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ALTERIDADES, 1996
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                        En compañía de los espíritus



                                              EDUARDO ESPINOSA*



                             A Osvaldo Domecq, ibaé.       influjo de los dioses, los espíritus y las materias de
                             A Esther Albuerne, ibaé.      poder —los tres tipos de entidades sagradas de estos
                                                           cultos—. La intensidad de las emociones creció en mi
                                                           ser y una disposición mental para representarme la
         Mefistófeles - Tus sentidos, amigo mío, van a     inefabilidad de la influencia sagrada que recaía sobre
         disfrutar más en esta hora que en el              la finitud de mi persona se apoderó de mis más íntimos
         transcurso monótono de un año. Lo que van         sentidos para orientar la existencia. Nada de esto lo
         a cantar los amables Espíritus y las bellas       hice por una prueba de laboratorio antropológico con
         imágenes van a hacerte contemplar no serán        mi propia persona, por dramatizar un desdoblamien-
         ciertamente vanas ilusiones mágicas: se de-       to en el otro. Sólo se trató de asumir una vocación por
         leitará tu olfato, gozará tu paladar y hasta el   el contacto con lo sagrado que me venía de infancia y
         corazón acabará por extasiársete. Y para ello     familia. Con esa experiencia crecí como hombre, hice
         no necesitamos preparativo alguno, puesto         amigos entrañables y pude retornar a las cavilaciones
         que estamos reunidos. ¡Ea! ¡Empezad!              intelectuales repitiendo siempre para mi interior una
                                      Fausto de Goethe     idea del Fausto de Goethe que nos revela que la teoría
                                                           es gris, que no hay como el árbol verde de la vida.
                                                               Por aquellos días viví con intenso fervor ese senti-
Al escribir estas lineas evoqué con mucho cariño a los     miento de estar permanentemente en compañía de los
creyentes de las religiones afrocubanas que abrieron       espíritus que afecta a todo creyente afrocubano. No
mi experiencia al fenómeno del contacto con los espí-      era la primera vez que ante mí se presentaba un mé-
ritus. Para los que ya están muertos ibaé; para los        dium, que veía la intensa transformación sicológica de
vivos, aché.                                               los caballos de santo, que escuchaba revelaciones
   Con cariño los recuerdo a todos. Vienen a mi me-        venidas de seres ancestrales que rondaban nuestra
moria con un sentimiento más allá del puro agra-           efímera presencia en la vida. Pero en esos momentos
decimiento que siente el especialista al que ellos le      la vehemencia que me sacudía ponía todo mi ser en la
permitieron entrar en sus casas y en sus vidas. Ya         contemplación de lo que hasta entonces había sido
colocado en ese espacio de convivencia, más que en-        para mí una extraña fiesta de la imaginación, para
tregarme a la rigurosa reflexión intelectual, me di a      convertirla en mis adentros en un lazo poderoso que
experimentar, a sufrir, a sentir, en mi propia vida el     me une al mundo y a los hombres. Al confesarle esta
                                                           sensación a mi padrino de religión, él me decía que era
                                                           porque en mi destino la fe religiosa produciría una
*   Ayudante del Departamento de Antropología de la        mudanza, con el impulso de lo espiritual saltaría
    Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa y
    profesor de asignatura de la Escuela Nacional de       hacia una fase totalmente distinta en mi vida en la
    Antropología e Historia.                               que enfrentaría delicadas pruebas y desarrollaría
En compañía de los espíritus


capacidades que estaban latentes en mi carácter. Hoy,                tuadas por las sociedades empíricas con la realidad
advierto sus palabras de indicación y consejo. Retorno               suprema. Las tenues realidades del mundo social se
a la intensidad de aquellos tiempos de descubrimien-                 fundan en el realissimum sagrado, que está, por defini-
to de la realidad de los espíritus. Y en mi conciencia               ción más allá de las contingencias de los significados y la
una feliz expectativa ante las transformaciones que he               actividad humanos (Berger, 1971: 48).
experimentado, me traen a la boca el sabor de un verso
de Machado que dice del corazón que espera hacia la                   La religión se constituye en un sistema de símbo-
luz o hacia la vida.                                              los (Geertz, 1989). Ellos proporcionan una informa-
   La rebusca de la humanidad de mis informantes                  ción que estabiliza la conducta humana frente a una
me hizo caer en la cuenta de que algo más allá de mi              precariedad cósmica, un caos, que puede llegar a ser
pesquisa antropológica me ligaba por designio a la                desconcertante.
coprensión de la trascendencia sagrada. Fue enton-                    Como cualquier otro, el sistema de símbolos re-
ces que los espíritus comparecieron ante mí con el                ligiosos afrocubanos contribuye a la orientación del
realismo con que los concibe la mentalidad religiosa              hombre frente a las crisis vitales y los problemas
afrocubana. Sólo pudo ser así cuando afronté los                  existenciales. La concepción general que reposa en el
contactos con este tipo de ser sin temor y sin los re-            fondo de estos símbolos nos explica la precariedad de
milgos folkloristas que sienten por esos temas la raza            la salud, de la tranquilidad sicológica y del desenvol-
de intelectuales cubanos de la que provengo. Enton-               vimiento social. Estos dones de la plenitud vital son
ces, escuché sus voces. Los vi en la intimidad de mis             inestables y efímeros, el hombre debe luchar de con-
sueños. Retumbaron en lo recóndito de mi conciencia               tinuo por restablecerlos en medio de las distintas
sus revelaciones. Los constaté hasta en cada momen-               contingencias que alteran su ciclo de vida: enferme-
to de mi vida. Hay quien diría que hablar así de los              dad, muerte, accidente, lesiones, cambios de edad y
espíritus es el resultado de una mente sugestionada               actividad social, contrariedades en su convivencia con
que sustituye con fantasmagorías la realidad de la que            los otros y en su integración en las relaciones sociales.
pretende sustraerse. Yo con reserva respeto esas opi-             Estas perturbaciones colocan a la persona ante un
niones, empero no son las mías. El sentido de reali-              conjunto de interrogantes sobre la oscilación entre el
dad que los creyentes afrocubanos le dan a las ánimas             bien y el mal, el sufrimiento, la finitud de la existencia
de sus antepasados los siembra en el reino de este                y la limitación de las capacidades del individuo. Supe-
mundo, los afirma y los constituye en hombres que                 rar orientadoramente esas preguntas y las perturba-
luchan por transformar el orden de cosas de su per-               ciones que de ellas derivan es finalidad esencial para
sonalidad y de sus obras.                                         los hombres que se entregan al cultivo de la fe reli-
                                                                  giosa. Ella es la que revela el destino personal de cada
                                                                  hombre, destino que está sujeto al influjo particular
1.                                                                que sobre su vida marcan los dioses, los espíritus de
                                                                  los antepasados y las materias de poder asociadas con
La religión es una forma de reafirmación del hombre               las deidades. Es de cara a esas entidades sagradas, en
en la realidad social. Constituye un modo de existen-             contacto sagrado con ellas, que el creyente afrocuba-
cia en la concurrencia con los otros. Digo esto y pienso          no procura la restauración continua de su salud, su
cuán útil fue a la humanística la consideración de                tranquilidad y su desenvolvimiento.
Durkheim (1995) acerca de la vida religiosa. En su                    Para este hombre de fe, si tan precario son los do-
estudio del totemismo asistimos a ese festejo de las              nes de la plenitud vital, tan continua es la lucha por
disposiciones y los estados de ánimo —ethos— que                  restablecerlos. Esta consecución se logra a base de la
años más tarde Geertz (1989) señalaría como la clave              relación con los poderes sagrados que el creyente se
del proceso de simbolización de lo sagrado que orienta            representa en su sistema de creencias, una continui-
al hombre en el mundo. Entre esos estados tramados                dad que se logra a través del rito, de la “conducta con-
por la mente religiosa se funde una concepción gene-              sagrada” (Geertz, 1989: 107). Por ello, para el creyen-
ral del mundo, que organiza la precariedad de la finita           te, la vida ritual empieza con sus primeros pasos de
existencia humana en un cosmos sagrado (Berger,                   consagración, alcanza la iniciación en los más altos
1971). La representación de la trascendencia de ese               misterios de la religión y concluye con su muerte. La
cosmos estabiliza la presencia del creyente en sociedad:          vida de un creyente es un proceso ritual continuo, que
                                                                  también se extenderá por el amplio universo de las
     La religión logra una legitimación tan efectiva porque re-   prácticas que lo unen a la sociedad. Esta continuidad
     laciona las precarias construcciones de la realidad efec-    se producirá tanto en los ceremoniales masivos a los

78
Eduardo Espinosa


santos católicos y en los homenajes que se rinden en        comparten los creyentes entre sí; pero, al fin y al cabo,
las casas templo como en las liturgias que ha de seguir     un imperio trascendente a la constatación de los sen-
en su vida privada con una periodicidad de un día tras      tidos y el registro empírico deberá simbolizarse con un
otro; tanto en las celebraciones rituales dirigidas a       acrecentamiento del trabajo con las disposiciones de
los dioses y espíritus como en la ritualización de la       la mente y los estados de ánimo que, en definitiva, se
creencia en el poder superior de lo sagrado, que sigue      logra con el proceso de entrenamiento litúrgico. Este
en cada momento de su vida, sobre todo en aquellos de       proceso debe producir una abertura (Eliade, 1994:
mayor intimidad (Malinowski, 1982: 64). Los modos           145-146) del cuerpo y de la residencia del hombre en
de acción de los ritos (Durkheim, 1995: 32) se extienden    la tierra. Tal abertura amoldará los sentidos y la per-
por toda la existencia del creyente afrocubano en el        cepción del entorno a la concepción de que se vive en
mundo, eso lo diferencia del curioso, del aleyo y del       un mundo rodeado de ánimas, de que la vida misma
cliente.                                                    es una presencia espiritual. Es necesario que la idea
    Amanecer en la casa de un creyente y pasarse en         de una trascendencia que domina el destino de la
ella todo el día es observar el transcurrir de una vida     persona encarne en su cuerpo y se le haga presente en
cotidiana en el que, en el hacer de las cosas diarias, se   todo lo que le circunda. Así, en su disciplina ritual, el
apela a los poderes sagrados. Quizá un largo tiempo         afrocubano se somete a los traumatismos iniciáticos.
separe a este hombre de las ceremonias al lado de           En ellos, las heridas físicas y las dramatizaciones del
hermanos de fe o de las celebraciones multitudina-          nacimiento simbolizarán aberturas de la gracia de la
rias; pero en la intimidad de su hogar se le ve afanado     persona a la influencia cósmica de dioses, espíritus y
en la organización de homenajes a las deidades, des-        materias de poder.
de la fiesta y el sacrificio hasta la sencilla ofrenda de       Para la colocación extraempírica y extrasensorial
flores, tabaco, coco, aguardiente, dulces y otros.          del creyente afrocubano ante lo sagrado es esencial la
Cuando el lunes principia la semana afrocubana el           potencialidad de una múltiple relación del hombre
fiel de la santería convocará al primer dios de su re-      con las ánimas. Esta potencialidad es reveladora de la
ligión, Elegguá, para proporcionarle todas las cosas        abertura a lo trascendente y del consenso colectivo
que esa deidad ha de comer. Baños lustrales, limpiezas      necesario para la eficacia simbólica (Lévi-Strauss,
purificadoras, enjuague de perfumes y esencias y la         1992) de la acción del poder superior. El traumatis-
elección de ropas adecuadas prepararán la presen-           mo que sobre el cuerpo y el entorno de la existencia
tación de su persona ante el mundo social. Con eleke        marca la experiencia de contacto con los espíritus,
al cuello, iddé en la muñeca y resguardo fortificado        produce aberturas físicas que veremos más adelante,
en el bolsillo, empezarán sus pasos por el mundo de la      las cuales abren las puertas de la percepción y la dis-
convivencia. En el transcurso del día algún recuerdo        posición del creyente a una situación de contacto con
puede traerle a la boca el nombre de un antepasado y        el poderío de ánimas que le seguirán más allá de los
con respeto dirá ibaé. Observará tabúes e indicaciones      rituales específicos, energías espirituales que desde
derivadas de las revelaciones de los seres superiores       su posición invisible actúan en cada paso, en cada
durante su andar de sol a sol, y cuando ponga la ca-        hecho de la existencia de la persona. De qué manera
beza en el sueño que le deja el final de la jornada, las    se produce este influjo espiritual sobre los vivos, es
imágenes de ese momento de reposo le revelarán              algo que explicaremos en el caso de la variante reli-
mensajes venidos de un más allá de su experiencia.          giosa de la regla de ocha (santería) cubana ligada a los
    En la continuidad de la vida religiosa el creyente      cultos de palo monte.
afrocubano debe desarrollar facultades para comu-               En el rito y los efectos de ritualización de las creen-
nicarse con los seres superiores. Estas facultades lo       cias que éste deja para la experiencia cotidiana, se ve-
orientan hacia la puesta en contacto con otro estado.       rifica la eficacia simbólica de la creencia en los pode-
Otra energía y otra representación mental tendrá que        res superiores. La variante religiosa que presentare-
desplegar para contactar fuerzas cósmicas que tras-         mos tiene varios ritos dedicados a los muertos. Dentro
cienden su experiencia común, ordinaria, profana            de los ritos más complejos que se dedican al culto a
(Eliade, 1994: 17). Es por ello que estas facultades        sus dioses u orishas, la invocación, conjuro y exorcismo
tendrán un carácter extraempírico y extrasensorial.         de los espíritus es indispensable. Las más elementales
Ellas se lograrán en el continuo ejercicio ritual que co-   liturgias y hábitos sagrados que el creyente debe ob-
necta la existencia humana con la trascendencia de          servar como ritualización de sus creencias en su vida
las fuerzas que se representan como rectoras de esa         cotidiana, están marcados por la convocatoria a los
existencia, un dominio del cosmos legitimado por los        antepasados. Toda la vida ritual está bajo el impe-
mitos, las leyendas y la propia memoria cultural que        rio apodíctico de la experiencia suprasensible de la

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En compañía de los espíritus


comunicación con los espíritus que converge con la           cuerpo de los médium y otros tantos traumatismos
idea general de ese influjo sagrado sobre el destino         entre los que se puede señalar la enardecida palabra,
personal. Así se fusiona mundo vivido y mundo ima-           que puede llegar a ser atrevida e insolente, meten al
ginado. El intenso contacto con las ánimas que re-           cuerpo y al lugar de la persona en el mundo, en la
vuelven los cuerpos de los médium, que causan el             esfera, donde se experimenta el poder de las ánimas.
arrobo de los que escuchan sus revelaciones, las des-        Es decir, para el fiel que no es poseso también hay
cargas de palabras y acciones de los posesos sobre los       una experiencia de apertura hacia lo sagrado, la cual
presentes en la ceremonia, la intensidad con que ac-         marca su corporalidad y su colocación en el mundo.
túan quienes conjuran la presencia de un espíritu                Nunca había caído en cuenta de qué era lo que daba
dañino, los mensajes extrasensoriales que a solas            sentido de realidad a la presencia cósmica de los espí-
recibe el creyente, las incertidumbres que crean los         ritus en la vida de los creyentes, incluso en mi propia
enigmas de la adivinación que quedan por resolver            vida. Tenía un conocimiento que entre lo libresco y lo
con la voz de los finados, y el sentido de respeto y dolor   vivencial no se había movido de las primeras pala-
que modula la enunciación del oficiante cuando invo-         bras que Lydia Cabrera señala en el capítulo II de El
ca a sus antepasados, están fundidos a la concepción         Monte (1989: 31): “‘Donde menos se piensa, hay un
general que se tiene de estos seres por su papel en la       espíritu.’ ‘No los veremos, pero nos estamos codeando
determinación del hado de la persona, finita y par-          con los muertos y con los santos a todas horas.’ Nues-
ticular, en el orden cósmico.                                tros negros están convencidos de que vivimos rodea-
   Esta fusión de lo vivido y lo imaginado da efectivi-      dos de espíritus, y de que a su influencia se debe
dad a la acción de estas ánimas y las coloca con sen-        cuanto malo o bueno les sucede”.
tido de realidad en la vida de los creyentes. No sólo            Hasta que un día, al reflexionar sobre hechos de la
para aquellos que prestan su materialidad a los an-          vida religiosa entre creyentes afrocubanos, llegué a un
tepasados en extático trance. Todos los fieles que se        consenso colectivo que reproducía el significado de la
someten a esas prácticas místicas reciben impactos           eficacia de la comunicación con los espíritus. Se tra-
que cimbran su cuerpo, vivo, ante la presencia de los        taba de una noche en casa de mi padrino. En su patio,
muertos que hablan de los misterios de la vida, que          me había acomodado en una hamaca para conver-
escudriñan los problemas que afectan a los que en            sar con varios creyentes, aleyos y clientes que habían
esta hora tienen su efímera y complicada residencia          llegado de visita. Miraba a lo alto del firmamento lleno
en la tierra. Flagelaciones, sahumerios, intensidad de       de estrellas. En frente una hoguera nos reunía a todos
la música sacra, desgarraduras de sus vestimentas,           y salvo una vela era la única luz que permanecía en-
contactos con una energía fuera de lo común del              cendida. “La oscuridad que es buena para tratar con




80
Eduardo Espinosa


espíritus” —según decía uno de los presentes con           le encontraron una mejoría increíble por los médicos.
probada experiencia en el culto— trajo hasta la media      “Ya ustedes ven, parecía que no iba a hacer el cuento,
noche el tema de las ánimas.                               y mírenme aquí”.
    Allí cada cual platicaba sus experiencias sobre los        El consenso colectivo se constituye en la interac-
espíritus, tanto las propias como las que habían re-       ción simbólica entre los sujetos que de algún modo
cogido del anecdotario de otros creyentes y de las le-     participan de la vida religiosa. En esta transmisión de
yendas difundidas en el ámbito local. Un ejercicio de      experiencias significativas, estos hombres constru-
oralidad lleva a aquellos hombres a mostrar ante sus       yen el sentido que tiene el impacto de los muertos en
interlocutores las crecidas transformaciones corpora-      la vida, así como la orientación para conducirse ante
les de los médium para enfrentar a espíritus malignos.     esas entidades en el amplio espectro de la vida ritual
La palabra, que en estos casos no iba sola, se acom-       que los concreta, que les da realidad. Esta interacción
pañaba de las muestras gestuales de las contiendas         simbólica les dispone, en parte, para el traumatismo
dramatizadas con esos seres. Mi padrino y un expe-         que les produce la experiencia del encuentro con los
rimentado palero nos contaban de las vivencias que         muertos, la cual, desde sus cuerpos y su lugar físico
tienen el tata nganga, el mayordomo y el iniciado          y social en el mundo, les abre a tan trascendente con-
que pide nganga cuando se internan en la ceremonia         tacto. Pero digo que sólo en parte es una preparación
nocturna en el cementerio. De ahí se pasó a la lucha       porque el choque mismo con la fuerza de los espíritus
de fuerzas que el nganglero debe seguir con su prenda      es el único recurso que le hará ver a la persona los
para dominar al muerto que habita en ella. No faltó        seres invisibles que le rodean. Evoco entonces la pa-
quien contara, con una expresión entre el arrobo y el      labra de un anciano que junto a la lumbre con vigor,
pavor, sobre espíritus que se aficionaban a una perso-     apoyado firmemente en su bastón, contaba:
na para causarle todo tipo de daños y problemas. Se
habló de un famoso caballo de santo que antaño había          Yo nunca creí en esas cosas de espíritus (...) Siempre me
hecho fama en la zona por la intrepidez y la fuerza fí-       burlaba de los médium, decía que estaban locos. Hasta
sica que se apoderaba de él cuando lo montaba Oggún           que un muerto que pasaba un amigo de la casa me agarró
Onile. Uno de los presentes, que lo había visto poseí-        por los hombros que casi me mata y para que no me bur-
do, relató las revelaciones que aquel mensajero de los        lara de él peleó a brazo partido con un ser que me traía
dioses le había hecho y, mientras lo hacía, recalcaba         bastante mal de salud. Dijo quien de mi propia familia me
la veracidad de sus palabras y cuánto de cierto le            lo había enviado. Para eliminar la influencia de aquel ser
habían pronosticado para un futuro, que en ese mo-            oscuro se hizo un trabajo muy duro con candela.
mento ya era pasado. Tornó la plática a hablar de las           Después, me limpiaron con hojas muy tiernas que se
transfiguraciones de las personas en trance y de todo         marchitaron al momento y con unos huevos de los que
el efecto que creaban entre los participantes que se in-      salieron gusanos (...) Todas mis ropas las había roto aquel
miscuían en el culto. Cada cual imitaba grosso modo           espíritu hasta dejarme en cueros. Me hablaba de las cosas
esas transfiguraciones corporales, señalando la in-           que por entonces hacía, de mis hábitos, de mis faltas, de
tensidad con que se manifestaban esos seres. De               los problemas entre la gente de mi familia y de mi enfer-
aquellos muertos que se posesionaban del cuerpo de            medad. Y yo lloré como un niño. Incontables veces me hizo
los médium, se elogiaba el de los espíritus de los an-        recitar oraciones y palabras en lucumí. Hasta que me
tepasados africanos. Se hablaba de un médium que en           arrojó al suelo y allí le dio la batalla final al muerto malo
la comarca pasaba el espíritu* de un africano, Cabanda,       que me afectaba. Aquel hombre [el médium], un negro
quien había sido príncipe y brujo en su tierra y quien,       chiquito, delgadito y viejo, me levantó del suelo donde
cuando venía a disertar entre los vivos, se pasaba de         había colocado una firma y me lanzó por los aires. Aquel
seis a siete horas hablando, al punto de dejar exhausto       cuarto quedó hecho un desbarajuste de cosas que se par-
al médium, medio adoloridos a muchos participan-              tieron cuando caí del otro lado. Los presentes se lanzaron
tes en la sesión espiritual a quienes por sus faltas          contra la pared. Él soltó un grito que aún hoy se me erizan
e incredulidad reprendía con un bastón de mando, e            los pelos cuando recuerdo y la candela subió que por poco
impresionados a todos por las limpiezas y revelacio-          lo quema todo, pero no incendió más que las hierbas que
nes que hacía. Alguien exclamó que la limpieza que un         estaban colocadas en el suelo. Volvió a ponerme cascarilla
muerto posesionado le había dado con humo de ta-              en la cara y las personas que lo auxiliaban me lavaron con
baco y aguardiente para aliviarlo de una enfermedad,          agua bendita. Vino un despojo final y sentí que mi vida
le había producido un desmayo que lo dejó en el suelo         había cambiado con aquella experiencia. En los días que si-
sin fuerzas. Pero a la vez exclamaba lo milagrosa que         guieron, hice al pie de la letra todo lo que el muerto me dijo
había sido la curación. Días después fue al hospital y        y me fue tan bien que en mi vida todo empezó a ser distinto.

