2. Chove en Santiago meu doce amor. Camelia branca do ar brila entebrecida ô sol. Chove en Santiago na noite escrura. Herbas de prata e de sono cobren a valeira lúa. Federico García Lorca
3. Que sería de min sen a presenza da túa lene risa luminosa, Que sería de min sen a promesa do teu corpo froital xa floreado Que sería de min sen os teus beizos, doce veleno antigo que me invade que sería de min sen os teus ollos de noite aluarada e desmedida. Que sería de min sen os teus ríos, sen o teu pozo fondo en que me afogo, sen a túa fonte de auga sempre viva. Que sería de min sen as túas mans que me estremecen, que me queiman vivo; que sería de min sen ti á beira Darío Xohan Cabana
4. Si el hombre pudiera decir lo que ama, Si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo Como una nube en la luz; Si como muros que se derrumban, Para saludar la verdad erguida en medio, Pudiera derrumbar su cuerpo, dejando sólo la verdad de su amor, La verdad de sí mismo, Que no se llama gloria, fortuna o ambición, Sino amor o deseo, Yo sería aquel que imaginaba; Aquél que con su lengua, sus ojos y sus manos Proclama ante los hombres la verdad ignorada, La verdad de su amor verdadero. Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien Cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío; Alguien pro quien me olvido de esta existencia mezquina, Por quien el día y la noche son para mí lo que quiera. Y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu Como leños perdidos que el amor anega o levanta Libremente, con la libertad del amor, La única libertad que me exalta, La única libertad porque muero. Tú justificas mi existencia: Si no te conozco, no he vivido; Si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido. CERNUDA, Luis: “Si el hombre pudiera decir” Los placeres prohibidos
5. Eu xa te busquei Cando o mundo era unha pedra intacta. Cando as cousas buscaban os seus nomes, Eu xa te buscaba. Eu xa te procurei No comezo dos mares e das chairas. Cando Dios procuraba compañía Eu xa te procuraba. Eu xa te chamei Cando soio a voz do vento soaba. Cando o silenzo chamaba polas verbas, Eu xa te chamaba. Eu xa te namorei Cando o amor era unha folla branca. Cando a lúa namoraba as outas cumes, Eu xa te namoraba. Sempre, Desde a neve dos tempos, Eu, na túa ialma. C.E.Ferreiro
6. Se me puxese a falar contigo, diríache canto me doi isto de agora, que me sinto pobre e mínima, que teño noxo de min mesma porque ardo en ganas de te odiar e non podo, que eu son só un triste ser dependente dos outros seres, eu tan forte por fóra, eu tan eu-tan-omnisciente-e-trascendente, eu, tan pouquiña cousa, tan contando só co amor dos outros para non caír neste barranco fundo que é a vida ás veces, neste río de morte de a veces. Se me atrevese a falarche, diríache que dependo de ti e de toda a xente que amo, diríache que me sinto leda e triste de non me bastar a min mesma e poder mandarvos, aos demais, a tomar ventos do norte, cada cal ao seu e en paz, sen máis complicacións nen metafísicas, como quen despide a noite. Se me atrevese, diríache palabras de lume e dentes, de puños contra os vidros e de sangue. Diríache que te odio e sería mentira, que estou cansa de todo -verdade- que xa basta, que son unha persoa e sufro e tremo. Se che falase, diríache posíbelmente que te quero, a pesares de todo. Se che falase, pero escollo o silencio e non che falo. Pilar Pallarés
7. Mi táctica es mirarte aprender como sos quererte como sos mi táctica es hablarte y escucharte construir con palabras un puente indestructible mi táctica es quedarme en tu recuerdo no sé cómo ni sé con qué pretexto pero quedarme en vos mi táctica es ser franco y saber que sos franca y que no nos vendamos simulacros para que entre los dos no haya telón ni abismos mi estrategia es en cambio más profunda y más simple mi estrategia es que un día cualquiera no sé cómo ni sé con qué pretexto por fin me necesites. BENEDETTI, Mario: “ Táctica y estrategia” Poemas de otros
8. Libre te quiero, como arroyo que brinca de peña en peña. Pero no mía. Grande te quiero, como monte preñado de primavera. Pero no mía. Buena te quiero, como pan que no sabe su masa buena. Pero no mía. Alta te quiero, como chopo que al cielo se despereza. Pero no mía. Blanca te quiero, como flor de azahares sobre la tierra. Pero no mía. Pero no mía ni de Dios ni de nadie ni tuya siquiera. GARCÍA CALVO, Agustín: “Libre te quiero” Canciones y soliloquios
9. Puedo escribir los versos más tristes esta noche Escribir, por ejemplo: “la noche está estrellada y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.” El viento de la noche gira en el cielo y canta. Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Yo la quise, y a veces ella también me quiso. En las noches como ésta la tuve entre mis brazos. La besé tantas veces bajo el cielo infinito. Ella me quiso, a veces yo también la quería. Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos. Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido. Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella. Y el verso cae al alma como al pasto el rocío. Qué importa que mi amor no pudiera guardarla. La noche está estrellada y ella no está conmigo. Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos. Mi alma no se contenta con haberla perdido. Como para acercarla mi mirada la busca. Mi corazón la busca, y ella no está conmigo. La misma noche que hace blanquear los mismos árboles. Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos. Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise. Mi voz buscaba el viento para tocar su oído. De otro. Será de otro. Como antes de mis besos. Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos. Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero. Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido. Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos, mi alma no se contenta con haberla perdido. Aunque éste sea el último dolor que ella me causa, y éstos sean los últimos versos que yo le escribo. Tú vives siempre en tus actos . NERUDA, Pablo: “Poema 20” Veinte poemas de amor y una canción desesperada
