1. 1. La Ilustración
I.E.S. DOS MARES
1.1. Panorama Histórico y cultural del siglo XVIII
Departamento de Filosofía
1.2. Concepto de Ilustración
Prof.: José Ángel Castaño
1.3. Los grandes temas del pensamiento ilustrado
1.3.1. La ciencia como modelo de investigación
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA (2º Bach.) 1.3.2.La historia como progreso de la humanidad
1.3.3.El liberalismo y la democracia
TEMA 9 – Kant: Conocimiento y deber. 1.3.4.La educación como medio de la moral y la autonomía personal
1.3.5.El sensualismo y el utilitarismo
1.3.6.La filosofía como crítica
2. El criticismo kantiano
2.1. Vida, obras y proyecto
2.2. El problema crítico: la síntesis a priori y su fundamento
2.3. La revolución copernicana de Kant
2.4. La estética trascendental (la doctrina del conocimiento sensible y de
sus formas a priori)
2.5. La analítica trascendental y la doctrina del conocimiento intelectivo y
de sus formas a priori
2.5.1.La lógica kantiana y sus divisiones
2.5.2.Las categorías y su deducción
2.5.3.El “yo pienso” o apercepción trascendental
2.6. La analítica de los principios: el esquematismo trascendental y el sis-
tema de todos los principios del entendimiento puro, o la fundación
trascendental de la física newtoniana
2.7. La distinción entre fenómeno y noúmeno (la cosa en sí)
2.8. La dialéctica trascendental
2.8.1.La concepción kantiana de la dialéctica
2.8.2.La facultad de la razón en un sentido específico y las ideas de
la razón en un sentido kantiano
2.8.3.La psicología racional y los paralogismos de la razón
2.8.4.La cosmología racional y las antinomias de la razón
2.8.5.La teología racional y las pruebas tradicionales de la existencia
de Dios
2.8.6.El uso normativo de las ideas de la razón
2.9. La ética formal y la concepción de la historia
2.9.1.La razón práctica: La fundamentación de la moral
2.9.2.El imperativo categórico y el formalismo
2.9.3.Los postulados de la razón práctica
2.9.4.Historia y progreso en el pensamiento kantiano
1
2. 1
1. LA ILUSTRACIÓN francés Luis XV, existieron maneras ilustradas de ejercer el poder: reformas de
los impuestos, construcción de carreteras y embellecimiento de las ciudades,
creación de academias de investigación, reducción de la tarifas internas o con-
1.1. Panorama Histórico y cultural del siglo XVIII
trol de los precios de los bienes básicos. Medidas cívicas que aumentaron el
bienestar. El gasto para la guerra, que obligaba a subir los impuestos, y la exis-
El siglo XVIII fue Ilamado quot;el siglo de las lucesquot;, y a su mentalidad filosófica
tencia de privilegios fueron reversos negativos de esta política que acabo por
general se le denomino Ilustración en español, Aufklarung en alemán, Iluminis-
minar el poder absoluto de las monarquías a finales del siglo XVIII y durante el
me en francés, Enlightment en ingles. La Ilustración no coincide exactamente
siglo XIX.
con este siglo, pues se inicia en Inglaterra a mediados del XVII y finaliza en la
primera mitad del XIX. Corresponde a un momento histórico que se caracteriza
La sociedad seguía dividida en estamentos. Nobleza y alto clero copaban los
por el rápido ascenso de la burguesía (compuesta básicamente por funciona-
cargos más importantes del Estado, mientras que la burguesía se encontraba
rios, letrados, médicos, banqueros, comerciantes y artesanos cualificados),
dividida entre los que preferían comprar títulos nobiliarios para entrar en el es-
coincidente con los primeros signos de la revolución industrial. Aunque el sector
tamento superior y quienes deseaban acabar con el sistema de privilegios que
agrario sigue siendo muy importante, sobre todo a partir del descubrimiento de
impedía una mayor igualdad política, social y económica.
la rotación de los cultivos y la mejora técnica de las herramientas, la existencia
en Inglaterra de una amplia clase media que demandaba mayores cantidades
de bienes hizo que se aguzara el ingenio para ver como satisfacerlas. De este Aunque no hubo la explosión cultural del Renacimiento y del Barroco -con la
salvedad de la música: recordemos a Mozart y a Haydn- el siglo XVIII produjo
modo surgirán inventos como la lanzadera volante (John Kay, 1733) y la
genios como los poetas alemanes Goethe y Hölderlin y escritores de impor-
máquina de vapor, veinte años después (Watt, 1753), que revoluciono el mun-
tancia, como los ingleses Daniel Defoe, Jonathan Swift y Lawrence Sterne,
do de la industria.
los españoles Jovellanos y Moratín, y el francés Voltaire. Sin embargo, el
mundo de la ciencia y de la filosofía en general estalla en figuras de primer
A la Revolución Industrial hay que sumar los cambios políticos que se van a dar
orden y en un sinfín de pensadores de segundo rango. Cafés, salones, logias
en este siglo. Una vez afianzado el modelo del Estado nacional, se suceden
masónicas y publicaciones de toda índole son espacios para pensar y también
constituciones, se proclaman derechos legales y se llevan a cabo las primeras
para publicar la buena nueva, una creencia no religiosa que marcará toda esta
democracias modernas, como ocurrirá en los recién creados Estados Unidos
centuria y las dos siguientes con la fuerza de su fe, el progreso de la humani-
(1776) y en la Francia revolucionaria de 1789. No obstante es en Gran Bretaña
dad. La historia posterior se encargara de matizar este ideal, como algunos
donde la burguesía accede al poder por vez primera, si bien junto a la nobleza
filósofos del siglo XX han observado, en especial los pensadores de la primera
terrateniente.
generación de la Ilamada Escuela de Frankfurt: la Ilustración es un movimiento
dialéctico, con una cara amable que busca el bienestar y la perfección del
A pesar del parlamentarismo inglés, sancionado en 1689 con la Declaración de
hombre y otra terrible, pues la unión de la razón y la técnica -la razón instru-
Derechos, la forma de gobierno predominante en la Europa continental fue el
mental- puede producir también acciones negativas (véase el poder mortífero
despotismo ilustrado. En los principados alemanes, en pequeños Estados
que suponen las guerras tecnológicas del presente, así como el control cada
como Cerdeña o Dinamarca, en el Portugal del marqués de Pombal o la Espa-
vez mayor de los individuos dentro y fuera de las democracias occidentales).
ña de Carlos III, en Rusia con el reinado de la zarina Catalina II, en Prusia, con
Como tituló Goya uno de sus grabados, El sueño de la razón produce mons-
Federico II, en la Austria de María Teresa y Jose II o en los ministros del rey
truos. A veces lo hace porque la razón duerme cuando impera la ignorancia,
pero en otras ocasiones la monstruosidad surge cuando se tiene un uso exclu-
1
sivamente instrumental de la misma razón.
La llustración no fue una escuela filosófica ni un movimiento unitario, aunque entre sus autores
encontramos un gran quot;parecido de familiaquot;; dado que los temas de investigación son similares, aun-
que a veces las conclusiones a que Ilegan sean muy dispares. Ocurre igual con las ilustraciones
culturales. A pesar de las semejanzas temáticas, la llustración inglesa, la francesa y la alemana, los
tres grandes focos ilustrados difieren entre sí en algunos aspectos: mas epistemológica y política la
inglesa; mas materialista y revolucionaria la francesa; cauta e históricamente progresista, pero de
gran poder analítico, la alemana.