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En compañía de los espíritus


    Aquella noche en que compartimos tantas expe-              Con esto, la religión, bajo peligro de violación del
riencias sobre los muertos, yo también sentí que mi        orden sagrado, de impureza para la persona e inde-
comprensión escatológica de la religiosidad afrocuba-      fensión cósmica en que puede caer, lleva los contactos
na había cambiado. No sabía por qué. A la luz de una       con los hechos de la experiencia más próxima, or-
vela, cuando todos se fueron, hice anotaciones que         dinaria, profana, al plano de los conceptos últimos
complemente al día siguiente. No analicé nada, pre-        (Geertz, 1989: 114) con los que se representa el orden
ferí saborear aquellas vivencias compartidas entre         teleológico de la inserción específica de la persona
compañeros de una misma fe.                                dentro de un influjo cósmico, para el caso, el del cua-
    El trato ritual con los espíritus persiste en la me-   dro espiritual. Hace tenue, pero peligrosa la frontera
moria del creyente con todos los rasgos de impresio-       que separa lo sagrado de lo profano. Crea un estilo
nabilidad que produce el crecimiento de las facultades     (régimen) de vida (Geertz, 1989) que le da realidad a
extraempíricas y extrasensoriales. Se le convierte en      esas ánimas mas allá de los ritos en que se manifies-
una representación de instantes que lo ponen ante el       tan con todo su poderío, que perpetúa en la vida ordi-
poderío infinito de los antepasados sobre su destino,      naria las transformaciones que la persona ha vivido
y lo que ello significa como hecho concreto será mate-     en la liturgia y que, en calidad de creyente, le hacen
rial informativo que ha de compartir en la interac-        volver al amplio proceso social que le preserva de la
ción simbólica con los otros sujetos. Ese trasiego con     invasión de lo profano en lo sagrado.
el sentido de realidad que se da a los muertos va a            Este estilo de vida le da realidad al poder de los
engrosar la memoria colectiva que, a través de los         antepasados. Impulsa al creyente a actuar conforme
recursos de la evocación oral y gestual del drama con      a las influencias espirituales que rondan su existencia.
las ánimas, vemos difundirse sobre todo en las pláti-      Se deriva de su contacto ritual con la trascendencia de
cas informales en las casas de culto.                      las ánimas, pero dirige la atención del individuo con-
    Este trato con los espíritus hace que el hombre        creto a la observancia que debe prestarle a lo sagrado
sienta su poder sagrado por esos instantes de inver-       para vivir armónicamente en su existencia ordinaria.
sión, de tránsito hacia otro estado. Pero sobre todo,      Es un estilo de vida constituido por tabúes, manda-
ya fuera de la vida ritual le seguirá acompañando esa      mientos, recomendaciones, consejas, principios. Ellos
herida simbólica que le ha abierto cuerpo y lugar en el    orientan al creyente por ese mundo en que avanzan
cosmos, para sentir el influjo de las ánimas.              sus trabajos y sus días. “La religión no es cosa del
    El propio rito le recordará de continuo que de no      templo, es algo que da firmeza para todo lo que se haga
ritualizar de manera apropiada su creencia puede in-       en la vida”. Así me decía un babalawó para indicarme
currir en un trastorno del orden sagrado de las cosas,     cuán edificante era la religiosidad afrocubana para el
que podría trastocar su destino personal. El influjo       ser humano que lucha por mantener la salud física y
de los antepasados se le presenta como una realidad        mental; por conseguir el pan, el techo, el vestido; por
en su vida. Cuando un creyente dice tener un cuadro        mantener una adecuada convivencia familiar y so-
espiritual se refiere a que debe hacer invocaciones y      cial... Pensar que un creyente afrocubano es un brujo
ofrendas a sus espíritus tutelares, que los debe convo-    de ceremonias es una imagen bastante difundida por
car en sus rezos aunque ello sea para iniciar plegarias    una literatura folklorista y de propaganda dirigida a
a dioses (orishas) y que debe procurar la pureza de esas   lectores extranjeros ávidos de las rarezas del trópico,
almas con distintos procedimientos litúrgicos. Sabe        literatura que no cuadra con las realidades de la vida
que para mantener esa protección espiritual debe dis-      religiosa. Aunque estas mismas letras, cuando han
poner entre los quehaceres diarios espacios para esas      hecho escarceos por el ámbito de la reflexión, hablan
atenciones; medir con intuición momentos de dificul-       de la falta de sentido de realidad de los creyentes, una
tad en su vida ordinaria en que debe dar el delgado        carencia que más bien sería imputable a su tipo de
paso de lo profano a lo sagrado para apelar al favor de    escritura, que presenta la africanía religiosa de Cuba
estas fuerzas, evitar otras influencias que rondan su      como si fuese un exótico son para turistas.
andar en la convivencia social que tantas impurezas
acarrea y, con ello, ser precavido en determinados
tratos y con determinada gente; someterse a una            2.
continua purificación que le traiga la asistencia de
sus ancestros espirituales a sus problemas de salud,       Hablar de religiones afrocubanas es irse por la inmen-
tranquilidad y desenvolvimiento; obedecer a los ta-        sa fronda de los cultos que dejaron los antepasados
búes que le impone el imperio de seres espirituales        africanos traídos a Cuba como esclavos en siglos pa-
bajo el que toma realidad su destino.                      sados, cultos que después fueron perpetuados por los

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Eduardo Espinosa


creyentes de este tipo de fe. Abundan las variedades          mentos nacidos del pacto con esa entidad sagrada que
de mitología, creencias y ritos en la vida religiosa afro-    es el monte, rica en energías que podían activar a los
cubana. No obstante, los especialistas han contem-            espíritus.
plado la tipologización de ese universo heteróclito de            Al someterme al proceso ritual la disposición de las
sistemas religiosos en siete variantes: regla de ocha         casas templos o de culto se me aclaró en la mente. Hay
(santería); regla conga (o palo monte o regla mayombe,        cuatro espacios simbólicos que constituyen sólo par-
que a la vez contempla las subvariantes brillumba y           tes de una sola vida religiosa. Uno es el de los orishas
kimbisa, muy particulares dentro de lo que es el uni-         o dioses de la regla de ocha, que se le representa en
verso de este tipo de práctica); abakuá; arará; iyesá;        receptáculos y otro tipos de imágenes alegóricas al
vudú y gangá longobá. Entre todas esas variantes, la          poder de estas deidades. El segundo es el ámbito de la
santería y el palo monte, una de ascendencia yoruba           emblemática de los santos católicos que están asocia-
y la otra conga, son las más difundidas dentro del            dos de modo sincrético con los orishas. El tercero es el
territorio nacional; los otros tipos de religiosidad se       área dedicada a la bóveda espiritual, donde se entre-
encuentran localizados en zonas culturales muy es-            tejen fetiches congos y emblemas dedicados a Eggún,
pecíficas. En cambio, esto último no es óbice para            entidad que simboliza a las ánimas de los antepasados,
señalar la interpenetración de todas estas variantes.         también se mezclan atributos que corresponden al es-
    En la investigación que realicé a inicios de la dé-       piritismo kardeceano. El cuarto lo constituye el área
cada de 1990, me di a la tarea de ponerme en contacto         conga, de palo monte, en la que se da sitio a la emble-
con la vida religiosa de la santería en la parte occidental   mática sagrada que nos habla de los poderes de dis-
del país. Encontré que se trataba de una variedad de          tintas materias asociadas al trabajo con los muertos,
la religiosidad afrocubana donde se fundían los cultos        con los que el creyente comercia directamente los
del palo monte, del creyente denominado palero. Como          dones de la plenitud vital.
bien me decía un viejo oriaté “no hay santero que se              Esta disposición simbólica de la casa templo, donde
respete, si a la vez no es palero”. Esa divisa la distinguí   el santero hace sus ritos y atiende a otros creyentes y
como uno de los fundamentos esenciales de la prác-            a clientes, es tipológica. Ella puede tener variacio-
tica religiosa investigada. Al punto de poderse hablar        nes, pero una cosa enlaza toda esta composición de
de una vida religiosa en la que se funden en una sola         atributos sagrados: el significado que se le confiere a
pieza lo congo y lo lucumí, la ascendencia yoruba y la        los espíritus en la vida ritual y en la ritualización de la
raíz conga. Una santería que, en lo fundamental, no           creencia en los poderes sagrados.
prescinde del palo monte por la concepción que tiene              En la santería rige el principio general de ikú lobi
del papel decisivo del contacto litúrgico con los espí-       ocha. Este adagio yoruba literalmente quiere decir que
ritus.                                                        el muerto (ikú) parió al santo (orisha u ocha); pero en
    Al estar en la casa de cualquier santero uno puede        su cabal significado nos dice que sin el auxilio de los
cautivarse por la belleza del arreglo de sus orishas,         muertos no es posible conseguir el favor de los dioses
pero en el cuarto fambá tendrá los sobrecogedores             u orishas. Es decir, los espíritus de los antepasados
atributos congos, de palo monte. Conocí a muchos              se convierten en una especie de mediadores entre los
santeros que hablaban de la importancia que en su re-         hombres y los dioses, y en propiciatorios de la acción
lación con los seres sagrados tenían los fundamentos          de los últimos. Son agentes muy cercanos a la per-
de palo monte. En los inicios de mi pesquisa mi afán          sona, aficionados a las cosas de los vivos y afectos a
clasificatorio no pudo explicar esta fusión. Me decía:        actuar sobre ellos. Desde su plano invisible son testigos
¿estos individuos o son santeros o son paleros? ¿Yo           y partícipes del destino humano. Esto los convierte en
mismo, en qué clase de práctica estoy? Hasta que un           un elemento importante para la procuración del bien
día después de una consulta con mi padrino caí en la          y del mal, y para la revelación de eventos muy sensi-
cuenta de que se trataba de una sola pieza de vida            bles en las líneas de la suerte que sigue la vida de un
religiosa, que fundía dos variantes de la religiosidad        individuo concreto.
afrocubana, que se podían dar separadas —tal como                 Los orishas son, por excelencia, los dioses de esta
hablaba de ellas la literatura—, pero que en el hecho         vida religiosa. A ellos se les significa como ánimas uni-
socioreligioso que tenía ante mí se fundían en una sola       versales, como espíritus superiores que marcan la
arquitectura, una sola construcción de los poderes            inserción del hombre dentro del mundo en el que
sagrados. Desde su estera, después de haber ejecu-            lucha por la salud, la tranquilidad sicológica y el de-
tado un rito de santería, mi padrino me hablaba de la         senvolvimiento social. Para estabilizar la precarie-
conveniencia de contactar a los espíritus por la vía          dad de estos dones de la plenitud vital el creyente
conga y de la potencia material que tenían los funda-         recurre a ellos. Sus poderes sagrados están cifrados

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En compañía de los espíritus


en los emblemas u objetos de culto que en sucesivos         Mucho se ha dicho de este sincretismo, de sus con-
pasos iniciáticos recibe el fiel y que aparecen en luga-    dicionamientos sociales a lo largo de la historia; pero
res diferenciados de la casa (la disposición más común      una lógica de la ejecución de la creencia es la que da
que he observado es detrás de la puerta y en el canas-      la posibilidad para que exista la fusión de represen-
tillero).                                                   taciones culturales tan distantes.
    En la adoración a estas deidades se les contempla           El creyente afrocubano adora en los santos católi-
como espíritus antropomorfos, con las mismas virtudes       cos a ánimas cósmicas que relaciona con el poder que
y debilidades que cualquier hombre: caprichosos y           tiene la espiritualidad de cada orisha. Los santos ca-
obedientes, volubles y tenaces, rectos y tramposos,         tólicos son de esos espíritus que le rodean y que
altaneros y modestos, tiernos y violentos. Un sinfín de     actúan asociados con los orishas desde ese lado in-
características humanas colma la representación que         visible de la vida desde donde se organiza toda la
se hace de estos seres que organizan el concierto de las    influencia cósmica que recae sobre la persona, que
fuerzas cósmicas y las reglas de la convivencia huma-       marca su destino. Es por ello que cuando el ritual pasa
na. Son en sí mismos ánimas universales que hablan          por este espacio simbólico del culto dentro de la casa
de lo complicada y diversa que es la humanidad, así         templo, o cuando el creyente hace invocación en el
como de lo tornadiza, inestable, que es la fortuna de       templo católico, o simplemente se encomienda a los
los hombres. Pues ellos mismos hacen oscilar sus po-        santos, éstos se confunden, se les trata indistinta-
derosas fuerzas entre lo terrible y lo próspero, entre la   mente como si fuesen el orisha mismo, lo cual no su-
bendición y el castigo.                                     cede en otras esferas del culto, en las que la apelación
    La concreción en materias de poder (animales, mi-       se hace directamente a las fuerzas sagradas de origen
nerales y vegetales) de la fuerza superior del orisha, es   africano. De la observación de esa parte, la más sin-
decir los objetos de culto (fundamento de santo, eleke      crética y visible del culto, viene el nombre por el que
e iddé —los principales—) que recibe cada creyente, no      esta religión se adscribe a la vida nacional como
se debe confundir con el orisha mismo. A través de ese      santería.
objeto adora un dios que tiene un perfil espiritual, de         Una tercera esfera del simbolismo de la santería la
ánima cósmica que en forma más o menos humanoi-             constituye la parte espiritual del culto, en la que se
de actuará sobre su vida. Estos orishas tienen un           asocia la misa de origen africano para convocar a los
pasado mítico que los sitúa como reyes, guerreros y         finados y la sesión espiritual de raíz occidental, kar-
hombres que contribuyeron a la formación de la hu-          deceana. Se materializa en la bóveda espiritual. Ella es
manidad y de la convivencia civilizada. A ellos están       la concreción emblemática de la idea de la comunica-
asociados el dominio de fuerzas y elementos de la           ción con los espíritus. Frente a ella se realizará la misa
naturaleza que devienen materias de poder. El mito          en la que se logrará tal contacto sagrado. Consiste en
siempre sitúa a Elegguá como un niño travieso, anda-        una mesa en la que se colocan vasos transparentes
riego, tramposo, juguetón; pero a la vez obediente con      con agua, de preferencia siete. En uno de ellos, que
los designios de Olofi, el Ser Supremo de la creación,      remata la colocación de los demás, va colocado un
quien le confirió el poder de ser el primero al que se le   crucifijo. Como ya decíamos allí puede aparecer una
rendiría culto en toda ceremonia. A la vez, devino          mezcla de fetiches traídos de distintas tradiciones
dueño de los caminos, regidor de los pasos del hombre       religiosas. Aparecen las fotos de sus antepasados re-
y sus empresas, señor de los virajes del azar, protec-      ligiosos o de su familia, ancestros ilustres para el cre-
tor frente accidentes, riñas y traiciones. A él se aso-     yente y que tienen que ver con la formación de sus
cian un amplio listado de materias poderosas para la        influjos espirituales.
vida ritual, entre ellas son indispensables el coco y           Alrededor de la bóveda gravitan las energías fun-
la jutía.                                                   damentales para la liturgia del contacto místico con
    Como se puede ver, el creyente representa a los         los espíritus. El fundamento de este contacto está
orishas como ánimas cósmicas. Completa esta re-             dado en que cada persona tiene una propensión es-
presentación con el perfil espiritual que le atribuye a     pecial para recibir sobre su destino el apego propi-
los santos católicos, a los cuales se les asocia sincré-    ciatorio o maléfico de los muertos, y a la vez cada
ticamente —por su condición de espíritus, por sus           individuo concreto tiene protectores espirituales es-
obras, milagros y su patronazgo—, con orishas de-           pecíficos. Bajo esta concepción, que desemboca en
terminados. Por ejemplo, a Elegguá se le relaciona con      una liturgia espiritista, se especifica lo que se conoce
el Niño de Atocha, San Antonio de Padua y el Ánima          comúnmente como el cuadro espiritual del creyente,
Sola. Domina en esta esfera del culto de la regla de        que nos habla de su peculiar relación cósmica con los
ocha la fusión cultural del orisha con el santo católico.   espíritus que envuelven su realidad.

