4. PARTICIPACIÓN DEL AUDITORIUM
1. ¿Es cierto que los adolescentes de hoy
son más difíciles? La adolescencia ha sido una
etapa del crecimiento muy difícil en todas las
épocas, pero sí es cierto que los muchachos de
hoy están viviendo muchas cosas en edades más
tempranas, tales como la sexualidad y la
exposición a drogas y alcohol. Esta
generación, además, ha estado marcada por los
cambios de roles entre hombres y mujeres,
por la redefinición de la estructura familiar,
el aumento en el uso de la tecnología y el
exceso de información.
5. 2. Mis hijos están próximos a entrar en la
adolescencia y esta situación me genera mucho
miedo. ¿Qué debo hacer?, ¿cómo la debo
enfrentar? Ese sentimiento que usted llama miedo es
muy común en este momento y la mejor solución para
disminuirlo es confiar en la educación que usted les ha
brindado a sus hijos desde pequeños, continuar con su
responsabilidad de educar y aceptar los cambios que se
aproximan. Hable con sus hijos sobre ellos, y entienda que
para todos en la casa, para usted y para sus hijos,
comenzarán a pasar muchas cosas por primera vez: la
primera salida de noche, la primera fiesta, el primer
amor. También las primeras preguntas por sí mismos, por
su identidad, por su futuro, por el sentido de la vida. Su
labor es acompañarlos en estas experiencias como guía y
apoyo. PARTICIPACIÓN DEL AUDITORIUM
6. 3. Cuando le digo a mi hijo mayor de 18
años que debe acompañar a su hermana
de 15 años a las fiestas en la noche y que
debe cuidarla, se molesta y peleamos.
¿Cómo puedo lograr que la acompañe sin
discutir? Los padres tienden a obligar al hijo
mayor a cuidar a los menores, más si se trata
de un hombre y una mujer. No pretenda que su
hijo sea el padre de la hermana en ausencia de
ustedes, él también es un adolescente, tiene
sus amigos, sus fiestas y seguramente no
querrá asumir responsabilidades que no le
correspondan.
7. Es probable que considere muy pequeños a
las amigas o amigos de su hija. Ella, además,
puede sentir que usted no confía en ella.
Todas estas discusiones pueden aumentar las
rivalidades y los celos entre sus hijos, si los
hay. Pregúnteles primero si desean ir juntos a
alguna fiesta, hablen sobre el tema y lleguen
a algún acuerdo. Tal vez por decisión de ellos
y no por imposición, aprendan a divertirse
juntos.
8. 4. Mi hijo de 13 años y mi esposo pelean
muchísimo. Yo no sé si intervenir o hablar con cada
uno por separado. ¿Qué debo hacer? La solución no
es dejarse involucrar usted también en las discusiones. Lo
mejor es tratar de hablar con su esposo para que sea él
quien dé el primer paso para mejorar la relación. Ya que
él es el adulto quien con su ejemplo debe formar a los
hijos. Identifique las situaciones clave y los momentos en
que más se altera. Procure citarle ejemplos, casos
concretos y proponerle otras posibles reacciones. De esta
forma usted no estará generalizando y él no se sentirá
atacado. Su función puede ser ayudarle al padre a ver las
situaciones desde otro punto de vista para que él moldee
la discusión, pero la responsabilidad de mejorar la relación
les corresponde exclusivamente a ellos dos.
9.
PERMISOS
- Dejar o no dejar que los hijos salgan a la calle.
Tengan ciertos amigos, jueguen ó lloren, son decisiones
de los padres con los cuales forman el carácter de los
hijos y les enseñan qué es la libertad. El hombre
verdaderamente libre NO es aquel que satisface sus
deseos, necesidades e impulsos en forma inmediata y
sin pensar en las consecuencias que traerán para él y
para los demás. Por el contrario, es aquel que se
conoce a sí mismo, acepta sus limitaciones y las
del entorno, a la vez que comprende y respeta
las necesidades de los otros.
10.
PERMISOS
- Confianza. Sus hijos necesitan saber que cuentan
con usted, así ellos estén a kilómetros de distancia o
disfrutando de una fiesta en la propia casa. Siempre,
en todas las edades y momentos, cuando les dé
permisos a sus hijos, dígales que usted está disponible
para ayudarlos a manejar cualquier adversidad. No
pierda el control ante las dificultades que enfrentan,
así ellos le contarán lo que les sucede y usted podrá
ayudarlos a analizar la situación y a tomar una buena
decisión. Si les demuestra a sus hijos que confía en
ellos, ellos también confiarán en usted.
