Explica el Realismo y su aparición en el contexto de los cambios sociales y culturales de mediados del siglo XIX. Historia del Arte. 2º de Bachillerato LOMCE
El realismo y la representación de la realidad social a mediados del siglo XIX
1. EXPLICA EL REALISMO Y SU APARICIÓN EN EL CONTEXTO DE
LOS CAMBIOS SOCIALES Y CULTURALES DE MEDIADOS DEL
SIGLO XIX
2. Frente a las evocaciones y fantasías
románticas, frente a su historicismo
y a su exaltación del sentimiento, los
pintores realistas priman la
representación de la realidad
cotidiana del tiempo en que viven,
con la mayor fidelidad posible, en
toda su veracidad y crudeza, aunque
pueda escandalizar, no solo por la
presencia de temas inhabituales,
sino también por el hecho de que su
propia representación se convierte
en una denuncia de las condiciones
reales en las que vive la mayor parte
de la población.
El Realismo es un movimiento
artístico y literario que aboga por la
representación objetiva de la
realidad, que surge a mediados del
siglo XIX y está en boga hasta 1870-
80, en que será sustituido por el
impresionismo.
3. Los artistas del momento, en una
actitud rebelde y de modernidad,
entienden el arte como una
reacción frente al romanticismo.
Frente a su subjetividad, sus
evocaciones, sus visiones sublimes
del paisaje, sus mundos de
ensoñación exóticos o de
recuerdos históricos, el principal
objetivo del artista realista es dar
fe de la realidad que le rodea,
realidad entendida en su sentido
más amplio y crudo y no sólo en
sus aspectos más amables,
simbólicos, singulares o
pintorescos.
El arte debe reflejar la realidad de
su tiempo y no refugiarse en
pretextos sentimentales, exóticos
o del pasado.
Millet: Las espigadoras
Moritz von Schwind : Aparición en el bosque. 1858
4. Ya no hay argumentos
preestablecidos y todo puede
ser elevado a la categoría de lo
estético: lo habitual, lo banal, lo
cotidiano, incluso lo
tradicionalmente considerado
como vulgar o feo.
Courbet lo mismo representa
un encuentro casual en un
paseo por el campo que la
dureza del trabajo de las clases
populares.
Courbet: El encuentro o ¡Buenos días, Sr.Courbet!
Courbet: Los picapedreros
Consideran como única fuente de inspiración
la realidad, pero sin connotaciones
subjetivas y emocionales, sin embellecerla ni
idealizarla, sino con una visión objetiva, tal
cual es.
5. Desaparecen prácticamente los
tradicionales temas mitológicos, del
pasado histórico, de la inspiración en el
mundo literario, de la religión y de las
ensoñaciones exóticas.
Frente a ello, abordan objetivamente
aspectos relacionados con la vida y las
costumbres del momento, prefiriéndose
los temas, ambientes y personajes de la
vida de las clases populares, y las
escenas cotidianas, el mundo del
trabajo, los personajes reales que
componen la sociedad de la época: los
burgueses, los trabajadores industriales,
los campesinos, las profesiones sencillas
y humildes…
La representación de estos personajes,
fruto de la veracidad y compromiso
social de los artistas, fue considerada
como un ataque a la sociedad burguesa
y convencional de la época.
Courbet: Bomberos corriendo a un incendio, 1851
Daumier: La
lavandera, 1863
6. Los nuevos temas estarán
especialmente vinculados a
la realidad social existente,
pero también el paisaje,
temas anecdóticos, banales,
intrascendentes…
Cuando se representa la
realidad, en muchos casos
existe una clara intención de
crítica social, mostrando a las
complacientes clases
burguesas la miseria, dureza,
dignidad y pobreza del
mundo del campesinado, de
los obreros, de las clases
populares…
El arte tendrá, incluso, una
clara intención política, de
denuncia, llegando a
tacharse a algunos de los
principales pintores de
socialistas.
