2. “No se turbe vuestro
corazón; creéis en Dios,
creed también en mí. En la
casa de mi Padre muchas
moradas hay; si así no
fuera, yo os lo hubiera
dicho; voy, pues, a
preparar lugar para
vosotros. Y si me fuere y
os preparare lugar,
,
y os tomaré a mí mismo,
para que donde yo estoy,
vosotros también estéis”
(Juan 14:1-3)
En el siglo XXI, casi
dos mil años después
de la promesa de
Jesús, los cristianos
debemos dar
respuesta a las
siguientes preguntas
acerca de la Segunda
Venida:
¿Es segura la promesa de su Venida?
¿Para qué vendrá?
¿Cómo vendrá?
¿Cuándo vendrá?
¿Cómo debemos esperarle?
3. “porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén,
por medio de nosotros, para la gloria de Dios” (2ª de Corintios 1:20)
4. “porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén,
por medio de nosotros, para la gloria de Dios” (2ª de Corintios 1:20)
Todas las promesas
hechas a Israel se
cumplieron. Jos. 21:45;
1R. 8:56.
Se cumplió la
promesa de la
encarnación. Sal.
40:7; Heb. 10:5-7
Jesús cumplió su promesa de
devolver la vida a la hija de
Jairo. Luc. 8:50; Luc. 8:54-55.
Prometió que Él mismo se
levantaría de la tumba.
Mat. 16:21; Mat. 28:5-6.
Prometió el Espíritu
Santo a sus
discípulos. Hch. 1:8;
Hch. 2:4.
Prometió volver por
segunda vez… ¡y lo
cumplirá con toda
seguridad!
5. “Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus
ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras” (Mateo 16:27)
La Segunda Venida
tiene tres propósitos
principales:
1. Hacer justicia. Mateo 16:27.
2. Resucitar a los santos que durmieron. 1ª de
Tesalonicenses 4:16.
3. Reunir a todos los redimidos para vivir
eternamente con Jesús. 1ª de Tesalonicenses 4:17.
6. De forma repentina,
“como el relámpago”
(Mt. 24:27)
De forma
inesperada, “como
ladrón en la noche”
(1Ts. 5:2)
De forma visible,
“todo ojo le verá”
(Ap. 1:7)
De forma sonora, “con
voz de arcángel, y con
trompeta de Dios”
(1Ts. 4:16)
Con gran
acompañamiento, con
“todos los santos
ángeles” (Mt. 25:31)
Con autoridad regia, como
“REY DE REYES Y SEÑOR
DE SEÑORES” (Ap. 19:16)
Con
manifestación de
poder, “los
muertos serán
resucitados
incorruptibles, y
nosotros seremos
transformados”
(1Co. 15:52)
7. “Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun
los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre”
(Mateo 24:36)
En lugar de dar una
fecha exacta para
su Venida, Jesús
nos indicó en
Mateo 24, Marcos
13 y Lucas 21, los
acontecimientos
que la precederían.
Falsos mesías.
Guerras y rumores de guerras.
Pestes, hambres y terremotos.
Persecución contra los santos.
Falsos profetas.
Multiplicación de la maldad.
Enfriamiento del amor.
Predicación mundial del Evangelio.
Oscurecimiento del sol y la luna.
Conmoción en las estrellas.
Aparecerá la señal del Hijo del
Hombre.
8. La idea más importante que Jesús
deseaba grabar en la mente de los
discípulos era que su venida estaba
cerca.
En un sentido muy real, la segunda
venida nunca está más lejos que el
instante después de nuestra muerte.
Cerramos nuestros ojos al morir y,
ya sea que pase un año o mil años,
lo próximo que sabremos es que
Jesús está regresando. Para cada
uno de nosotros, en forma
individual, su venida nunca está más
lejos que el instante luego de morir.
9. “Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora
en que el Hijo del Hombre ha de venir” (Mateo 25:13)
¿Cómo podemos estar
preparados hoy?
Jesús nos instó repetidas veces a velar y estar
preparados para su Venida: “Mas el que persevere
hasta el fin, éste será salvo” (Mateo 24:13).
Arrepintiéndonos y confesando
nuestros pecados a Jesús,
renovando nuestra fe en su muerte
expiatoria por nosotros en la cruz y
entregando nuestra voluntad
completamente a él. Al caminar en
comunión con él, podemos disfrutar
la profunda paz de estar cubiertos
por su manto de justicia.
10. “No sabemos el tiempo preciso
cuando nuestro Señor se manifestará
en las nubes de los cielos, pero él nos
ha dicho que nuestra única
seguridad está en estar preparados
constantemente, velando y
esperando. Sea que tengamos por
delante un año, o cinco, o diez,
debemos ser fieles hoy a nuestra
creencia. Debemos realizar los
deberes diarios tan fielmente como si
fuera el último día que vivimos”
E.G.W. (A fin de conocerle, 18 de diciembre)