1. USOS EDUCATIVOS DE LAS TIC
Leidy Johanna Páez Avendaño
Competencias de la Tecnología
2BN
Escuela Colombiana de Carreras Industriales
16 septiembre 2013
Bogotá, D.C.
2. El uso educativo de las TIC
Primeras consideraciones
"Si los maestros carecen de tiempo, incentivo o ingenio para proporcionarlo, si los estudiantes se
sienten demasiado desmoralizados, aburridos o distraídos para prestar la atención que sus
maestros
necesitan recibir de ellos, entonces ése es el problema educativo que hay que resolver --y
resolverlo
a partir de la experiencia de los maestros y los estudiantes. Si en vez de ello se recurre al
ordenador, no es una solución, sino una rendición".
(Roszak, citado en Romero, 1999)
Hay una línea argumental respecto al uso educativo de las TIC que se basa en la necesidad de
aprender su manejo, por su importancia social, económica, etc. Se trata de razones que bien vale
la
pena considerar, aunque también se puede criticar un habitual exceso de visión tecnologista y
acrítica. También suele insistirse en el interés que suscitan las TIC en sí mismas como argumento
educativo, para incrementar la motivación por el aprendizaje. Se puede contestar a ello que no
todo
el mundo tiene el mismo interés (aunque sí suele ser atractiva su utilización para niños y jóvenes)
o, con una argumentación más contundente, que la motivación para el uso de medios tecnológicos
no implica una motivación para los aprendizajes buscados. Aquí no nos centraremos en la
enseñanza de las TIC como tal, sino en su utilización como herramienta para realizar aprendizajes
de amplio espectro y acciones de variada índole.
No es desdeñable, en todo caso, que la institución escolar utilice medios valorados socialmente y
atractivos para el alumnado: es más, podemos criticar el hecho de que la generalización del uso de
medios tecnológicos en los medios públicos (incluida la escuela) suela llegar después de su
relativa
generalización en los hogares, cuando debería ser al revés. Ya en el presente, cuando una parte del
alumnado dispone de ellas en casa, la utilización de las TIC en los centros escolares por parte de
quienes no tienen acceso a ellas en el ambiente familiar es un elemento de justicia social, además
de valorizar la escuela y lo que en ella se hace ante sectores sociales alejados del interés
académico.
Esto no ha de llevar, lógicamente, a considerar las TIC como solución principal de los problemas
educativos. Tampoco la escuela debe ser el único medio de socialización informática: es necesario
que la población tenga un acceso a los equipos y un contexto de apoyo a su utilización fuera de
los
hogares (elementos de desigualdad y relativo aislamiento), y eso sólo se puede hacer con
múltiples
lugares públicos donde sea posible realizar acciones variadas –y de utilidad real- con los
ordenadores, con las redes telemáticas y con otras personas que tienen diferentes grados de
manejo
informático. Las escuelas deben ser uno de esos lugares, pero no los únicos, y dentro de una
filosofía de apertura, múltiple uso y red social.
Por otro lado, podemos tener ya alguna perspectiva y estudios sobre el uso de los ordenadores en
3. la
escuela, dado que hace ya algunas décadas que su utilización comenzó, si bien a mucha menor
escala y con unas posibilidades menores. Los usos muy ligados a una concepción conductista de
la
educación ("la enseñanza programada") o muy restringidos a programas concretos fueron pronto
criticados desde perspectivas educativas más coherentes. Aunque no se trata de un enfoque
realmente superado, queda poca necesidad de realizar una crítica teórica, dados sus restrictivos
supuestos pedagógicos y la flexibilidad informática hoy existente. Por el contrario, la utilización
del Logo fue defendida con argumentos propiamente formativos. Por eso, resultan significativas
las
afirmaciones de Charles Cook (Crook, 1998): parece que la transferibilidad de las destrezas
conseguidas con Logo no es fácil; en todo caso, tendría bastante que ver con la participación de
los
adultos en la organización e interpretación de la actividad, por lo que "la historia del Logo nos
advierte de las dificultades para generalizar las experiencias de aprendizaje, en ausencia de unos
recursos sociales que relacionen los contextos" (Crook, 1998, p. 141). Creemos que esta
conclusión
tiene una validez más allá del Logo, y no siempre es tenida en cuenta: muchas veces se tiene la
idea
de que es la actividad con el ordenador, por sí misma, la que produce los resultados de
aprendizaje.