“Sin la revolución tal vez no se habría visto nunca mi pintura;
al renegar del ideal falso y convencional, en 1848 levanté la
bandera del realismo, la única capaz de poner el arte al
servicio del hombre. Por esto he luchado contra todas las
formas de gobierno autoritario.” Courbet
Honoré
Daumier:
El vagón
de primera
clase y El
vagón de
tercera
clase
7. En Picapedreros,
Courbet (1849) muestra
la dureza del trabajo de
estos dos hombres,
mostrando su
compromiso con la
sociedad de su tiempo
y transmitiendo con su
pintura una fuerte carga
social.
La dureza de la
representación a escala
monumental de las
clases desfavorecidas,
identificadas en dos
hombres que trabajan,
uno levantando un
cesto lleno de piedras y
otro golpeándolas con
la maza, provocó que el
artista fuera tachado de
socialista.
"Acepto con mucho gusto esta denominación. No solo soy
socialista, sino que también soy republicano, y en una palabra
partidario de cualquier revolución –y por encima de todo –
realista... realista significa también sincero con la verdadera
verdad.“ Courbet
Me dirigía al castillo de Saint-Denis para pintar un paisaje, me paré cerca de
Maisières para observar a dos hombres que partían piedras en la carretera. Es difícil
imaginar una indigencia más completa y más manifiesta…
8. Son temas y personajes por
los que hasta entonces los
artistas no se sintieron
atraídos.
En ese compromiso con lo
social, el Realismo mostró
con la grandeza de la
pintura clásica temas que
hasta entonces nunca se
habían representado.
Jules Breton: La retirada de las espigadoras, 1859
Millet: El ángelus, 1857-59
Al interesarse por la realidad de su tiempo, los
artistas valoraron los aspectos que les eran
más cercanos y cotidianos: la vida de los
trabajadores, el mundo rural y urbano, la
mujer moderna, el ferrocarril, la industria, los
cafés, teatros y parques de las ciudades, etc.
9. Los pintores realistas elevan a la
categoría de protagonistas a tipos
humanos que nunca tuvieron el honor
de ser representados: campesinos,
picapedreros, ferroviarios, lavanderas,
mineros, bomberos, etc., muchas veces
de carácter anónimo o con los rostros
desdibujados.
Surge así la figura del trabajador
mitificado, que no se identificaba
exclusivamente con el obrero de la
industria, sino que también incluía al
campesino (la mayor parte de la
población), en ocasiones enalteciendo
estos personajes humildes. Es el héroe
trabajador, del que habla Jules Breton:
“…el arte había de prestarles la
atención que antes reservaba
exclusivamente a los dioses y a los
poderosos."
Jules Breton: La espigadora, 1877
10. El Realismo tocó también temas
relacionados con la vida familiar
y la intimidad, debido al empuje
de los valores domésticos de la
clase media experimentado a
mediados del siglo XIX.
También abordaron temas
tradicionales como la muerte
(entierros, suicidios, asesinatos,
etc.), pero nunca con el
dramatismo romántico y siempre
como una realidad más.
Los escasos temas religiosos
fueron representadas sin otra
pretensión que la de documentar
las costumbres o manifestaciones
populares de la época, por su
aspecto social, no por su
contenido espiritual.
Luke Fildes, The Doctor (1874)
Thomas Hovenden: Breaking Home Ties (1890)
11. En Muchachas a orillas del Sena
(1856), Coubert volvió a escandalizar a
la sociedad.
Sólo Proudhon manifestó
públicamente su apoyo:
La pintura realista no olvida la
representación del antihéroe de
la época, siendo uno de los más
representados la figura de la
amante o de la prostituta,
personajes que también eran
utilizados en la literatura realista,
pero también otros como el
patrón u otros personajes que
expresan el dominio sobre las
clases populares.
“Es la contrapartida de ‘Los
picapedreros’, en cuanto que es la
imagen de los frutos corrompidos de la
civilización urbana".
12. Fruto del interés del Realismo por la
realidad circundante, también será
habitual la representación de los
nuevos entornos urbanos e
industriales o la representación de
elementos propios de esta nueva
sociedad industrial y urbana, como
industrias o el ferrocarril y sus
infraestructuras (vagones,
estaciones, andenes…).
Gustave Caillebotte: Calle de Paris. Dia de lluvia, 1877
Adolph Menzel - “La fundición” (1872-1875)
Honoré Daumier: El vagón de tercera.