11. ESTE PRESENTE. Cuando deje a su hijo en la
casa de otra persona o en otro lugar con adultos
explíquele que ante cualquier problema, puede
buscar a sus padres. Dígale que pasará en un rato a
recogerlo, que usted no lo va a abandonar.
Acompañe a sus hijos en las fiestas infantiles hasta
cuando usted se sienta capaz de dejarlos solos o
cuando ellos lo pidan y usted considere que están
en un lugar seguro. Por lo general, hacía los 6 y 7
años los pequeños les dicen a sus padres que se
quieren quedar sin ellos en las celebraciones. En las
primeras fiestas, en las salidas de noche, siempre
deje claro que buscar a los padres ante los
problemas es la mejor alternativa, pase lo que pase.
12. FIJE NORMAS CLARAS. Establezca límites
que no sean ambivalentes y no ceda ante las
presiones de sus hijos sólo porque usted se
siente culpable, porque cree que no pasa
suficiente tiempo con ellos. Cambie una norma
cuando la considere equivocada o cuando los
hijos hayan crecido. La comunicación que usted
establezca con su hijo le permitirá crecer con él y
adaptar las normas de acuerdo con la
responsabilidad que el demuestra. A medida que
van creciendo, los hijos necesitan más espacios
para demostrarse a sí mismos que son capaces y
que pueden responder ante la confianza que se
les ha dado.
13. PERMITA SOCIALIZAR. El ser humano es sociable
por naturaleza. En las relaciones con otros se
descubre a sí mismo, en el intercambio de ideas y
experiencias aprende el respeto, la tolerancia, la
generosidad, la caridad, la compasión y el amor. Su
función como padre es guiarlo en ese proceso y
acompañarlo. No confunda buenos modales con
establecer relaciones. Un niño puede comportarse en
forma inadecuada y a la vez disfrutar muchísimo al
estar con otros. También existen personas muy
educadas y muy solitarias. El adolescente está en un
proceso de autodefinición durante el cual busca
relacionarse con personas como él y aislarse de sus
padres, para encontrarse a sí mismo. Permítale que se
relacione con muchachos de su edad.
14. HABLE CON OTROS PADRES. Los padres
de hoy se preocupan por la llegada a la
adolescencia, el inicio cada vez más
temprano de las relaciones sexuales y el
aumento en el consumo de drogas y alcohol.
Usted no está solo en esta angustia, muchos
padres de los amigos o de los compañeros
de sus hijos tienen las mismas
preocupaciones. Usted puede llegar a
acuerdos con ellos para fijar normas
comunes.
15. Acordando no hacer minitecas hasta que los
muchachos cumplan 15 años; que las primeras
fiestas, cuando los hijos estén entre 11 y 14 años,
duren hasta las 12.00 de la noche en todas las
casas; que no ofrecerán bebidas alcohólicas y que
siempre habrá adultos supervisando la reunión.
Estos convenios tranquilizan a los padres, y
pueden ayudar a disminuir discusiones sobre
temas como “porqué a él sí y a mí no”, o mentiras
como “llegué a las 3:00 de la mañana porque el
papá de mi amigo nos recogió tarde”. Llegar a
estos acuerdos resulta en ocasiones difícil, pero
vale la pena intentarlo.
16. LIBERTAD DE ACUERDO A SU
FAMILIA
El mejor permiso. Permitir que los hijos crezcan de
acuerdo con su edad es la mejor herramienta para
fomentar en ellos la libertad y la responsabilidad.
Dejar crecer a los hijos es hacerlos responsables de
sus actos, es mostrarles los efectos de las decisiones
y permitirles asumir descubrimiento de sus gustos e
intereses.
RECUERDE
Cuando usted ha confiado en sus hijos desde
niños y les ha dado la libertad justa para
equivocarse y a la vez saber que existen límites,
ellos sabrán asumir los cambios.
17. LIBERTAD DE ACUERDO A SU
FAMILIA
EL BEBE.
Cuando comience a gatear, déjelo andar. Al
comenzar a caminar, permítale explorar..
Cuando quiera hacer las cosas él solito déjelo
intentar
Usted no puede evitarle a su hijo todos los
golpes, todas las caídas o todos los moretones.
Pero sí puede acompañarlo en todos estos
procesos e indicarle dónde están los posibles
peligros.
18. Permítale a su hijo llorar cuando está triste o
confundido. El llanto puede ser terapéutico,
puede aliviar la tensión y el estrés, las
lágrimas pueden ayudarlo a sentirse mejor.
Olvídese de palabras como “ya no eres un
bebe” o “los niños no lloran”.
Deje que su hijo duerma con su muñeco
preferido, su almohadita o su cobija. Por lo
general, ellos los dejan cuando comprenden
mejor las situaciones que les generan miedo.
