Mario Guerra, periodista y defensor de la democracia
1. Ensayo de Mario Guerra
Por: Kiara Jiménez
Conocido periodista, orador y charlista. Es recordado por ser un hombre
valeroso y defensor de sus opiniones.
Fue participe y aficionado de tribunas al aire libre; pero fue al convertirse en
autodidacta del periodismo que obtuvo el respeto de sus compatriotas.
La primera intervención notoria de Mario Guerra, acaeció durante el gobierno
de Horacio Vásquez (1924-1930), al oponerse al caciquismo y defender los
sueños de civilidad del pueblo, así lo afirma el periodista e historiador
dominicano,José Antonio NúñezFernández, en su artículo titulado: “Mario
Guerra: periodista, charlista y orador ¡Asesinado!” redactado para el “Diario
Digital”.
En otro orden, el periodista Teódulo Antonio Mercedes, resalta en su escrito:
“Intelectuales dominicanos y el laberinto de su decisión política”, que Mario
Guerra, adjunto a un grupo de pensadores pertenecientes al llamado
“Movimiento Cívico”, sustentaron la candidatura del posterior dirigente, tras
culminar el gobierno de Vásquez. “Comprendió prontamente que su proyecto
y el del nuevo presidente, que tomó posesión el 16 de agosto de 1930, no eran
los mismos”, también señaló Mercedes.
De manera que se afianza en el periódico “El Diario”, de Santiago, y apoya
manifestaciones en contra del gobierno sucesor, presidido por Rafael Leónidas
Trujillo. Tal fue el caso del manifiesto del líder montonero, Desiderio Arias, el
cual se trasladó a los cerros de Gurabo para hacerle oposición a lo que tanto
Arias, como Guerra, entendían, era una dictadura. Por tal razón en 1931, Mario
Guerra, no solo compuso, sino que también repartió en el parque principal de
Santiago, el artículo que expresaba la necesidad de hacerle oposición al
régimen. Como era de esperarse, el tirano mostró su antagonismo y luchó para
que no circulara esa nota; apresando más tarde a Guerra.
Puesto en libertad, figuró en la legación de Haití y fue auxiliado por el audaz
Elliot Lescot, emigrando juntos hacia dicho país.
2. En otras instancias, luego de seis años en el exilio, cometió el error de retornar,
confiado en una promesa de perdón y acogiéndose en garantías de la
dictadura; pero fue engañado y “en 1944, lo fueron a buscar en un vehículo
con placa oficial”,destacó José Antonio Núñez Fernández, “fue apresado y
trasladado a la sección de Jeremías, un campo de La Vega”.
Relatan los historiadores, que fue golpeado, apaleado, exterminado y
finalmente, lanzado a un agujero.
Aquí termina la historia del casi olvidado, Mario Guerra, y se trae a colación
porque debe ser recordado, no solo como un buen escritor y periodista, sino
como un ejemplo de valentía al defender sus ideas en contra de la dictadura
que persistió durante treinta años.
El relato de Guerra es una muestra contundente de censura, pero ¿Hasta
cuándo permitiremos que en nuestra sociedad se promueva este fenómeno?
Culmino resaltando un pensamiento de Abrahán Lincoln “no se puede formar
el carácter y el valor del hombre quitándole su independencia, su libertad y su
iniciativa”.