13. Es también un
arte moderno,
propio de su
tiempo, en el que
los artistas se
rebelan no solo
contra la
sociedad y sus
injusticias, sino
también frente a
las imposiciones
oficiales del arte
académico y sus
normas y temas,
derivados del
clasicismo y del
romanticismo.
William-Adolphe Bouguereau : Admiration (1897)
Alexandre Cabanel: El Nacimiento de Venus, 1863
Ilya Repin: Los sirgadores del Volga (1870-1873)
Jean François Millet: El hombre con la
azada, 1862
Adolph von Menzel: La fundición de
hierro, 1872-75
“Cada época debe
tener sus artistas
que la expresen y
reproduzcan para el
futuro". Courbet
14. Lo escandaloso de los pintores
realistas está en sus temas, en el
modo en que reflejan la realidad.
Este planteamiento tiene una
enorme importancia en un
momento en el que la pintura está
sometida a las estrictas reglas de
la crítica oficial (los temas,
las actitudes, las composiciones y
hasta las medidas de los cuadros
tienen que ajustarse a estos rígidos
criterios).
Frente a ello, los pintores realistas
defienden una pintura sin
argumento, una captación simple de
la realidad.
Esto produjo numerosas reacciones
contrarias a este nuevo arte:
“El realismo es un sistema de pintura
salvaje en que el arte esta envilecido y
degradado.”Étienne-Jean Delécluze, 1849
Gustave Caillebotte: Los lijadores de parqué, 1875
Millet: La cosecha de la patata, 1855
15. De hecho, en los salones oficiales
las pinturas realistas no fueron
admitidas, por escandalosas y
carentes de “estilo”.
En la Exposición de 1855, los
cuadros Los picapedreros y El
entierro en Ornans de Courbet no
fueron admitidos.
Courbet, con la ayuda de su
mecenas, Bruyas, hizo levantar a
poca distancia de la Exposición, un
pabellón que, bajo el título de
Realismo, mostró más de cuarenta
obras de su firma.
Es la nueva actitud del artista
rebelde, incluso maldito, que lucha
por su obra frente a las
convenciones oficiales de la
sociedad y de la crítica, actitud en
la que ahondarán años más tarde
los impresionistas.
16. En principio, el Realismo
no plantea una renovación
técnica y continúa las ya
preexistentes.
No obstante, en su interés
por la observación y
representación rigurosa y
fidedigna de la realidad, se
revalorizaron los grandes
maestros naturalistas del
Barroco, especialmente los
españoles, como Velázquez
o Zurbarán, Rembrandt y
los pintores italianos.
En algunos casos, la
pincelada se irá diluyendo
en manchas de color (que
anticiparán el
impresionismo), si bien
cada pintor empleará sus
propias técnicas.
Millet: La siesta, 1866
Courbet: Entierro en Ornans, 1849
17. El contexto social y cultural en que surge el Realismo es el de la cambiante sociedad de
mediados del siglo XIX europeo, en el que hay que destacar:
• Los avances de la Revolución Industrial, y con ellas,
la aparición de una sociedad capitalista, dominada
por la burguesía conservadora, a la vez que va
creciendo el proletariado y con él su problemática:
la explotación laboral y sus miserables condiciones
de vida y de la mayor parte de la población rural.
• El nacimiento de las ideas socialistas y el desarrollo
del movimiento obrero y el sindicalismo.
• El movimiento revolucionario de 1848, que exigía,
además de libertades, derechos sociales para las
clases más depauperadas.
• En el ámbito del pensamiento, surgen nuevas
corrientes contrarias al idealismo romántico:
El positivismo de Augusto Compte.
El materialismo de Feuerbach y Marx.
La influencia de nuevos inventos, como la fotografía.
El agotamiento de la pintura clasicista y del
romanticismo.
La influencia de la pintura de paisaje, especialmente
la inglesa.
18. A mitad del siglo XIX los
avances de la
Revolución Industrial y
los procesos
revolucionarios previos
han consolidado una
sociedad capitalista
dominada por una
burguesía que ha
accedido al poder y se
vuelto conservadora.
