El documento expresa sentimientos de desazón, miedo e incertidumbre sobre el presente, pero también esperanza sobre lo que queda por avanzar. Señala que a pesar de 200 años de opresión, recién se empieza y hay más por delante. Para lograrlo, se necesita estar fuertemente arraigado a la propia esencia, ser crítico y autocrítico de forma constructiva y unitaria, desplegando el legado de ideas para desplegar bandera y convicción hasta la victoria.