84
Eduardo Espinosa


    Despejar el cuadro espiritual del creyente de las       de propiciación para lo que en éste resulte benéfico, y
malas influencias es una tarea ritual contínua a lo         acciones de conjuro para lo que se revele como malé-
largo de su vida. Estos influjos terribles los desata la    fico. Si la persona siente a los orishas y a los santos
propia dualidad de los espíritus, los contactos conta-      católicos con una presencia efectiva que interviene en
minantes con las energías negativas de esos seres y la      su vida, en parte será porque primero ha empezado a
propia impureza que pueda atraerse la persona con           formarse las capacidades extrasensoriales y ex-
la violación de lo sagrado. Para propiciar la acción        traempíricas que le permitan sentir la realidad del
protectora de los orishas, es necesario despejar ese        influjo de los espíritus sobre su vida en forma de un
cuadro espiritual de daños que de éste puedan venir         cuadro espiritual concreto, propio de su ser indi-
sobre la plenitud vital de la persona. Así, todos los ri-   vidual. Por ahí se inicia una vida religiosa hecha al
tuales a los orishas, como procesos de transformación       contacto con seres que trascienden la experiencia
en la vida del creyente, empiezan y terminan por el         común; pero también a ese punto se recurre
trabajo con las ánimas de los antepasados, las cuales       continuamente para sustentar el soporte de la eficacia
se representan bajo el término genérico de Eggún.           simbólica del culto, el sentido de realidad que tiene la
    “El muerto no engaña, ve muy lejos y puede mucho”.      acción de fuerzas superiores a la práctica, con las que
Una expresión parecida a ésta puede surgir de la            es posible enta-blar una relación ritual conveniente
boca de cualquier creyente. Nos habla de las capaci-        para sostener el equilibrio humano en la lucha por la
dades de los muertos para revelar enigmas que pre-          plenitud vital.
sentan los oráculos por los que hablan los orishas              Este ejercicio de lo extrasensorial y de lo extraem-
(obinús y diloggún —sin contar los oráculos de Ifá—).       pírico se esmera en la cuarta esfera de la interacción
Pero también nos habla de la capacidad de actuación         simbólica del creyente afrocubano con lo sagrado, la
que tiene sobre la persona, la cual está bajo el influjo    de los atributos congos o de palo monte. Es aquella en
directo de este tipo de seres, los cuales se conjuntan      la que se representa con sentido de realidad su co-
en la intervención dual de los orishas en el curso del      mercio con los espíritus, sus transacciones con seres
ciclo vital de la persona.                                  espirituales específicos. Un negocio que se fundamen-
    La acción de los malos espíritus y de aquellos que      ta en cuatro principios del palo monte. Los muertos
no han recibido la suficiente atención dentro del           desde su inmaterialidad tienen un imperio sobre los
cuadro espiritual puede ser paralizante para la perso-      vivos, son capaces de someterlos y de hacer sobre ellos
na. Ésta es una de las cosas que más teme un cre-           infinidad de acciones. Ambicionan las cosas materiales
yente. Tal tipo de influencia negativa hace torpe al        que disfrutan los vivos y sienten apego a ese mundo.
cuerpo, dibuja el rechazo a la persona en su propio         Tratar con ellos entonces es fácil, basta que se le ofrez-
rostro, traba la actividad y enferma. Todo ello, porque
se crea una corriente de energía que retrotrae las ca-
pacidades volitivas, las iniciativas del individuo, de-
forma el carácter y empobrece la personalidad. Con
ello el hombre queda arrojado a toda clase de desgracias,
de trastornos de su plenitud vital (salud, tranquilidad
y desenvolvimiento). Esta influencia de los muertos
causa mucho miedo porque termina llevando a la per-
sona a la locura o el desequilibrio síquico, padeci-
mientos ubicados entre los más temidos por el creyente.
    La lucha del creyente por superar de continuo las
circunstancias difíciles de la consecución de los dones
de la plenitud vital, lo llevan a prestar una atención
preferente a sus antepasados. Pero volviendo al ada-
gio fundamental de la santería de ikú lobi ocha, uno se
percatará de la necesidad de recurrir a la liturgia con
los espíritus, como premisa esencial para cualquier
contacto ritual con los orishas. Uno de los primeros
procedimientos antes de emprender rituales que
convoquen a los orishas y antes de iniciar un proceso
ritual a una persona se dilucida el cuadro espiritual
de ella y se trabaja con sus influencias entre acciones

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En compañía de los espíritus


can sus deseos materiales a cambio de lo que, para la
plenitud vital de sí y de otros, ambiciona el creyente.
Y el muerto actuará conforme a las indicaciones litúr-
gicas que se le den en los actos de ofrecimiento.
    Ya aquí la capacidad de acrecentamiento de la
conciencia deja de ser pura percepción para conver-
tirse en transporte a un estado que pone al oficiante a
mano con espíritus concretos. Ellos se representarán
a partir del dominio de soportes concretos que animan
las energías del muerto, que ponen a funcionar su in-
materialidad bajo un control litúrgico. Un cúmulo de
materias de poder (piedras, hierros, palos del monte,
tipos de tierra, restos de cadáveres...) cuidadosamente
seleccionadas, bajo observancias rituales han de reu-         mientos litúrgicos que movilizan las fuerzas cósmicas
nirse para recurrir a las poderosas energías de estos         que gravitan hacia el destino de la persona. Ella en-
seres. Estamos ante el universo litúrgico de los objetos      cuentra en tan enigmática representación de la muerte
de poder del palo monte: las ngangas, la mpaca, los           la posibilidad de negociar con los espíritus la relatividad
fundamentos de las distintas fuerzas cósmicas (Luce-          del bien y el mal, esa misteriosa dualidad que desdobla
ro, Zarabanda, etcétera), los ofoche, los inkisis (inkiso),   a las deidades, a las materias de poder del cosmos y a
bilongo. Una asociación de materia y espíritu repro-          los hombres mismos en su paso finito por la vida.
duce simbólicamente la fuerza de la acción del hombre
que trata de superar sus circunstancias. Es una
conjunción de substancia y ánima que no es la vida,           3.
sino la muerte, el trato con la misteriosa energía de los
muertos para reproducir los dones de la vida en un            Hasta aquí hemos observado algunos entrecruza-
objeto de culto, que más que una cosa es una entidad          mientos culturales que para un lector ajeno a la cul-
espiritual, la cual puede favorecer o perjudicar a algún      tura cubana podrían parecer un disparate. Se pre-
vivo según sea el objetivo de plenitud vital que persiga      guntara con toda razón de dónde salió ese pastiche
el creyen-te para sí o alguno de sus allegados.               formado entre santoral católico y el politeísmo yoruba
    Es por ello que coincido con los creyentes que me         de los orishas. A qué mente se le ocurrió ligar el culto
han dicho acerca de la utilidad litúrgica del palo monte      africano a los antepasados con el moderno espiritismo
para la santería. Si se ha determinado el cuadro es-          de Kardec. Por qué una tradición yoruba se empalma
piritual de la persona, se tiene claro cómo los orishas,      con una de origen congo ¿no son acaso dos pueblos
asociados con los santos católicos, influyen sobre su         diferentes, con culturas disímiles? Para responder a
vida, sólo falta “tener relación con un socio [muerto]        estas preguntas debemos ir al origen de la religiosidad
que sea bien arrestado para que haga lo que uno pueda         afrocubana, que nos remite a tratar someramente la
comerciar con él (...) Hay quien con un fundamento de         formación de los cruces culturales que dieron origen
este tipo puede hacer el mal, hay quien puede hacer el        a la nación.
mal y el bien (...) Pero de todas formas son cosas muy           Los estudios históricos nos presentan el sistema
relativas, lo que es bien para mí, puede ser mal para         de símbolos de las religiones afrocubanas como un
otro”. Así, la presencia del palo monte dentro de la vida     resultado transcultural. Por los imperativos de la nueva
religiosa del santero da un acabado al significado que        realidad, americana, a la que tuvieron que adaptarse
se le confiere a los espíritus dentro del orden cósmico       los primeros portadores de esas creencias y por los
y con ello del manejo litúrgico con los antepasados.          amplísimos intercambios sociales y culturales que se
    Un creyente me decía que sus recursos como pale-          han verificado en la formación y evolución de la nación
ro eran la herramienta que le permitía actuar de modo         cubana, las representaciones de lo sagrado y la propia
más contundente sobre todo lo que estuviera traban-           vida religiosa de origen africano dejó de ser lo que fue
do la plenitud vital. “Del palo parte toda gracia, pero       al otro lado del Atlántico para tomar en esta ribera
también toda desgracia (salación, brujería, revuelta,         americana otra condición. Si originalmente fue un
envidia, mal de ojo, enfermedad, accidente, muerte...).       imaginario que permitió la orientación del africano
Con los muertos se puede hacer cualquier cosa, lo que         recién llegado a la esclavitud de plantaciones, después,
usted quiera”. Trabajar con los recursos del comercio         sobre todo a partir de la abolición de la esclavitud
con los espíritus termina por completar los procedi-          (1888), ha llegado a constituir un sistema simbólico

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que han adoptado aquellos pobladores adscritos como         que concurrieron a la vida social del cubano.
creyentes afrocubanos, de acuerdo con las peculiares            El místico catolicismo español vino a colocar al afri-
denominaciones que ellos mismos utilizan para               cano, malamente evangelizado (Academia de Ciencias
autoadscribirse como hombres de fe, las cuales son en       de Cuba, 1990: 111-114) ante santos católicos que
sí mismas resultados del propio proceso de hibridez.        eran vistos por él como espíritus de antepasados he-
    Esta constitución transcultural de las religiones       roicos y milagrosos, como eran los orishas de ascen-
afrocubanas ha sido un proceso de transacción infor-        dencia yoruba. Ellos venían a constituir una nueva
mativa. Ha sido una labor de creación de nuevos ejes        clase de ánima que podía tener equivalencias con sus
de referencias de la relación del hombre con lo sagrado     dioses. La propia variedad del santoral y la condición
y de la condición sagrada del cosmos en que habita el       espiritual de los santos les permitía asociar el mis-
creyente.                                                   ticismo español con su misticismo politeísta. El santo
    El sistema de símbolos de las religiones afrocuba-      católico se relacionó de modo sincrético con el orisha,
nas es un resultado bricollage (Bastide, 1970). Ha          hasta el punto de llegar a confundirse uno y otro en
asimilado en su corpus informativo, de orientación          algunas partes de la liturgia afrocubana, se convirtió
cósmica, otras representaciones, propias del amplio         en parte de esa población de espíritus que por todas
universo de tradiciones culturales que durante el de-       partes rodea al afrocubano.
cursar histórico se han amasado en el acervo cultural           El misticismo español que consideraba la libera-
que ha formado la nación cubana. Son muchas las             ción del alma, la presencia espectral de las ánimas y
adquisiciones culturales que se hacen para la cons-         esmeraba a través de la misa católica la purificación
trucción del nuevo sentido de la africanía religiosa en     del espíritu de los finados, también sirvió al africano
Cuba. Entre ellos son muy llamativos, para los efec-        y a los continuadores de su tradición religiosa. Reforzó
tos de este trabajo sobre los espíritus, la recuperación    su concepción de la presencia cósmica de los espíritus
del catolicismo un tanto místico que trajo el colono        y su influencia. Con la disgregación de los cultos a
español y el moderno espiritismo de Alanc Kardec,           Eggún, los ritos mortuorios africanos tuvieron que
llegado de Estados Unidos y Europa en las postrime-         buscar complementos ceremoniales en los oficios ca-
rías del siglo pasado.                                      tólicos a los muertos, a quienes a la vez que se les pro-
    La noticia histórica nos dice de lo complicado y        cura la purificación con el alejamiento del ámbito de
esencial que para los africanos era el culto a los es-      los vivos, se les atrae convenientemente —de acuer-
píritus. Este arte era la piedra de toque para garanti-     do con preceptos litúrgicos específicos— para prestar
zar la intervención propicia de los espíritus en la vida    servicios entre los que se hayan situados en el plano
ritual y contaba con liturgias específicas para contac-     de la tierra. Cuando el afrocubano rinde culto a sus
tar con los antepasados. Un arte lleno de los secretos      antepasados lo hace en ritos especiales de origen afri-
y los misterios más profundos de la religión, como los      cano, de espiritismo o en invocación católica, pero de
de las interrelaciones entre el bien y el mal, y entre la   esta última concepción toma la idea de la gracia, la
vida y la muerte, no pudo subsistir íntegramente en         gloria, en que hay que tener a los ancestros familiares
medio de las condiciones del régimen de esclavitud          y el peligro de los muertos desgraciados, con el que se
que dispersó africanos de distintas culturas por el te-     juega para el comercio con los espíritus, que entra a la
rritorio. Es de notar, por ejemplo, que el culto a Eggún    santería por adquisición de la cultura conga.
no llegó a sistematizarse en la santería cubana y que           El espiritismo de raíz kardeceana vino a coronar
algunos de los manejos congos con los espíritus se          algunos aspectos que se difuminaban con la pérdida
hayan extraviado en la memoria cultural para quedar         cultural que implicaba el desarraigo y la incomuni-
sólo en el reporte de tiempos idos. El propio arte          cación con África. Fortaleció el espiritismo negro con
adivinatorio, que dice del destino de la persona y con      el que los africanos y sus descendientes comenzaron
ello da inicio a la dirección que ha de seguir el tra-      a oficiar en América. Garantizó la entrada de un con-
tamiento de los rituales adecuados, requiere de una         junto de creencias y liturgias que fortalecían viejos
esmerada sabiduría en el manejo de las señas que            preceptos africanos sin los cuales no puede verificarse
sobre tal destino nos dan los espíritus. A cada paso,       relación alguna con lo sagrado. Para la divisa santera
por donde tomemos la liturgia afrocubana, será nece-        de ikú lobi ocha, el misticismo español no terminaba de
sario un saber acerca de la acción de los antepasados       cuadrar; pero, con su inicial reconocimiento a los es-
sobre nuestras vidas, un saber que no pudo preservar-       píritus y del contacto del hombre con ellos, el espiritis-
se íntegro y que por eso hubo que restaurarlo entre los     mo kardeceano vino como anillo al dedo. El surtido de
jirones que quedaron de la original africanía religiosa     clasificaciones de las ánimas que organiza la concep-
y con el auxilio bricollage de otras tradiciones de culto   ción del moderno espiritismo sirvió a los afrocubanos

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para determinar la diversidad de influencias, de             necesarias para reproducir sus cultos originales, en-
potencialidades y debilidades cósmicas que podrían           traron a un proceso de transculturación interna, de
localizarse en el cuadro espiritual del creyente.            mezcla coherente en una misma vida religiosa de pro-
    Del espiritismo kardeceano, el creyente afrocubano       cedimientos rituales y creencias de distinto origen.
ha retomado el estilo de su liturgia, pero no la ortodoxia       Si tomamos en cuenta esta premisa histórica, se
de sus procedimientos, ni la idea de templo espiritual.      nos aclara la observación que se puede hacer al ver
La “labor espiritual” para contactar con los espíritus       imbricadas en la densidad de variedades del culto a los
ha sido el principal elemento del espiritismo de origen      espíritus de origen yoruba con otras de origen congo,
africano retomado por el espiritismo moderno. Bajo           muy características de la vida religiosa del santero
ese estilo se desarrolla la sesión litúrgica de contacto     de la parte occidental de Cuba. Esta mixtura congo-
con espíritus que principalmente provienen de la tra-        lucumí, proporciona dos vías de acceso a la comuni-
dición africana. Algunos de los nombres de estos es-         cación con los antepasados, dos modalidades de éxta-
píritus y sus maneras de manifestarse a través de los        sis que permiten entrar en transacción con los muertos.
médiums remiten a su origen africano: Mercedes, Siete        Una a través de las revelaciones de los oráculos por
Sayas; Francisco, Palo Monte; Francisco, El Congo;           donde habla Eggún; la extensa presencia de los muertos
Francisco, Siete Rayos; Mama Lola, La Carabalí; Ca-          que ritualmente debe tomarse en cuenta en los pro-
banda; Anacleto (antiguo príncipe en su tierra africana);    cedimientos de la liturgia santera; los propios ritos a
Babalú Ayé, Zarabanda; Bokongo; etcétera. Pero esta          Eggún; las honras fúnebres; y la palabra de los posesos
liturgia no tiene un carácter africano sólo porque los       (caballos de santo) en el tambor de fundamento —la
antepasados que predominantemente se manifiesten             cual algunos creyentes atribuyen no al trance por el
sean de raíz ancestral, los procedimientos y objetivos       que entran a hablar directamente las deidades, sino a
le dan su carácter especial de misa negra. Se convoca        la toma de la palabra de muertos ligados ancestral-
a esta reunión de fieles cuando se sabe de la necesi-        mente con esas deidades—. La otra, el comercio con
dad de un trabajo con los espíritus. En ella se sigue        los espíritus ligados a las materias de poder que dan
más bien el estilo de búsqueda de contacto con los           concreción a los fundamentos congos; la ligazón del
antepasados, en el que se utilizan materias de puri-         cuadro de influencias espirituales al que cósmica-
ficación del ritual de acuerdo con la concepción afri-       mente está sujeto el creyente con una pluralidad de
cana, y los espíritus que se posesionan del médium           antepasados e influencias espirituales, factores en los
muchas veces accionan con el despliegue de energías          que se profundiza en el esclarecimiento de temas que
propias del trance originario.                               presentan de modo enigmático los medios de adivina-
    Esta misa a los espíritus es lo que se ha denominado     ción a través de la “labor espiritual”, tipo de revelación
espiritismo cruzao (Academia de Ciencias de Cuba,            a la cual dan bastante crédito muchos creyentes. Con
1990: 129) Es socorrida para la determinación del            estas dos vías de acceso al contacto con los espíritus
cuadro espiritual del creyente y el trabajo con ese          se hace más sólida la base del culto de la santería, re-
conjunto de influencias sagradas que recaen sobre él.        ligión afrocubana que fundamenta la ligazón del
Con esto y con el apoyo que esta clase de liturgia presta    hombre concreto, como persona, a la voluntad de los
a la preparación de las energías y las disposiciones del     dioses (orishas), pero que plantea que esta influencia
creyente, se convierte en el punto anterior a pasos          se termina de completar por efecto de los muertos que,
importantes de consagración en santería y de prepa-          con sus alcances desde otro estado, rondan la existen-
ración del creyente para enfrentar conflictivas situa-       cia de los vivos.
ciones vitales. Así, vemos al babalocha afrocubano
recurrir de continuo a esta práctica espiritista con
perfiles yoruba y congo que son indispensables para
completar los registros de la adivinación, para hacer
trabajos de purificación y expiación, para consagrar e
iniciar y para mantener la estabilidad existencial que
el creyente consigue con la ritualización de la creencia
en su vida cotidiana.
    Habría que añadir que la mixtura cultural se hizo
más revuelta en las condiciones de la esclavitud desde
los puntos de embarque de esclavos hasta la sociedad
de plantaciones. Con ello se revolvió a africanos de
distinta procedencia social que, sin las bases sociales