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3. 1.2. Concepto de Ilustración libre, autónomo y capaz de buscar su propia felicidad. Esta tarea de formar al
ser humano es lo que hacía decir a Herder que:
Si el punto de arranque de la filosofía griega marco una quiebra en el pen-
«La humanidad es el fruto de todo esfuerzo humano, y al mismo tiempo, el arte
samiento tradicional, caracterizado por su adscripción a la explicación mitológi-
de nuestro género. La formación para Ilegar a él es una obra que debe ser con-
ca, la filosofía ilustrada da otra vuelta de tuerca a la misma idea. Conscientes
tinua y constante; o caeremos tanto los altos como los bajos estamentos en la
de la existencia de restos poco racionales en la ciencia, en la práctica ético-
más cruda bestialidad, en la brutalidad». La idea de humanidad.
política y en la filosofía, los pensadores ilustrados tienen la voluntad de librar
una batalla, que ellos querrían considerar definitiva, contra los diversos mitos
que continúan acampando en tales actividades humanas. Estos mitos provocan
un estado de infantilización de la razón cuyos síntomas, el miedo, la supersti-
1.3. Los grandes temas del pensamiento ilustrado
ción, la dominación irracional de las personas a manos de otras, impiden la
consecución del desarrollo integral del ser humano. Lo que se quiere no es otra
¿Cómo se concreta este ideal ilustrado, heredero tanto del espíritu sofista como
cosa que sacudir las adormecidas conciencias hasta el punto en que cada per-
del renacentista? Aunque es imposible hablar de una escuela ilustrada dado
sona pueda considerarse dueño y señor de sí mismo. Saben que esto requiere
que lo que hubo fue más bien un pensamiento efervescente que originó múlti-
un movimiento imparable en el tiempo, pues creen que esta emancipación es
ples doctrinas, podemos sintetizarlo en los elementos temáticos siguientes:
indivisible del conocimiento, y éste siempre se ensancha más y más. Así lo
expresan Adorno y Horkheimer, en su crítica y compleja Dialéctica de la Ilus-
tración (1944):
1.3.1. La ciencia como modelo de investigación
«La Ilustración, en el más amplio sentido de pensamiento en continuo progreso,
ha perseguido desde siempre el objetivo de liberar a los hombres del miedo y
constituirlos en señores». Dialéctica de la Ilustración, p. 59. Después de los avances conseguidos en la física y la matemática, la filosofía
adopta una mirada quot;científicaquot;: sistematizadora, analítica y radical. Podemos
Ser señor significa romper los lazos con todo aquello que hace al hombre ser citar a Newton, Leibniz, Buffon, Linneo, Euler, Volta, Coulomb y Lavoisier,
menos que él mismo, y si la imagen ideal que tenemos de él nos lo muestra no entre los científicos matemáticos y de la naturaleza y a Adam Smith, y F.
como un niño asustado por miedos irracionales, sino como un adulto en todo su Quesnay entre los científicos sociales. Se trata, ante todo, de conocer más y
esplendor, entonces su señorío no sería sino el fruto de esta Ilegada del ser mejor el mundo de la naturaleza y de investigar el puesto del hombre dentro de
humano a su verdadera condición. Así lo enunció Kant con inigualable lucidez: ella. Así, los dos pensadores citados en último lugar, Quesnay -de la escuela
quot;La Ilustración es la salida del hombre de su autoculpable minoría de edadquot;. fisiocrática, que considera que las leyes económicas se rigen por el derecho
Pero la desaparición de esta condición de quot;hombre infantilquot; sólo es posible a natural- y Smith, padre del liberalismo económico, buscan en la naturaleza
través del uso de la razón y, dentro de ella, del ejercicio de la razón crítica, que humana las leyes básicas de su conducta.
es capaz de buscar en sí misma los elementos que la aprisionan en el mundo
del mito, y eliminarlos una vez cuestionados y pasados por la apisonadora del Los filósofos ilustrados son también hombres de ciencia. Voltaire estudia ma-
análisis crítico. temáticas y se ocupa de divulgar la filosofía natural de Newton; Diderot tiene
amplios conocimientos de anatomía y química; Jean Jacques Rousseau es
La humanidad en su conjunto, es decir, el carácter total del ser humano más también botánico. El ideal renacentista y cartesiano del conocimiento pleno y
que su condición de individuo, es lo que preocupa al ilustrado. No es que cada sistemático sigue teniendo cabida en la Ilustración.
individuo deje de importar, pues la humanidad como concepto solo tiene senti-
do desde las personas que la integran y además no podemos olvidar que la
Ilustración también sacraliza al individuo, sino que el acento está puesto en un
ideal que tiende a un futuro global, a un porvenir libre. Por eso, la Ilustración
hace hincapié en el desenvolvimiento continuo de lo que es más propio del
hombre, esto es, en su condición de auténtico ser humano racional y por ello
3
4. 1.3.2. La historia como progreso de la humanidad contrar si no leyes naturales, si fuerzas progresivas que la encauzan hacia ma-
yores cotas de libertad y racionalidad humanas. Se trata entonces de buscar la
posibilidad de hacer real esta ciencia, de manifestar la cognoscibilidad de la
La idea de la historia como progreso es una de las nociones centrales de la
historia como ciencia más allá del mero conocimiento trivial de sucesos. Por
Ilustración. Desde la época de los mitos griegos hasta la noción cristiana de la
eso la Ilustración:
historia como providencia, se había considerado el devenir humano como con-
secuencia de una degeneración motivada por algún tipo de caída (el pecado
por las condiciones de posibilidad de la historia como pregunta por las
original en el caso cristiano o las edades corruptas que surgen a partir de una «pregunta
condiciones de posibilidad del conocimiento natural. Trata, ciertamente en esbo-
edad áurea, como ocurría en la mentalidad griega). En la manera preilustrada
zos primeros y provisionales, de establecer tales condiciones; se esfuerza por fi-
de pensar -si hacemos excepción de las utopías renacentistas- la felicidad
jar el sentido de lo histórico buscando frente a él un concepto claro y distinto que
humana se encuentra inserta en un espacio temporal mítico, mientras que en
trate de determinar la relación entre lo universal y lo particular, entre idea y reali-
esta nueva concepción la felicidad es un asunto del futuro. Gracias al avance dad, entre leyes y hechos, y demarcar sus fronteras». La filosofía de la Ilustra-
de la razón y al dominio de la naturaleza por la ciencia, los seres humanos ción, p. 222.
tendrían que encontrar un porvenir cada vez más luminoso en el que se des-
arrollara y perfeccionara el sentido más propio de la forma racional del hombre. El primer historiador en este sentido moderno del término será Pierre Bayle
Condorcet lo expreso con absoluta claridad de este modo: (1647-1704), autor del Diccionario histórico y crítico. En él señala que la clari-
dad de los conceptos es fundamento metodológico tanto de la ciencia natural
«Nuestras esperanzas sobre el estado venidero de la especie humana pueden
como de la historia. En razón de tal claridad es posible eliminar críticamente
reducirse a estos tres puntos importantes: la destrucción de la desigualdad entre
aquellas nociones históricas cuya oscuridad y confusión no permitan arrojar luz
las naciones; los progresos de la igualdad dentro de un mismo pueblo; en fin, el
en ellas. De ahí que la tarea del historiador no consiste tanto en descubrir la
perfeccionamiento real del hombre». Bosquejo de un cuadro histórico de los pro-
verdad, sino lo falso, lo que no es ni claro ni distinto, que se esconde habitual-
gresos del espíritu humano.
mente bajo la máscara de lo dogmatico.
