Este documento enfatiza que para lograr la victoria se requiere esfuerzo y perseverancia, recordando las palabras de Confucio "Mil pasos empiezan por el primero". También destaca que los deseos son la fuerza motriz para alcanzar las metas, pero que la duda puede sabotear los deseos y retrasar los logros. Finalmente, cita a Jesús diciendo que Dios nos da el poder y fortaleza para triunfar en el momento y lugar indicados.