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                                                           nuevo modo con las revelaciones de las ánimas y con
4.                                                         un cambio que esa fiesta opera en su conducta. Ca-
                                                           minos nuevos para su vida se trazarán en la medida en
Hemos visto que son múltiples los contactos que el         que experimente más intensamente el éxtasis. Son
creyente de las religiones afrocubanas tiene con los       en esas dimensiones donde veo el sentido real de
antepasados. Ahora nos fijaremos en dos experiencias       transmutación, el efecto de inversión del orden real
de contacto con las ánimas muy persistentes en la me-      de lo cotidiano, para devolver al hombre a ese orden
moria del creyente de la santería, en la modalidad en      con nuevas potencialidades de pensamiento y acción.
que la analizamos. Una es la comunicación con los          Se trata de una transformación humana, no de un
muertos en las misas del espiritismo cruzao y la otra      festín incontrolado. Hablamos de un festival entre
la posesión de los caballos de santo en el tambor de       hombres y ánimas, en el que rigen estrictos controles
fundamento.                                                de participación y de respeto a la autoridad de las en-
    En ellas, el denominador común es el trance que        tidades sagradas que por la posesión se manifiestan.
viven individuos especialmente preparados para con-           También se verá que son rituales colectivos, pero
tactar con las ánimas. Alrededor de sus transmuta-         no públicos. De una expresión cultural abierta, pero a
ciones esos entes sagrados se manifiestan a los par-       la vez restringida y especializada. En estas liturgias
ticipantes. Ellos serán el centro de una actividad co-     entran iniciados, aleyos, clientes, curiosos y hasta
lectiva en la que los asistentes tomarán parte al cons-    alguno que otro extraño. Pero son razones sagradas
tatar por ellos mismos la presencia y las voces de los     las que llevan a esa apertura de las puertas de donde
seres sagrados que vienen a expresarse directamen-         se va a producir el grandioso festival con los entes sa-
te sobre cosas concernientes a quienes están en el         grados. Son momentos de amplia participación de los
plano de los vivos. De alguna manera, los estados alte-    hombres junto a esos seres. En multitud se les rendirá
rados de conciencia (Goodman, 1988: 5) alcanzarán          reverencia por los creyente y los no creyentes. Estos
no sólo a los médium, sino también a quienes se con-       últimos, que no abrigan ningún tipo de fe, tendrán
gregan en torno a ellos.                                   ante sí un momento que les mueva lo más íntimo de
    Como veremos, un rasgo de esas liturgias es            su humanidad. En cierta ocasión, por delicadeza, in-
controlar que el trance no se vaya hacia excesos de la     vité a una persona catedrática a un tambor a Oshún.
transmutación mental y corporal. Se trata de un            Después me arrepentí porque sabía que mi invitado
control ritual (Goodman, 1988: 17), de mantener el         “no creía ni en la madre de los tomates”.** Así se lo hice
trance dentro del mundo de las reglas (Bastide, 1982:      saber al santero que actuaría como maestro de cere-
108) que gobiernan la vida religiosa de la cultura afro-   monias para comentarle, apenado, la libertad que me
cubana. Ellas indican que la posesión inadecuada del       había tomado para convidar a un extraño. Pero él, con
médium es arriesgada. Se pone coto a tal situación         comprensión, me puso su gruesa mano en el hombro
para evitar la impureza que puedan traer seres que se      y me advirtió: “Esta es una fiesta de todos. Trae a tu
manifiesten de una forma caótica y trastornen los          invitado, que Oshún será tan poderosa que le endul-
fines rituales que se persiguen. Evitar tal impureza       zará el corazón”. Así lo hice y, para mi sorpresa, en el
preserva a los participantes de los desórdenes menta-      transcurso de la fiesta la conducta de mi convidado
les y físicos que tales estados de acrecentamiento del     cambió. En un arrebato de fe fue a saludar a los tam-
trabajo de la mente puede acarrear, sobre todo si se       bores, la misma Oshún lo hizo bailar, le sopló cosas al
considera que ese tipo de ritual se hace con el fin de     oído y le regaló frutas de su trono. Días después me lo
procurarle a los congregados bienestar para su salud       encontré cambiado, empezaba a sufrir una transfor-
y fortaleza de carácter para encarar sus problemas         mación que lo hacía más vital y más humano con sus
morales y sociales.                                        semejantes.
    Se verá que son rituales en los que se produce una        La “labor” del espiritismo cruzao no es un evento
transmutación de la vida cotidiana habitual que lleva      ritual que se realice con mucha frecuencia. Se hace:
la persona; pero no son festividades caóticas, como
pudiera percibirla un extraño a esa cultura. Ellas            •   Para misas de difuntos que son recomendadas
relajan el cuerpo y el espíritu de los participantes, le          por los medios de adivinación de santería o por
hacen vivir momentos de arrobo que movilizan sus                  revelaciones de los espíritus.
emociones y disponen sus capacidades mentales ante            •   Para la determinación o fortalecimiento del
el hecho inusitado de un ánima in terris. Las capa-               cuadro espiritual de la persona, procedimien-
cidades que despliega en la vida diaria por conseguir             to litúrgico que suele anticipar pasos de con-
los fines de la plenitud vital se le plantearán de un             sagración al poder de los orishas —como el

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         asentamiento—, pero que siempre será muy             ciertos aspectos que se le han revelado dudosos en las
         importante para tratar a cualquiera que se so-       consultas a los medios de adivinación. Es decir, no
         meta a los rituales afrocubanos, aunque sea un       puede faltar el interesado.
         simple cliente.                                          El espectro de posibles asistentes se reduce por el
     •   Para esclarecer aspectos que han resultado           concepto que se tiene de casa de culto. Asisten, sobre
         enigmáticos en la consulta a través de los medios    todo, personas que están ligadas con el dueño del
         de adivinación, oráculos que en muchas de sus        lugar por lazos a la casa de un babalocha o iyalocha
         letras recomiendan la consulta a los muertos         común, o por tener relaciones de cierta proximidad
         para llegar a establecer con claridad algún as-      religiosa. Esto tiene su razón sagrada. Se trata de
         pecto del destino del creyente, sobre todo si ese    evitar que tanto la comunicación con los espíritus
         aspecto habla de algún peligro.                      como el cuadro espiritual de los participantes no sea
     •   Para trabajos de exorcismo, fundamentalmen-          manipulado por gente con malas intenciones. Ofrecer
         te de los malos espíritus que le han sido envia-     el cuadro espiritual a los extraños es un peligro muy
         dos a la persona por los recursos de hechicería      serio, ellos tendrían la posibilidad de influir sobre la
         y brujería propios del palo monte.                   persona a través de sus propias ánimas tutelares. Ir a
     •   Para la curación de algún daño físico o mental,      un lugar de poca confianza también puede significar
         sea ocasionado o no por malos espíritus o por        que con la liturgia a los espíritus se recojan malas in-
         bilongos.
     •   Para la preparación espiritual de algún creyente
         que necesite ser consagrado como médium,
         después de tener buen manejo de esta parte del
         culto y usualmente con posterioridad a haber
         recibido algún atributo de regla conga o de san-
         tería (mínimamente, Guerreros).
     •   Para rendir homenaje a los orishas en ocasión de
         festividades que coinciden con la celebración
         de los santos católicos con los que sincretizan,
         en ese evento es usual que se trate de una “labor
         espiritual” para propiciar el bienestar de la casa
         de culto y de los individuos asociados a ella.

    Como se verá se trata de momentos extraordina-            fluencias.
rios en los que se convoca una “labor espiritual”. Se             La “labor espiritual” se realiza a puertas cerradas y
realiza bajo condiciones y manejo de recursos sim-            de preferencia en la noche, la mejor hora para convo-
bólicos que garantizan la posesión (Goodman, 1988:            car a los espíritus. Se procura el total silencio y que no
3). Ella se realiza en forma de una misa en la que ante       haya molestias e interrupciones venidas desde dentro
la bóveda espiritual se convocan los espíritus de los         o fuera de la casa. Una vez que la sesión empieza nadie
antepasados con cánticos, oraciones y ruegos. Siempre         puede entrar o salir. Por eso he visto la convenien-
tiene que estar presente por lo menos un médium, el           cia de escoger casas de doble entrada para reservar
creyente en cuya casa se haga el ritual y una perso-          una de ellas para el acceso de gente profana que llegue
na especializada para dirigir la sesión y controlar al        al lugar y de aquellos que se han retrasado al inicio de
médium. Asisten otros creyentes, clientes y se invitan        la liturgia. De todas formas, la pieza en la que se reali-
a personas que tienen que ver con los objetivos de la         za la sesión permanece cerrada al paso de quienes no
sesión. Por ejemplo, si se va a hacer una misa espiritual     han sido invitados a ella. Estas precauciones se toman
a un difunto por petición de un creyente o cliente, se        para evitar que los influjos que hacen venir a las áni-
convida a todos los familiares del finado. Pero es muy        mas se alteren o que se contamine el lugar con la pre-
importante la presencia de la gente que directamente          sencia de malas influencias o malos espíritus.
será favorecida por el ritual que se haga con los es-             Frente a la bóveda espiritual transcurre la “labor”.
píritus, a quienes se le prestará una atención muy            Allí se inicia la purificación del lugar y de los par-
especial durante la ceremonia. Tiene que estar en el          ticipantes bajo un estricto orden ritual, que parece
lugar quien pide la misa de difuntos, quien le va a de-       anunciar algún libro de Allanc Kardec sobre la mesa
terminar su cuadro espiritual, quien requiere de un           de la bóveda, pero que en realidad obedece a una es-
trabajo de exorcismo, quien necesita aclaración sobre         tricta ordenación de los pasos purificadores ya cono-

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Eduardo Espinosa


cido por los creyentes. Todos los rezos, oraciones,         los participantes, que también recibe frenéticas
cánticos e invocaciones de quien dirige la sesión piden     libaciones de aguardiente que en soplo salen de la
la participación de los presentes y les anuncia que se      boca de quien hace la labor lustral. Al tiempo que se
han de recibir a ánimas que rodean a los hombres, que       hacen más in-tensas las palabras de invocación.
aunque invisibles han de manifestarse y vendrán a              Pero se haga de esta forma o no, la palabra de in-
hacerlo para bien de los convocados. Largas letanías        vocación a los muertos seguirá su ritmo creciente y su
y convocatorias a los espíritus se recitan y a la vez se    recurrencia a las letanías. El uso de hierbas para
le indica a los presentes que ellos, mortales, tienen su    limpieza y del resto de las materias lustrales continua-
propio espíritu, el cual en ese momento debe someter-       rá, sobre todo del humo del tabaco, socorrido recurso
se a toda limpieza de apetitos profanos, sobre todo de      para alejar malas influencias. Aparecerá una densa
aquellos que estén ligados a la malevolencia. Los           neblina de humo y se volverán a dibujar en la frente las
cuerpos empiezan a someterse a la intensidad rítmi-         pequeñas cruces blancas con cascarilla que se pinta-
ca de las letanías e invocaciones y a las limpiezas.        ron al inicio de la liturgia en la frente de los partici-
    Desde el inicio, sobre el lugar y sobre la gente se     pantes. Hay que destacar que el uso de la cascarilla
esparcen la lustral agua bendita y el agua corriente,       desde el comienzo de la “labor” es de suma importan-
los sahumerios de tabaco, la untada del perfume y           cia. Esta materia de poder simboliza la protección del
cascarilla, y las libaciones de aguardiente. Se pide a      creyente frente a los tratos con la muerte y las posi-
los participantes recibir sobre su físico estas mate-       bles malas influencias. Por lo que en algunas sesiones
rias despojándose de toda influencia que pueda haber        espirituales he notado que los creyentes se pintan la
sobre sí con sus propias manos. A los mayores, aun-         cara completa con este polvo blanquecino formado
que no fumen, se les pide encender un tabaco sólo           con la cáscara seca del huevo blanco. De todas formas,
para arrojar su humo. El cuerpo debe estremecerse y         volver a repintar la cruz que se coloca en la frente es
sacudirse, y la mente debe ponerse en la atención a las     de suma importancia cuando ya la ceremonia va lle-
palabras que piden la presencia de los seres espiritua-     gando al momento del contacto de los vivos con los
les y la limpieza del alma propia. Deben quedar claros      muertos.
los objetivos que llevan a esa misa negra y desde el           Llegado a ese punto de fervor, en que crece el im-
principio todos deben pedir, para sus adentros, por         pulso vital hacia el éxtasis, comienzan a producirse
la realización de tales cometidos. Enunciaciones muy        revelaciones entre los creyentes más avezados en el
sentidas harán pensar a los creyentes en el bien y el       contacto con los espíritus. Empiezan a ver, oír y sentir
mal, en el sufrimiento, en el destino de su vida, en sus    sensaciones que vienen de los muertos. Estos mensa-
crisis vitales y en sus angustias. Al hablarse de recibir   jes no se callan, sólo interrumpen el ritmo de las pa-
a los antepasados desfilarán por la mente seres queri-      labras de invocación para ser manifestados a los asis-
dos de la persona que ya se han ido y se pedirá por la      tentes. Muchos de estos mensajes hablan de cosas de
purificación de esos espíritus.                             interés para algunos de los participantes. Son avisos
    Todos están reunidos en cadena. En el centro de         que le dan los finados, generalmente aquellos que
ese círculo he visto colocarse una variedad de objetos      están asociados a su cuadro espiritual. Uno tras otro
rituales o ninguno, según la indicación dada por quien      vienen estos mensajes y con ellos la petición de luz
conduce la ceremonia. Es una decisión tomada para           para los espíritus que están revelando cosas.
hacer más propiciatorio el contacto con los muertos o          En favor de esos espíritus que vienen hablando se
para estimular los estados de ánimo y disposiciones         hacen ruegos por su purificación. La exaltación de los
de los asistentes para invocar los seres espirituales.      ánimos y las palabras de invocación corren con estas
No se trata de objetos para una función pasiva. Los         manifestaciones del éxtasis. Sobre todo si se trata de
congregados tienen que actuar con ellos en el trabajo       noticias provenientes de fallecidos allegados al parti-
con su cuerpo y su mente.                                   cipante a quien le revelan sus visiones por intermedio
    Con tal fin he visto pasar al propio director de la     de una persona entrenada para este tipo de percepción.
ceremonia al centro e ir pasando uno a uno a los pre-          Si es intenso el pesar de esas ánimas se harán más
sentes para limpiarlos, con manojos de hierbas (ge-         esmeradas las invocaciones para que alcancen la gra-
neralmente siete clases de hierbas del monte) que se        cia espiritual, la purificación de su alma. Es el caso de
pasan por los cuerpos. Junto con esas plantas se usa        antepasados muertos en desgracia, antes de tiempo;
agua bendita, agua común, perfume y cascarilla. Pero        o que al partir al reino de los espíritus dejaron situa-
se sacude el cuerpo, se estremece. Otras veces se le        ciones conflictivas entre sus parientes, o gente que en
pasan violentamente estas ramas hasta convertirse           vida fue inescrupulosa y de dudosa moralidad. Junto
en golpes sobre las distintas partes de la hechura de       con todas los súplicas en favor de la beatitud que

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En compañía de los espíritus


puedan conseguir los finados, siguen actuando las                   que lo que esos muertos tan poderosos dicen hay que
purificaciones con las materias de poder que se usan                escucharlo. Y a lo mejor mandan hacer un trabajo en el
de inicio a fin en la “labor”.                                      momento, para resolver algún problema grave de salud o
    Los más avezados saben que el trance se acerca. Lo              de desenvolvimiento entre los presentes.
estimulan con todos los medios a su alcance, sobre
todo con la palabra de invocación. Puede ser que el                 Hay médiums que pasan varios muertos en la misma
médium ya esté en una situación de concentración                    noche. Eso desgasta mucho el organismo de quien lo
mental que absorbe todo su ser al entregarse a las                  hace. Pero si tiene facultades, lo puede hacer. Por eso, a
plegarias y al resto de las acciones litúrgicas. Pero a la          veces, a un médium usted lo está viendo salir del trance
vez, los que más saben de estas posesiones, sobre todo              y vuelve a entrar.
el creyente que actúa como maestro de ceremonias, se
ponen al tanto de lo que pueda suceder, del cauce que               A lo mejor el espíritu que viene se da a la tarea de limpiar
los participantes no entrenados le den al arrobo emo-               la casa y a toda la gente. Y a la vez habla y dice de todo a
tivo y la disposición extática. No sorprende que alguno             todos. Pero eso demora, es tiempo que el muerto está
de ellos caiga en un estado de convulsiones, de desorden            trabajando con el cuerpo del médium.
conductual, de alteración nerviosa o de contracción de
su cuerpo. De inmediato, el director de la misa negra,              Usted lo vio, Mama Lola, La Carabalí, vino bien brava ayer
con el auxilio de algunos participantes de experiencia,             (...) y a todos nos limpió con la lengua y con la boca como
sacarán a la persona fuera del círculo y le prestarán               hace Babalú Ayé, San Lázaro Bendito. Y antes limpió toda
asistencia ritual con rezos y purificaciones para sa-               la casa. Después le hizo el recogimiento al niño que se trajo
carlo de ese estado.                                                a consultar (...) Eso lleva tiempo y es muy importante para
    No cualquiera puede entrar en trance. Se requiere               que alguien lo interrumpa.
tener capacidades que han sido modeladas en la per-
sona por las influencias sagradas y que le son revela-               El espíritu se posesiona del médium gracias a toda
das por la voz de los muertos o por la adivinación de            esa labor de cooperación que se ha logrado con el acre-
ocha. Es necesario que para confirmar el inicio del              centamiento de la conciencia colectiva. Ha llegado a
aprendizaje, y con ello iniciarse en el arte de los mé-          un éxtasis en que su cuerpo pertenece al espíritu que
diums, la persona reciba una prueba que muestre sus              por esta materia se manifiesta. El breve preludio de
facultades para el contacto con los espíritus. Estas             ese estado se localiza en la alteración de la conducta
posesiones desordenadas son esa muestra y el maes-               del médium, las contorsiones de su cuerpo, sus alte-
tro de ceremonias le hace saber de la necesidad que              raciones faciales y la mudanza de la voz. En un ins-
tiene de iniciarse en ese aprendizaje para “pasar                tante, adquiere otro movimiento y con sus propias pa-
muerto”, para prestar su cuerpo a un espíritu. Algunos           labras el muerto se presenta usando el instrumento
creyentes me han manifestado que en esos casos                   vocal del médium. Dice quién es y qué le ha traído a
también puede tratarse de una persona que el santo               estar entre los vivos.
(orisha) lo esté reclamando, o lo que es lo mismo, de                El concurso del consenso colectivo espacia sus
gente que necesita asentarse y esa es la señal que               palabras y sus procedimientos de purificación para
recibe de su dios tutelar.                                       prestar atención al muerto; empero, éstos no cesan
    Ya todo está listo para que algún espíritu se po-            totalmente. Se entabla una conversación entre los
sesione del médium. El frenesí que se ha logrado entre           vivos y el muerto. El rumbo director del intercambio
todos lleva a esa situación esperada por los creyentes           discursivo lo lleva el ser espiritual que se ha presenta-
de experiencia. Los no experimentados y los neófitos             do. Él hace revelaciones y preguntas a los vivos para
no saben que a partir de ese momento la “labor” no               ponerlos ante circunstancias importantes para sus
tendrá para cuando acabar.                                       vidas, sobre todo a aquella persona a quien se le presta
                                                                 una especial atención en la “labor espiritual”, es decir
     Cuando un muerto habla, usted no lo puede mandar            al interesado directo.
     callar, ni puede interrumpir lo que se está haciendo.           El muerto ya posesionado del médium habla, canta,
     Recuerdo que allá en Colón una gente se atrevió a irse a    baila y hace labor purificadora sobre los presentes.
     comer a la cocina y el muerto se puso muy furioso. Le dio   Manifiesta sus apetitos por los dones de los vivos. Se
     palos por todo el cuerpo. Yo pensaba que lo mataba.         le ve saborear el tabaco y el aguardiente que esparce
                                                                 sobre los presentes con soplidos. Se aficiona al per-
     Hay muertos que a veces están hablando hasta que canta      fume y a comidas muy sencillas, que suele mascar y
     el gallo y nadie se va. No sólo por obediencia, sino por-   devolver en escupitajos contra el piso. A veces se les ve