Ahora bien, este futuro no puede renegar del pasado, pues toda la historia se
observará desde ahora, no como una mera sucesión de hechos accidentales,
sino más bien como un espacio temporal del desarrollo progresivo de la racio-
1.3.3. El liberalismo y la democracia
nalidad y la moralidad. Muchos ilustrados serán defensores de este finalismo
de la historia. Para Voltaire, los conocimientos históricos desvelan una apertu-
A partir de la concepción iusnaturalista iniciada en Grecia y desarrollada en Ia
ra cada vez mayor a la moralidad racional. Turgot va más allá: la historia es
Edad Media y sobre todo en el Renacimiento, los ilustrados concebirán al ser
depositaria de una semilla de perfección que va creciendo según va en-
humano como un sujeto nacido con un conjunto de derechos individuales. Se
sanchándose el espíritu humano. En esta perfectibilidad humana progresiva no
trata, por lo tanto, de constituir un orden social en el que los individuos puedan
hay cabida para los designios divinos. Condorcet, por su parte, cree que el
gozar de tales derechos naturales.
carácter perfectivo del hombre es infinito, hasta el punto en que debe Ilevar a la
creación efectiva de las utopías en la Tierra, originando sociedades igualitarias
Aunque fue Hobbes el primero que percibió la naturaleza humana como un
y perfectas. Kant piensa el progreso como la realización paulatina del derecho,
estado en el que la libertad y la igualdad marcan la pauta del comportamiento
que se Ileva a cabo como un mecanismo natural incluso a pesar de los aspec-
humano, su decidido pesimismo respecto a este estado conflictivo de naturale-
tos insociables de los seres humanos. Cesare Beccaria usará la idea de la
za impide a los ilustrados seguir su estela. Ahora se quiere encontrar en el es-
perfección moral para criticar la tortura y la pena de muerte.
tado de sociedad elementos propios del estado de naturaleza, aunque deben
ser congruentes con el principio de autoridad. Es en este sentido como se con-
Pero tal progreso humano visto como una constante histórica es también fruto
templan la autonomía personal y la soberanía popular. Ambas nociones se ali-
de la consideración de la historia como ciencia. Aunque esta idea se afianzará
mentan de la tesis iusnaturalista moderna, de modo que ya no es el poder ab-
sobre todo en el Romanticismo, la Ilustración es quien marca el nuevo punto de
soluto otorgado por Dios el que marca la pauta, sino la idea de que todo Estado
inflexión. La historia no es teología, esto es, no es historia sagrada, como tam-
es una asociación de personas constitutivamente libres e iguales, que buscan
poco es mera cronología. En su incesante datación de hechos se pueden en-
4
5. su felicidad personal en medio de un contexto social de amplia complejidad. Pero en todos los casos, tanto en el liberal como en el democrático, se conside-
Para legitimar (justificar la existencia de un hecho político partiendo de su rará el paso del estado de naturaleza al social como una cuestión contractual:
carácter justo) al Estado y sus leyes, el pensamiento ilustrado optará más por los derechos naturales solos no bastan, deben Ilevarse a cabo dentro de una
una concepción liberal de la sociedad -por la que el Estado es un mero garante ordenación política y jurídica que los desarrollen. Se supone entonces que esto
de las libertades individuales que tolera la diversidad de opciones de sus sólo será posible si media un contrato originario entre los individuos y los pode-
miembros, como pensarán Locke, Kant y Montesquieu- que por una democrá- res estatales.
tica, según la cual la fortaleza del Estado radica en la voluntad general de la
ciudadanía y no en la autoridad de sus representantes.
1.3.4. La educación como medio de la moral y la autonomía personal
El siglo XVIII es también el siglo de la educación y la divulgación. Como ya
hemos dicho, el ideal ilustrado se caracteriza por su idea de progreso, pero
éste carece de sentido cuando la ciudadanía es formada en la superstición, el
mito y la obediencia ciega a quien detenta el poder. Para aliviar estas creencias
y hábitos funestos se requiere una doble actuación. Por un lado se busca la
reforma de la educación institucional, que normalmente estaba a cargo de reli-
giosos. Partiendo de una posición racionalista de la moral, que vela en las luces
de la razón el camino para la discriminación de lo bueno y lo malo y, por tanto
la vía de la virtud, el pensamiento de la Ilustración buscara una formación laica
y cívica que permita la autonomía de los sujetos. Para ello había que hacer ver
que todo error es fruto de la ignorancia, de la sinrazón. Por el contrario, si se
daban los mecanismos pertinentes para el uso de la razón sin cortapisas, en-
tonces surgiría con facilidad la capacidad de la autonomía de cada ser humano,
puesto que la premisa de la igualdad natural de los hombres les otorgaba la
capacidad para juzgar por sí mismos sin tutelas a las que obedecer ciegamen-
te. Además, puesto que la educación que se preconizaba debería servir para
que los individuos tuviesen más medios racionales para conseguir su felicidad
El liberalismo -tanto el económico de Adam Smith como el político- será visto
personal, su puesta en práctica tendría que ser placentera. Esta idea, pedagó-
por muchos autores como el sistema de la libertad moderna, frente al concepto
gicamente fundamental, fue desarrollada por Rousseau, quien es contrario a la
antiguo de la misma, representado sobre todo por la democracia ateniense, que
enseñanza basada en la disciplina excesiva y en el culto a los argumentos de
estaba caracterizado por la participación activa y constante del poder de la
autoridad.
colectividad, mientras que la libertad moderna se resume en el quot;goce pacifico
de la independencia privadaquot;, como dijo el ilustrado francés Benjamin Cons-
La otra actuación consistió en la divulgación de los conocimientos para que
tant. Sin embargo, esta teoría no tenía como consecuencia directa el poder
pudieran Ilegar al gran público. Consecuencia de esto es la ingente cantidad de
democrático porque ponía el acento más en el deseo de que el Estado no per-
artículos de prensa destinados a tal fin, aunque la obra mas característica de
mitiera discriminaciones que impidieran el uso efectivo de este disfrute, que en
este empuje al conocimiento generalizado son los diccionarios y enciclopedias,
la participación de todos los ciudadanos en la administración del poder. Por
entre las que destaca la famosa Enciclopedia, o diccionario de las ciencias, de
eso, frente al liberalismo surge la doctrina de la democracia radical, cuyo repre-
las artes y de los oficios editada por D'Alembert y Diderot, en la que participa-
sentante más importante será Rousseau, teoría que se fusionará posterior-
ron diversos autores ilustrados.
mente con la liberal para originar las nociones básicas de las democracias ac-
tuales.
Es interesante notar que la filosofía ilustrada está alejada de las universidades.
5
6. Su lugar lo ocupan los salones, regidos habitualmente por aristócratas, en don- es lo que tiende a aumentar la suma total de su bienestarquot; (Introducción a los
principios de moral y de legislación). Aunque este pensador fue quien sistema-
de se reúnen los más afamados pensadores y científicos para exponer sus
tesis y discutirlas. La propia investigación científica está también fuera de la tizó el concepto de utilidad en su obra, podemos decir que el utilitarismo estuvo
Universidad -que se dedica sobre todo a la docencia- y se realiza en las Aca- representado con mayor o menor fortuna en buena parte de los filósofos ilus-
demias nacionales bajo el patronazgo real. trados, como Voltaire, Hume o los economistas liberales o fisiócratas.
