorso-radial del fragmento distal
(Fractura de Colles)
Si la posición de la muñeca en el momento de la caída es en flexión, el
fragmento distal se desplaza volarmente (Fractura de Smith).
Fracturas menos frecuentes son la fractura de Barton dorsal o volar y de
Hutchinson (debido a fuerzas cizallantes), la fractura con impactación
articular (“ die punch”) (por compresión axial importante) y las fracturas
por avulsión en las inserciones ligamentosas.
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6.
7. Clínica
Los síntomas y signos son los típicos de cualquier fractura: dolor,
impotencia funcional y crepitación a la palpación.
La deformidad característica de la fractura de Colles se describe como
“en forma de dorso de tenedor”.
Es importante comprobar el estado vascular y nervioso de la mano
afectada principalmente del territorio mediano.
8. Diagnóstico por la imagen
El estudio radiográfico elemental en el área de urgencias debe incluir una
radiografía simple antero-posterior y de perfil.
La TAC puede aportar información sobre la conminución de la fractura y
localización de los fragmentos.
La RMN está indicada en aquellos casos en los que se sospeche la
presencia de lesiones ligamentosas asociadas: complejo fibrocartilaginoso
triangular del carpo, el ligamento escafolunar, produciendo una
disociación escafolunar (signo de Terry-Thomas o aumento de la distancia
escafolunar) valorable en la proyección radiográfica antero-posterior, o
el ligamento lunopiramidal con menor frecuencia.
10. Frykman: tiene en cuenta la afectación articular: radiocubital y radiocarpiana, además de la
asociación o no de fractura estiloides cubital.
• Clasificación AO: El segmento distal del radio-cúbito es el 23, existiendo tres subtipos: extraarticulares
(A), intraarticulares parciales (B) e intrarticulares completas (C). A su vez cada subtipo se divide en tres
en función de la conminución, asociación con fractura del cúbito y sentido del desplazamiento de los
fragmentos
• Fernández: Las clasifica en función del mecanismo de producción, junto a sus epónimos clínicos.
• Clínica Mayo:
A. Extraarticular no desplazada
B. Extrarticular desplazada
C. Intraarticular no desplazada
D. Intraarticular desplazada
Los dos últimos tipos se subclasifican en:
– Reducible estable
– Reducible inestable
– Irreducible inestable
11. Tratamiento
El resultado del tratamiento viene condicionado fundamentalmente por
la reconstitución anatómica de la muñeca y por los esfuerzos para realizar
una movilización precoz de la muñeca y los dedos.
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13. Tratamiento conservador
Está indicado en las fracturas estables.
Con el codo en flexión de 90º se practica tracción desde los dedos hasta
que se compruebe clínicamente y/o radiográficamente la
desimpactación de los fragmentos y la recuperación de la altura radial en
la visión anteroposterior.
Finalmente se practica la reducción mediante la flexión de muñeca al
mismo tiempo que se desplazada volarmente el fragmento distal.
14. Una vez reducida la fractura, es importante mantener la tracción
juntamente a la pronación y desviación cubital para evitar el
desplazamiento de la fractura.
En esta posición se aplica el vendaje enyesado desde la cabeza de los
metatarsianos en la cara dorsal hasta el codo.
Se debe estimular la movilización activa de los dedos y mantener la mano
en elevación para evitar la aparición de edema distal.
El vendaje enyesado se debe mantener entre 4-6 semanas hasta la
aparición de signos radiográficos de consolidación.
15. Tratamiento quirúrgico
Existe un gran arsenal terapéutico para el tratamiento de este tipo de
fracturas, desde las agujas de Kirschner hasta los fijadores externos,
pasando por una gran variedad de placas.
Los objetivos del tratamiento quirúrgico han de ser la consecución de una
reducción lo más anatómicamente posible y estabilidad suficiente para
permitir la movilización precoz.
16. Agujas de Kirschner
Proporcionan una estabilidad superior a la aplicación aislada del vendaje
enyesado con una mínima agresión.
Las complicaciones descritas son la lesión de la rama sensitiva del nervio
radial y de la arteria radial, cuando son introducidas de forma
percutánea, así como la infección e intolerancia en el punto de entrada.
Existen varios patrones descritos para su introducción pero el más utilizado
es aplicación de una aguja desde la estiloides radial formando un ángulo
de unos 45º con el eje diafisario radial y una segunda aguja perpendicular
al eje diafisario radial introducida desde la parte radial de la metáfisis.
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18. Placas
Existen placas dorsales y volares. Las primeras están actualmente en
desuso debido a la elevada incidencia de tendinitis, rotura tendinosa y
protusión del material.
Se han introducido las llamadas placas para fijación específica de
fragmentos.
Este tipo de placas de bajo perfil y pequeñas, son introducidos mediante
diferentes vías de abordaje para la fijación de los componentes de cada
una de las tres columnas según su lesión.
19. El abordaje quirúrgico sea dorsal o volar permite la aplicación de injerto
óseo o cementos acrílicos que proporcionan mayor sustento y se oponen
al colapso de la fractura.
Con artroscopia de la muñeca, es posible controlar la reducción de las
fracturas intrarticulares mediante visión directa de la superficie articular
radial, al mismo tiempo que comprueban la integridad y/o tratamiento de
las partes blandas susceptibles de haber sido lesionados en el momento
del traumatismo.
20. Fijador externo
A través de la tracción se consigue restituir la altura radial y mediante el
principio de la ligamentotaxis conseguir la reducción de la fractura,
aunque la movilización hacia volar de los fragmentos es difícil mediante
este sistema, siendo habitualmente combinado con alguno de los
anteriores: placas y/o agujas.
21. Complicaciones
Consolidación en mala
posición: Es la
complicación más
frecuente de las FDR.
Las más frecuentes son
la consolidación en
báscula dorsal y el
acortamiento del radio
con alteración de la
articulación
radiocubital distal.
22. Compresión nerviosa: El nervio mediano es el que resulta más
frecuentemente atrapado sea de forma aguda o crónica
Síndrome del dolor complejo tipo I: Favorecido por los periodos de larga
inmovilización y colocación de fijadores externos con distracción
excesiva. Se debe tratar con fisioterapia intensa.
Roturas tendinosa: La más frecuente es la del extensor pollicis longus
Artrosis postraumática: Dependiente del patrón de fractura y de lo
cuidadoso de la reducción. Un escalón de más de 2 mm se considera
como factor pronóstico desfavorable en este sentido.