3. Por la carretera sinuosa que sube la pendiente del monte San Giuliano, o por el funicular, entre panoramas asombrosos, se llega a la cima del monte y ahí acostada en la cumbre, cubierta con frecuencia por la niebla, aparece ERICE, una ciudad antigua de medio camino entre historia y mito. Virgilio ya hablaba de ERICE, relatando la llegada de Enea a sus orillas, mientras que la leyenda cuenta que fue Erice, el hijo de Afrodita, el que fundó la ciudad, levantando un templo en honor a su madre. Construido en el borde de un peñasco sobre el Mediterráneo, el antiguo templo a dejado su lugar a lo que hoy es el Castillo de Venus ( o el Castello di Venere) de época normanda.-
8. ERICE, con estrechas callejuelas empedradas, que siguen recorridos tortuosos entre casas de piedra, claustros y arcos inesperados. Resulta sorprendente la gracia de los patios de las casas, embellecidos con esmero por flores y plantas. Entre las callejuelas se cuentan más de 60 iglesias y se admiran las fachadas de las casas patricias, en una superposición de estilos que van desde el gótico, al renacentista, al barroco. Divertido el shopping en las tiendas artesanas que exponen cerámicas variopintas y alfombras tradicionales, trabajadas aún en viejos telares .
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12. CALLE ANTIGUA POR LA CUAL SE LLEGA A LA IGLESIA MADRE
13. IGLESIA MADRE Santa María della Asunta, del siglo XIV. Levantada bajo el reinado de Federico de Aragón.
21. Las subidas y bajadas de callejuelas conducen a la gran plaza central, piazza Umberto I , a la que se asoma el Palacio Municipal (Palazzo Municipale) con la rica biblioteca Vito Carvini . En la plaza se encuentra el museo Cordici , que expone en el atrio una preciosa Anunciación de Antonello Gagini. Poco distante se encuentra el Centro de cultura científica Ettore Majorana , fundado por el científico Antonino Zichichi, que ha hecho de Erice la ciudad de la ciencia . El centro científico recibe a científicos de fama internacional que se reúnen en esta sede para discutir sobre emergencias meteorológicas, ambientales y tecnológicas.
25. Las suntuosas pastelerías de las calles de Erice son famosas por la elaboración de dulces de almendra y mazapán que antiguamente sólo se elaboraban en el convento, también por los cannoli sicilianos y las cassatas
39. Los Jardines del Balio son, sin duda, el lugar más sugestivo de Erice. Toman el nombre de Baiuolo , el gobernador normando que residía en el castillo circundado por este parque. Extraordinarias las vecinas Torres del Balio , construidas por los Normandos para reforzar las defensas del castillo y la Torreta Pepoli , construcción tardo-morisca empinada encima de una roca.
57. En Erice se vive el Medioevo respetado, sus calles empedradas llevan la historia manchada en las piedras de sus empinadas cuestas. Si la niebla lo permite, y los ojos se esfuerzan, la vista desde lo alto de Erice, permitirá alcanzar Túnez o el Etna