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                                                                              sean los únicos que por su cuerpo se
                                                                              manifiestan.
                                                                                  Los muertos que vienen a expre-
                                                                              sarse son de tres clases. Los ancestros
                                                                              africanos, los antepasados indios y
                                                                              los muertos que fallecieron posterior-
                                                                              mente, a los que Dios permite venir
                                                                              entre los vivos. No he conocido médium
                                                                              que en sesiones espirituales ordina-
                                                                              rias pase muertos malevolentes, que
                                                                              anden desencarnados haciendo de las
                                                                              suyas entre los vivos o que sean mani-
                                                                              pulados por algún recurso de hechi-
                                                                              cería o brujería. Esto sólo lo he expe-
                                                                              rimentado cuando se hace “labor”
                                                                              dirigida al exorcismo, el cual se anti-
                                                                              cipa por una sesión espiritual previa
                                                                              por las buenas ánimas que común-
                                                                              mente se manifiestan o por la palabra
                                                                              de los oráculos de orishas. Ello no
                                                                              quiere decir que en la sesión se per-
                                                                              ciban de otra manera (no por pose-
                                                                              sión) malas influencias espirituales
                                                                              contra las que los muertos que se han
                                                                              posesionado actúan de inmediato. La
                                                                              forma de hacerlo es violenta y anticipa
                                                                              en pequeña escala la intensidad tan
                                                                              aguda de la “labor” de exorcismo. El
                                                                              médium poseído saca fuerzas extraor-
movilizarse por toda la casa para hacer purificaciones,     dinarias, que a veces no se asocian con sus capacidades
pide la cooperación de los presentes a quienes trata        físicas fuera de ese estado, y arremete con hierbas y los
con todo desparpajo. En este sentido, se puede decir        demás ele-mentos purificadores sobre la persona,
que desplaza al maestro de ceremonias. Ahora es quien       para limpiarla. Cuando esto sucede es síntoma de que
ordena la participación de todos, quien concierta la        hay que llegar al exorcismo, que ha de convocarse una
intensidad emocional que se experimenta en el con-          sesión espe-cial para ese fin, la cual tiene mayores
senso colectivo.                                            restricciones de participación, por la intensidad que
    Su forma abierta para revelar las verdades hace         tienen en ella los trances y las energías negativas que
llorar a algunos participantes y produce sentidas re-       se han de neutra-lizar. Aunque puede darse el caso de
flexiones sobre el destino propio entre los congregados.    que en el mo-mento el espíritu haga exorcismo sin que
Excita los ánimos y provoca tristeza cuando presenta        nadie pueda detenerlo, más bien todos los presentes,
mensajes que ha traído de familiares finados de algu-       especialmente el maestro de ceremonias, tendrán que
no de los reunidos. Increpa a actuar a los más retraídos    ayudarlo.
y hasta descarga golpes sobre alguien que merece ser            La otra expresión de la comunicación con ánimas
reprendido por sus faltas. Pero, sobre todo, cuando el      que recuerda ardientemente un creyente es la pose-
muerto se decide a limpiar a la gente y al lugar, lo hace   sión de los caballos de santo en la fiesta sagrada a los
con un vigor extraordinario, fuera de lo común. En ese      orishas, el tambor de fundamento. Esta es una cele-
momento puede que cante sus propias canciones y             bración ritual para rendirle culto a una deidad espe-
rezos, y pida que los demás le hagan coro a su palabra      cífica dentro del politeísmo de la santería. Comúnmente
venida de otro reino.                                       oímos designar esta fiesta como un tambor a Oshún, a
    Aquí se debe distinguir entre los espíritus tutelares   Obatalá, etcétera. Se dice tambor porque con la música
del médium y los espíritus de los que se posesiona          de los tres tambores batá y con la canción ritual que
(Eliade, 1986: 88). Puede ser que se posesione de él        suele acompañarlos, el dios (orisha) al que se le va a
alguno de los primeros, pero eso no quiere decir que        rendir homenaje baja a recibirlo entre los vivos. En la

