El pasaje bíblico Juan 3:35 describe que Dios el Padre ama a su Hijo y le ha dado todo poder. Otro pasaje, Deuteronomio 6:6-7, enfatiza la importancia de enseñar continuamente las palabras de Dios a los hijos a través de la conversación diaria en casa, durante los viajes y al acostarse y levantarse.