3. Cuando Felipe Riveros abandonó el estado de
Sinaloa, en octubre de 1914, Carranza nombró
gobernador provisional a Manuel Rodríguez
Gutiérrez, cuyo régimen se caracterizó por la
importancia que concedió al problema agrario y
las tentativas para resolverlo. El gobernador
estaba convencido de que la rebelión de los
indígenas mayos tenía por origen el despojo de
las tierras que pertenecían a las comunidades y
trazó un plan de reforma agraria para responder
a las demandas de los campesinos sinaloenses.
Rodríguez Gutiérrez inició el reparto agrario el 20
de julio de 1915, en favor de los campesinos de
Tepuche, municipio de Culiacán, conforme a la
Ley Agraria expedida por Carranza el 6 de enero.
4. También seguía el ejemplo de otros jefes
constitucionalistas que habían hecho lo mismo en
diversos estados de la república; sin embargo, los
terratenientes de Sinaloa lo vieron con desagrado y
pidieron a Carranza que lo retirara del estado, con el
pretexto de que era coahuilense. Carranza aceptó y
Manuel Rodríguez Gutiérrez fue removido de la
gubernatura en marzo de 1916. En los siguientes 15
meses,
Sinaloa
tuvo
cinco
gobernadores
provisionales: Isauro Ibáñez (marzo 21 a abril 31 de
1916), Ángel Flores (1o. de mayo a 22 de octubre de
1916), Manuel Mezta (22 de octubre de 1916 a 7 de
enero de 1917), Ángel Flores (7 de enero a 24 de abril
de 1917) y el sonorense Ignacio Pesqueira (24 de abril
a 26 de julio de 1917).
5. A mediados de 1916, el presidente Carranza
dispuso que se celebraran elecciones
municipales (3 de septiembre) y que se
suprimiera el cargo de jefe político. Expidió
también la convocatoria para la celebración
de un Congreso constituyente que reformara
la Constitución de 1857 e introdujera los
principios por los que habían luchado los
revolucionarios (19 de septiembre). El 22 de
octubre se llevó a cabo la elección de los
diputados constituyentes y el Congreso se
instaló en la ciudad de Querétaro el 1º de
diciembre.
6. Los representantes electos por el pueblo
sinaloense fueron Pedro Zavala por el distrito
de Culiacán, Andrés Magallón por el de
Mazatlán, Carlos M. Ezquerro por el de
Concordia, Emiliano C. García por el distrito
de El Fuerte y Cándido Avilés por el de
Mocorito. El Congreso trabajó desde el día de
su instalación hasta el 31 de enero de 1917,
cuando dio por concluidas sus tareas y se
firmó el texto constitucional, que fue
promulgado el día 5 de febrero siguiente.
7. La obra legislativa del Congreso convocado por
Carranza consistió en refrendar algunos principios
liberales de 1857, como la forma de gobierno
republicano y representativo, con división de
poderes, la organización de la nación como
federación de estados libres y soberanos, los
derechos civiles y políticos de los ciudadanos y las
restricciones a la Iglesia y al clero en materia política.
También quedaron incluidos nuevos principios como
la no reelección del presidente de la República y de
los gobernadores de los estados, la educación
primaria gratuita y obligatoria para todos los
mexicanos. Pero lo más importante fue su definición
—en contra del liberalismo— del papel del Estado en
los asuntos económicos y sociales en los artículos 27
y 123.
8. El artículo 27 afirmaba el dominio original de la
nación sobre las tierras y aguas comprendidas en su
territorio, su derecho a transferir ese dominio en
propiedad privada y a imponer a la propiedad las
modalidades convenientes según lo pidiera la
utilidad pública. Este artículo también sentó las
bases de la reforma agraria y devolvió a la nación la
propiedad del subsuelo y de sus riquezas. El artículo
27 de la Constitución de 1917 fue la bandera agrarista
de la revolución, hasta que fue reformado por el
presidente Carlos Salinas de Gortari (6 de enero de
1992), que dio por concluida la reforma agraria. El
artículo 123 enunciaba los principios legislativos para
normar las relaciones laborales y definió los
derechos fundamentales de los trabajadores.