También Crook nos advierte de que la programación de ordenador no puede estar contextualizada
y
no puede hacer aparecer el sentido profundo de un enunciado, el cual necesita la intermentalidad:
"se reconoce que el sentido de un enunciado docente no suele aparecer en sus características
superficiales ni manifestarse en ellas, como ocurriría si ese sentido fuese generado por un sistema
dependiente de unas reglas del tipo que tratan de construir los programadores de ordenadores. La
conversación instructiva eficaz está contextualizada (...). Este sentido intermental y más rico del
`contexto´, definido por la comunicación instructiva, no puede recogerse en los programas de
ordenador"
(Crook, 1998, p. 152)
Por más que desde la fecha en que escribió su trabajo (la edición original es de 1994) se hayan
producido novedades, parece que esto sigue siendo cierto, por lo que podemos afirmar que la
interacción con el ordenador (en sí) no puede aspirar a ser la que se produce entre dos
subjetividades. Otra cosa es que la interacción entre personas se produzca por medio de los
ordenadores, cosa que en la segunda mitad de los noventa dio un salto cualitativo con la
generalización de Internet. En esta situación, podemos hablar de interacciones humanas, aunque
no
sean presenciales y puedan ser incluso asíncronas, es decir, no coincidentes en el tiempo: las TIC
sirven entonces de mediadoras para nuevos modos de interacción entre dos o más sujetos.
USO RESPONSABLE DE INTERNET
Las TIC sean herramientas de acción y formación para los docentes y alumnos de los países de la
4. región, y que internet sea un ambiente educativo en el que se adquieran competencias del siglo
xxi.
Estos nuevos entornos y herramientas plantean enormes posibilidades para la calidad y la
igualdad en el acceso al saber, y a la vez desafíos y riesgos. Muchos de estos riesgos se han
compilado y tratado con el nombre de “seguridad en internet”. En rigor, este tratamiento tiende a
simplificar un universo complejo de temas vinculados con la ética, la pedagogía y el
conocimiento de las herramientas de internet y que involucra a diversos acto- res (padres,
docentes, chicos, gobierno) y es hoy por hoy una de las problemáticas más importantes para los
ámbitos de trabajo virtuales.
¿Cómo proteger a los chicos de contenidos y contactos in- convenientes en la escuela y fuera de
ella? ¿Cómo evitar también
Que ellos mismos se comporten en forma impropia con sus pares en los entornos informáticos?
¿Cómo trabajar el derecho de libertad de expresión y a la vez el respeto por la propiedad
intelectual? Educadores, pedagogos, editores de contenidos educativos e instituciones educativas
se ven cotidianamente envueltos en este tipo de preguntas.
En este marco se inscriben los objetivos de esta publicación:
• Revisar el tema del uso responsable de TIC, analizar el rol de la comunidad educativa y de los
portales desde un punto de vis-ta conceptual, revisando información disponible y a partir de la
perspectiva educativa.
• Conocer los recursos educativos y proyectos que los portales de RELPE tienen a disposición de
sus usuarios para el trabajo con el tema.
• Analizar los modos de producción que los portales emplean para el desarrollo de los proyectos.
• Presentar algunos de los referentes principales y los estudios sobre el tema para realizar
diagnósticos y propuestas significativas en cada una de las regiones.
I. De qué hablamos cuando hablamos de uso responsable de las TIC
Aun cuando en muchos sitios y publicaciones se siga usando la denominación seguridad en
internet, es importante tener una mirada más amplia y compleja del problema.
• El término “seguridad” se vincula a un universo conceptual que tiene que ver con barreras y
cerrojos, con un sesgo unilateral de relaciones y vínculos, y deja en la sombra la necesidad de trabajar con todos los polos que se relacionan en internet (chicos, adultos, instituciones, programas,
sitios) en forma multilateral.
• Asimismo, el término seguridad apunta a describir el estado de un sistema –en este caso,
informático– que indica que está libre de peligro o riesgo. Este estado no es una posibilidad real
en el mundo de los jóvenes y las TIC. Se trata de un trabajo permanente más que de una solución
centralizada y total.
•
El término TIC incluye tecnologías como celulares, cámaras digitales, consolas de
videojuegos, tanto o más frecuentes en los hábitos de los niños, niñas y jóvenes que las
5. computadoras.
• El uso responsable de las TIC incorpora la idea de que la agresión no solo viene de los extraños
hacia los niños, niñas y jóvenes, sino que los mismos chicos y jóvenes, en muchas ocasiones, son
los agresores y victimarios de sus pares o de adultos, como por ejemplo en el caso del bullying o
cyberbullying.
• Incorpora conceptos de ética, convivencia, rige los vínculos entre las personas. Estas pautas no
deben ser diferentes para los vínculos que se establecen a través de lo virtual, sino que este
“mundo” debe quedar dentro de las leyes sociales del respeto al otro, la tolerancia, el resguardo de
la privacidad, la confidencialidad, etc.
• En relación con el punto anterior, pero inaugurando también un espacio de problemáticas
educativas, se pone en evidencia la necesidad de pensar en nuevas zonas de aprendizaje a partir de
temas como privacidad, cuidado del cuerpo propio y del
otro, el concepto de aprendizaje de la alteridad1, que también es necesario incorporar a la hora de
interactuar con otros usando tecnologías.