                                                                                                                  93
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  • 1. ALTERIDADES, 1996 6 (12): Págs. 77-97 En compañía de los espíritus EDUARDO ESPINOSA* A Osvaldo Domecq, ibaé. influjo de los dioses, los espíritus y las materias de A Esther Albuerne, ibaé. poder —los tres tipos de entidades sagradas de estos cultos—. La intensidad de las emociones creció en mi ser y una disposición mental para representarme la Mefistófeles - Tus sentidos, amigo mío, van a inefabilidad de la influencia sagrada que recaía sobre disfrutar más en esta hora que en el la finitud de mi persona se apoderó de mis más íntimos transcurso monótono de un año. Lo que van sentidos para orientar la existencia. Nada de esto lo a cantar los amables Espíritus y las bellas hice por una prueba de laboratorio antropológico con imágenes van a hacerte contemplar no serán mi propia persona, por dramatizar un desdoblamien- ciertamente vanas ilusiones mágicas: se de- to en el otro. Sólo se trató de asumir una vocación por leitará tu olfato, gozará tu paladar y hasta el el contacto con lo sagrado que me venía de infancia y corazón acabará por extasiársete. Y para ello familia. Con esa experiencia crecí como hombre, hice no necesitamos preparativo alguno, puesto amigos entrañables y pude retornar a las cavilaciones que estamos reunidos. ¡Ea! ¡Empezad! intelectuales repitiendo siempre para mi interior una Fausto de Goethe idea del Fausto de Goethe que nos revela que la teoría es gris, que no hay como el árbol verde de la vida. Por aquellos días viví con intenso fervor ese senti- Al escribir estas lineas evoqué con mucho cariño a los miento de estar permanentemente en compañía de los creyentes de las religiones afrocubanas que abrieron espíritus que afecta a todo creyente afrocubano. No mi experiencia al fenómeno del contacto con los espí- era la primera vez que ante mí se presentaba un mé- ritus. Para los que ya están muertos ibaé; para los dium, que veía la intensa transformación sicológica de vivos, aché. los caballos de santo, que escuchaba revelaciones Con cariño los recuerdo a todos. Vienen a mi me- venidas de seres ancestrales que rondaban nuestra moria con un sentimiento más allá del puro agra- efímera presencia en la vida. Pero en esos momentos decimiento que siente el especialista al que ellos le la vehemencia que me sacudía ponía todo mi ser en la permitieron entrar en sus casas y en sus vidas. Ya contemplación de lo que hasta entonces había sido colocado en ese espacio de convivencia, más que en- para mí una extraña fiesta de la imaginación, para tregarme a la rigurosa reflexión intelectual, me di a convertirla en mis adentros en un lazo poderoso que experimentar, a sufrir, a sentir, en mi propia vida el me une al mundo y a los hombres. Al confesarle esta sensación a mi padrino de religión, él me decía que era porque en mi destino la fe religiosa produciría una * Ayudante del Departamento de Antropología de la mudanza, con el impulso de lo espiritual saltaría Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa y profesor de asignatura de la Escuela Nacional de hacia una fase totalmente distinta en mi vida en la Antropología e Historia. que enfrentaría delicadas pruebas y desarrollaría
  • 2. En compañía de los espíritus capacidades que estaban latentes en mi carácter. Hoy, tuadas por las sociedades empíricas con la realidad advierto sus palabras de indicación y consejo. Retorno suprema. Las tenues realidades del mundo social se a la intensidad de aquellos tiempos de descubrimien- fundan en el realissimum sagrado, que está, por defini- to de la realidad de los espíritus. Y en mi conciencia ción más allá de las contingencias de los significados y la una feliz expectativa ante las transformaciones que he actividad humanos (Berger, 1971: 48). experimentado, me traen a la boca el sabor de un verso de Machado que dice del corazón que espera hacia la La religión se constituye en un sistema de símbo- luz o hacia la vida. los (Geertz, 1989). Ellos proporcionan una informa- La rebusca de la humanidad de mis informantes ción que estabiliza la conducta humana frente a una me hizo caer en la cuenta de que algo más allá de mi precariedad cósmica, un caos, que puede llegar a ser pesquisa antropológica me ligaba por designio a la desconcertante. coprensión de la trascendencia sagrada. Fue enton- Como cualquier otro, el sistema de símbolos re- ces que los espíritus comparecieron ante mí con el ligiosos afrocubanos contribuye a la orientación del realismo con que los concibe la mentalidad religiosa hombre frente a las crisis vitales y los problemas afrocubana. Sólo pudo ser así cuando afronté los existenciales. La concepción general que reposa en el contactos con este tipo de ser sin temor y sin los re- fondo de estos símbolos nos explica la precariedad de milgos folkloristas que sienten por esos temas la raza la salud, de la tranquilidad sicológica y del desenvol- de intelectuales cubanos de la que provengo. Enton- vimiento social. Estos dones de la plenitud vital son ces, escuché sus voces. Los vi en la intimidad de mis inestables y efímeros, el hombre debe luchar de con- sueños. Retumbaron en lo recóndito de mi conciencia tinuo por restablecerlos en medio de las distintas sus revelaciones. Los constaté hasta en cada momen- contingencias que alteran su ciclo de vida: enferme- to de mi vida. Hay quien diría que hablar así de los dad, muerte, accidente, lesiones, cambios de edad y espíritus es el resultado de una mente sugestionada actividad social, contrariedades en su convivencia con que sustituye con fantasmagorías la realidad de la que los otros y en su integración en las relaciones sociales. pretende sustraerse. Yo con reserva respeto esas opi- Estas perturbaciones colocan a la persona ante un niones, empero no son las mías. El sentido de reali- conjunto de interrogantes sobre la oscilación entre el dad que los creyentes afrocubanos le dan a las ánimas bien y el mal, el sufrimiento, la finitud de la existencia de sus antepasados los siembra en el reino de este y la limitación de las capacidades del individuo. Supe- mundo, los afirma y los constituye en hombres que rar orientadoramente esas preguntas y las perturba- luchan por transformar el orden de cosas de su per- ciones que de ellas derivan es finalidad esencial para sonalidad y de sus obras. los hombres que se entregan al cultivo de la fe reli- giosa. Ella es la que revela el destino personal de cada hombre, destino que está sujeto al influjo particular 1. que sobre su vida marcan los dioses, los espíritus de los antepasados y las materias de poder asociadas con La religión es una forma de reafirmación del hombre las deidades. Es de cara a esas entidades sagradas, en en la realidad social. Constituye un modo de existen- contacto sagrado con ellas, que el creyente afrocuba- cia en la concurrencia con los otros. Digo esto y pienso no procura la restauración continua de su salud, su cuán útil fue a la humanística la consideración de tranquilidad y su desenvolvimiento. Durkheim (1995) acerca de la vida religiosa. En su Para este hombre de fe, si tan precario son los do- estudio del totemismo asistimos a ese festejo de las nes de la plenitud vital, tan continua es la lucha por disposiciones y los estados de ánimo —ethos— que restablecerlos. Esta consecución se logra a base de la años más tarde Geertz (1989) señalaría como la clave relación con los poderes sagrados que el creyente se del proceso de simbolización de lo sagrado que orienta representa en su sistema de creencias, una continui- al hombre en el mundo. Entre esos estados tramados dad que se logra a través del rito, de la “conducta con- por la mente religiosa se funde una concepción gene- sagrada” (Geertz, 1989: 107). Por ello, para el creyen- ral del mundo, que organiza la precariedad de la finita te, la vida ritual empieza con sus primeros pasos de existencia humana en un cosmos sagrado (Berger, consagración, alcanza la iniciación en los más altos 1971). La representación de la trascendencia de ese misterios de la religión y concluye con su muerte. La cosmos estabiliza la presencia del creyente en sociedad: vida de un creyente es un proceso ritual continuo, que también se extenderá por el amplio universo de las La religión logra una legitimación tan efectiva porque re- prácticas que lo unen a la sociedad. Esta continuidad laciona las precarias construcciones de la realidad efec- se producirá tanto en los ceremoniales masivos a los 78
  • 3. Eduardo Espinosa santos católicos y en los homenajes que se rinden en comparten los creyentes entre sí; pero, al fin y al cabo, las casas templo como en las liturgias que ha de seguir un imperio trascendente a la constatación de los sen- en su vida privada con una periodicidad de un día tras tidos y el registro empírico deberá simbolizarse con un otro; tanto en las celebraciones rituales dirigidas a acrecentamiento del trabajo con las disposiciones de los dioses y espíritus como en la ritualización de la la mente y los estados de ánimo que, en definitiva, se creencia en el poder superior de lo sagrado, que sigue logra con el proceso de entrenamiento litúrgico. Este en cada momento de su vida, sobre todo en aquellos de proceso debe producir una abertura (Eliade, 1994: mayor intimidad (Malinowski, 1982: 64). Los modos 145-146) del cuerpo y de la residencia del hombre en de acción de los ritos (Durkheim, 1995: 32) se extienden la tierra. Tal abertura amoldará los sentidos y la per- por toda la existencia del creyente afrocubano en el cepción del entorno a la concepción de que se vive en mundo, eso lo diferencia del curioso, del aleyo y del un mundo rodeado de ánimas, de que la vida misma cliente. es una presencia espiritual. Es necesario que la idea Amanecer en la casa de un creyente y pasarse en de una trascendencia que domina el destino de la ella todo el día es observar el transcurrir de una vida persona encarne en su cuerpo y se le haga presente en cotidiana en el que, en el hacer de las cosas diarias, se todo lo que le circunda. Así, en su disciplina ritual, el apela a los poderes sagrados. Quizá un largo tiempo afrocubano se somete a los traumatismos iniciáticos. separe a este hombre de las ceremonias al lado de En ellos, las heridas físicas y las dramatizaciones del hermanos de fe o de las celebraciones multitudina- nacimiento simbolizarán aberturas de la gracia de la rias; pero en la intimidad de su hogar se le ve afanado persona a la influencia cósmica de dioses, espíritus y en la organización de homenajes a las deidades, des- materias de poder. de la fiesta y el sacrificio hasta la sencilla ofrenda de Para la colocación extraempírica y extrasensorial flores, tabaco, coco, aguardiente, dulces y otros. del creyente afrocubano ante lo sagrado es esencial la Cuando el lunes principia la semana afrocubana el potencialidad de una múltiple relación del hombre fiel de la santería convocará al primer dios de su re- con las ánimas. Esta potencialidad es reveladora de la ligión, Elegguá, para proporcionarle todas las cosas abertura a lo trascendente y del consenso colectivo que esa deidad ha de comer. Baños lustrales, limpiezas necesario para la eficacia simbólica (Lévi-Strauss, purificadoras, enjuague de perfumes y esencias y la 1992) de la acción del poder superior. El traumatis- elección de ropas adecuadas prepararán la presen- mo que sobre el cuerpo y el entorno de la existencia tación de su persona ante el mundo social. Con eleke marca la experiencia de contacto con los espíritus, al cuello, iddé en la muñeca y resguardo fortificado produce aberturas físicas que veremos más adelante, en el bolsillo, empezarán sus pasos por el mundo de la las cuales abren las puertas de la percepción y la dis- convivencia. En el transcurso del día algún recuerdo posición del creyente a una situación de contacto con puede traerle a la boca el nombre de un antepasado y el poderío de ánimas que le seguirán más allá de los con respeto dirá ibaé. Observará tabúes e indicaciones rituales específicos, energías espirituales que desde derivadas de las revelaciones de los seres superiores su posición invisible actúan en cada paso, en cada durante su andar de sol a sol, y cuando ponga la ca- hecho de la existencia de la persona. De qué manera beza en el sueño que le deja el final de la jornada, las se produce este influjo espiritual sobre los vivos, es imágenes de ese momento de reposo le revelarán algo que explicaremos en el caso de la variante reli- mensajes venidos de un más allá de su experiencia. giosa de la regla de ocha (santería) cubana ligada a los En la continuidad de la vida religiosa el creyente cultos de palo monte. afrocubano debe desarrollar facultades para comu- En el rito y los efectos de ritualización de las creen- nicarse con los seres superiores. Estas facultades lo cias que éste deja para la experiencia cotidiana, se ve- orientan hacia la puesta en contacto con otro estado. rifica la eficacia simbólica de la creencia en los pode- Otra energía y otra representación mental tendrá que res superiores. La variante religiosa que presentare- desplegar para contactar fuerzas cósmicas que tras- mos tiene varios ritos dedicados a los muertos. Dentro cienden su experiencia común, ordinaria, profana de los ritos más complejos que se dedican al culto a (Eliade, 1994: 17). Es por ello que estas facultades sus dioses u orishas, la invocación, conjuro y exorcismo tendrán un carácter extraempírico y extrasensorial. de los espíritus es indispensable. Las más elementales Ellas se lograrán en el continuo ejercicio ritual que co- liturgias y hábitos sagrados que el creyente debe ob- necta la existencia humana con la trascendencia de servar como ritualización de sus creencias en su vida las fuerzas que se representan como rectoras de esa cotidiana, están marcados por la convocatoria a los existencia, un dominio del cosmos legitimado por los antepasados. Toda la vida ritual está bajo el impe- mitos, las leyendas y la propia memoria cultural que rio apodíctico de la experiencia suprasensible de la 79
  • 4. En compañía de los espíritus comunicación con los espíritus que converge con la cuerpo de los médium y otros tantos traumatismos idea general de ese influjo sagrado sobre el destino entre los que se puede señalar la enardecida palabra, personal. Así se fusiona mundo vivido y mundo ima- que puede llegar a ser atrevida e insolente, meten al ginado. El intenso contacto con las ánimas que re- cuerpo y al lugar de la persona en el mundo, en la vuelven los cuerpos de los médium, que causan el esfera, donde se experimenta el poder de las ánimas. arrobo de los que escuchan sus revelaciones, las des- Es decir, para el fiel que no es poseso también hay cargas de palabras y acciones de los posesos sobre los una experiencia de apertura hacia lo sagrado, la cual presentes en la ceremonia, la intensidad con que ac- marca su corporalidad y su colocación en el mundo. túan quienes conjuran la presencia de un espíritu Nunca había caído en cuenta de qué era lo que daba dañino, los mensajes extrasensoriales que a solas sentido de realidad a la presencia cósmica de los espí- recibe el creyente, las incertidumbres que crean los ritus en la vida de los creyentes, incluso en mi propia enigmas de la adivinación que quedan por resolver vida. Tenía un conocimiento que entre lo libresco y lo con la voz de los finados, y el sentido de respeto y dolor vivencial no se había movido de las primeras pala- que modula la enunciación del oficiante cuando invo- bras que Lydia Cabrera señala en el capítulo II de El ca a sus antepasados, están fundidos a la concepción Monte (1989: 31): “‘Donde menos se piensa, hay un general que se tiene de estos seres por su papel en la espíritu.’ ‘No los veremos, pero nos estamos codeando determinación del hado de la persona, finita y par- con los muertos y con los santos a todas horas.’ Nues- ticular, en el orden cósmico. tros negros están convencidos de que vivimos rodea- Esta fusión de lo vivido y lo imaginado da efectivi- dos de espíritus, y de que a su influencia se debe dad a la acción de estas ánimas y las coloca con sen- cuanto malo o bueno les sucede”. tido de realidad en la vida de los creyentes. No sólo Hasta que un día, al reflexionar sobre hechos de la para aquellos que prestan su materialidad a los an- vida religiosa entre creyentes afrocubanos, llegué a un tepasados en extático trance. Todos los fieles que se consenso colectivo que reproducía el significado de la someten a esas prácticas místicas reciben impactos eficacia de la comunicación con los espíritus. Se tra- que cimbran su cuerpo, vivo, ante la presencia de los taba de una noche en casa de mi padrino. En su patio, muertos que hablan de los misterios de la vida, que me había acomodado en una hamaca para conver- escudriñan los problemas que afectan a los que en sar con varios creyentes, aleyos y clientes que habían esta hora tienen su efímera y complicada residencia llegado de visita. Miraba a lo alto del firmamento lleno en la tierra. Flagelaciones, sahumerios, intensidad de de estrellas. En frente una hoguera nos reunía a todos la música sacra, desgarraduras de sus vestimentas, y salvo una vela era la única luz que permanecía en- contactos con una energía fuera de lo común del cendida. “La oscuridad que es buena para tratar con 80
  • 5. Eduardo Espinosa espíritus” —según decía uno de los presentes con le encontraron una mejoría increíble por los médicos. probada experiencia en el culto— trajo hasta la media “Ya ustedes ven, parecía que no iba a hacer el cuento, noche el tema de las ánimas. y mírenme aquí”. Allí cada cual platicaba sus experiencias sobre los El consenso colectivo se constituye en la interac- espíritus, tanto las propias como las que habían re- ción simbólica entre los sujetos que de algún modo cogido del anecdotario de otros creyentes y de las le- participan de la vida religiosa. En esta transmisión de yendas difundidas en el ámbito local. Un ejercicio de experiencias significativas, estos hombres constru- oralidad lleva a aquellos hombres a mostrar ante sus yen el sentido que tiene el impacto de los muertos en interlocutores las crecidas transformaciones corpora- la vida, así como la orientación para conducirse ante les de los médium para enfrentar a espíritus malignos. esas entidades en el amplio espectro de la vida ritual La palabra, que en estos casos no iba sola, se acom- que los concreta, que les da realidad. Esta interacción pañaba de las muestras gestuales de las contiendas simbólica les dispone, en parte, para el traumatismo dramatizadas con esos seres. Mi padrino y un expe- que les produce la experiencia del encuentro con los rimentado palero nos contaban de las vivencias que muertos, la cual, desde sus cuerpos y su lugar físico tienen el tata nganga, el mayordomo y el iniciado y social en el mundo, les abre a tan trascendente con- que pide nganga cuando se internan en la ceremonia tacto. Pero digo que sólo en parte es una preparación nocturna en el cementerio. De ahí se pasó a la lucha porque el choque mismo con la fuerza de los espíritus de fuerzas que el nganglero debe seguir con su prenda es el único recurso que le hará ver a la persona los para dominar al muerto que habita en ella. No faltó seres invisibles que le rodean. Evoco entonces la pa- quien contara, con una expresión entre el arrobo y el labra de un anciano que junto a la lumbre con vigor, pavor, sobre espíritus que se aficionaban a una perso- apoyado firmemente en su bastón, contaba: na para causarle todo tipo de daños y problemas. Se habló de un famoso caballo de santo que antaño había Yo nunca creí en esas cosas de espíritus (...) Siempre me hecho fama en la zona por la intrepidez y la fuerza fí- burlaba de los médium, decía que estaban locos. Hasta sica que se apoderaba de él cuando lo montaba Oggún que un muerto que pasaba un amigo de la casa me agarró Onile. Uno de los presentes, que lo había visto poseí- por los hombros que casi me mata y para que no me bur- do, relató las revelaciones que aquel mensajero de los lara de él peleó a brazo partido con un ser que me traía dioses le había hecho y, mientras lo hacía, recalcaba bastante mal de salud. Dijo quien de mi propia familia me la veracidad de sus palabras y cuánto de cierto le lo había enviado. Para eliminar la influencia de aquel ser habían pronosticado para un futuro, que en ese mo- oscuro se hizo un trabajo muy duro con candela. mento ya era pasado. Tornó la plática a hablar de las Después, me limpiaron con hojas muy tiernas que se transfiguraciones de las personas en trance y de todo marchitaron al momento y con unos huevos de los que el efecto que creaban entre los participantes que se in- salieron gusanos (...) Todas mis ropas las había roto aquel miscuían en el culto. Cada cual imitaba grosso modo espíritu hasta dejarme en cueros. Me hablaba de las cosas esas transfiguraciones corporales, señalando la in- que por entonces hacía, de mis hábitos, de mis faltas, de tensidad con que se manifestaban esos seres. De los problemas entre la gente de mi familia y de mi enfer- aquellos muertos que se posesionaban del cuerpo de medad. Y yo lloré como un niño. Incontables veces me hizo los médium, se elogiaba el de los espíritus de los an- recitar oraciones y palabras en lucumí. Hasta que me tepasados africanos. Se hablaba de un médium que en arrojó al suelo y allí le dio la batalla final al muerto malo la comarca pasaba el espíritu* de un africano, Cabanda, que me afectaba. Aquel hombre [el médium], un negro quien había sido príncipe y brujo en su tierra y quien, chiquito, delgadito y viejo, me levantó del suelo donde cuando venía a disertar entre los vivos, se pasaba de había colocado una firma y me lanzó por los aires. Aquel seis a siete horas hablando, al punto de dejar exhausto cuarto quedó hecho un desbarajuste de cosas que se par- al médium, medio adoloridos a muchos participan- tieron cuando caí del otro lado. Los presentes se lanzaron tes en la sesión espiritual a quienes por sus faltas contra la pared. Él soltó un grito que aún hoy se me erizan e incredulidad reprendía con un bastón de mando, e los pelos cuando recuerdo y la candela subió que por poco impresionados a todos por las limpiezas y revelacio- lo quema todo, pero no incendió más que las hierbas que nes que hacía. Alguien exclamó que la limpieza que un estaban colocadas en el suelo. Volvió a ponerme cascarilla muerto posesionado le había dado con humo de ta- en la cara y las personas que lo auxiliaban me lavaron con baco y aguardiente para aliviarlo de una enfermedad, agua bendita. Vino un despojo final y sentí que mi vida le había producido un desmayo que lo dejó en el suelo había cambiado con aquella experiencia. En los días que si- sin fuerzas. Pero a la vez exclamaba lo milagrosa que guieron, hice al pie de la letra todo lo que el muerto me dijo había sido la curación. Días después fue al hospital y y me fue tan bien que en mi vida todo empezó a ser distinto. 81
  • 6. En compañía de los espíritus Aquella noche en que compartimos tantas expe- Con esto, la religión, bajo peligro de violación del riencias sobre los muertos, yo también sentí que mi orden sagrado, de impureza para la persona e inde- comprensión escatológica de la religiosidad afrocuba- fensión cósmica en que puede caer, lleva los contactos na había cambiado. No sabía por qué. A la luz de una con los hechos de la experiencia más próxima, or- vela, cuando todos se fueron, hice anotaciones que dinaria, profana, al plano de los conceptos últimos complemente al día siguiente. No analicé nada, pre- (Geertz, 1989: 114) con los que se representa el orden ferí saborear aquellas vivencias compartidas entre teleológico de la inserción específica de la persona compañeros de una misma fe. dentro de un influjo cósmico, para el caso, el del cua- El trato ritual con los espíritus persiste en la me- dro espiritual. Hace tenue, pero peligrosa la frontera moria del creyente con todos los rasgos de impresio- que separa lo sagrado de lo profano. Crea un estilo nabilidad que produce el crecimiento de las facultades (régimen) de vida (Geertz, 1989) que le da realidad a extraempíricas y extrasensoriales. Se le convierte en esas ánimas mas allá de los ritos en que se manifies- una representación de instantes que lo ponen ante el tan con todo su poderío, que perpetúa en la vida ordi- poderío infinito de los antepasados sobre su destino, naria las transformaciones que la persona ha vivido y lo que ello significa como hecho concreto será mate- en la liturgia y que, en calidad de creyente, le hacen rial informativo que ha de compartir en la interac- volver al amplio proceso social que le preserva de la ción simbólica con los otros sujetos. Ese trasiego con invasión de lo profano en lo sagrado. el sentido de realidad que se da a los muertos va a Este estilo de vida le da realidad al poder de los engrosar la memoria colectiva que, a través de los antepasados. Impulsa al creyente a actuar conforme recursos de la evocación oral y gestual del drama con a las influencias espirituales que rondan su existencia. las ánimas, vemos difundirse sobre todo en las pláti- Se deriva de su contacto ritual con la trascendencia de cas informales en las casas de culto. las ánimas, pero dirige la atención del individuo con- Este trato con los espíritus hace que el hombre creto a la observancia que debe prestarle a lo sagrado sienta su poder sagrado por esos instantes de inver- para vivir armónicamente en su existencia ordinaria. sión, de tránsito hacia otro estado. Pero sobre todo, Es un estilo de vida constituido por tabúes, manda- ya fuera de la vida ritual le seguirá acompañando esa mientos, recomendaciones, consejas, principios. Ellos herida simbólica que le ha abierto cuerpo y lugar en el orientan al creyente por ese mundo en que avanzan cosmos, para sentir el influjo de las ánimas. sus trabajos y sus días. “La religión no es cosa del El propio rito le recordará de continuo que de no templo, es algo que da firmeza para todo lo que se haga ritualizar de manera apropiada su creencia puede in- en la vida”. Así me decía un babalawó para indicarme currir en un trastorno del orden sagrado de las cosas, cuán edificante era la religiosidad afrocubana para el que podría trastocar su destino personal. El influjo ser humano que lucha por mantener la salud física y de los antepasados se le presenta como una realidad mental; por conseguir el pan, el techo, el vestido; por en su vida. Cuando un creyente dice tener un cuadro mantener una adecuada convivencia familiar y so- espiritual se refiere a que debe hacer invocaciones y cial... Pensar que un creyente afrocubano es un brujo ofrendas a sus espíritus tutelares, que los debe convo- de ceremonias es una imagen bastante difundida por car en sus rezos aunque ello sea para iniciar plegarias una literatura folklorista y de propaganda dirigida a a dioses (orishas) y que debe procurar la pureza de esas lectores extranjeros ávidos de las rarezas del trópico, almas con distintos procedimientos litúrgicos. Sabe literatura que no cuadra con las realidades de la vida que para mantener esa protección espiritual debe dis- religiosa. Aunque estas mismas letras, cuando han poner entre los quehaceres diarios espacios para esas hecho escarceos por el ámbito de la reflexión, hablan atenciones; medir con intuición momentos de dificul- de la falta de sentido de realidad de los creyentes, una tad en su vida ordinaria en que debe dar el delgado carencia que más bien sería imputable a su tipo de paso de lo profano a lo sagrado para apelar al favor de escritura, que presenta la africanía religiosa de Cuba estas fuerzas, evitar otras influencias que rondan su como si fuese un exótico son para turistas. andar en la convivencia social que tantas impurezas acarrea y, con ello, ser precavido en determinados tratos y con determinada gente; someterse a una 2. continua purificación que le traiga la asistencia de sus ancestros espirituales a sus problemas de salud, Hablar de religiones afrocubanas es irse por la inmen- tranquilidad y desenvolvimiento; obedecer a los ta- sa fronda de los cultos que dejaron los antepasados búes que le impone el imperio de seres espirituales africanos traídos a Cuba como esclavos en siglos pa- bajo el que toma realidad su destino. sados, cultos que después fueron perpetuados por los 82
