La estructuración política peninsular en la Baja Edad Media se caracterizó por la consolidación de cinco reinos cristianos (Castilla y León, Aragón, Navarra, Portugal y Granada) y dos modelos monárquicos diferentes entre Castilla y Aragón. Mientras la monarquía castellana se basó en la unificación y centralización del poder real, la monarquía aragonesa se fundamentó en el pactismo y la diversidad institucional de cada territorio. Asimismo, hubo un tira y afloja entre la nobleza y la corona en
10. Los Reinos de León y Castilla entre los siglos XI-XIII Los Reinos de la Corona de Aragón entre los s. XI y XIII
11.
12. BAJA EDAD MEDIA Los reyes que terminaron por consolidar el cambio político e institucional fueron Alfonso XI (1312-1350) en Castilla y Pedro IV (1336-1387) en Aragón . Ambos vivieron en tiempos de crisis y turbulentos, S. XIV, pues la peste negra ( 1.348-1.351) asoló sus reinos, y el propio Alfonso XI murió por haberse contagiado en esa epidemia; guerras internacionales que tenían proyección penínsular ( Guerra de los 100 Años ( Francia apoya a Enrique Trastámara e Inglaterra a Pedro I )), y guerras peninsulares, roces entre Castilla y Aragón por Murcia y sur de alicante ( tratado de Torrellas); o la lucha por el Estrecho con Nazaríes ( Batalla Salado) o Benimerines; así como la irrupción de los turcos por la península Balcánica que puso en guardia de nuevo a la Europa Cristiana ( problema Balcanes ) Ambos monarcas, apostaron por la afirmación monárquica, pero con dos modelos diferentes: El modelo autoritario castellano El modelo pactista aragonés