• La idea de uso responsable de las TIC ubica a las competencias y las actividades de los niños,
niñas y jóvenes en el centro del problema. El punto es que los chicos y los jóvenes comprendan
que las interacciones virtuales tienen consecuencias en la vida real.
• Esta mirada favorece la comprensión de que los medios de- ben ser usados adecuadamente,
según el entorno y la situación en que se halla el usuario, aspecto especialmente significativo en
casos como el de los celulares o los videojuegos, que generan situaciones de aislamiento o incluso
accidentes de tránsito.
• Finalmente, promueve la formación de criterio para un uso provechoso de las tecnologías,
estimula en los chicos la capacidad crítica sobre la información que circula en la Red, para que
puedan discernir y estén capacitados para elegir, para conocer el valor de las cosas. Esta es una
transmisión transversal también a otras cuestiones y que toca, por supuesto, a los vínculos mediados por la tecnología.
La complejidad del problema
Si el tema de seguridad reducía el problema a una cuestión de vigilancia, el planteo que
sintetizamos arriba lo define como una situación compleja en la que se cruzan aspectos y límites
difíciles:
• Viejas y nuevas cuestiones de límites y permisos en temas
–como contactos con extraños, sexualidad, etc.– sobre los que cada institución (desde la escuela a
la familia) tiene sus propias definiciones, según la edad de los niños, niñas y jóvenes
involucrados.
• Límites entre la esfera pública y la privada que han cambiado a lo largo de la historia según
costumbres, modelos políticos e ideologías, pero que con la introducción de las TIC han potenciado sus cuestiones, dado que las tecnologías permiten el acceso a la esfera pública con facilidad, la
publicación de textos e imágenes sin mayores medios de producción, así como la circulación y la
manipulación de contenidos. Se modificaron los límites de lo que se exhibe en el ámbito público,
así como la propiedad de imágenes, textos e ideas.
6. • El uso responsable y seguro de las TIC tiene aspectos que deben tratar padres y familias, otros
que tienen que ver con las fuerzas de seguridad y la justicia; las organizaciones de protección de
la infancia se encuentran con que tienen que luchar contra un arma nueva para la explotación y el
maltrato infantil. Desde la ciencia, tanto la psicología como las neurociencias tienen mucho que
decir sobre el tema, así como la informática, que puede brindar datos sobre usos de programas.
Las instituciones educativas y la pedagogía también tienen un rol central. De esta manera, este
campo de problemas es –como cada vez más en el siglo xxi– un espacio interdisciplinario que no
puede ser resuelto por ninguna mirada parcial.
Principales respuestas a este problema. ¿Quiénes hablan de seguridad en internet?
Además de su interdisciplinariedad constitutiva, el debate sobre estos temas ha ganado la agenda
pública. Así se está con- formando un concierto de voces y miradas de parte de:
• Los medios masivos,
• Educadores e instituciones educativas,
• Organizaciones nacionales, regionales e internacionales que trabajan sobre la infancia,
• Fuerzas de seguridad, nacionales e internacionales,
• Las empresas de IT Este campo heterogéneo aporta una riqueza de miradas diferentes, pero
debe tenerse en cuenta que cada uno de estos sectores apunta una mirada particular del tema:
• Los medios masivos rescatan los puntos más espectaculares de la cuestión, privilegiando la
información sobre delitos, con tendencia a la demonización de las TIC y con esquemas
simplificados de la cuestión. Titulares como “Secuestrada a través de internet” o neologismos
como cibermatones, ciberladrones, etc., apuntan a forzar el lugar de la tecnología como centro y
causa de acontecimientos.
• Las organizaciones de protección de la infancia aliadas en muchos casos de los proyectos
educativos–, al igual que las fuerzas de seguridad, aportan específicamente sus informes y
evaluaciones de situaciones de riesgo infantil y juvenil, mientras que el discurso de las empresas
de IT está muchas veces centrado en los servicios y soluciones estrictamente informáticos
desarrollados por sus marcas.
Los jóvenes en el centro de la escena
Otro vínculo fuerte entre los portales educativos y el tema del uso responsable de las TIC es el
hecho de que los destinatarios mediatos e inmediatos de los proyectos de los portales – niños y
jóvenes– son el segmento que más utiliza las nuevas tecnologías, que corre riesgos de diferente
tipo y que requiere reglas y orientaciones –flexibles y dinámicas, por cierto– para organizar sus
comportamientos en este ámbito. Los jóvenes utilizan la tecnología en forma cada vez
Otro concepto que es útil para entender el mundo de los jóvenes y las TIC es el de cultura
participativa, propuesto por Henry Jenkins. La explosión de los medios tecnológicos ha
posibilitado a los consumidores archivar, apropiarse y recircular contenidos mediáticos en
nuevas formas muy potentes. Según este autor, los nuevos medios generan en los jóvenes
consumidores la cultura participativa basada en:
7. • Medios disponibles y accesibles para crear y compartir las creaciones a partir de mecanismos
informales.