Si desde pequeño usted le muestra que confía
en él y en su capacidad para solucionar los
obstáculos, su hijo será un adulto capaz y
18
seguro de sí mismo.
19. LIBERTAD DE ACUERDO A SU
FAMILIA
EL NIÑO.
Infórmese de los lugares que frecuentan, las
actividades y los compañeros de sus hijos. Si las
actividades que van a realizar no están claras, es
mejor no otorgar permisos y explicar la razón.
Las tareas escolares son una buena herramienta
para formar a los niños en la responsabilidad y la
libertad. Usted puede permitirles jugar una vez
terminan de hacerlas o invitar amigos siempre y
cuando estudien juntos y luego sí que se diviertan.
20. Conozca a los amigos de sus hijos, invítelos a
tomar merienda y hable con ellos, procure
estar en su casa cuando vayan otros niños; si
no puede, busque algún adulto que los
acompañe, un abuelo o un tío.
Conozca a los padres de los amigos de sus
hijos.
Nunca permita que los niños prueben el
alcohol, los cigarrillos o las drogas. Sus
organismos son muy sensibles todavía y están
en proceso de desarrollo, pueden volverse
adictos muy fácilmente.
20
21. LIBERTAD DE ACUERDO A SU
FAMILIA
EL ADOLESCENTE.
En la adolescencia comienza la vida diurna en
compañía de amigos y las salidas nocturnas sin
supervisión de los padres. Defina las condiciones bajo
las cuales dejará a sus hijos ir a fiestas, por ejemplo,
conocer al amigo o a la amiga que invita y estar bajo la
supervisión de un adulto.
Generalmente, entre más tarde inicien la vida nocturna
y las salidas solos, mejor asumirán los cambios físicos y
emocionales, y tendrán menos riesgos a adicciones y a
embarazos no deseados. Fije una hora de llegada muy
temprana y, si cumple, córrala.
22. El alcohol es crítico. No espere a que lleguen
borrachos para explicarles las consecuencias
del alcohol y menos si en su familia hay
personas alcohólicas; varios estudios
demuestran que hay predisposición en estos
casos.
Defina las consecuencias de romper las
normas. Algo útil puede ser el servicio social o
comunitario.
Busque que sus hijos pasen con la familia
algún tiempo el fin de semana; es bueno que
compartan con los familiares y otro circulo de
amigos
23. FRASES QUE NO DEBEMOS DECIR
- “NO CONFIO EN TI”. Estas frases, pronunciadas
con frecuencia, pueden ser muy nocivas para la
relación entre usted y sus hijos, dificultan la
comunicación y afectan la autoestima. Si un hijo no
merece la confianza de sus padres, seguramente
creerá que tampoco merece la de otros y menos la de
sí mismo.
- “NO, ERES MUY PEQUEÑO TODAVIA”. Estas
palabras pronunciadas cuando su hijo intenta hacer
las cosas en forma independiente, reducen la
iniciativa y dificultan el crecimiento normal.
24. D R O G A S
“AYUDE A PREVENIR UNA POSIBLE ADICCION”
- La adicción a las drogas y al alcohol es compleja.
No tiene una causa única. Cuando se presenta, combina
factores físicos, de personalidad, del ambiente y el tipo de
sustancia que se consume. Algunas personas son más
sensibles biológicamente que otras, y aquellas con falta de
amor propio, vacíos emocionales y espirituales, con
ausencia de proyectos en la vida o muy solas, son más
propensas a caer. Los padres pueden ayudar a evitar una
adicción cuando les enseñan a sus hijos desde la infancia
a decidir por sí mismos, les fijan límites y los aman como
son.
25. D R O G A S
- Autonomía. Enséñele a su hijo que existen límites y
que él puede y debe cumplirlos, que tiene derecho a
rechazar las cosas que no le convienen y también la
capacidad para comprometerse con un proyecto de vida
y trabajar con esfuerzo por hacerlo realidad. La vida
interior, la lucha por conseguir ideales y la presencia de
unos padres afectuosos y formativos ayudarán a los
hijos a ser responsables y a tener el amor propio que los
puede alejar de una posible adicción. La comunicación
honesta y la información acertada le darán
conocimientos sobre las situaciones que enfrente.
26. D R O G A S
APRENDA SOBRE DROGAS Y HABLE. Algunos padres
temen hablar de drogas con su hijo porque consideran
que pueden abrirle los ojos sobre el tema. Si usted no
habla con él, alguien más lo hará. Infórmese, aprenda
cómo, dónde se consumen. Conozca los diferentes efectos
que producen el alcohol, cada tipo de droga y el cigarrillo.