1.3.5. El sensualismo y el utilitarismo 1.3.6. La filosofía como crítica
El hombre medieval tenía un sentimiento trágico de su existencia. Marcado por La Ilustración tiene la voluntad de criticar la cultura en todos los ámbitos, am-
el mito de la caída y del pecado original, ponía en manos de la religión el senti- pliando así el programa de Descartes, quien fue pionero del análisis crítico de
do de su vida terrenal, considerada un puente que debía cruzar cargado con la la razón en sus aspectos ontológicos y epistemológicos. Quien mas incidió en
este aspecto fue Inmanuel Kant, para quien la razón, el gran motor del progre-
pesada tarea del menosprecio del goce y de la sensualidad. El premio a esta
vida sacrificada es la eternidad sobrenatural. Menos sujeta a la religiosidad so y la libertad de los pueblos y los individuos, tiene que ser crítica con los as-
medieval, pero igualmente trágica, la visión pesimista del mundo que tiene el pectos irracionales que habitan en ella. Para que esto sea posible la razón tiene
hombre barroco le impide también el disfrute sensual. que ser capaz de usar el análisis filosófico con ella misma, de forma que se
despoje de aquellos elementos que le impiden ser realmente autónoma. Tal es
la idea central de la Crítica de la razón pura, seguramente el libro más influyen-
La Ilustración cambia esta manera de pensar. La autonomía tanto del conoci-
te en filosofía después de las obras de Platón y Aristóteles. La autonomía sería
miento como de la moral que se inicia con Descartes, conlleva también un
un desarrollo lógicamente necesario del concepto de razón secularizada que la
desapego de la autoridad teórica más tradicional, y posibilita la creación en
ciencia había empezado a usar en sus procedimientos y sus teorías, anulando
algunos autores ilustrados materialistas, como el barón D'Holbach y el mar-
la posibilidad de la hipótesis divina como premisa explicativa.
qués de Sade, de una moral sensualista basada en la naturaleza. No son los
únicos que unen placer y naturaleza, pues algunos fisiócratas como Lemercie-
re de la Riviére creerán también que la persecución del goce personal es el La autonomía de la razón significa, por tanto, que la filosofía debe ser precavi-
motor de la economía natural y de sus leyes. En el caso de D'Holbach, Sade y da y combativa con los rasgos irracionales que habitan en ella y en otros as-
otros libertinos, lo que se defiende es la idea de la naturaleza como único ser y pectos propios de la existencia y convivencia humana, cuya naturaleza es ra-
cional. La lucha se establece en varios frentes: contra la superstición y los pre-
única maestra, de modo que lo racional sería seguir las inclinaciones y deseos
juicios, que anteponen la credulidad y la mera opinión al análisis racional (no
que la naturaleza ha puesto en las personas. Las leyes sociales o son conven-
ciones -y por tanto se podrían cambiar sin demasiados problemas-, o son leyes confundir la creencia o la fe en Dios, que puede ser compatible con la razón);
contra la tradición sin sentido, que se autojustifica sólo por medio del peso de la
de la naturaleza y siguen la lógica de la maximización del placer. La moral
costumbre; contra la autoridad no articulada racionalmente, que como los pre-
sádica puede ser vista como un kantismo invertido donde el imperativo moral
es siempre el mayor placer posible, individual o compartido, y como un rous- juicios vive de un pasado en el que la razón se encontraba esclavizada por la
seanismo también vuelto hacia abajo, porque la idea de naturaleza que mantie- mera tradición, o habita en un presente en el que la razón de la fuerza tiene
ne el marqués es negativa, destructiva, frente al carácter benefactor y creativo más peso que la fuerza de la razón.
que la caracteriza para Rousseau.
Una de las consecuencias de esta lucha por la racionalidad humana es la tole-
Alejado del espíritu libertino, el utilitarismo también recoge como premisa la rancia. La racionalidad debe convivir con las creencias siempre que éstas no
idea del placer. Bentham -el padre de esta doctrina filosófica y moral- definirá intenten imponerse por la fuerza:
lo útil como quot;la propiedad o la tendencia de una cosa a preservar de algún mal
o a procurar algún bien. Mal es pena, dolor o causa de dolor. Bien es placer o «¿Qué es la tolerancia? Es el patrimonio de la humanidad. Todos estamos mode-
lados de debilidades y de errores. Perdonémonos las necedades recíprocamente,
causa de placer. Lo que está conforme con la utilidad o el interés del individuo
6
7. es la primera ley de la naturaleza. Que el guebra, el baniano, el judío, el ma- Otro de los desarrollos de la filosofía como crítica fue el uso de la razón a la
hometano, el deícola chino, el brahman, el cristiano griego, el cristiano cuáquero, hora de abordar la religión. Muy alejados de las denominadas religiones revela-
trafiquen juntos en la Bolsa de Amsterdam, de Londres, de Surate o de Basora: das, los ilustrados -salvo los librepensadores, los libertinos y los materialistas,
no levantarán el puñal unos contra otros por ganar almas para su religión». Vol- que solían ser ateos- prefirieron acercarse a un concepto natural de religión en
taire, Diccionario filosófico.
el que ni las doctrinas particulares de cada creencia en particular, ni los rituales
de las mismas encuentran sentido. El dios racionalizado, herencia de Descar-
Años antes, el filósofo empirista John Locke había iniciado este camino pro-
tes, no participa activamente en el destino de las criaturas, sean humanas o no,
pugnando la separación entre la religión, que debería restar en un ámbito pri-
ya que estas se rigen por las leyes naturales con que dispuso su creación. Esta
vado, y el gobierno del Estado. La tolerancia, que después se amplió a otro tipo 2
forma de pensar se denomina deísmo .
de cuestiones, empezó necesariamente por las cuestiones religiosas, pues no
se puede olvidar el daño que provocaron las guerras de religión a lo largo de la
historia.
2. EL CRITICISMO KANTIANO
Pero como el pensamiento ilustrado es sobre todo un conjunto de doctrinas que
buscan la libertad -individual y social- de los hombres, el autoanálisis de la
2.1. Vida, obras y proyecto
razón no puede quedarse sólo en el plano teórico del conocimiento, sino que
debe acercarse también a su vertiente práctica, el de la acción humana en sus
Emmanuel Kant nació en Königsberg, en 1724. Su padre era guarnicionero.
cotidianeidad. Por ello, la razón continúa su labor crítica con los aspectos mora-
Comenzó sus estudios en 1740 influido por el llamado racionalismo escolar.
les, políticos, históricos y estéticos. La estética, disciplina en la que Kant tam-
Posteriormente leyó a Hume, quien según sus propias palabras, le hizo aban-
bién descolló, es una materia de reciente creación que nace de la mano del
donar los esquemas del dogmatismo racionalista. En 1755 se habilitó como
alemán Baumgarten y se desarrollará con rapidez en el movimiento romántico.
profesor enseñando todas las disciplinas filosóficas; pero hasta 1770 no pudo
obtener la cátedra de metafísica y lógica. A partir del año 1796 tuvo que aban-
donar sus lecciones debido a su senilidad, y en 1804 murió en su ciudad natal
de la que nunca había salido. Buena parte de su obra la escribió bajo el reinado
de Federico II el Grande, un monarca ilustrado que, como tal, mantuvo buenas
relaciones con los intelectuales y una actitud de tolerancia religiosa. A la muerte
de éste (1786) las cosas comenzaron a cambiar. El nuevo régimen prohibió
toda actitud «que pudiera hacer vacilar la fe», estableciendo una rígida censu-
ra; esto le planteó algunos problemas a Kant y se vio obligado finalmente a
renunciar a cualquier tratamiento de cuestiones religiosas.
2
PRINCIPIOS Y ARGUMENTOS DEL DEÍSMO VOLTERIANO
1. Hay motivos racionales para afirmar la existencia de Dios, pero no podemos determinar su esen-
cia.
