Planificación de acciones para grupos: preguntas clave
1. DINÁMICA DE PROGRAMACIÓN: CONTENIDO DE LOS SOBRES
¿Qué es planificar?
Planificar significa “pensar ahora lo que se va a hacer después”
La planificación consiste, básicamente en dar respuesta a una serie de
preguntas.
Las más importantes de esas preguntas están escritas en los restantes sobres.
Pero no da lo mismo el orden en que se responda a esas preguntas. Por eso
tenéis que ordenar los sobres antes de abrirlos, entre todos los componentes
del grupo de trabajo llegaréis a un acuerdo hablando razonadamente.
Ahora, pensad cuál es la primera pregunta que debemos hacernos cuando
planificamos una acción y escoged el siguiente sobre en la lista…
¿Por qué vamos a actuar?
Efectivamente, como primer paso, debemos conocer muy bien la realidad del
entorno, ser capaces de identificar y analizar los problemas, intereses o
necesidades del destinatario/a a los que queremos dirigir nuestra acción,
conocer las causas y los efectos de la situación en la que queremos intervenir.
El “diagnóstico previo” es una condición necesaria para una buena
planificación.
Ahora elegiremos una situación y grupo-destinatario con el cual vamos a
desarrollar nuestra acción. Este supuesto nos servirá para ir desarrollando los
pasos de la planificación, por eso una vez que lo hayamos elegido, tendremos
que señalar tres rasgos o características de nuestros destinatarios, que
justifiquen nuestra acción en la situación de partida, y tres potencialidades del
colectivo elegido que podemos aprovechar para nuestras actividades.
¿Qué queremos lograr con nuestra acción?
Ahora que sabemos cómo es la situación de partida, es hora de plantearse qué
queremos conseguir con nuestra acción.
Es decir, debemos fijarnos unos objetivos, y éstos deben ser claros, realistas y
pertinentes.
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2. Nuestra tarea en este punto es redactar con la mayor claridad posible, un
objetivo general que vamos a proponernos para la situación de partida elegida
en el paso anterior.
¿Qué obstáculos y nos podemos encontrar? ¿Con qué recursos
podemos contar?
Una vez fijado el objetivo, es momento de analizar las dificultades que nos
podemos encontrar, los obstáculos a superar.
También es el momento de identificar cuáles serán nuestros recursos, apoyos o
fortalezas que nos ofrece tanto el medio social en el que actuamos como los
nuestros propios.
Continuando con la planificación:
- Señalemos los tres obstáculos principales que encontraremos en el
cumplimiento del objetivo.
- También buscaremos cinco apoyos o recursos con los que contaremos
para poder alcanzarlo.
¿Cómo y cuáles van a ser las actividades? ¿Qué métodos y Técnicas
vamos a utilizar?
Es el momento, conocemos la situación de partida, sabemos por qué, para
quién y para qué vamos a actuar, hemos reflexionado sobre las dificultades que
podremos encontrar para conseguir nuestro objetivo, pero también sobre
nuestros recursos disponibles. Ahora decidiremos adecuadamente cuáles van a
ser las actividades, de definir cuáles son las acciones precisas que nos ayudarán
a conseguir nuestro objetivo.
Normalmente no bastará con una sola actividad, en la mayoría de los casos, a
través de las distintas actividades ser irán avanzando los pasos necesarios.
En la mayor parte de los casos existen distintas vías para alcanzar un mismo
objetivo. Se trata de elegir la que resulte más efectiva, tanto para nosotros
como para la consecución del objetivo, se trata de elegir cuáles son los medios
y las actividades más adaptadas a nuestras capacidades y recursos y a las
circunstancias del grupo destinatario, a quién queremos llegar, dónde se
encuentran, cuáles son sus intereses, sus esquemas socio-culturales…
Nuestra mejor arma en este caso es la creatividad.
La tarea ahora está clara: tenemos que pensar tres actividades, adecuadas a las
cuestiones mencionadas, que nos sirvan para avanzar en el camino a la
cosecución de nuestro objetivo.
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4. ¿Qué tareas concretas habrá que desarrollar? Y ¿Cómo vamos a
distribuirlas?
Las actividades que hemos previsto para alcanzar nuestros objetivos implican la
realización de un conjunto de tareas. Captación de medios y recursos
(económicos, técnicos y humanos), convocatoria de la actividad, disposición de
los medios necesarios, tareas de ejecución, tareas burocráticas, etc.
Así pues es preciso identificar todas estas tareas y repartirlas entre quienes
vamos a intervenir, de acuerdo con las aptitudes y disponibilidades. Es preciso
asimismo establecer algunos plazos de tiempo para la realización de las tareas.
Así que a ello: Seleccionar una de las actividades que ideasteis y pensad que
diferentes tipos de tareas implicará su realización, quiénes las llevarán a cabo
y en qué plazo de tiempo.
¿Cómo vamos a evaluar los resultados?
Cualquier actividad, así como el conjunto de nuestra práctica y nuestro
funcionamiento debe ser evaluada, con el fin de analizar los aspectos más
satisfactorios, los aspectos negativos, las tareas que no se han realizado como
estaban previstas, las dificultades que han aparecido y no habían sido tenidas
en cuenta, cómo se han solucionado los problemas, etc.
La evaluación es un elemento muy importante, y al mismo tiempo casi
inexistente en la práctica cotidiana, porque nos permite aprender del camino
recorrido y reorientar nuestra acción.
En la planificación debe preverse cómo, con qué criterios y cuándo se evaluarán
las actividades.
Por eso, pensaremos algunos de los criterios y métodos con los que evaluareis
el programa que habéis venido elaborando. Y, para que vayáis practicando, dar
un repaso completo al programa para ver si es adecuado y “lógico”, si los
objetivos se corresponden con las necesidades o intereses detectados, si las
actividades se corresponden con los objetivos y recursos disponibles, etc.
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