  • 7. Eduardo Espinosa creyentes de este tipo de fe. Abundan las variedades mentos nacidos del pacto con esa entidad sagrada que de mitología, creencias y ritos en la vida religiosa afro- es el monte, rica en energías que podían activar a los cubana. No obstante, los especialistas han contem- espíritus. plado la tipologización de ese universo heteróclito de Al someterme al proceso ritual la disposición de las sistemas religiosos en siete variantes: regla de ocha casas templos o de culto se me aclaró en la mente. Hay (santería); regla conga (o palo monte o regla mayombe, cuatro espacios simbólicos que constituyen sólo par- que a la vez contempla las subvariantes brillumba y tes de una sola vida religiosa. Uno es el de los orishas kimbisa, muy particulares dentro de lo que es el uni- o dioses de la regla de ocha, que se le representa en verso de este tipo de práctica); abakuá; arará; iyesá; receptáculos y otro tipos de imágenes alegóricas al vudú y gangá longobá. Entre todas esas variantes, la poder de estas deidades. El segundo es el ámbito de la santería y el palo monte, una de ascendencia yoruba emblemática de los santos católicos que están asocia- y la otra conga, son las más difundidas dentro del dos de modo sincrético con los orishas. El tercero es el territorio nacional; los otros tipos de religiosidad se área dedicada a la bóveda espiritual, donde se entre- encuentran localizados en zonas culturales muy es- tejen fetiches congos y emblemas dedicados a Eggún, pecíficas. En cambio, esto último no es óbice para entidad que simboliza a las ánimas de los antepasados, señalar la interpenetración de todas estas variantes. también se mezclan atributos que corresponden al es- En la investigación que realicé a inicios de la dé- piritismo kardeceano. El cuarto lo constituye el área cada de 1990, me di a la tarea de ponerme en contacto conga, de palo monte, en la que se da sitio a la emble- con la vida religiosa de la santería en la parte occidental mática sagrada que nos habla de los poderes de dis- del país. Encontré que se trataba de una variedad de tintas materias asociadas al trabajo con los muertos, la religiosidad afrocubana donde se fundían los cultos con los que el creyente comercia directamente los del palo monte, del creyente denominado palero. Como dones de la plenitud vital. bien me decía un viejo oriaté “no hay santero que se Esta disposición simbólica de la casa templo, donde respete, si a la vez no es palero”. Esa divisa la distinguí el santero hace sus ritos y atiende a otros creyentes y como uno de los fundamentos esenciales de la prác- a clientes, es tipológica. Ella puede tener variacio- tica religiosa investigada. Al punto de poderse hablar nes, pero una cosa enlaza toda esta composición de de una vida religiosa en la que se funden en una sola atributos sagrados: el significado que se le confiere a pieza lo congo y lo lucumí, la ascendencia yoruba y la los espíritus en la vida ritual y en la ritualización de la raíz conga. Una santería que, en lo fundamental, no creencia en los poderes sagrados. prescinde del palo monte por la concepción que tiene En la santería rige el principio general de ikú lobi del papel decisivo del contacto litúrgico con los espí- ocha. Este adagio yoruba literalmente quiere decir que ritus. el muerto (ikú) parió al santo (orisha u ocha); pero en Al estar en la casa de cualquier santero uno puede su cabal significado nos dice que sin el auxilio de los cautivarse por la belleza del arreglo de sus orishas, muertos no es posible conseguir el favor de los dioses pero en el cuarto fambá tendrá los sobrecogedores u orishas. Es decir, los espíritus de los antepasados atributos congos, de palo monte. Conocí a muchos se convierten en una especie de mediadores entre los santeros que hablaban de la importancia que en su re- hombres y los dioses, y en propiciatorios de la acción lación con los seres sagrados tenían los fundamentos de los últimos. Son agentes muy cercanos a la per- de palo monte. En los inicios de mi pesquisa mi afán sona, aficionados a las cosas de los vivos y afectos a clasificatorio no pudo explicar esta fusión. Me decía: actuar sobre ellos. Desde su plano invisible son testigos ¿estos individuos o son santeros o son paleros? ¿Yo y partícipes del destino humano. Esto los convierte en mismo, en qué clase de práctica estoy? Hasta que un un elemento importante para la procuración del bien día después de una consulta con mi padrino caí en la y del mal, y para la revelación de eventos muy sensi- cuenta de que se trataba de una sola pieza de vida bles en las líneas de la suerte que sigue la vida de un religiosa, que fundía dos variantes de la religiosidad individuo concreto. afrocubana, que se podían dar separadas —tal como Los orishas son, por excelencia, los dioses de esta hablaba de ellas la literatura—, pero que en el hecho vida religiosa. A ellos se les significa como ánimas uni- socioreligioso que tenía ante mí se fundían en una sola versales, como espíritus superiores que marcan la arquitectura, una sola construcción de los poderes inserción del hombre dentro del mundo en el que sagrados. Desde su estera, después de haber ejecu- lucha por la salud, la tranquilidad sicológica y el de- tado un rito de santería, mi padrino me hablaba de la senvolvimiento social. Para estabilizar la precarie- conveniencia de contactar a los espíritus por la vía dad de estos dones de la plenitud vital el creyente conga y de la potencia material que tenían los funda- recurre a ellos. Sus poderes sagrados están cifrados 83
  • 8. En compañía de los espíritus en los emblemas u objetos de culto que en sucesivos Mucho se ha dicho de este sincretismo, de sus con- pasos iniciáticos recibe el fiel y que aparecen en luga- dicionamientos sociales a lo largo de la historia; pero res diferenciados de la casa (la disposición más común una lógica de la ejecución de la creencia es la que da que he observado es detrás de la puerta y en el canas- la posibilidad para que exista la fusión de represen- tillero). taciones culturales tan distantes. En la adoración a estas deidades se les contempla El creyente afrocubano adora en los santos católi- como espíritus antropomorfos, con las mismas virtudes cos a ánimas cósmicas que relaciona con el poder que y debilidades que cualquier hombre: caprichosos y tiene la espiritualidad de cada orisha. Los santos ca- obedientes, volubles y tenaces, rectos y tramposos, tólicos son de esos espíritus que le rodean y que altaneros y modestos, tiernos y violentos. Un sinfín de actúan asociados con los orishas desde ese lado in- características humanas colma la representación que visible de la vida desde donde se organiza toda la se hace de estos seres que organizan el concierto de las influencia cósmica que recae sobre la persona, que fuerzas cósmicas y las reglas de la convivencia huma- marca su destino. Es por ello que cuando el ritual pasa na. Son en sí mismos ánimas universales que hablan por este espacio simbólico del culto dentro de la casa de lo complicada y diversa que es la humanidad, así templo, o cuando el creyente hace invocación en el como de lo tornadiza, inestable, que es la fortuna de templo católico, o simplemente se encomienda a los los hombres. Pues ellos mismos hacen oscilar sus po- santos, éstos se confunden, se les trata indistinta- derosas fuerzas entre lo terrible y lo próspero, entre la mente como si fuesen el orisha mismo, lo cual no su- bendición y el castigo. cede en otras esferas del culto, en las que la apelación La concreción en materias de poder (animales, mi- se hace directamente a las fuerzas sagradas de origen nerales y vegetales) de la fuerza superior del orisha, es africano. De la observación de esa parte, la más sin- decir los objetos de culto (fundamento de santo, eleke crética y visible del culto, viene el nombre por el que e iddé —los principales—) que recibe cada creyente, no esta religión se adscribe a la vida nacional como se debe confundir con el orisha mismo. A través de ese santería. objeto adora un dios que tiene un perfil espiritual, de Una tercera esfera del simbolismo de la santería la ánima cósmica que en forma más o menos humanoi- constituye la parte espiritual del culto, en la que se de actuará sobre su vida. Estos orishas tienen un asocia la misa de origen africano para convocar a los pasado mítico que los sitúa como reyes, guerreros y finados y la sesión espiritual de raíz occidental, kar- hombres que contribuyeron a la formación de la hu- deceana. Se materializa en la bóveda espiritual. Ella es manidad y de la convivencia civilizada. A ellos están la concreción emblemática de la idea de la comunica- asociados el dominio de fuerzas y elementos de la ción con los espíritus. Frente a ella se realizará la misa naturaleza que devienen materias de poder. El mito en la que se logrará tal contacto sagrado. Consiste en siempre sitúa a Elegguá como un niño travieso, anda- una mesa en la que se colocan vasos transparentes riego, tramposo, juguetón; pero a la vez obediente con con agua, de preferencia siete. En uno de ellos, que los designios de Olofi, el Ser Supremo de la creación, remata la colocación de los demás, va colocado un quien le confirió el poder de ser el primero al que se le crucifijo. Como ya decíamos allí puede aparecer una rendiría culto en toda ceremonia. A la vez, devino mezcla de fetiches traídos de distintas tradiciones dueño de los caminos, regidor de los pasos del hombre religiosas. Aparecen las fotos de sus antepasados re- y sus empresas, señor de los virajes del azar, protec- ligiosos o de su familia, ancestros ilustres para el cre- tor frente accidentes, riñas y traiciones. A él se aso- yente y que tienen que ver con la formación de sus cian un amplio listado de materias poderosas para la influjos espirituales. vida ritual, entre ellas son indispensables el coco y Alrededor de la bóveda gravitan las energías fun- la jutía. damentales para la liturgia del contacto místico con Como se puede ver, el creyente representa a los los espíritus. El fundamento de este contacto está orishas como ánimas cósmicas. Completa esta re- dado en que cada persona tiene una propensión es- presentación con el perfil espiritual que le atribuye a pecial para recibir sobre su destino el apego propi- los santos católicos, a los cuales se les asocia sincré- ciatorio o maléfico de los muertos, y a la vez cada ticamente —por su condición de espíritus, por sus individuo concreto tiene protectores espirituales es- obras, milagros y su patronazgo—, con orishas de- pecíficos. Bajo esta concepción, que desemboca en terminados. Por ejemplo, a Elegguá se le relaciona con una liturgia espiritista, se especifica lo que se conoce el Niño de Atocha, San Antonio de Padua y el Ánima comúnmente como el cuadro espiritual del creyente, Sola. Domina en esta esfera del culto de la regla de que nos habla de su peculiar relación cósmica con los ocha la fusión cultural del orisha con el santo católico. espíritus que envuelven su realidad. 84
  • 9. Eduardo Espinosa Despejar el cuadro espiritual del creyente de las de propiciación para lo que en éste resulte benéfico, y malas influencias es una tarea ritual contínua a lo acciones de conjuro para lo que se revele como malé- largo de su vida. Estos influjos terribles los desata la fico. Si la persona siente a los orishas y a los santos propia dualidad de los espíritus, los contactos conta- católicos con una presencia efectiva que interviene en minantes con las energías negativas de esos seres y la su vida, en parte será porque primero ha empezado a propia impureza que pueda atraerse la persona con formarse las capacidades extrasensoriales y ex- la violación de lo sagrado. Para propiciar la acción traempíricas que le permitan sentir la realidad del protectora de los orishas, es necesario despejar ese influjo de los espíritus sobre su vida en forma de un cuadro espiritual de daños que de éste puedan venir cuadro espiritual concreto, propio de su ser indi- sobre la plenitud vital de la persona. Así, todos los ri- vidual. Por ahí se inicia una vida religiosa hecha al tuales a los orishas, como procesos de transformación contacto con seres que trascienden la experiencia en la vida del creyente, empiezan y terminan por el común; pero también a ese punto se recurre trabajo con las ánimas de los antepasados, las cuales continuamente para sustentar el soporte de la eficacia se representan bajo el término genérico de Eggún. simbólica del culto, el sentido de realidad que tiene la “El muerto no engaña, ve muy lejos y puede mucho”. acción de fuerzas superiores a la práctica, con las que Una expresión parecida a ésta puede surgir de la es posible enta-blar una relación ritual conveniente boca de cualquier creyente. Nos habla de las capaci- para sostener el equilibrio humano en la lucha por la dades de los muertos para revelar enigmas que pre- plenitud vital. sentan los oráculos por los que hablan los orishas Este ejercicio de lo extrasensorial y de lo extraem- (obinús y diloggún —sin contar los oráculos de Ifá—). pírico se esmera en la cuarta esfera de la interacción Pero también nos habla de la capacidad de actuación simbólica del creyente afrocubano con lo sagrado, la que tiene sobre la persona, la cual está bajo el influjo de los atributos congos o de palo monte. Es aquella en directo de este tipo de seres, los cuales se conjuntan la que se representa con sentido de realidad su co- en la intervención dual de los orishas en el curso del mercio con los espíritus, sus transacciones con seres ciclo vital de la persona. espirituales específicos. Un negocio que se fundamen- La acción de los malos espíritus y de aquellos que ta en cuatro principios del palo monte. Los muertos no han recibido la suficiente atención dentro del desde su inmaterialidad tienen un imperio sobre los cuadro espiritual puede ser paralizante para la perso- vivos, son capaces de someterlos y de hacer sobre ellos na. Ésta es una de las cosas que más teme un cre- infinidad de acciones. Ambicionan las cosas materiales yente. Tal tipo de influencia negativa hace torpe al que disfrutan los vivos y sienten apego a ese mundo. cuerpo, dibuja el rechazo a la persona en su propio Tratar con ellos entonces es fácil, basta que se le ofrez- rostro, traba la actividad y enferma. Todo ello, porque se crea una corriente de energía que retrotrae las ca- pacidades volitivas, las iniciativas del individuo, de- forma el carácter y empobrece la personalidad. Con ello el hombre queda arrojado a toda clase de desgracias, de trastornos de su plenitud vital (salud, tranquilidad y desenvolvimiento). Esta influencia de los muertos causa mucho miedo porque termina llevando a la per- sona a la locura o el desequilibrio síquico, padeci- mientos ubicados entre los más temidos por el creyente. La lucha del creyente por superar de continuo las circunstancias difíciles de la consecución de los dones de la plenitud vital, lo llevan a prestar una atención preferente a sus antepasados. Pero volviendo al ada- gio fundamental de la santería de ikú lobi ocha, uno se percatará de la necesidad de recurrir a la liturgia con los espíritus, como premisa esencial para cualquier contacto ritual con los orishas. Uno de los primeros procedimientos antes de emprender rituales que convoquen a los orishas y antes de iniciar un proceso ritual a una persona se dilucida el cuadro espiritual de ella y se trabaja con sus influencias entre acciones 85
  • 10. En compañía de los espíritus can sus deseos materiales a cambio de lo que, para la plenitud vital de sí y de otros, ambiciona el creyente. Y el muerto actuará conforme a las indicaciones litúr- gicas que se le den en los actos de ofrecimiento. Ya aquí la capacidad de acrecentamiento de la conciencia deja de ser pura percepción para conver- tirse en transporte a un estado que pone al oficiante a mano con espíritus concretos. Ellos se representarán a partir del dominio de soportes concretos que animan las energías del muerto, que ponen a funcionar su in- materialidad bajo un control litúrgico. Un cúmulo de materias de poder (piedras, hierros, palos del monte, tipos de tierra, restos de cadáveres...) cuidadosamente seleccionadas, bajo observancias rituales han de reu- mientos litúrgicos que movilizan las fuerzas cósmicas nirse para recurrir a las poderosas energías de estos que gravitan hacia el destino de la persona. Ella en- seres. Estamos ante el universo litúrgico de los objetos cuentra en tan enigmática representación de la muerte de poder del palo monte: las ngangas, la mpaca, los la posibilidad de negociar con los espíritus la relatividad fundamentos de las distintas fuerzas cósmicas (Luce- del bien y el mal, esa misteriosa dualidad que desdobla ro, Zarabanda, etcétera), los ofoche, los inkisis (inkiso), a las deidades, a las materias de poder del cosmos y a bilongo. Una asociación de materia y espíritu repro- los hombres mismos en su paso finito por la vida. duce simbólicamente la fuerza de la acción del hombre que trata de superar sus circunstancias. Es una conjunción de substancia y ánima que no es la vida, 3. sino la muerte, el trato con la misteriosa energía de los muertos para reproducir los dones de la vida en un Hasta aquí hemos observado algunos entrecruza- objeto de culto, que más que una cosa es una entidad mientos culturales que para un lector ajeno a la cul- espiritual, la cual puede favorecer o perjudicar a algún tura cubana podrían parecer un disparate. Se pre- vivo según sea el objetivo de plenitud vital que persiga guntara con toda razón de dónde salió ese pastiche el creyen-te para sí o alguno de sus allegados. formado entre santoral católico y el politeísmo yoruba Es por ello que coincido con los creyentes que me de los orishas. A qué mente se le ocurrió ligar el culto han dicho acerca de la utilidad litúrgica del palo monte africano a los antepasados con el moderno espiritismo para la santería. Si se ha determinado el cuadro es- de Kardec. Por qué una tradición yoruba se empalma piritual de la persona, se tiene claro cómo los orishas, con una de origen congo ¿no son acaso dos pueblos asociados con los santos católicos, influyen sobre su diferentes, con culturas disímiles? Para responder a vida, sólo falta “tener relación con un socio [muerto] estas preguntas debemos ir al origen de la religiosidad que sea bien arrestado para que haga lo que uno pueda afrocubana, que nos remite a tratar someramente la comerciar con él (...) Hay quien con un fundamento de formación de los cruces culturales que dieron origen este tipo puede hacer el mal, hay quien puede hacer el a la nación. mal y el bien (...) Pero de todas formas son cosas muy Los estudios históricos nos presentan el sistema relativas, lo que es bien para mí, puede ser mal para de símbolos de las religiones afrocubanas como un otro”. Así, la presencia del palo monte dentro de la vida resultado transcultural. Por los imperativos de la nueva religiosa del santero da un acabado al significado que realidad, americana, a la que tuvieron que adaptarse se le confiere a los espíritus dentro del orden cósmico los primeros portadores de esas creencias y por los y con ello del manejo litúrgico con los antepasados. amplísimos intercambios sociales y culturales que se Un creyente me decía que sus recursos como pale- han verificado en la formación y evolución de la nación ro eran la herramienta que le permitía actuar de modo cubana, las representaciones de lo sagrado y la propia más contundente sobre todo lo que estuviera traban- vida religiosa de origen africano dejó de ser lo que fue do la plenitud vital. “Del palo parte toda gracia, pero al otro lado del Atlántico para tomar en esta ribera también toda desgracia (salación, brujería, revuelta, americana otra condición. Si originalmente fue un envidia, mal de ojo, enfermedad, accidente, muerte...). imaginario que permitió la orientación del africano Con los muertos se puede hacer cualquier cosa, lo que recién llegado a la esclavitud de plantaciones, después, usted quiera”. Trabajar con los recursos del comercio sobre todo a partir de la abolición de la esclavitud con los espíritus termina por completar los procedi- (1888), ha llegado a constituir un sistema simbólico 86
  • 11. Eduardo Espinosa que han adoptado aquellos pobladores adscritos como que concurrieron a la vida social del cubano. creyentes afrocubanos, de acuerdo con las peculiares El místico catolicismo español vino a colocar al afri- denominaciones que ellos mismos utilizan para cano, malamente evangelizado (Academia de Ciencias autoadscribirse como hombres de fe, las cuales son en de Cuba, 1990: 111-114) ante santos católicos que sí mismas resultados del propio proceso de hibridez. eran vistos por él como espíritus de antepasados he- Esta constitución transcultural de las religiones roicos y milagrosos, como eran los orishas de ascen- afrocubanas ha sido un proceso de transacción infor- dencia yoruba. Ellos venían a constituir una nueva mativa. Ha sido una labor de creación de nuevos ejes clase de ánima que podía tener equivalencias con sus de referencias de la relación del hombre con lo sagrado dioses. La propia variedad del santoral y la condición y de la condición sagrada del cosmos en que habita el espiritual de los santos les permitía asociar el mis- creyente. ticismo español con su misticismo politeísta. El santo El sistema de símbolos de las religiones afrocuba- católico se relacionó de modo sincrético con el orisha, nas es un resultado bricollage (Bastide, 1970). Ha hasta el punto de llegar a confundirse uno y otro en asimilado en su corpus informativo, de orientación algunas partes de la liturgia afrocubana, se convirtió cósmica, otras representaciones, propias del amplio en parte de esa población de espíritus que por todas universo de tradiciones culturales que durante el de- partes rodea al afrocubano. cursar histórico se han amasado en el acervo cultural El misticismo español que consideraba la libera- que ha formado la nación cubana. Son muchas las ción del alma, la presencia espectral de las ánimas y adquisiciones culturales que se hacen para la cons- esmeraba a través de la misa católica la purificación trucción del nuevo sentido de la africanía religiosa en del espíritu de los finados, también sirvió al africano Cuba. Entre ellos son muy llamativos, para los efec- y a los continuadores de su tradición religiosa. Reforzó tos de este trabajo sobre los espíritus, la recuperación su concepción de la presencia cósmica de los espíritus del catolicismo un tanto místico que trajo el colono y su influencia. Con la disgregación de los cultos a español y el moderno espiritismo de Alanc Kardec, Eggún, los ritos mortuorios africanos tuvieron que llegado de Estados Unidos y Europa en las postrime- buscar complementos ceremoniales en los oficios ca- rías del siglo pasado. tólicos a los muertos, a quienes a la vez que se les pro- La noticia histórica nos dice de lo complicado y cura la purificación con el alejamiento del ámbito de esencial que para los africanos era el culto a los es- los vivos, se les atrae convenientemente —de acuer- píritus. Este arte era la piedra de toque para garanti- do con preceptos litúrgicos específicos— para prestar zar la intervención propicia de los espíritus en la vida servicios entre los que se hayan situados en el plano ritual y contaba con liturgias específicas para contac- de la tierra. Cuando el afrocubano rinde culto a sus tar con los antepasados. Un arte lleno de los secretos antepasados lo hace en ritos especiales de origen afri- y los misterios más profundos de la religión, como los cano, de espiritismo o en invocación católica, pero de de las interrelaciones entre el bien y el mal, y entre la esta última concepción toma la idea de la gracia, la vida y la muerte, no pudo subsistir íntegramente en gloria, en que hay que tener a los ancestros familiares medio de las condiciones del régimen de esclavitud y el peligro de los muertos desgraciados, con el que se que dispersó africanos de distintas culturas por el te- juega para el comercio con los espíritus, que entra a la rritorio. Es de notar, por ejemplo, que el culto a Eggún santería por adquisición de la cultura conga. no llegó a sistematizarse en la santería cubana y que El espiritismo de raíz kardeceana vino a coronar algunos de los manejos congos con los espíritus se algunos aspectos que se difuminaban con la pérdida hayan extraviado en la memoria cultural para quedar cultural que implicaba el desarraigo y la incomuni- sólo en el reporte de tiempos idos. El propio arte cación con África. Fortaleció el espiritismo negro con adivinatorio, que dice del destino de la persona y con el que los africanos y sus descendientes comenzaron ello da inicio a la dirección que ha de seguir el tra- a oficiar en América. Garantizó la entrada de un con- tamiento de los rituales adecuados, requiere de una junto de creencias y liturgias que fortalecían viejos esmerada sabiduría en el manejo de las señas que preceptos africanos sin los cuales no puede verificarse sobre tal destino nos dan los espíritus. A cada paso, relación alguna con lo sagrado. Para la divisa santera por donde tomemos la liturgia afrocubana, será nece- de ikú lobi ocha, el misticismo español no terminaba de sario un saber acerca de la acción de los antepasados cuadrar; pero, con su inicial reconocimiento a los es- sobre nuestras vidas, un saber que no pudo preservar- píritus y del contacto del hombre con ellos, el espiritis- se íntegro y que por eso hubo que restaurarlo entre los mo kardeceano vino como anillo al dedo. El surtido de jirones que quedaron de la original africanía religiosa clasificaciones de las ánimas que organiza la concep- y con el auxilio bricollage de otras tradiciones de culto ción del moderno espiritismo sirvió a los afrocubanos 87