Paralelamente, se va
desarrollando la clase
obrera y se van
mostrando sus duras
condiciones laborales y
de vida, así como la
marginación y la
pobreza de las clases
populares y de la mayor
parte de la población
campesina.
19. El artista de la época observa que,
paralelamente a los avances del
progreso tecnológico y a las grandes
esperanzas que suscitaron, en la
sociedad burguesa también surgen
nuevos problemas y contradicciones,
como los vinculados a las
condiciones de la clase trabajadora
(bajos salarios, trabajo infantil y
femenino, horarios excesivos,
explotación laboral, viviendas
insalubres…).
El artista debe tomar conciencia de
esas lacras y mostrarlas a la
sociedad:
El propio acto de representar esos
temas de modo verídico se convierte
en un ejercicio de compromiso,
denuncia y revulsivo social.
Charles De Groux: La expulsión
Charles De Groux: El molinillo de café
20. El surgimiento del Realismo
coincide aproximadamente con la
oleada revolucionaria de 1848.
La burguesía, una vez instalada en
el poder, olvida los ideales que
alzó como bandera: libertad e
igualdad.
Frente a la monarquía burguesa
de Luis Felipe, que no atiende las
necesidades de las crecientes
clases medias y las pauperizadas
clases populares y obreras, se
produce la Revolución de 1848,
en la que, junto a las demandas
de democracia y sufragio
universal, también se reclaman
mejoras laborales, económicas,
sociales y de condiciones de vida.
El desencanto ante el fracaso de esta oleada revolucionaria hace que los artistas dirijan su
mirada a la realidad social y se abandonen los temas políticos alegóricos (como La libertad
guiando al pueblo).
Horace Vernet: Barricada de la calle Soufflot, 1848
21. Ernest Meissonier: La Barricade, rue de la Mortellerie, juin 1848Delacroix: La libertad guiando al pueblo, 1830
La comparación entre dos obras que representan las Revoluciones del 30 y del 48 muestra las diferencias
entre el Romanticismo y el Realismo: Ambos artistas muestran sucesos de la actualidad, pero mientras
que Delacroix combina la alegoría con la documentación periodística, Meissonier prescinde del lenguaje
de los símbolos y de la retórica del heroísmo para ofrecernos un espectáculo brutal del que él mismo fue
testigo. La estremecedora veracidad de este cuadro, que se asemeja a la fotografía periodística, sustituye
a los días gloriosos descritos en la obra de Delacroix.
22. No es casualidad que en ese mismo
año se publique El manifiesto
comunista.
Para mejorar las duras condiciones de
vida de la clase obrera, poco a poco
han ido conformándose el movimiento
obrero y el sindicalismo .
Y también las nuevas ideologías
socialistas, que pretenden luchar
contra la opresión de proletariado,
formuladas en las teorías de Marx,
Engels o Proudhon, amigo de Courbet.
“Yo no soy sólo socialista, sino también demócrata y
republicano, partidario de la Revolución; en una palabra y
sobre todo, un realista, es decir, un amigo sincero de la
auténtica verdad". Courbet
Courbet: Proudhon y sus hijos, 1865
Courbet: Detalle de El taller del pintor, 1854-55
Su influencia también se dejará sentir en el arte: la
representación del pueblo sin idealismos, de un
modo objetivo, encierra un mensaje sociopolítico, en
ocasiones de carácter vagamente socialista.
23. En el ámbito del pensamiento, al amparo
de los inventos y la ciencia, va
desarrollándose el positivismo de
Augusto Compte, que considera la
observación y la experiencia como únicas
fuentes de conocimiento y verdad.
Solo a partir del análisis científico de la
realidad puede mejorarse el porvenir. El
positivismo solo pretende registrar los
fenómenos positivos, que encontramos
fuera de nosotros sin nuestra
intervención.
Por ello, el Realismo traslada este
pensamiento al mundo del Arte y se
interesará por esa realidad preexistente,
interesándose por su observación
meticulosa y no tendrá como meta la
belleza, sino la realidad directa,
rechazando las interpretaciones
subjetivas del mundo propias del
idealismo Romántico.
“La palabra positivo designa lo real, por
oposición a lo quimérico.”
