El cuento narra cómo dos hermanos, Irene y el narrador, son desplazados gradualmente de su casa familiar por un fenómeno desconocido que va tomando posesión de las habitaciones. Al principio resisten la pérdida de espacios, pero finalmente se ven obligados a abandonar la casa, llevándose solo un reloj y arrojando la llave al alcantarillado. Viven solos en la casa, realizando tareas juntos y sin trabajar, financiándose con tierras de cultivo. El relato sigue su progresiva toma