2. La creación es necesaria, por lo que Dios no es responsable del mal.
3. Dios es bueno o todopoderoso, pero no las dos cosas. Existe el mal y Dios no lo impide; es
bueno, ergo Dios no es todopoderoso.
4. No hay ni providencia ni milagros, sino ignorancia humana.
5. Lo verdadero de la religión no es la superstición y la magia, ni el galimatías de la Trinidad, sino la
moral racional (moralismo).
6. Voltaire critica por razones morales la doctrina del pecado original y de la gracia.
7. No debemos creer lo absurdo -como que Dios ha creado a la mayoría de la humanidad para
condenarla-, sino lo congruente con nuestro entendimiento.
7
8. 11. Metafísica de las costumbres: de 1797.
Podemos establecer dos períodos en la actividad de Kant: el período precrítico
y el período crítico.
12. Antropología en sentido pragmático y Disputa de las facultades: ambas de 1798.
Entre las obras del primer período destacan: (1) Nueva dilucidación de los
13. Paso de los principios metafísicos de la ciencia de la naturaleza a la física (obra
primeros principios metafísicos del conocimiento (donde reduce el principio de
inacabada): publicada póstumamente en 1888.
razón suficiente de Leibniz al principio de identidad y sostiene que éste es el princi-
pio supremo): publicada en 1755. (2) El único argumento posible para la demostra-
ción de la existencia de Dios (en esta obra reduce todas las pruebas para la demos- Para Kant, la filosofía va a ser un saber de la razón, un saber de la razón pura,
tración de la existencia de Dios a la de la contingencia del mundo): de 1763. (3) entendiendo ésta, no en un sentido técnico, restringido, como facultad opuesta
Consideraciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime: de 1764. (4) Sobre el
al entendimiento, sino en un sentido amplio, es decir, como conjunto de todas
primer fundamento de la distinción de las regiones del espacio (plantea la vieja dis-
las facultades cognoscitivas superiores. En esta significación, el término razón
cusión entre Leibniz y Newton acerca de la naturaleza del espacio, la postura de
abarca, pues, a la Sensibilidad, al Entendimiento y a la Razón. Así pues, la
Kant es que el espacio es algo primario, no derivado de nociones anteriores como
filosofía va a ser una investigación sobre la razón pura, pero también desde la
sostenía Leibniz): de 1768.
razón, y, en este sentido, el ideal de saber filosófico va a estar mediatizado por
el ideal sistemático, propio de nuestra razón arquitectónica.
Entre las obras del segundo período (el período crítico) destacan:
1. Crítica de la razón pura: es su obra fundamental. Publicada en 1781. En efecto, el ideal kantiano de ciencia y filosofía es un ideal arquitectónico,
sistemático, y éste sólo puede ser posible si todos nuestros conocimientos
2. Prolegómenos a toda metafísica futura que quiera presentarse como ciencia (es una están ordenados y jerarquizados en y desde la razón: el ideal del sabio consiste
especie de versión resumida de la C.R.Pu.): de 1783. en convertir los conocimientos rapsódicos en sistemáticos, y el instrumento
encargado de ello no puede ser otro que la razón pura.
3. Idea de una historia universal en sentido cosmopolita y Respuesta a la pregunta ¿qué
es la ilustración?: ambas de 1784.
4. Fundamentación de la metafísica de las costumbres: de 1785.
A) Los diferentes estadios de la razón. La superioridad del estadio crítico.
5. Crítica de la razón práctica (otra de sus obras fundamentales) y Sobre el uso de los
principios teológicos en filosofía: ambas de 1788. Según Kant, la razón puede pasar o estar instalada en tres estadios:
6. Crítica del juicio (donde se desarrolla la estética kantiana): de 1790.
Dogmático. Corresponde a una razón en estado infantil, ingenua, que
históricamente podemos hacer coincidir con el Racionalismo del siglo
7. Sobre un descubrimiento según el cual toda nueva crítica de la razón pura resulta
XVII, pues sus representantes defendían una intuición privilegiada (in-
superflua en virtud de una anterior, y Sobre el fracaso de todos los intentos filosóficos de
tuición intelectual), que no tenía que estar bajo el yugo de la daticidad,
la `Teodiceaquot;: ambas de 1791.
sino que podía progresar por sí misma y desde sí misma. Adoptando
un punto de vista sistemático, sería lícito decir que ese estadio de la
8. La religión dentro de los límites de la mera razón, ¿Cuáles son los progresos reales
razón coincide también con la aplicación del uso intuitivo (construcción
que la metafísica ha hecho desde el tiempo de Leibniz y Wolff? y Sobre el dicho «Esto
puede ser cierto en teoría, pero no vale para la práctica»: las tres de 1793. de conceptos) a cuestiones filosóficas. Se trata de un estadio en el que
la razón se cree tan importante que no necesita de la experiencia para
9. Por la paz perpetua: de 1795. progresar en el dominio de sus conocimientos.
Este endiosamiento de la razón trae como última consecuencia, un es-
10. Sobre un tono noble en filosofía recientemente exaltado (critica el recurso a la intui- tadio fuertemente escéptico, en el que aquélla debe quedar sometida
ción intelectual y al misticismo en filosofía): de 1796. a la servidumbre de la experiencia. Históricamente se puede hacer co-
8
9. su tercera crítica, Crítica del Juicio. En ésta, el Juicio o Facultad de juz-
rresponder este estadio con la filosofía de Hume, cuyo proceder es
considerado, desde la perspectiva kantiana, como una censura de la gar se convierte en el centro de una investigación que quiere dar cuen-
razón y que consiste en someter a examen los hechos de la razón ta tanto de nuestra experiencia estética, cuanto del posible conocimien-
misma. Para el filósofo crítico es un estadio decisivo, siempre que po- to de los seres organizados, abocando ambos niveles de análisis a una
sea exclusivamente un valor de tránsito, y no de permanencia. Se trata primacía del uso práctico de la razón.
de una llamada de atención al uso puro-dogmático de la razón; de un
«despertar del sueño dogmático».
Este estadio escéptico abre el camino a la razón hacia su verdadero
estadio, el crítico, en el cual debe permanecer. Tal estadio se da en el B) Uso académico y uso mundano del concepto de filosofía.
ámbito de una Crítica de la razón, mediante la que sometemos a exa-
men, no los hechos de la razón, sino la razón misma, es decir, no los
Kant distingue entre un uso académico y un uso mundano del concepto de
productos de la razón, sino sus potencialidades o capacidades. ’Crítica’
filosofía. Según el primero, es tarea de la filosofía «buscar la unidad sistemática
significa, pues, examen, investigación, poner como objeto de análisis
del saber y la perfección lógica de nuestros conocimientos», es decir, la tarea
las capacidades de la razón humana, investigar sus posibilidades, aco-
de la filosofía es puramente metodológica, y consiste en ir perfeccionando los
tar los límites propios en los que esa razón se mueva con soltura, y,
distintos conocimientos que constituyen el ámbito del saber filosófico. El sentido
dentro de los cuales, pueda generar conocimientos fiables. La Crítica
de esta tarea estriba en poder convertir alguna vez la filosofía en una ciencia
de la razón constituye el verdadero punto de partida para todo conoci-
que pueda ser enseñada y aprendida como cualquier otra ciencia. Sin embar-
miento filosófico que quiera convertirse en universalmente válido.
go, como es el caso que no existe ningún sistema de filosofía que pueda ser
enseñado como el verdadero sistema, sino que, más bien, lo que existe son
Según lo anterior, la filosofía tiene que ser entendida como una ciencia de la controversias y disputas entre las distintas filosofías, parece que lo más salu-
razón pura, es decir, como un saber que tiene por objeto de estudio la razón dable para el entendimiento común humano es, no dedicarse a aprender filosof-
humana, o mejor dicho, sus propios principios. Para ello, tomamos la razón en ía, sino sólo a «aprender a filosofar».
su uso puro, es decir, sin ninguna contaminación de la experiencia, y extrae-
mos de ella los principios racionales que rigen la estructura del conocimiento,
Ahora bien, existe un uso mundano del concepto de filosofía, que es el que
que es especificado por Kant como conocimiento científico, moral y estético.