“La explicación de los hechos, ahora
reducidos a sus términos reales, consiste
en el establecimiento de una relación
entre varios fenómenos particulares y
unos cuantos hechos generales, que
disminuyen en número con el progreso
de la ciencia.”
Auguste Compte
24. También en esta época van surgiendo las filosofías de carácter materialista de Feuerbach
o Marx, o de precursores como Schopenhauer, que frente al espiritualismo e idealismo
románticos, contraponen la existencia de una única realidad material.
“El materialismo es la
filosofía del sujeto que
olvida tenerse en
cuenta a sí mismo".
Arthur Schopenhauer
“El hombre es lo que
come.”
“Dios no ha hecho al
hombre, el hombre a
inventado a Dios.”
Ludwig Feuerbach
“En toda época histórica, el modo
económico predominante de
producción e intercambio, y la
estructura social que deriva
necesariamente de él, constituye
el fundamento sobre el cual se
basa la historia política e
intelectual de una época, y
únicamente a partir de él puede
explicársela.” Karl Marx y Fiedrich
Engels
25. Como arte moderno, de su
tiempo, el Realismo está
también vinculado a la
aparición de un nuevo invento,
la fotografía, que permite
reflejar la realidad de un modo
veraz y objetivo.
La fotografía capta y congela el
momento de forma
permanente: esta posibilidad
fascinará a los pintores
realistas, que en ocasiones la
emplearán como medio auxiliar
de trabajo o como fuente de
inspiración.
La fotografía proporcionó una
nueva mirada sobre la realidad,
colaboró a encontrar nuevos
encuadres y a eliminar los
gestos artificiales y las
composiciones estudiadas. Courbet: Campesinos de Flagey regresando de la feria. 1850
26. En la aparición del
Realismo también influyó
la pintura de paisajes
anterior, aunque los
pintores fueron
abandonando la visión
subjetiva y emotiva del
paisaje romántico y
sustituyéndola por una
representación más
natural, directa y
objetiva, más próxima a
la fotografía y a
paisajistas como
Constable que a Caspar
Fiedrich o Turner, pero
renunciando al
pintoresquismo anterior.
John Constable: El molino y esclusa de Dedham (1820)
Jean-Baptiste-Camille Corot : Molino en Saint-Nicolas-les-Arras
(1874)
27. Coincidiendo con la aparición del
Realismo en la pintura aparece
también la literatura realista, en
la que frente al idealismo,
sentimentalismo, evasión, fantasía
y subjetividad romanticas, los
autores realistas prefieren
describir lo cotidiano, los
personajes reales, las vidas
corrientes, en el mismo sentido
en que lo hacen los pintores.
La novela será el género que
mejor se adaptará a estas
intenciones, incluyendo la crítica
social y la denuncia, como harán
autores como Balzac, Stendhal,
Dickens…o, más tarde, en España
Pérez Galdós.
Esta corriente desembocará en el
Naturalismo, representado por
Zola o Emilia Pardo Bazán.
28. Si bien el Realismo se extenderá
por toda Europa y EEUU y
perdurará hasta el siglo XX, será
en Francia, entre los años 50 y
70 del siglo XIX donde más se
desarrollará.
Pintores como Courbet, Daumier
o Millet representarán la versión
más “social” de esta corriente,
representando ante todo
escenas y tipos populares y
generando enorme polémica
con sus obras.
Otros pintores, como Corot,
Théodore Rousseau o Daubigny
se inclinarán por la pintura de
paisajes, libres de la visión
romántica o idealiza del mismo e
interesados en la visión objetiva
del paisaje y los efectos de la
luz.
Courbet: Campesinos de Flagey regresando de la feria. 1850
Théodore Rousseau: Encinas, 1852
29. Camille Corot representa el
tránsito del paisaje clásico francés
al paisaje realista. Muy influido
por los paisajistas ingleses como
Constable, fue considerado como
un precedente del paisaje
impresionista.
Realiza sus estudios directamente
del natural y estudia las
graduaciones de los tonos según
la luz y la distancia.
Los efectos lumínicos son los que
determinan las formas de la
naturaleza y mediante esas
gradaciones de la luz consigue dar
a los colores mayor o menor
profundidad.