  • 12. En compañía de los espíritus para determinar la diversidad de influencias, de necesarias para reproducir sus cultos originales, en- potencialidades y debilidades cósmicas que podrían traron a un proceso de transculturación interna, de localizarse en el cuadro espiritual del creyente. mezcla coherente en una misma vida religiosa de pro- Del espiritismo kardeceano, el creyente afrocubano cedimientos rituales y creencias de distinto origen. ha retomado el estilo de su liturgia, pero no la ortodoxia Si tomamos en cuenta esta premisa histórica, se de sus procedimientos, ni la idea de templo espiritual. nos aclara la observación que se puede hacer al ver La “labor espiritual” para contactar con los espíritus imbricadas en la densidad de variedades del culto a los ha sido el principal elemento del espiritismo de origen espíritus de origen yoruba con otras de origen congo, africano retomado por el espiritismo moderno. Bajo muy características de la vida religiosa del santero ese estilo se desarrolla la sesión litúrgica de contacto de la parte occidental de Cuba. Esta mixtura congo- con espíritus que principalmente provienen de la tra- lucumí, proporciona dos vías de acceso a la comuni- dición africana. Algunos de los nombres de estos es- cación con los antepasados, dos modalidades de éxta- píritus y sus maneras de manifestarse a través de los sis que permiten entrar en transacción con los muertos. médiums remiten a su origen africano: Mercedes, Siete Una a través de las revelaciones de los oráculos por Sayas; Francisco, Palo Monte; Francisco, El Congo; donde habla Eggún; la extensa presencia de los muertos Francisco, Siete Rayos; Mama Lola, La Carabalí; Ca- que ritualmente debe tomarse en cuenta en los pro- banda; Anacleto (antiguo príncipe en su tierra africana); cedimientos de la liturgia santera; los propios ritos a Babalú Ayé, Zarabanda; Bokongo; etcétera. Pero esta Eggún; las honras fúnebres; y la palabra de los posesos liturgia no tiene un carácter africano sólo porque los (caballos de santo) en el tambor de fundamento —la antepasados que predominantemente se manifiesten cual algunos creyentes atribuyen no al trance por el sean de raíz ancestral, los procedimientos y objetivos que entran a hablar directamente las deidades, sino a le dan su carácter especial de misa negra. Se convoca la toma de la palabra de muertos ligados ancestral- a esta reunión de fieles cuando se sabe de la necesi- mente con esas deidades—. La otra, el comercio con dad de un trabajo con los espíritus. En ella se sigue los espíritus ligados a las materias de poder que dan más bien el estilo de búsqueda de contacto con los concreción a los fundamentos congos; la ligazón del antepasados, en el que se utilizan materias de puri- cuadro de influencias espirituales al que cósmica- ficación del ritual de acuerdo con la concepción afri- mente está sujeto el creyente con una pluralidad de cana, y los espíritus que se posesionan del médium antepasados e influencias espirituales, factores en los muchas veces accionan con el despliegue de energías que se profundiza en el esclarecimiento de temas que propias del trance originario. presentan de modo enigmático los medios de adivina- Esta misa a los espíritus es lo que se ha denominado ción a través de la “labor espiritual”, tipo de revelación espiritismo cruzao (Academia de Ciencias de Cuba, a la cual dan bastante crédito muchos creyentes. Con 1990: 129) Es socorrida para la determinación del estas dos vías de acceso al contacto con los espíritus cuadro espiritual del creyente y el trabajo con ese se hace más sólida la base del culto de la santería, re- conjunto de influencias sagradas que recaen sobre él. ligión afrocubana que fundamenta la ligazón del Con esto y con el apoyo que esta clase de liturgia presta hombre concreto, como persona, a la voluntad de los a la preparación de las energías y las disposiciones del dioses (orishas), pero que plantea que esta influencia creyente, se convierte en el punto anterior a pasos se termina de completar por efecto de los muertos que, importantes de consagración en santería y de prepa- con sus alcances desde otro estado, rondan la existen- ración del creyente para enfrentar conflictivas situa- cia de los vivos. ciones vitales. Así, vemos al babalocha afrocubano recurrir de continuo a esta práctica espiritista con perfiles yoruba y congo que son indispensables para completar los registros de la adivinación, para hacer trabajos de purificación y expiación, para consagrar e iniciar y para mantener la estabilidad existencial que el creyente consigue con la ritualización de la creencia en su vida cotidiana. Habría que añadir que la mixtura cultural se hizo más revuelta en las condiciones de la esclavitud desde los puntos de embarque de esclavos hasta la sociedad de plantaciones. Con ello se revolvió a africanos de distinta procedencia social que, sin las bases sociales 88
  • 13. Eduardo Espinosa nuevo modo con las revelaciones de las ánimas y con 4. un cambio que esa fiesta opera en su conducta. Ca- minos nuevos para su vida se trazarán en la medida en Hemos visto que son múltiples los contactos que el que experimente más intensamente el éxtasis. Son creyente de las religiones afrocubanas tiene con los en esas dimensiones donde veo el sentido real de antepasados. Ahora nos fijaremos en dos experiencias transmutación, el efecto de inversión del orden real de contacto con las ánimas muy persistentes en la me- de lo cotidiano, para devolver al hombre a ese orden moria del creyente de la santería, en la modalidad en con nuevas potencialidades de pensamiento y acción. que la analizamos. Una es la comunicación con los Se trata de una transformación humana, no de un muertos en las misas del espiritismo cruzao y la otra festín incontrolado. Hablamos de un festival entre la posesión de los caballos de santo en el tambor de hombres y ánimas, en el que rigen estrictos controles fundamento. de participación y de respeto a la autoridad de las en- En ellas, el denominador común es el trance que tidades sagradas que por la posesión se manifiestan. viven individuos especialmente preparados para con- También se verá que son rituales colectivos, pero tactar con las ánimas. Alrededor de sus transmuta- no públicos. De una expresión cultural abierta, pero a ciones esos entes sagrados se manifiestan a los par- la vez restringida y especializada. En estas liturgias ticipantes. Ellos serán el centro de una actividad co- entran iniciados, aleyos, clientes, curiosos y hasta lectiva en la que los asistentes tomarán parte al cons- alguno que otro extraño. Pero son razones sagradas tatar por ellos mismos la presencia y las voces de los las que llevan a esa apertura de las puertas de donde seres sagrados que vienen a expresarse directamen- se va a producir el grandioso festival con los entes sa- te sobre cosas concernientes a quienes están en el grados. Son momentos de amplia participación de los plano de los vivos. De alguna manera, los estados alte- hombres junto a esos seres. En multitud se les rendirá rados de conciencia (Goodman, 1988: 5) alcanzarán reverencia por los creyente y los no creyentes. Estos no sólo a los médium, sino también a quienes se con- últimos, que no abrigan ningún tipo de fe, tendrán gregan en torno a ellos. ante sí un momento que les mueva lo más íntimo de Como veremos, un rasgo de esas liturgias es su humanidad. En cierta ocasión, por delicadeza, in- controlar que el trance no se vaya hacia excesos de la vité a una persona catedrática a un tambor a Oshún. transmutación mental y corporal. Se trata de un Después me arrepentí porque sabía que mi invitado control ritual (Goodman, 1988: 17), de mantener el “no creía ni en la madre de los tomates”.** Así se lo hice trance dentro del mundo de las reglas (Bastide, 1982: saber al santero que actuaría como maestro de cere- 108) que gobiernan la vida religiosa de la cultura afro- monias para comentarle, apenado, la libertad que me cubana. Ellas indican que la posesión inadecuada del había tomado para convidar a un extraño. Pero él, con médium es arriesgada. Se pone coto a tal situación comprensión, me puso su gruesa mano en el hombro para evitar la impureza que puedan traer seres que se y me advirtió: “Esta es una fiesta de todos. Trae a tu manifiesten de una forma caótica y trastornen los invitado, que Oshún será tan poderosa que le endul- fines rituales que se persiguen. Evitar tal impureza zará el corazón”. Así lo hice y, para mi sorpresa, en el preserva a los participantes de los desórdenes menta- transcurso de la fiesta la conducta de mi convidado les y físicos que tales estados de acrecentamiento del cambió. En un arrebato de fe fue a saludar a los tam- trabajo de la mente puede acarrear, sobre todo si se bores, la misma Oshún lo hizo bailar, le sopló cosas al considera que ese tipo de ritual se hace con el fin de oído y le regaló frutas de su trono. Días después me lo procurarle a los congregados bienestar para su salud encontré cambiado, empezaba a sufrir una transfor- y fortaleza de carácter para encarar sus problemas mación que lo hacía más vital y más humano con sus morales y sociales. semejantes. Se verá que son rituales en los que se produce una La “labor” del espiritismo cruzao no es un evento transmutación de la vida cotidiana habitual que lleva ritual que se realice con mucha frecuencia. Se hace: la persona; pero no son festividades caóticas, como pudiera percibirla un extraño a esa cultura. Ellas • Para misas de difuntos que son recomendadas relajan el cuerpo y el espíritu de los participantes, le por los medios de adivinación de santería o por hacen vivir momentos de arrobo que movilizan sus revelaciones de los espíritus. emociones y disponen sus capacidades mentales ante • Para la determinación o fortalecimiento del el hecho inusitado de un ánima in terris. Las capa- cuadro espiritual de la persona, procedimien- cidades que despliega en la vida diaria por conseguir to litúrgico que suele anticipar pasos de con- los fines de la plenitud vital se le plantearán de un sagración al poder de los orishas —como el 89
  • 14. En compañía de los espíritus asentamiento—, pero que siempre será muy ciertos aspectos que se le han revelado dudosos en las importante para tratar a cualquiera que se so- consultas a los medios de adivinación. Es decir, no meta a los rituales afrocubanos, aunque sea un puede faltar el interesado. simple cliente. El espectro de posibles asistentes se reduce por el • Para esclarecer aspectos que han resultado concepto que se tiene de casa de culto. Asisten, sobre enigmáticos en la consulta a través de los medios todo, personas que están ligadas con el dueño del de adivinación, oráculos que en muchas de sus lugar por lazos a la casa de un babalocha o iyalocha letras recomiendan la consulta a los muertos común, o por tener relaciones de cierta proximidad para llegar a establecer con claridad algún as- religiosa. Esto tiene su razón sagrada. Se trata de pecto del destino del creyente, sobre todo si ese evitar que tanto la comunicación con los espíritus aspecto habla de algún peligro. como el cuadro espiritual de los participantes no sea • Para trabajos de exorcismo, fundamentalmen- manipulado por gente con malas intenciones. Ofrecer te de los malos espíritus que le han sido envia- el cuadro espiritual a los extraños es un peligro muy dos a la persona por los recursos de hechicería serio, ellos tendrían la posibilidad de influir sobre la y brujería propios del palo monte. persona a través de sus propias ánimas tutelares. Ir a • Para la curación de algún daño físico o mental, un lugar de poca confianza también puede significar sea ocasionado o no por malos espíritus o por que con la liturgia a los espíritus se recojan malas in- bilongos. • Para la preparación espiritual de algún creyente que necesite ser consagrado como médium, después de tener buen manejo de esta parte del culto y usualmente con posterioridad a haber recibido algún atributo de regla conga o de san- tería (mínimamente, Guerreros). • Para rendir homenaje a los orishas en ocasión de festividades que coinciden con la celebración de los santos católicos con los que sincretizan, en ese evento es usual que se trate de una “labor espiritual” para propiciar el bienestar de la casa de culto y de los individuos asociados a ella. Como se verá se trata de momentos extraordina- fluencias. rios en los que se convoca una “labor espiritual”. Se La “labor espiritual” se realiza a puertas cerradas y realiza bajo condiciones y manejo de recursos sim- de preferencia en la noche, la mejor hora para convo- bólicos que garantizan la posesión (Goodman, 1988: car a los espíritus. Se procura el total silencio y que no 3). Ella se realiza en forma de una misa en la que ante haya molestias e interrupciones venidas desde dentro la bóveda espiritual se convocan los espíritus de los o fuera de la casa. Una vez que la sesión empieza nadie antepasados con cánticos, oraciones y ruegos. Siempre puede entrar o salir. Por eso he visto la convenien- tiene que estar presente por lo menos un médium, el cia de escoger casas de doble entrada para reservar creyente en cuya casa se haga el ritual y una perso- una de ellas para el acceso de gente profana que llegue na especializada para dirigir la sesión y controlar al al lugar y de aquellos que se han retrasado al inicio de médium. Asisten otros creyentes, clientes y se invitan la liturgia. De todas formas, la pieza en la que se reali- a personas que tienen que ver con los objetivos de la za la sesión permanece cerrada al paso de quienes no sesión. Por ejemplo, si se va a hacer una misa espiritual han sido invitados a ella. Estas precauciones se toman a un difunto por petición de un creyente o cliente, se para evitar que los influjos que hacen venir a las áni- convida a todos los familiares del finado. Pero es muy mas se alteren o que se contamine el lugar con la pre- importante la presencia de la gente que directamente sencia de malas influencias o malos espíritus. será favorecida por el ritual que se haga con los es- Frente a la bóveda espiritual transcurre la “labor”. píritus, a quienes se le prestará una atención muy Allí se inicia la purificación del lugar y de los par- especial durante la ceremonia. Tiene que estar en el ticipantes bajo un estricto orden ritual, que parece lugar quien pide la misa de difuntos, quien le va a de- anunciar algún libro de Allanc Kardec sobre la mesa terminar su cuadro espiritual, quien requiere de un de la bóveda, pero que en realidad obedece a una es- trabajo de exorcismo, quien necesita aclaración sobre tricta ordenación de los pasos purificadores ya cono- 90
  • 15. Eduardo Espinosa cido por los creyentes. Todos los rezos, oraciones, los participantes, que también recibe frenéticas cánticos e invocaciones de quien dirige la sesión piden libaciones de aguardiente que en soplo salen de la la participación de los presentes y les anuncia que se boca de quien hace la labor lustral. Al tiempo que se han de recibir a ánimas que rodean a los hombres, que hacen más in-tensas las palabras de invocación. aunque invisibles han de manifestarse y vendrán a Pero se haga de esta forma o no, la palabra de in- hacerlo para bien de los convocados. Largas letanías vocación a los muertos seguirá su ritmo creciente y su y convocatorias a los espíritus se recitan y a la vez se recurrencia a las letanías. El uso de hierbas para le indica a los presentes que ellos, mortales, tienen su limpieza y del resto de las materias lustrales continua- propio espíritu, el cual en ese momento debe someter- rá, sobre todo del humo del tabaco, socorrido recurso se a toda limpieza de apetitos profanos, sobre todo de para alejar malas influencias. Aparecerá una densa aquellos que estén ligados a la malevolencia. Los neblina de humo y se volverán a dibujar en la frente las cuerpos empiezan a someterse a la intensidad rítmi- pequeñas cruces blancas con cascarilla que se pinta- ca de las letanías e invocaciones y a las limpiezas. ron al inicio de la liturgia en la frente de los partici- Desde el inicio, sobre el lugar y sobre la gente se pantes. Hay que destacar que el uso de la cascarilla esparcen la lustral agua bendita y el agua corriente, desde el comienzo de la “labor” es de suma importan- los sahumerios de tabaco, la untada del perfume y cia. Esta materia de poder simboliza la protección del cascarilla, y las libaciones de aguardiente. Se pide a creyente frente a los tratos con la muerte y las posi- los participantes recibir sobre su físico estas mate- bles malas influencias. Por lo que en algunas sesiones rias despojándose de toda influencia que pueda haber espirituales he notado que los creyentes se pintan la sobre sí con sus propias manos. A los mayores, aun- cara completa con este polvo blanquecino formado que no fumen, se les pide encender un tabaco sólo con la cáscara seca del huevo blanco. De todas formas, para arrojar su humo. El cuerpo debe estremecerse y volver a repintar la cruz que se coloca en la frente es sacudirse, y la mente debe ponerse en la atención a las de suma importancia cuando ya la ceremonia va lle- palabras que piden la presencia de los seres espiritua- gando al momento del contacto de los vivos con los les y la limpieza del alma propia. Deben quedar claros muertos. los objetivos que llevan a esa misa negra y desde el Llegado a ese punto de fervor, en que crece el im- principio todos deben pedir, para sus adentros, por pulso vital hacia el éxtasis, comienzan a producirse la realización de tales cometidos. Enunciaciones muy revelaciones entre los creyentes más avezados en el sentidas harán pensar a los creyentes en el bien y el contacto con los espíritus. Empiezan a ver, oír y sentir mal, en el sufrimiento, en el destino de su vida, en sus sensaciones que vienen de los muertos. Estos mensa- crisis vitales y en sus angustias. Al hablarse de recibir jes no se callan, sólo interrumpen el ritmo de las pa- a los antepasados desfilarán por la mente seres queri- labras de invocación para ser manifestados a los asis- dos de la persona que ya se han ido y se pedirá por la tentes. Muchos de estos mensajes hablan de cosas de purificación de esos espíritus. interés para algunos de los participantes. Son avisos Todos están reunidos en cadena. En el centro de que le dan los finados, generalmente aquellos que ese círculo he visto colocarse una variedad de objetos están asociados a su cuadro espiritual. Uno tras otro rituales o ninguno, según la indicación dada por quien vienen estos mensajes y con ellos la petición de luz conduce la ceremonia. Es una decisión tomada para para los espíritus que están revelando cosas. hacer más propiciatorio el contacto con los muertos o En favor de esos espíritus que vienen hablando se para estimular los estados de ánimo y disposiciones hacen ruegos por su purificación. La exaltación de los de los asistentes para invocar los seres espirituales. ánimos y las palabras de invocación corren con estas No se trata de objetos para una función pasiva. Los manifestaciones del éxtasis. Sobre todo si se trata de congregados tienen que actuar con ellos en el trabajo noticias provenientes de fallecidos allegados al parti- con su cuerpo y su mente. cipante a quien le revelan sus visiones por intermedio Con tal fin he visto pasar al propio director de la de una persona entrenada para este tipo de percepción. ceremonia al centro e ir pasando uno a uno a los pre- Si es intenso el pesar de esas ánimas se harán más sentes para limpiarlos, con manojos de hierbas (ge- esmeradas las invocaciones para que alcancen la gra- neralmente siete clases de hierbas del monte) que se cia espiritual, la purificación de su alma. Es el caso de pasan por los cuerpos. Junto con esas plantas se usa antepasados muertos en desgracia, antes de tiempo; agua bendita, agua común, perfume y cascarilla. Pero o que al partir al reino de los espíritus dejaron situa- se sacude el cuerpo, se estremece. Otras veces se le ciones conflictivas entre sus parientes, o gente que en pasan violentamente estas ramas hasta convertirse vida fue inescrupulosa y de dudosa moralidad. Junto en golpes sobre las distintas partes de la hechura de con todas los súplicas en favor de la beatitud que 91
  • 16. En compañía de los espíritus puedan conseguir los finados, siguen actuando las que lo que esos muertos tan poderosos dicen hay que purificaciones con las materias de poder que se usan escucharlo. Y a lo mejor mandan hacer un trabajo en el de inicio a fin en la “labor”. momento, para resolver algún problema grave de salud o Los más avezados saben que el trance se acerca. Lo de desenvolvimiento entre los presentes. estimulan con todos los medios a su alcance, sobre todo con la palabra de invocación. Puede ser que el Hay médiums que pasan varios muertos en la misma médium ya esté en una situación de concentración noche. Eso desgasta mucho el organismo de quien lo mental que absorbe todo su ser al entregarse a las hace. Pero si tiene facultades, lo puede hacer. Por eso, a plegarias y al resto de las acciones litúrgicas. Pero a la veces, a un médium usted lo está viendo salir del trance vez, los que más saben de estas posesiones, sobre todo y vuelve a entrar. el creyente que actúa como maestro de ceremonias, se ponen al tanto de lo que pueda suceder, del cauce que A lo mejor el espíritu que viene se da a la tarea de limpiar los participantes no entrenados le den al arrobo emo- la casa y a toda la gente. Y a la vez habla y dice de todo a tivo y la disposición extática. No sorprende que alguno todos. Pero eso demora, es tiempo que el muerto está de ellos caiga en un estado de convulsiones, de desorden trabajando con el cuerpo del médium. conductual, de alteración nerviosa o de contracción de su cuerpo. De inmediato, el director de la misa negra, Usted lo vio, Mama Lola, La Carabalí, vino bien brava ayer con el auxilio de algunos participantes de experiencia, (...) y a todos nos limpió con la lengua y con la boca como sacarán a la persona fuera del círculo y le prestarán hace Babalú Ayé, San Lázaro Bendito. Y antes limpió toda asistencia ritual con rezos y purificaciones para sa- la casa. Después le hizo el recogimiento al niño que se trajo carlo de ese estado. a consultar (...) Eso lleva tiempo y es muy importante para No cualquiera puede entrar en trance. Se requiere que alguien lo interrumpa. tener capacidades que han sido modeladas en la per- sona por las influencias sagradas y que le son revela- El espíritu se posesiona del médium gracias a toda das por la voz de los muertos o por la adivinación de esa labor de cooperación que se ha logrado con el acre- ocha. Es necesario que para confirmar el inicio del centamiento de la conciencia colectiva. Ha llegado a aprendizaje, y con ello iniciarse en el arte de los mé- un éxtasis en que su cuerpo pertenece al espíritu que diums, la persona reciba una prueba que muestre sus por esta materia se manifiesta. El breve preludio de facultades para el contacto con los espíritus. Estas ese estado se localiza en la alteración de la conducta posesiones desordenadas son esa muestra y el maes- del médium, las contorsiones de su cuerpo, sus alte- tro de ceremonias le hace saber de la necesidad que raciones faciales y la mudanza de la voz. En un ins- tiene de iniciarse en ese aprendizaje para “pasar tante, adquiere otro movimiento y con sus propias pa- muerto”, para prestar su cuerpo a un espíritu. Algunos labras el muerto se presenta usando el instrumento creyentes me han manifestado que en esos casos vocal del médium. Dice quién es y qué le ha traído a también puede tratarse de una persona que el santo estar entre los vivos. (orisha) lo esté reclamando, o lo que es lo mismo, de El concurso del consenso colectivo espacia sus gente que necesita asentarse y esa es la señal que palabras y sus procedimientos de purificación para recibe de su dios tutelar. prestar atención al muerto; empero, éstos no cesan Ya todo está listo para que algún espíritu se po- totalmente. Se entabla una conversación entre los sesione del médium. El frenesí que se ha logrado entre vivos y el muerto. El rumbo director del intercambio todos lleva a esa situación esperada por los creyentes discursivo lo lleva el ser espiritual que se ha presenta- de experiencia. Los no experimentados y los neófitos do. Él hace revelaciones y preguntas a los vivos para no saben que a partir de ese momento la “labor” no ponerlos ante circunstancias importantes para sus tendrá para cuando acabar. vidas, sobre todo a aquella persona a quien se le presta una especial atención en la “labor espiritual”, es decir Cuando un muerto habla, usted no lo puede mandar al interesado directo. callar, ni puede interrumpir lo que se está haciendo. El muerto ya posesionado del médium habla, canta, Recuerdo que allá en Colón una gente se atrevió a irse a baila y hace labor purificadora sobre los presentes. comer a la cocina y el muerto se puso muy furioso. Le dio Manifiesta sus apetitos por los dones de los vivos. Se palos por todo el cuerpo. Yo pensaba que lo mataba. le ve saborear el tabaco y el aguardiente que esparce sobre los presentes con soplidos. Se aficiona al per- Hay muertos que a veces están hablando hasta que canta fume y a comidas muy sencillas, que suele mascar y el gallo y nadie se va. No sólo por obediencia, sino por- devolver en escupitajos contra el piso. A veces se les ve 92
  • 17. Eduardo Espinosa sean los únicos que por su cuerpo se manifiestan. Los muertos que vienen a expre- sarse son de tres clases. Los ancestros africanos, los antepasados indios y los muertos que fallecieron posterior- mente, a los que Dios permite venir entre los vivos. No he conocido médium que en sesiones espirituales ordina- rias pase muertos malevolentes, que anden desencarnados haciendo de las suyas entre los vivos o que sean mani- pulados por algún recurso de hechi- cería o brujería. Esto sólo lo he expe- rimentado cuando se hace “labor” dirigida al exorcismo, el cual se anti- cipa por una sesión espiritual previa por las buenas ánimas que común- mente se manifiestan o por la palabra de los oráculos de orishas. Ello no quiere decir que en la sesión se per- ciban de otra manera (no por pose- sión) malas influencias espirituales contra las que los muertos que se han posesionado actúan de inmediato. La forma de hacerlo es violenta y anticipa en pequeña escala la intensidad tan aguda de la “labor” de exorcismo. El médium poseído saca fuerzas extraor- movilizarse por toda la casa para hacer purificaciones, dinarias, que a veces no se asocian con sus capacidades pide la cooperación de los presentes a quienes trata físicas fuera de ese estado, y arremete con hierbas y los con todo desparpajo. En este sentido, se puede decir demás ele-mentos purificadores sobre la persona, que desplaza al maestro de ceremonias. Ahora es quien para limpiarla. Cuando esto sucede es síntoma de que ordena la participación de todos, quien concierta la hay que llegar al exorcismo, que ha de convocarse una intensidad emocional que se experimenta en el con- sesión espe-cial para ese fin, la cual tiene mayores senso colectivo. restricciones de participación, por la intensidad que Su forma abierta para revelar las verdades hace tienen en ella los trances y las energías negativas que llorar a algunos participantes y produce sentidas re- se han de neutra-lizar. Aunque puede darse el caso de flexiones sobre el destino propio entre los congregados. que en el mo-mento el espíritu haga exorcismo sin que Excita los ánimos y provoca tristeza cuando presenta nadie pueda detenerlo, más bien todos los presentes, mensajes que ha traído de familiares finados de algu- especialmente el maestro de ceremonias, tendrán que no de los reunidos. Increpa a actuar a los más retraídos ayudarlo. y hasta descarga golpes sobre alguien que merece ser La otra expresión de la comunicación con ánimas reprendido por sus faltas. Pero, sobre todo, cuando el que recuerda ardientemente un creyente es la pose- muerto se decide a limpiar a la gente y al lugar, lo hace sión de los caballos de santo en la fiesta sagrada a los con un vigor extraordinario, fuera de lo común. En ese orishas, el tambor de fundamento. Esta es una cele- momento puede que cante sus propias canciones y bración ritual para rendirle culto a una deidad espe- rezos, y pida que los demás le hagan coro a su palabra cífica dentro del politeísmo de la santería. Comúnmente venida de otro reino. oímos designar esta fiesta como un tambor a Oshún, a Aquí se debe distinguir entre los espíritus tutelares Obatalá, etcétera. Se dice tambor porque con la música del médium y los espíritus de los que se posesiona de los tres tambores batá y con la canción ritual que (Eliade, 1986: 88). Puede ser que se posesione de él suele acompañarlos, el dios (orisha) al que se le va a alguno de los primeros, pero eso no quiere decir que rendir homenaje baja a recibirlo entre los vivos. En la 93