Kant adopta propiamente en la elaboración de su obra:
En efecto, esa ”ciencia de la razón pura” se expresa en un sistema, mediante el
«El campo de la filosofía en esta significación puede reducirse a las preguntas siguien-
que Kant piensa agotar el conocimiento completo de la realidad, a saber, la tes:
realidad científica, la realidad moral y la realidad estética. Para ello, ese uso
puro de la razón se despliega en tres dimensiones:
1. ¿Qué puedo saber?
Razón pura teórica. A su investigación está dedicada la Crítica de la 2. ¿Qué debo hacer?
razón pura y otras obras teóricas como los Prolegómenos a toda me-
tafísica futura…, y cuya tarea es determinar la estructura de todo cono-
3. ¿Qué me está permitido esperar?
cimiento en general, y del científico en particular, así como llevar a ca-
bo el estudio del alcance y posibilidad del saber metafísico.
4. ¿Qué es el hombre?».
Razón pura práctica. A su investigación está dedicada la Crítica de la
razón práctica y otras obras morales como la Fundamentación de la
Metafísica de las costumbres, y cuya tarea es delinear los principios
que deben regir nuestro comportamiento, así como establecer una fun-
damentación práctica del saber metafísico.
Razón pura teórico-práctica. Es el punto de vista que adopta Kant en
9
10. 2.2. El problema crítico: la síntesis a priori y su fundamento 1) El juicio analítico es un juicio que formulamos a priori, sin necesidad de ape-
lar a la experiencia, ya que con él expresamos de un modo distinto el mismo
concepto que expresamos mediante el sujeto. Por consiguiente, es universal y
Kant descubre que la naturaleza del conocimiento científico (el conocimiento
necesario, pero no amplía el conocer. Por lo tanto, la ciencia se vale en muchos
verdadero) consiste en ser una síntesis a priori, y por lo tanto todo consiste en
casos de estos juicios para aclarar y explicar gran número de cosas, pero no se
descubrir cuál es el fundamento que hace posible esta síntesis a priori. Por
basa en ellos cuando amplía su propio conocimiento. El juicio típico de la cien-
consiguiente, si se consigue establecer cuál es la naturaleza de la síntesis a
cia, pues, no puede ser el juicio analítico a priori.
priori, podrá solucionarse con comodidad el problema acerca de cómo y por
qué son posibles las ciencias matemático-geométricas y la ciencia física, y se
podrá decidir si es posible o no una metafísica en cuanto ciencia, y en el caso 2) El juicio sintético, por el contrario, siempre amplía mi conocer, en la medida
de que no sea posible, por qué la razón humana se siente irresistiblemente en que siempre me dice del sujeto algo nuevo, algo que no estaba contenido
atraída por las cuestiones metafísicas. Dado que esto constituye un elemento implícitamente en él. Ahora bien, los juicios sintéticos más corrientes son los
clave y de su comprensión depende la comprensión de toda la filosofía kantia- que formulamos basándonos en la experiencia, es decir, los juicios experimen-
na, es preciso profundizar de manera adecuada en esta cuestión. tales.
El conocimiento científico –es decir, el verdadero conocimiento– consta funda- Todos los juicios experimentales son sintéticos, y como tales, «amplían el co-
mentalmente de proposiciones o de juicios universales y necesarios, y además, nocimiento». Sin embargo, la ciencia no puede basarse en ellos porque, justa-
incrementa de manera continuada el conocer. Entonces, ¿qué tipos de juicios mente al depender de la experiencia, son todos ellos a posteriori, y por lo tanto,
son aquellos que emplea la ciencia? Para responder al problema hay que exa- no pueden ser universales y necesarios. De los juicios de experiencia pueden
minar la teoría de los juicios, comprobar cuántos y cuáles son, y después esta- obtenerse, todo lo más, algunas generalizaciones, pero en ningún caso la uni-
blecer cuáles son los característicos de la ciencia. versalidad y la necesidad.
Un juicio consiste en la conexión entre dos conceptos, uno de los cuales (A) 3) Es obvio, por lo tanto, que la ciencia se basa en un tercer tipo de juicios: en
aquella clase de juicios en los que el carácter a priori –es decir, la universalidad
sirve de sujeto, y el otro (B), de predicado.
y la necesidad– se unifica al mismo tiempo con la fecundidad, es decir, la «sin-
teticidad». Los juicios constitutivos de la ciencia son juicios sintéticos a priori.
1) El concepto que actúa como predicado (B) puede estar contenido en el con-
Kant se halla por completo convencido de ello.
cepto que actúa como sujeto (A), y por tanto cabe hallarlo mediante un simple
análisis del sujeto. Se tratará, entonces, de un juicio analítico, como sucede
cuando digo, por ejemplo, «todo cuerpo es extenso». El concepto de extensión,
en efecto, es sinónimo de «corporeidad», y cuando digo «todo cuerpo es ex- TABLA KANTIANA DE LOS JUICIOS
tenso» no hago más que explicitar y explicar lo que se entiende por «cuerpo». Origen A posteriori A priori
(contingentes) (universales y necesarios)
2) Sin embargo, el concepto que actúa como predicado (B) puede no hallarse Tipo Sintéticos Analíticos
implícito en el concepto que actúa como sujeto (A), y de todas maneras conve- (extensivos) (explicativos)
nirle a éste, con lo que tenemos un juicio sintético: el predicado (B) añade al Fundamento La experiencia La posibilidad de La identidad (pr.
sujeto (A) algo que no se puede establecer por un mero análisis. Por ejemplo, la experiencia de no contradic-
cuando digo «todo cuerpo es pesado» formulo un juicio sintético, porque el ción)
concepto de «pesado» no se obtiene por un mero análisis del concepto de Ejemplos quot;El calor dilata los quot;Todo lo que co- quot;El Todo es la
cuerpo, tanto es así que –desde la época de Aristóteles– se ha venido conside- cuerposquot;, quot;Cesar mienza a existir suma de las par-
rando durante mucho tiempo que algunos cuerpos (la tierra y el agua) eran paso el Rubicónquot; tiene una causaquot; tesquot;
pesados por su propia naturaleza, mientras que otros cuerpos (el aire y el fue- Disciplinas Física aplicada, his- Física teórica Lógica y Matemá-
go) eran ligeros por naturaleza. toriografía (Metafísica de la ticas
naturaleza)
10
11. Todas las operaciones aritméticas, por ejemplo, son síntesis a priori. El juicio 5 tensión).
+ 7 = 12 no es analítico, sino sintético: cuando contamos (recuérdense también 2) El fundamento de los juicios sintéticos a posteriori, en cambio.
las operaciones realizadas con el ábaco) recurrimos a los dedos de las manos, puesto que son juicios experimentales, es por definición la expe-
es decir, a la intuición, y gracias a ésta vemos nacer (sintéticamente) el nuevo riencia.
número correspondiente a la suma. 3) Los juicios sintéticos a priori no se basan en el principio de identi-
dad (ni en el de no contradicción, derivado de aquél), porque lo que
vinculan no es un predicado igual (correspondiente) al sujeto, sino
Lo mismo se aplica a los juicios de la geometría. Kant escribe: «Que la línea
un predicado diferente. No se basan en la experiencia, porque son
recta sea la más corta entre dos puntos es una proposición sintética, porque el
a priori. mientras que todo lo que procede de la experiencia es a
concepto de recta no incluye determinaciones de cantidad, sino únicamente de
posteriori. Además, son universales y necesarios, mientras que lo
calidad.» El concepto de línea «más corta» es algo del todo añadido y no pue-
que procede de la experiencia (como ya hemos dicho) nunca es
de obtenerse a través de un análisis del concepto de «línea recta». Para ello,
universal ni necesario.
aquí hay que recurrir a la ayuda de la intuición, que es la única que posibilita la
síntesis.