Explique su posición frente al tema y hágalo con razones.
Dele a conocer historias de personas con adicciones.
Recuerde que el ejemplo es fundamental. Si usted
no fuma, no consume alcohol y cero drogas, sus
hijos tendrán menos posibilidades de ser adictos.
27. D R O G A S
CONOZCA LA VIDA DE SUS HIJOS. Conozca qué ve su
hijo en televisión y ayúdelo a ser crítico, conozca qué
hace después del colegio y durante los fines de semana,
entérese de cómo va en el colegio y quiénes son sus
amigos. Compartan juntos las horas de la comida. Procure
no dejar solos a sus hijos con mucha frecuencia. Los
padres que los abandonan totalmente o no les brindan la
libertad suficiente, pueden ser perjudiciales. Aquellos que
encuentran el equilibrio suelen tener hijos que se aman a
sí mismos, que son menos vulnerables a la presión de sus
padres y a querer experimentar con nuevas sustancias
que pueden llevarlos a una adicción.
28. COMPORTAMIENTOS DE LOS
PADRES
El comportamiento que asuman los padres
será la mejor guía para los hijos. Si alguno fuma
a escondidas de los hijos, porque cree que así
evitará que ellos lo hagan, tarde o temprano lo
descubrirán y para entonces les habrán
enseñado, además del vicio de fumar, la
posibilidad de engañar. Si alguno es alcohólico o
adicto a las drogas, busquen ayuda especializada
para solucionar el problema, a veces ambos la
requieren.
28
29. Las adicciones generan dificultades en las
familias y el apoyo de un terapeuta puede
ayudar. No solucionen los problemas que su
hijo pueda llegar a tener como consecuencia
del consumo. Si perdió el año, no interceda
por él ante el colegio. Si adquirió deudas,
déjelo responder por ellas. Si estrelló el carro,
no le preste otro.
29
31. D R O G A S
EL NIÑO.
a. Enséñele a su hijo qué está bien y qué está mal,
corríjalo con amor y dígale “no” cuando lo considere
necesario. Así le ayudará a tener carácter y
desarrollará en el cerebro la capacidad para aceptar
las negaciones y la no satisfacción inmediata de los
deseos.
b. Cuando el niño ve al papá o a la mamá borrachos o
drogados, nota los cambios en sus conductas y siente
que esa persona no está en capacidad de cuidarlo, de
protegerlo.
31
32. a. Enséñele a disfrutar los logros personales, más
allá de los bienes materiales. Reconozca la
generosidad, el esfuerzo, la consideración, la
ternura, el amor.
b. Eduque al niño en la buena salud, desarrolle en
él un estilo de vida sana. Háblele sobre el
funcionamiento del cuerpo y del cerebro. Si
desde pequeño aprende a cuidarse, es posible
que en el futuro no quiera hacerse daño con
sustancias nocivas.
c. Permita que su niño haga las cosas por sí
mismo. La autonomía y el esfuerzo fortalecen la
personalidad y el cerebro.
33. D R O G A S
EL PREADOLESCENTE.
o Si en su familia existen antecedentes de
alcoholismo o drogadicción, así sean leves, es
muy importante que se lo cuente a su hijo, y
le explique que esa herencia lo hace más
vulnerable a las adicciones.
o Hable con su hijo sobre el sentido de la vida,
enseñe valores y bríndele una formación espiritual.
o Suminístrele la información necesaria sobre los
efectos nocivos del consumo de drogas y de
alcohol.
34. o El consumo de alcohol en muchachos muy
jóvenes es cada vez más frecuente y a
través de este muchos han llegado a las
drogas o han vivido experiencias sexuales
perjudiciales.
o Explíquele claramente a su hijo que la
seguridad personal de él siempre estará por
encima de cualquier cosa, así aprenderá a
cuidarse y no se sentirá cohibido de
buscarlo a usted cuando necesite ayuda.
35. D R O G A S
EL ADOLESCENTE.
La experiencia con drogas o con alcohol puede
generarle una falsa seguridad a un muchacho
para caerles bien a los supuestos amigos y creer
que hace parte de un grupo.
Las defensas de los adolescentes disminuyen
cuando están bajo los efectos del alcohol y de
las drogas; por eso, cuando han consumido, son
más propensos a las influencias de otros y a
comportamientos sexuales perjudiciales.
36. El alcohol y las drogas desinhiben a las
personas, las vuelven menos conscientes y
más espontáneas.
Algunos jóvenes pueden llegar a
experimentar con drogas sin caer en la
adicción y sin que esto interfiera en su
capacidad para crecer y madurar.
El consumo de drogas y de alcohol conduce a
comportamientos descontrolados en los que
muchas veces no se miden los riesgos ni las
consecuencias.
