Este documento describe la importancia del buen trato en las escuelas. El buen trato se basa en sentimientos de amor y afecto que permiten relaciones sanas. Debe ser un objetivo fundamental de docentes, familias y la comunidad ya que garantiza el bienestar de los estudiantes. Se expresa a través de expresiones de afecto, ternura y reconocimiento en el día a día y fortaleciendo las relaciones entre docentes y estudiantes.
2. Capacidades de las personas para cuidarse entre
ellas y hacer frente a las necesidades personales
propias y del otro, manteniendo siempre una
relación afectiva y de amor
Es el conjunto de sentimientos, comportamientos
y representaciones que constituyen la realidad del
amor lo que permite la existencia del fenómeno
del buen trato
Una "Modalidad de convivencia cotidiana que
genera una transformación cultural a partir de
la construcción colectiva de vínculos sanos"
3. Buen
Trato
Ha de ser el objetivo
fundamental de los
docentes, familia, la
comunidad
la forma más segura y eficaz
de garantizar la salud y el
bienestar físico, psicológico y
social de los estudiantes
Se expresa en el
día a día y desde
su experiencia
práctica
4. Fortalecer las
expresiones de
afecto, ternura,
aceptación y
reconocimiento
presentes en el
día a día
Reforzar
relaciones
adecuadas y
alimentar nuevos
entendimientos y
relaciones entre el
Docente y el
Estudiante
Conducir a que el
colegio sea un lugar
libre de cualquier
forma de violencia,
donde se vivan
relaciones
adecuadas, y exista
la posibilidad de
crecimiento y
entendimiento mutuo
5. Es el punto de
partida para el
Buen Trato
Capacidad
de "darse
cuenta“
Es la
esencia del
RESPETO
6. Capacidad de entender y
comprender qué siente,
cómo piensa y por qué
actúa como lo hace el otro
con quien nos relacionamos
Sólo es posible
desarrollarla si hemos
RECONOCIDO al otro
Ayudar a que el estudiante sea
consciente de las repercusiones
provocadas por su conducta,
utilizando expresiones en las que,
por ejemplo, resaltemos que su
amigo está triste o que se siente
mal
Transmitirle que sabemos
cómo se siente, y que
incluso podemos y
queremos compartir sus
sentimientos
8. Comprender lo que el estudiante quiere decir
Tener el tiempo, espacio y lugar adecuado
Favorecer espacios para la reflexión, respetando turnos, evitando
el insulto o la imposición de normas sin dar razones
Las normas deben ser sencillas, justas y mantenerse.
9. Haber coherencia en lo que se expresa y se siente
Expresar nuestros sentimientos de forma adecuada
Conocer que la mayor parte de lo que decimos es no verbal
10. Las características, intereses, necesidades y puntos de vista de
todos y todas son igualmente importantes, no hay otra forma
de resolver las discrepancias que negociando.
Comenzar con un
acuerdo, y no con
una discusión,
involucrando al
estudiante
Explicar su punto
de vista
claramente,
negociar no es
ceder
Tomarse un
momento para
calmarse y
escribir las
soluciones y
acuerdos
11. Elogio y
Reconocimiento,
recordar las cosas que
hacen bien
Concentrarse en
lo que puede
hacer y no en lo
que no puede
Ridiculizar, criticar e
insultar pueden herir
tanto como golpear
No usar la
comparación
negativa
"¡No puedo
hacerlo!", ¿cómo
puede ayudarlo?
12. Tener mucha cautela de cómo proceder de manera de poder
ayudar eficazmente. No sirve tener solo una conversación o
castigar al intimidador, porque esto puede generar que tome
severas represalias contra su víctima por el hecho de haber
hablado
No se trata solo de un problema entre 2 individuos. Es por
eso que es indispensable trabajar el problema con todo el
curso
13. Elaborar normas en conjunto con todos los estudiantes para
regular la intimidación.
Tener conversaciones frecuentes con los estudiantes
respecto a esta problemática.
Integrar y reunir a los padres, mantenerlos al tanto de lo que
acontece con sus hijos.
14. Utilizar metodologías educativas centradas en el aprendizaje
cooperativo.
Tener conversaciones individuales tanto con el intimidador
como el intimidado.