Suele emplear todos suaves (decía
que el color es un encanto
suplementario que hay que usar
con discreción).
Camille Corot: Catedral de Chartres, 1830
30. La Escuela de
Barbizon:
En torno a un
pueblo próximo al
bosque de
Fontainebleau,
cercano a París, se
reunieron un grupo
de pintores
interesados en
pintar la naturaleza
de un modo
realista,
estudiándola
directamente y
tomando apuntes
del natural.
Charles Daubigny: Paisaje con estanque (1861)
Su tema fundamental será el paisaje, observándolo directamente en la naturaleza, sin
idealizaciones, estudiando los cambios atmosféricos, los efectos de lejanía, y los efectos
producidos por la luz al filtrarse entre los árboles.
Retoman la tradición del paisajismo holandés y de Constable; su modo de pintar tendrá
gran influencia en el nacimiento del Impresionismo.
31. Sus principales representantes fueron Théodore Rousseau, Charles-François Daubigny y
Jean-François Millet (aunque este se desmarcará de la mera pintura de paisajes).
Théodore Rousseau: El límite del bosque en Monts-Girard, Fontainebleau, 1852-54
32. Jean-François Millet
incluyó figuras en sus
paisajes, como estampas
de la vida campesina y del
trabajo en el campo.
En Las espigadoras (1857)
retrata a unas campesinas
muy pobres que recogen
los restos del grano que
han quedado en los
campos una vez recogida la
cosecha principal. Los
terratenientes y sus
trabajadores recogiendo la
cosecha pueden verse al
fondo de la pintura.
Millet se interesa por los personajes más miserables de la vida campesina y por sus duras
condiciones, si bien retratadas de un modo más que digno. Cambia el foco de atención de
los ricos y poderosos a los sectores sociales más bajos y retrata la grandeza y la dureza de
la vida campesina, que seguía siendo la mayor parte de la sociedad francesa.
Los rostros de las espigadoras aparecen ocultos para enfatizar el anonimato de su posición
marginal; sus posturas encorvadas muestran la pesadez de su trabajo diario.
33. Sin embargo, no renuncia a mostrar
el sufrimiento, la dureza y el
esfuerzo cotidiano del campesinado,
identificándose con las gentes del
campo.
En su famoso Ángelus, una pareja de
campesinos parece detener su dura
labor diaria para concentrarse en la
oración al sonar las campanas, tal y
como había vivido en su infancia, de
un modo meramente realista, pues
Millet no era religioso.
Hay quien dice que Millet había
representado inicialmente el
entierro de un bebé por parte de
esos campesinos, pero la dureza de
la escena le hizo sustituir
posteriormente el ataúd por una
cesta.
"Campesino nací, campesino moriré. Tengo que
contar las cosas como las he visto y me quedaré en
mi terruño sin retroceder ni un paso”
La serenidad y monumentalidad de sus figuras anónimas, la calidez de las atmósferas en
que las ubica, la sencillez en la composición… representan una versión un tanto mística
y resignada del Realismo de la vida rural.
Millet: El ángelus, 1857-59
34. Gustave Courbet (1819-1877) fue el principal
teórico y representante del Realismo.
Fue un personaje provocador y revolucionario
(llegó a participar en la Comuna de París en
1871, por lo que tuvo que exiliarse), amigo de
Proudhon y próximo a las ideas socialistas.
Muchos de sus cuadros produjeron
auténticos escándalos, siendo rechazados
permanentemente por la sociedad burguesa
y por los Salones oficiales.
Lleva a los extremos los postulados realistas,
por lo que no hay temas banales: lo cotidiano
es objeto de la pintura, desprovisto de
cualquier subjetividad, sin idealización
alguna, de un modo científico, objetivo, si
bien abundan las representaciones de la
gente sencilla de su época.
La propia representación de esos personajes
en sus entornos cotidianos hace de su pintura
un ejemplo de compromiso y denuncia social,
que escandalizó a las clases más
conservadoras.
Courbet: El encuentro o ¡Buenos días, Sr.Courbet!