37. FRASES QUE DEBEMOS DECIR
PARA ESTIMULAR
“TU SI PUEDES” Cuando los padres dejan que
sus hijos resuelvan solos sus problemas desde
pequeños, los ayudan a fortalecer el carácter y a
generar sentido de responsabilidad. tienen
oportunidad de creer en sí mismos y de fortalecer la
autoestima.
“¿COMO VAS?”, “¿EN QUE ANDAS?” Los padres
que se interesan de manera genuina por la vida de
sus hijos y conversan abiertamente con ellos, les
dan la posibilidad de encontrar en casa respuestas y
ayuda cuando tienen problemas.
38. “TU ERES IMPORTANTE”. Las personas
propensas a las adicciones necesitan mucho
apoyo emocional y todo hijo necesita sentir que
es especial. Dígale que si es importante y
demuéstrelo.
“EL CIGARRILLO HACE DAÑO” Explíqueles
las consecuencias del alcohol, del cigarrillo y de
las drogas en el cuerpo.
“CUENTA CONMIGO PARA LO QUE
NECESITES” Ayúdeles a confiar en sus padres y
a tener la seguridad de que si algo les sucede o
se equivocan no los abandonarán ni les retirarán
el afecto.
39. CAMBIOS QUE PUEDEN
PRESENTARSE
Bajo rendimiento académico o pérdida de
interés en el colegio.
Alejamiento de la casa.
Cambio radical de amistades, generalmente
desconocidas para los padres.
Falta de interés en las actividades que antes
le gustaban.
Necesidad de más dinero.
40. Mentiras e irritabilidad.
Falta de atención y de memoria.
Menos energía.
Retraimiento e introversión.
Cambio de peso.
Cambios en el hablar, más lento o más
rápido.
Ojos rojos o pupilas dilatadas con
frecuencia.
Descuidado aspecto personal
41. Los síntomas comunes en la adolescencia, son
motivo de alarma cuando se dan muchos al
mismo tiempo. Busque el momento para
conversar con su hijo, cuando esté sobrio,
coméntele su percepción. Dele opciones de ayuda
o estrategias. Si él niega el problema es
importante concienciarlo y en lo posible, lograr
que sea él quien pida ayuda. Sin su colaboración
es difícil tener éxito. No busque pruebas ni lo
espíe; si se da cuenta, puede volverse agresivo o
alejarse más. Dígale con serenidad que lo nota
diferente, explíquele en qué y pregúntele si
necesita ayuda.
42. Dígale que usted siempre estará a su lado.
Confiésele sus dudas y explíquele que
necesita ayuda profesional. Las adicciones
deben ser tratadas por especialistas:
médicos, psicólogos y psiquiatras. A veces es
necesario internar al paciente para
desintoxicarlo y guiarlo a reflexiones sobre sí
mismo. Un Psiquiatra debe verlo, se sabe
que algunos problemas de alcoholismo
esconden depresiones agudas.
43. HABLAR DE SEXO
- Hoy en dÍa, los niños y los jóvenes. Tienen
acceso desde pequeños a mucha información sobre
sexo, pero no todos los datos son ciertos o fomentan
el respeto y el amor entre los seres humanos. La
función de los padres es brindarles a los hijos la
información adecuada, en el momento oportuno, y
las herramientas necesarias para que ellos aprendan
a seleccionar dentro de lo que reciben qué es
formativo y qué no lo es. Si usted no les resuelve las
dudas, ellos lo harán y tal vez a través de fuentes
inapropiadas.
44. HABLAR DE SEXO
- Naturalidad Hablar de sexo es más que dar
explicaciones físicas sobre las relaciones sexuales,
las diferencias entre los hombres y las mujeres o el
funcionamiento biológico del ser humano. Hablar de
sexo también es referirse al amor, al respeto, a la
entrega y a la autoestima. Por eso, la actitud que
usted asume frente a las dudas de sus hijos es tan
importante como la respuesta. Procure ser una
persona fundamental y natural del ser humano, así
mismo se lo transmitirá a sus hijos.
45. NO UTILICE PALABRAS NECIAS. Sea exacto con
el lenguaje, no le diga al niño que los bebés crecen
en la barriga cuando lo hacen dentro del útero.
Hable de vagina y pene, refiérase a las partes del
cuerpo con sus nombres exactos desde que están
bebés, cuando los baña o los viste. Los términos
adecuados evitan las falsas ideas en el proceso de
aprendizaje sobre el sexo. Las palabras ambiguas
pueden enviar mensajes equivocados que luego
generan sentimientos de culpa, vergüenza o repudio.