He aquí, pues, el problema de Kant: «¿Qué es, aquí, la incógnita X. sobre la
que se apoya el intelecto, cuando cree que halla fuera del concepto A un predi-
De manera análoga, el juicio de la física «en todas las mutaciones del mundo
cado B, ajeno a él, y que sin embargo considera en conjunción con él?» El
corpóreo permanece invariable la cantidad de materia» es un juicio sintético a
priori, porque –afirma Kant– «en el concepto de materia no pienso la perma- hallazgo de esta incógnita X constituye el meollo del criticismo. Examinemos
cómo llegó Kant a la solución de dicha incógnita.
nencia, sino únicamente su presencia en el espacio, en cuanto que lo ocupa.
Por eso, supero realmente el concepto de materia, para añadirle a priori algo
que no pensaba mediante dicho concepto. La proposición, pues, no es analítica
sino sintética, y sin embargo, pensada a priori»; lo mismo cabe decir de todas
las proposiciones fundamentales de la física. También la metafísica avanza 2.3. La revolución copernicana de Kant
mediante juicios sintéticos a priori, o por lo menos aspira a ello; sin embargo,
La matemática –en cuanto ciencia que determina a priori, y no empíricamente,
hay que comprobar si es con fundamento o sin él.
su objeto– se constituyó como tal hace mucho tiempo, «mediante el maravilloso
Llegamos así al punto más importante: una vez establecido que el saber cientí- pueblo de los griegos», por obra de un solo hombre. Antes, señala Kant, la
fico está constituido por juicios sintéticos a priori, si descubrimos cuál es el fun- matemática tuvo que avanzar a través de ensayos inseguros, especialmente
damento de la síntesis a priori podremos resolver todos los problemas concer- entre los egipcios. Más adelante, en un momento determinado tuvo lugar una
nientes al conocimiento humano, su alcance, sus ámbitos legítimos, sus fronte- transformación definitiva, que hay que «atribuir a una revolución, puesta en
ras y su horizonte. En suma, podremos establecer en general cuál es el valor y práctica por la afortunada idea de un solo hombre, con una investigación tal
que –después de ella– ya no podía uno extraviarse en el camino que había que
cuáles son las limitaciones del conocimiento humano. Precisamente esto es lo
que Kant se propone hacer mediante su Crítica. seguir, y la segura senda de la ciencia quedaba abierta y trazada para todos los
tiempos y con un recorrido infinito...» Kant continúa: «El primero que demostró
Formulemos mejor la cuestión, poniéndola en relación con el problema del fun- el triángulo isósceles (haya sido Tales o quien fuese), se vio iluminado por una
damento de las demás formas de juicio: gran luz: porque comprendió que no debía seguir paso a paso lo que veía en la
figura, ni ceñirse al mero concepto de tal figura, para aprender sus propie-
dades; en cambio, mediante lo que por sus mismos conceptos pensaba y re-
1) El fundamento de los juicios analíticos a priori pronto queda esta-
presentaba de ella (mediante una construcción) debía producirla; comprendió
blecido: al tratarse de juicios en los que sujeto y predicado son
asimismo que, para saber con seguridad algo a priori, no debía atribuir a la
equivalentes, cuando los formulamos nos estamos basando en el
cosa más que lo que necesariamente surgía de aquello que según su propio
principio de identidad y de no contradicción. Si afirmase que, por
concepto, le había otorgado él mismo.» En definitiva, la geometría nació cuan-
ejemplo. el cuerpo no es extenso, caería en una contradicción, al
do Tales (o quien fuese) comprendió que se trataba de una creación de la men-
igual que si afirmase que el cuerpo no es cuerpo (corporeidad = ex-
11
12. te humana y que no dependía más que de la mente humana. las leyes de su sensibilidad y de su entendimiento, como ahora veremos en
detalle. Sin embargo, antes de pasar al examen de la sensibilidad y de sus
leyes, hay que aclarar el significado del término «trascendental», que recorre
Lo mismo sucedió mucho después con la física. Kant señala que surgió como
de un extremo a otro la Crítica de la Razón pura y que es un elemento básico.
ciencia por obra de una revolución del precedente modo de pensar. Tal revolu-
Kant utiliza esta noción con mucha frecuencia, hasta extremos exagerados y
ción tuvo lugar mediante un desplazamiento del punto focal de la investigación
con diversas acepciones (un especialista llegó a contar trece diferentes, sólo en
física, desde los objetos hasta la razón humana, y gracias al descubrimiento de
la Crítica de la Razón pura); sólo hay una, empero, que sea verdaderamente
que la razón halla en la naturaleza lo mismo que ella ha colocado allí.
específica y del todo nueva. Kant define el término, en esta nueva acepción, de
la manera siguiente: «Llamo trascendental a todo conocimiento que tiene rela-
En cambio, en la metafísica se constata un perpetuo avanzar en tinieblas y una
ción no con objetos, sino con nuestro modo de conocer los objetos, en la medi-
gran confusión. En otras palabras, la metafísica ha permanecido en una fase
da en que debe ser posible a priori.»
precientífica. ¿Cómo ha ocurrido tal cosa? ¿Acaso será imposible que llegue a
constituirse como ciencia? Y si así fuese, ¿por qué la naturaleza puso en la
Muchos han considerado que esta noción resulta muy oscura y algunos con-
razón humana una tendencia tan fuerte hacia los problemas metafísicos? ¿Es
temporáneos la malinterpretaron de una manera rudimentaria. Sin embargo, si
que hasta ahora se ha errado el camino, o es que no existe una vía que lleve a
se tiene en cuenta lo que hemos dicho antes, es posible aclararla con facilidad.
que la metafísica se constituya como ciencia? Kant, mediante una revolución
Los modos de conocer a priori del sujeto son la sensibilidad y el entendimiento;
que él mismo definió como «revolución copernicana», consiguió responder a
Kant califica de trascendentales los modos o las estructuras de la sensibilidad y
estos interrogantes, que coinciden con el hallazgo de la incógnita X antes cita-
del entendimiento. En cuanto tales, dichas estructuras son a priori, porque son
da.
algo propio del sujeto y no del objeto; no obstante, son estructuras que repre-
sentan las condiciones sin las cuales no es posible ninguna experiencia de
Hasta aquel momento se había intentado explicar el conocimiento suponiendo
ningún objeto. El trascendental, pues, es la condición de la cognoscibilidad de
que era el sujeto el que debía girar alrededor del objeto; empero, puesto que
los objetos (la condición de la intuibilidad y de la pensabilidad de los objetos).