9. Promulgada la nueva constitución federal, hubo
elecciones en los estados para la restauración de
los poderes locales y el orden legal en toda la
nación. En Sinaloa, las elecciones se llevaron a
cabo el 5 de junio de 1917, y contendieron los
generales Ángel Flores y Ramón F. Iturbe como
principales candidatos. El voto favoreció al
general Iturbe, pero fue desconocido por la
mayor parte de los ayuntamientos porque no
cumplía con los requisitos señalados en la
constitución local. La rebelión duró hasta el mes
de agosto del mismo año, cuando ambas partes
llegaron a un acuerdo e Iturbe fue reconocido
como gobernador constitucional de Sinaloa.
10. Durante la gubernatura del general Iturbe, el
Congreso local reformó la constitución de nuestro
estado para adecuarla a la Constitución federal; la
nueva ley fue promulgada el 25 de agosto de 1917.
Respecto de la constitución local anterior, que era la
de 1894, difería por la supresión de las prefecturas
políticas y de los directores políticos y por la
prohibición de la reelección del gobernador. El
artículo 15 señalaba los 16 municipios en los que se
dividía el estado, que ya casi eran los actuales, pues
sólo faltaban los municipios de Salvador Alvarado y
de Navolato. El municipio de Salvador Alvarado fue
segregado del de Mocorito el día 10 de marzo de
1962 y el de Navolato fue separado del de Culiacán el
día
27
de
agosto
de
1982.
11. El período gubernamental de Iturbe expiraba en
1920, pero no pudo concluirlo por el rompimiento
entre Obregón y Carranza. La mayor parte de los
generales sinaloenses se adhirió a Obregón,
mientras que Iturbe, Carrasco y Mena
permanecieron fieles a Carranza. Carrasco y
Mezta murieron en la lucha que siguió mientras
que Iturbe logró huir a los Estados Unidos, donde
permaneció hasta 1928. Ángel Flores fue electo
gobernador en 1920, pero renunció en 1924,
antes de concluir su periodo, para contender en
las elecciones presidenciales contra Plutarco
Elías Calles.
12. Flores impulsó las obras de irrigación en el
valle de Culiacán, pero no respondió a los
sinaloenses pobres, pues no permitió el
reparto de tierras e impidió la formación de
organizaciones
obreras.
Su
campaña
presidencial fue un fracaso político que lo
desprestigió como figura pública, y después
de su derrota se dedicó a las labores
agrícolas. Murió al poco tiempo en la ciudad
de Culiacán, el 31 de mayo de 1926. El rumor
popular afirmó que fue envenenado, pero
nunca se confirmó esta versión.
13. La inestabilidad política de Sinaloa en la
etapa posrevolucionaria se puede observar en
la debilidad de los gobernadores, que no
podían permanecer en su puesto. En el lapso
de 1925 a 1928 hubo tres: Alejandro R. Vega,
Juan de Dios Bátiz y Manuel Páez, sin contar
a los interinos que ocuparon la gubernatura
por
muy
breve
tiempo.
14. El general Macario Gaxiola fue electo
gobernador para el periodo del 1º de enero de
1929 al 31 de diciembre de 1932, y para el
cuatrienio comprendido entre 1933 y 1936, el
profesor de farmacia Manuel Páez. Gaxiola
completó su periodo, aunque con muchas
interrupciones breves; Páez dejó la
gubernatura un año antes y la completó el
general Gabriel Leyva Velázquez. Para el
periodo 1937-1940 fue electo el coronel
Alfredo Delgado.
15. Los vaivenes de la política sinaloense se debieron
a pugnas internas, pero también a ciertos
asuntos nacionales, como el asesinato del
presidente electo Álvaro Obregón, porque los
militares sinaloenses eran sus adeptos y
participaron en la rebelión escobarista (1929) en
contra de Plutarco Elías Calles. En estas mismas
fechas se fundó el Partido Nacional
Revolucionario, creado por Calles como
instrumento para controlar las ambiciones
personales
de
los
numerosos
jefes
revolucionarios, y también como un medio para
perpetuarse en el poder como jefe máximo de la
revolución.
16. La guerra cristera que sacudió al centro de la
República entre 1926 y 1929 también afectó
al sur de nuestro estado, aunque no de
manera tan profunda como en otras
entidades. La crisis del sistema económico
internacional al final de la década de los
veinte también afectó a Sinaloa, como lo
veremos en otro apartado.