Es posible que los niños a veces no entiendan una
palabra y en el momento la dejan pasar pero en el
futuro podrán volver sobre el asunto.
46. CONTESTE LO QUE LE PREGUNTAN. Respóndales lo
que realmente indagan, ni más, ni menos. Si un niño
de 4 años le pregunta a la mamá qué él tiene pene y
ella no, la respuesta mas sencilla puede ser: “Porque tú
eres hombre y yo soy mujer”. El no está preguntando
más que eso, no es necesario explicarle cómo nacen los
bebés. Si esa fuese su duda, él la formularía con
exactitud. Si usted no tiene la respuesta exacta o no
sabe cómo contestarle, dígale a su hijo que no está
preparado, que le ayudará cuando se haya informado o
que buscarán juntos los datos. Confíe en usted y en su
capacidad amorosa de responder. Jamás deje una duda
suelta. Si usted no responde, lo harán otras personas,
compañeros o amigos de su hijo.
47. LA SEXUALIDAD EN PAREJA
La pareja debe presentar ante los hijos la misma
posición frente al sexo y la sexualidad, debe unificar
criterios para responderles las dudas. Esto es
fundamental para generar en ellos valores y normas
claras sobre sí mismos y sobre sus relaciones con otros.
La búsqueda de una buena educación sexual para los
hijos les exige a los padres conocer las creencias de
cada cual y la visión que ambos tienen sobre el tema;
esto a veces ayuda a solucionar diferencias. Cuando un
hijo confía más en uno de sus padres, este debe
compartir la información con su cónyuge.
48. Por ejemplo, si la hija adolescente le cuenta a
la mamá que está embarazada, ambos padres
deben conocer la situación, así uno de ellos
reaccione muy fuerte. Los secretos sobre este
tipo de hechos pueden empeorar la situación. Los
padres deben unir fuerzas para resolver las
situaciones, no enfrentar o culparse mutuamente
y para ello es indispensable que hablen sobre sus
hijos y conozcan los mismos hechos. No teman
hablar con sus hijos sobre sexo. Los jóvenes bien
informados son más responsables e inician sus
relaciones sexuales cuando se sienten listos física
y emocionalmente.
49. HABLAR DE SEXO
Desde que Nacen. El ser humano es sexual por
naturaleza. No espere a la primera menstruación
de sus hijas o a la primera eyaculación de su hijo
para hablar sobre sexo. Resuelva siempre las
inquietudes que manifiesten desde pequeños. Por
lo general, los niños formulan preguntas acordes
con sus capacidades. A medida que crecen,
requerirán mayor complejidad o explicaciones más
profundas y detalladas.
50. HABLAR DE SEXO
EL Niño.
Hacía los 4 años las preguntas se centran en el
origen del bebé, en su crecimiento dentro de la
madre y el nacimiento. También comienza el
interés por las diferencias entre hombres y
mujeres.
Hacía los 8 ó 9 años los niños ya están en
condiciones de recibir información más detallada
y completa. Ellos mismos preguntarán lo
necesario para saber más.
51. Generalmente hacía los 5 años los varones no quieren
jugar con las niñas y viceversa. Que muchos
consideren que los besos son sucios es normal, estos
conceptos cambiarán naturalmente con el tiempo.
Si un niño a los 7 años no ha hablado sobre sexo,
posiblemente tiene miedo de mencionar el tema con
sus padres y los adultos deben promover la charla, sin
juzgar a castigar al niño por sus inquietudes. Pueden
aprovechar algún libro o programa de televisión donde
aparezcan situaciones relacionadas con el tema,
preguntarle qué tanto sabe y así iniciar la
conversación.
Los cuestionamientos son normales y no representan
una obsesión con el sexo.
52. HABLAR DE SEXO
EL PREADOLESCENTE.
Los niños y niñas entre 9 y 12 años ya deben estar
preparados para los caminos que están próximos a vivir.
Ellos deben saber exactamente qué transformaciones
van a ver y sentir en su cuerpo.
Es recomendable que los niños de esta edad ya tengan
la información sobre la función de las relaciones
sexuales en el matrimonio, la anatomía y fisiología del
hombre y de la mujer, el proceso del embarazo y del
nacimiento, las eyaculaciones nocturnas, la
masturbación, la moralidad y las responsabilidades
sexuales, las enfermedades venéreas y el sida.
53. Las mujeres preadolescentes suelen hacer
preguntas sobre el nacimiento de los niños.
Saben que con el tiempo tendrán que pasar
por un parto y pueden sentir temor.