1. El nuevo gadget es un regalo, pero no es un juguete. Su puesta en marcha requiere conocer no
sólo cómo funciona y sus muchas posibilidades sino los riesgos de un mal uso, sobre todo, para la
seguridad. Es recomendable que ese proceso de aprendizaje y descubrimiento se haga
conjuntamente, simultáneo, entre padres e hijos.
2. El menor debería tener claro dónde, cómo y cuándo puede o es oportuno utilizar su nuevo
equipo y protegerlo de posibles extravíos y accesos indeseados. Si lo va a llevar consigo fuera del
domicilio, dependerá de su edad, circunstancias del momento o compañía adulta, entorno... De
igual forma, debe anotar datos identificativos del aparato y bloquear su uso con una clave que
solo deberían conocer él y sus tutores o adulto que le acompañe en su introducción a la
tecnología.
3. Lo mejor es que desde el principio se acuerden entre el menor y los adultos unas normas de
uso, en base a unos criterios de seguridad y racionalidad. Cuantos mayores sean los menores de
edad, más se razonarán y consensuarán con ellos, con mayor libertad e intimidad. Cada cosa en su
momento o a una edad.
4. Los adultos deberían saber elegir las distintas opciones de la operadora, así como las
aplicaciones, programas y servicios que se instalan o contratan y las condiciones de las mismas.
Saber la utilidad y contenido de las mismas para así intuir los riesgos que se asumen. Si los
mayores lo desconocen, siempre pueden preguntar a otros que entiendan más de tecnología o en
tiendas.
5. Cuanto menor es el nuevo usuario, mayor supervisión, acompañamiento y concienciación
necesitará del uso que hace del Smartphone, Tablet, ordenador, consola, cámara... de para qué lo
usa, con quién, qué información se intercambia, etc. Un buen criterio para que el menor sepa si
usa esa tecnología de forma adecuada o no es que si lo viera una prima o tía suya de 25-30 años,
no le escandalizara o preocupara.
6. En el caso de los más pequeños, los padres pueden instalar programas que filtren el acceso a
webs y contenido inapropiado o peligroso, así como que faciliten el control parental. De igual
forma, es recomendable dejarse asesorar por los profesionales de centros educativos y por los
agentes de la Policía Nacional que imparten formación sobre seguridad en más de 5.000 colegios
de toda España. En caso de duda o necesidad, el menor debería tener adultos de confianza a los
que consultar, bien del entorno familiar, escolar o ambos, y, en caso serio, siempre se puede
contactar con los agentes de la Policía, en cualquier comisaría, en alguna de las charlas en centros
docentes, en el 091 o por email, de forma directa y discreta, en plancontigo@mir.es
7. Si es aún es muy pequeño, el nuevo usuario debe asumir que sus tutores tengan acceso global al
contenido y uso del móvil, Tablet u ordenador. Además, se ha de procurar que lo usen en espacios
públicos o abiertos de la casa, fácilmente accesibles a los mayores, que deben supervisar o
acompañar de forma continuada a los niños e ir cediendo libertad o intimidad según se va
creciendo y adquiriendo responsabilidad y conciencia de los riesgos.
8. El menor debe conocer no sólo los riesgos que puede encontrarse y debe evitar al utilizar su
nuevo equipo, sino también asumir que debe ser responsable y respetuoso al relacionarse con el
resto, así como en la convivencia con sus conocidos. Cualquier ataque, humillación, chantaje o
8. broma muy pesada a otra persona es intolerable y puede llegar a ser delito. El cibera coso es delito
y es importante que los menores sepan las consecuencias.
9. Es muy importante acordar y razonar con el menor unas normas racionales y respetuosas hacia
todos sobre hacer fotos y vídeos, compartir con otras personas sus imágenes y, por supuesto, la no
distribución de aquellas que sean de otros sin su autorización o que puedan perjudicar
irreversiblemente la imagen de cualquiera. No solo explicar que se puede incurrir en delito (como
con el sexting), sino la importancia del respeto al resto (no hagas a los demás lo que no te gustaría
sufrir).
10. Al menor debemos alertarle sobre los riesgos de fraude o condiciones que se asumen, de
forma consciente o no, al facilitar sus datos a personas o compañías, contratar servicios y comprar
online, así como enseñarle las pautas de seguridad fundamentales en el comercio electrónico, ya
sea con empresas o entre particulares. También debemos alertarle del malware (virus, troyanos) y
spam que se encontrará en la navegación y de las técnicas de ingeniería social existentes para
engañar al internauta.