1854
Courbet: Los picapedreros, 1849
35. “El título de realista me ha sido
impuesto al igual que a los hombres de
1830 les fue impuesto el título de
románticos. Yo he estudiado al margen
de cualquier idea preconcebida el arte
de los antiguos y de los modernos. No
he querido imitar a aquellos ni copiar a
éstos. Tampoco mi intención ha sido la
de alcanzar la ociosa meta del arte por
el arte. ¡No! He querido sencillamente
extraer del completo sentido de la
tradición el sentir razonado e
independiente de mi propia
personalidad. Saber para poder, ese fue
mi pensamiento. Ser capaz de reflejar
las costumbres de mi época, de acuerdo
con mi apreciación; ser no sólo un
pintor sino también un hombre; en una
palabra, hacer arte vivo, ese es mi
objetivo".
Courbet 1855
Gustave Courbet: Autorretrato o Hombre con pipa, 1848-49
36. En cuanto a su técnica, está muy
influido por los pintores barrocos
españoles y holandeses, y pinta a base
de grandes manchas, a veces con
gruesos toques de negro, a veces con
empastes densos, normalmente
empleando una paleta relativamente
limitada, sobria, acorde con los temas
que representa.
Suele realizar composiciones estáticas,
serenas, equilibradas, con gran
monumentalidad en sus personajes,
con figuras con un modelado sobrio y
severo. En ocasiones en cuadros de
enormes dimensiones representa
personajes que no son ni nobles ni
héroes de la antigüedad, sino
personajes reales de su tiempo.
En sus paisajes efectuó interesantes
estudios sobre los efectos de la luz y los
reflejos en los paisajes.
“La pintura es esencialmente un arte concreto
que no puede consistir más que en la
representación de las cosas reales y existentes.”
Courbet: Acantilados de Etretat, 1869
Courbet: Detalle de Entierro en Ornans, 1849-50
37. En Entierro en Ornans (1849-50), de más de 6 m de ancho, representa una escena de la vida
rural, un entierro, que pinta de modo casi tan realista como el objetivo de una cámara
fotográfica. La representación de personajes reales a tamaño natural, en una escena
desprovista de cualquier idealización y de sentimiento, una observación directa del natural,
escandalizó al público de la época, que la consideró vulgar.
Los representados son vecinos reales del pueblo, que le sirvieron de modelos. Sus rostros y
expresiones carecen de emoción, de sentimientos, casi sin relación entre ellos; es una
instantánea de un acto social real carente de emotividad, un ritual exento de religiosidad, de
dramatismo…, casi una rutina. Ejemplo de realismo, de anti-clasicismo, anti-romanticismo….
39. El taller del pintor (1855), que tuvo que ser expuesta en una muestra paralela a la de la Exposición
Universal de 1855 (pues fue rechazada), es un auténtico manifiesto de su visión de la vida y de la pintura.
40. En el estudio de Courbet aparecen representados diferentes personajes:
• En el centro, el pintor, pintando un cuadro realista de paisaje de su localidad natal, Ornans.
• A su lado, la verdad desnuda, la única guía del pincel del artista, y un niño, símbolo de la limpieza y
la inocencia con que debe contemplarse el mundo y la pintura, símbolo del porvenir, del futuro.
• Tras el caballete, un maniquí crucificado, símbolo de la pintura académica que Courbet combatió.
• A su derecha, personajes reales que le sirvieron de apoyo y ayuda.
• A la izquierda, el mundo y los personajes de la vida cotidiana, los explotadores y los explotados, los
ricos y los pobres.
44. Honoré Daumier trabaja como pintor y como
caricaturista y litógrafo, criticando
satíricamente la sociedad.
Su pintura tiene una clara intencionalidad de
compromiso político-social, presentando
temas costumbristas y reflejando la
marginación de las clases más pobres y en
algunos casos la revuelta social.
Honoré Daumier: La revuelta, 1848
Honoré Daumier: El vagón de tercera, 1862-64
Su estilo es
abocetado, con
dibujo y perfiles
poderosos y
sinuosos, con
grandes manchas
de color y con
aspecto
caricaturesco y de
gran expresividad,
anticipándose al
expresionismo.
Honoré Daumier: La lavandera, 1863