Explíqueles que un parto no necesariamente
debe ser doloroso porque la ciencia ofrece
ayudas como la anestesia y cursos especiales
de preparación. Cuénteles que el cuerpo
femenino está dotado para un parto, para
ampliar la vagina y desarrollar un hijo dentro
de él. Actualmente, los esposos acompañan a
las mujeres en el proceso.
54. S E X U A L I D A D
EDUQUE A SUS HIJOS SIN PREJUICIOS
- La sexualidad abarca mucho más que la
reproducción humana. Comprende aspectos
fisiológicos, emocionales y culturales del ser humano.
Depende del amor propio, del respeto por sí mismo y
por el otro. La sexualidad es pertenecer a un sexo y
vivenciarlo, es conocer el erotismo y el placer. Es
descubrir la capacidad de entrega del otro y de sí
mismo. Es una expresión de sentimientos como amor,
deseo y ternura. Las diferencias entre hombres y
mujeres son parte esencial de la naturaleza humana y
complementan y enriquecen las relaciones
interpersonales.
55. S E X U A L I D A D
Educación. El desarrollo de una buena sexualidad
depende fundamentalmente de la educación. Esta
formación comienza desde la infancia, con el trato
diario entre los miembros de la familia, la expresión
de afecto, las caricias y los mimos. Los padres deben
enseñar a respetar el cuerpo, fomentar la autoestima
y brindar la información necesaria y oportuna sobre la
importancia de las relaciones afectivas. La vida sexual
de los padres, sus valores y el amor con que
enfrenten la vida en general serán ejemplos
primordiales para los hijos.
56. S E X U A L I D A D
ENSEÑE VALORES. Los niños y los jóvenes de hoy
reciben mucha información equivocada o con
intereses más comerciales que formativos sobre la
sexualidad humana. Esto puede generarles una
distorsión del tema y llevarlos a pensar que el sexo
es la simple satisfacción de un deseo o de una
necesidad física, sin compromisos ni trascendencia.
Es muy importante que los padres les hablen a sus
hijos sobre los aspectos emocionales y formativos del
sexo, y que desde niños les fomenten el amor, el
respeto y la honestidad.
57. SEA CLARO Y PRECISO. Cuando hable con sus
hijos sobre la sexualidad es muy importante que
utilice las palabras exactas y evite las confusiones.
Repreguntar puede ser una gran ayuda. Por ejemplo,
si su hijo le dice: “¿Cómo vienen los niños al mundo?,
usted puede repreguntar:” ¿Cómo es eso?” Tal vez él
le responda “¿Vestidos o sin ropa?”. Genere espacios
con base en acuerdos mutuos para inculcar las
normas y los valores que son importantes en su
familia respecto al cuidado del cuerpo, las relaciones
sexuales de pareja, las visitas de los novios o novias y
las salidas a la calle. Las ambigüedades pueden dar
lugar a enfrentamientos innecesarios con los hijos y a
conductas equivocadas.
58. ES UN TEMA DE PAREJA. Una vez su hijo llegue a la
adolescencia, aparecerá para él la posibilidad de tener
relaciones sexuales. Usted no podrá decidir por él, pero sí
podrá enseñarle que hacer el amor es un acto entre dos,
que implica una responsabilidad ante las decisiones que
tomen como pareja y en el cual el amor y el respeto por sí
mismo y por el otro son indispensables. Procure que su hijo
tenga su primera relación sexual cuando esté maduro. Los
muchachos que posponen el inicio de su vida sexual hasta
cuando se sienten listos y responsables, y encuentran una
pareja estable, suelen llevar vidas sexuales más sanas y
amorosas. Explíquele que para descubrir la sexualidad y el
afecto no necesita reducir los contactos físicos a la
penetración. Los besos, las caricias y la exploración son
muy importantes para conocerse a sí mismo y al otro.
59. EL PREADOLESCENTE
Hacía el final de la infancia empiezan los cambios físicos y
hormonales, por ejemplo: a las niñas les comienza a
crecer el busto y a los muchachos, a cambiar la voz. Es
bueno que comiencen a ser atendidos por médicos para
adultos y las niñas, por ginecólogos. Estos cambios son
naturales.
Las madres deben preparar a las niñas para la primera
menstruación y dejarlas usar la ropa interior con la cual se
sientan cómodas, sobre todo el brassier o sostenedor.
El vello aparece en los cuerpos de hombres y mujeres y
no representa nada distinto de un cambio hormonal. No es
símbolo de masculinidad en sí mismo.
Los muchachos tienen sus primeras eyaculaciones.
No se burle de sus hijos por los cambios que están
viviendo.
60. EL ADOLESCENTE
Suele experimentar con su cuerpo de muchas
maneras, con la ropa, con la moda, con los colores,
con el pelo. Esta conducta puede ser parte del
proceso de adaptación a todos los cambios que está
viviendo, no necesariamente es una agresión a los
adultos.