así quedaban sin explicación muchas cosas, Kant invirtió los papeles y supuso
que el objeto era el que debía girar en torno al sujeto. Copérnico había llevado
Si consideramos la «revolución copernicana» se volverá más evidente lo que
a cabo una revolución análoga: si la Tierra permanecía quieta en el centro del
estamos diciendo. Para la metafísica clásica, los trascendentales eran las con-
universo y los planetas giraban alrededor de ella, muchos fenómenos queda-
diciones del ser en cuanto tal, es decir, aquellas condiciones cuya eliminación
ban inexplicados, y por lo tanto a Copérnico se le ocurrió mover la Tierra y
suponía la eliminación del objeto mismo. Después de la revolución kantiana, ya
hacerla girar en torno al Sol. Dejando de lado la metáfora, Kant considera que
no se puede hablar de condiciones del objeto en sí, sino únicamente de condi-
no es el sujeto el que, al conocer, descubre las leyes del objeto, sino al revés,
el objeto es el que se adapta –cuando es conocido– a las leyes del sujeto que ciones del objeto en relación con el sujeto; por tanto, el trascendental se des-
plaza desde el objeto hasta el sujeto. En conclusión, «trascendental» es aquello
le recibe desde el punto de vista cognoscitivo.
que el sujeto pone en las cosas en el acto mismo de conocerlas, en el sentido
que antes hemos explicado y que continuaremos aclarando.
Kant supone, con su revolución, que nuestra intuición sensible no es la que
debe regularse según la naturaleza de los objetos, sino que los objetos han de
regularse de acuerdo con la naturaleza de nuestra facultad intuitiva. De manera
análoga, supone que no es el entendimiento el que debe regularse a los obje-
2.4. La estética trascendental (la doctrina del conocimiento sensible y de
tos para extraer los conceptos, sino al revés: los objetos, en cuanto que son
sus formas a priori)
pensados, deben ajustarse a los conceptos del intelecto y concordar con ellos.
En conclusión, «a priori, sólo conocemos de las cosas aquello que nosotros
mismos hemos colocado en ellas». Nuestro conocimiento se divide en dos ramas, que la filosofía había admitido
desde siempre: conocimiento por los sentidos y conocimiento por el entendi-
miento. Estas dos formas de conocimiento no sólo difieren en grado –como
Se pone en claro así cuál es, para Kant, el fundamento de los juicios sintéticos
a priori: es el sujeto mismo que siente y que piensa, o mejor dicho, el sujeto con suponía Leibniz: conocimiento oscuro, en el primer caso, y claro, en el segun-
12
13. do– sino en su propia naturaleza. Sin embargo, Kant admite «que probable- to, un aparecer del objeto tal como se manifiesta mediante esa modifi-
mente brotan de una raíz común, pero desconocida para nosotros». A través de cación.
los sentidos, los objetos nos son dados, mientras que a través del entendimien- e. En el fenómeno (en las cosas tal como se nos aparecen en el conoci-
to son pensados. Por lo tanto, habrá que estudiar por separado ambas formas miento sensible) Kant distingue una materia y una forma. La materia es
de conocimiento. La indagación sobre la sensibilidad tendrá que realizarse en dada por las sensaciones o modificaciones aisladas, que el objeto pro-
primer lugar y la correspondiente al entendimiento vendrá más tarde, porque duce en nosotros. Como tal, sólo puede ser a posteriori (no puedo ex-
primero los objetos tienen que ser dados, para después ser pensados. perimentar frío o calor, o saborear algo dulce o amargo, si no es como
consecuencia de la experiencia, no antes de ella). En cambio, la forma
no viene de las sensaciones y de la experiencia, sino del sujeto, y es
Kant llama «estética» a la doctrina acerca de los sentidos y de la sensibilidad,
aquello por lo cual los múltiples datos sensibles son «ordenados en de-
no en el sentido en el que hoy se utiliza la palabra, sino en su significado eti-
terminadas relaciones». En palabras más sencillas, cabe decir que la
mológico: aisthesis, en griego, significa «sensación» y «percepción sensorial».
forma de la que habla Kant es el «modo de funcionar» de nuestra sen-
La estética trascendental es pues la doctrina que estudia las estructuras de la
sibilidad, que –en el momento en que recibe los datos sensoriales– los
sensibilidad, el modo en el que el hombre recibe las sensaciones y se forma el
sistematiza de manera natural. Puesto que la forma es el modo de fun-
conocimiento sensible. Kant sostiene: «Llamo estética trascendental a una
cionar de la sensibilidad, es algo a priori para nosotros.
ciencia que versa sobre todos los principios a priori de la sensibilidad», donde
f. Kant llama «intuición empírica» a aquel conocimiento (sensible) en el
se entiende por «principios a priori» las estructuras o el modo de funcionar de
que están presentes de manera concreta las sensaciones, e «intuición
la sensibilidad.
pura» a la forma de la sensibilidad considerada con exclusión de la ma-
teria (prescindiendo de las sensaciones concretas).
Para comprender cabalmente la estética trascendental y todo lo que viene a
g. Las intuiciones puras o formas de la sensibilidad son sólo dos: el espa-
continuación, hay que comenzar por una serie de aclaraciones terminológicas,
cio y el tiempo.
sobre las que el propio Kant llama abiertamente la atención del lector.
Se hace evidente entonces que para Kant el espacio y el tiempo ya no son
a. La sensación es una pura modificación o afección que el sujeto recibe
determinaciones ontológicas o estructuras de los objetos. Como consecuencia
(pasivamente) por obra del objeto (por ejemplo, cuando sentimos calor
de la revolución copernicana, se convierten en modos y funciones propias del
o frío, vemos el rojo o el verde, o saboreamos algo dulce o amargo) o,
sujeto, «formas puras de la intuición sensible, en cuanto principios del conoci-
si se prefiere así, es una acción que el objeto produce sobre el sujeto,
miento». Por consiguiente es obvio que no debemos salir de nosotros mismos
modificándolo.
para conocer las formas sensibles de los fenómenos (espacio y tiempo), porque
las tenemos a priori en nosotros mismos.
b. La sensibilidad es la facultad que tenemos de recibir las sensaciones,
la facultad mediante la cual somos susceptibles de ser modificados por
El espacio, para Kant, es la forma (el modo de funcionar) de los sentidos ex-
los objetos.
ternos, la condición a la que deben sujetarse la representación sensible de los
objetos sensibles. En cambio, el tiempo es la forma (el modo de funcionar) de
c. La intuición es el conocimiento inmediato de los objetos. Según Kant, el
los sentidos internos (y por lo tanto la forma de todos los datos sensibles inter-
hombre está dotado de un solo tipo de intuición: la que es propia de la
sensibilidad. El entendimiento humano no intuye, sino que –cuando nos, en la medida en que sean conocidos por nosotros). El espacio, pues,
abarca todas las cosas que pueden aparecer exteriormente, y el tiempo todas
piensa– siempre se refiere a los datos que le suministra la sensibilidad.
las que pueden aparecer interiormente.
d. El objeto de la intuición sensible se llama «fenómeno», que significa
Por consiguiente, Kant pone en tela de juicio con gran vigor las pretensiones
(del griego phainomenon) «aparición» o «manifestación». Mediante el
del espacio y del tiempo que aspiran a convertirse en realidades absolutas.
conocimiento sensible no captamos el objeto tal como es en sí, sino tal
Niega que puedan darse «también con independencia de la forma de nuestra
como se nos aparece, porque la sensación (el conocer de los sentidos)
intuición sensible». Niega, por último, que puedan «ser algo absolutamente
es una modificación que el objeto produce sobre el sujeto y, por lo tan-
13