Buscará intimidad con sus amigos y ya no querrá
contarles todo a los padres.
Podrá sentirse profundamente enamorado y
comprometido con alguien.
La sexualidad es un aspecto fundamental del proceso
de conocimiento de sí mismo.
El cambio hormonal y físico aumenta el deseo sexual
en los jóvenes.
61. LA PRIMERA VEZ
La sexualidad del ser humano está marcada
por muchas primeras veces: la primera erección,
la primera eyaculación, el primer beso, la
primera relación sexual o la primera
menstruación. Cada familia maneja estos
cambios de acuerdo con sus valores y sus
creencias. Por lo general, lo más difícil para los
padres en estos momentos es aceptar que sus
hijos están creciendo.
63. 1. Hoy son muy frecuentes las invitaciones de
muchachos y muchachas a pasar fines de semana
juntos. Hasta el momento no he dejado ir a mi hija,
pero me presiona tanto ¿que no sé si debo ceder?
Seguramente usted tiene clara las razones por las cuales
le ha prohibido estos paseos a su hija. Primero,
confirmar que ella tenga claras las razones. Segundo, no
ceder porque se siente presionada. Y tercero, si desea
darle permiso, debe hacerlo por convicción y explicarle a
su hija el motivo del cambio. Si va a dar un permiso por
presión y no está convencida, quienes van a sufrir todo el
fin de semana serán los padres y se sentirán culpables si
algo sale mal. Esta es una decisión que tiene riesgos y va
muy de acuerdo con la formación o las creencias dentro
de las familias.
64. 2. Mi hijo de 18 años fuma marihuana de
vez en cuando y creo que a veces
consume cocaína también. ¿Debo
preocuparme?
Es cierto que un consumo moderado de estas
drogas no significa que su hijo sea un adicto,
pero sí es bueno que usted y él tengan claro
que en este tema nunca es posible prever
cuando se va a pasar el límite. Son muy pocos
los casos de personas que consumen estas
sustancias sin aumentar la cantidad y la
frecuencia con el paso del tiempo.
65. Hable con su hijo y pregúntele por qué lo hace,
tal vez descubran que él tiene un vacío interno o
que está buscando algo más en la vida. Es
importante que no utilice la marihuana y la
cocaína como bastones para desenvolverse
socialmente, para conquistar mujeres o ser
aceptado. Esta actitud nunca le dejará amigos
verdaderos. Es posible que sólo lo haga
ocasionalmente par divertirse, pero siempre será
mejor no hacerlo. Tarde o temprano traerá
consecuencias en el organismo, y más cuando se
es tan joven.
66. 3. ¿Es el cigarrillo el primer paso para
consumir drogas?
No. Muchísimas personas son adictas al cigarrillo
y nunca han probado drogas. La relación que
existe entre en cigarrillo y las drogas es que
ambos consumos pueden convertirse en
adicciones, son difíciles de dejar y tienen
secuelas irreversibles en el organismo. Ahora
bien, quien no cuida su cuerpo del humo y de la
nicotina, seguramente estará menos alerta a
proteger su salud de otras sustancias y, por lo
general, quien consume drogas, es fumador.
67. 4. Mi hija tiene 15 años y desde hace pocos
meses está de novia con un muchacho de 18
que la está presionando par aque tengan
relaciones sexuales. ¿Cómo puedo ayudar a
mi hija?
Es muy importante que su hija haya confiado en
usted y le haya hablado sobre la presión que ella
siente por parte del muchacho. No debe hacer el
amor con el novio únicamente porque él la
presione. Si el la ama de verdad, entenderá la
negativa y sabrá esperar hasta cuando ella se
sienta lista para el matrimonio y a esta edad es una
edad de estudiante, debe advertirle de embarazo o
enfermedades venéreas etc.
68. 5. Hoy los jóvenes practican las relaciones
sexuales desde muy temprano. ¿Cómo puedo
cuidar a mis hijos de esto?
Usted puede fijar normas claras y firmes en su
casa, explicarles claramente a sus hijos la posición
que usted y su pareja tienen respecto al tema y
hablarles mucho del amor y de la importancia de
respetarse a sí mismos, de no actuar de cierta forma
únicamente para lograr la aceptación de los demás.
Si usted mantiene una comunicación abierta con sus
hijos, les explica los riesgos del sexo indiscriminado,
seguramente los ayudará a tener elementos sólidos
cuando les llegue el momento de decidir por sí
mismos. Lo otro que puede hacer es ser claro en los
permisos que les dé; dejarlos en fiestas o reuniones