10. Chamo á porta do amor na noite escura e está o teu corazón coa luz prendida, a túa man socórreme a ferida e cúrame o teu labio a desventura. A auga que me dás tan fresca e pura é da fonte limpísima da vida: Mel da túa roseira florecida entre as coxas, as sedas, a espesura... E xa por sempre irei de ti cautivo pois dasme a vida e dasme a sepultura dun amor imposíbel e furtivo. Como me doe a túa fermosura da que devezo e ando fuxitivo pois sei que o mal que teño non ten cura! Avilés de Taramancos
11. Case morto vivín sen coñecerte aló na chaira seca por absurdas rúas onde ninguén me soupo dar mornura. Foi soedade desconforme adentro e a semente a caír en terra dura. Como hei vivir mañá sen a luz túa? Erguinme e vinte ó regresar á terra como se fora todo aquelo un soño pesado e ti xa foras sempre miña. Foi outra vez materno en aloumiño o bico teu na lingua. E foi novo corazón adentro comprender a existencia e a dozura. Como hei vivir mañá sen a luz túa? Pero hoxe mesmo o día abriu en medo entrou na fiestra un sol extraño inmenso e deixáchesme o leito en mantas frías. Está a volver agora corazón adentro a soedade o podre a agonía a me pinchar as cousas en millóns de pugas cada minuto en séculos de agullas Como hei vivir mañá sen a luz túa? Bernardino Graña
12. Amo o perfil de brétema e aceiro temperado na luz da madrugada que puxo en ti a historia dilatada de xente mariñeira e puño obreiro. Amo o teu corpo firme e musculoso que se ergue vertical e clama ó ceo como unha abidueira prateada, e amo ese lento fume nemoroso que che vén contra a noite pórche un veo de orballo campesiño na mirada. D.X.Cabana
13. Tu cuerpo puede llenar mi vida, como puede tu risa volar el muro opaco de la tristeza. Una sola palabra tuya quiebra la ciega soledad en mil pedazos. Si tú acercas tu boca inagotable hasta la mía bebo sin cesar la raíz de mi propia existencia. Pero tú ignoras cuánto la cercanía de tu cuerpo me hace vivir o cuánto su distancia me aleja de mí mismo, me reduce a la sombra. Tú estás, ligera y encendida, como una antorcha ardiente en la mitad del mundo. No te alejes jamás. Los hondos movimientos de tu naturaleza son mi sola ley. Reténme. Sé tú mi límite. Y yo la imagen de mí, feliz, que tú me has dado VALENTE, José Ángel: “Sé tú mi límite” La memoria y los signos
14. Já gastámos as palabras pela rúa, meu amor, e o que nos ficou não chega para afastar o frío de quatro paredes. Gastámos tudo menos os silêncio. Gastámos as mãos à força de as apretarmos, Gastámos o relógio e as pedras das equinas em esperas inúteis. Meto as mãos nas algibeiras e não encontro nada. Antigamente tiñamos tanto para dar um ao outro; era como se todas as coisas fossem minhas: quanto mais te dava mais tinha para te dar. Às vezes tu dizias: os teus olhos são peixes verdes. E eu acreditava. Acreditava, porque ao teu lado todas as coisas eram possíveis. Mas isso era no tempo dos segredos, era no tempo em que o teu corpo era um aquário, era no tempo em que os meus olhos eram realmente peixes verdes. Hoje são apenas os meus olhos. É pouco, mas é verdade. uns olhos como todos os outros. Jà gastámos as palabras. Quando agora digo: meu amor, jà se não passa absolutamente nada. E no en tanto, antes das palabras gastas, tenho a certeza de que todas as coisas estemeciam só de murmura o teu nome no silêncio do meu coração. Não temos jà nada para dar. Dentro de ti não há nada que me peça água. O passado é inútil como um trapo. E jà te disse: as palabras estão gastas. Adeus. ANDRADE, Eugênio: “Adeus” Amantes sem dinheiro
15. Tú vives en tus actos. Con la punta de tus dedos pulsas el mundo, le arrancas auroras, triunfos, colores, alegrías: es tu música. La vida es lo que tú tocas. De tus ojos, sólo de ellos, sale la luz que te guía los pasos. Andas por lo que ves. Nada más. Y si una duda te hace señas a diez mil kilómetros, lo dejas todo, te arrojas sobre proas, sobre alas, estás ya allí; con los besos, con los dientes la desgarras: ya no es duda. Tú nunca puedes dudar. Porque has vuelto los misterios del revés. Y tus enigmas, lo que nunca entenderás, son esas cosas tan claras: la arena donde te tiendes, la marcha de tu reló y el tierno cuerpo rosado que te encuentras en tu espejo cada día al despertar, y es el tuyo. Los prodigios que están descifrados ya. Y nunca te equivocaste, más que una vez, una noche que te encaprichó una sombra -la única que te ha gustado-. Una sombra parecía. Y la quisiste abrazar. Y era yo. SALINAS, Pedro: “Tú vives siempre en tus actos” La voz a ti debida
16. 1 La variación de ti roza el silencio, por el que un sueño suena la sucesión de mí 2 Devuélveme mi sombra, cristal puro, hueco total, espejo transparente. Devuélveme, traslúcido de mí, el sonido sin nombre de mi sombra. 3 Niégame tu presencia que quiero ser distancia, rumor sólo que dure acompasado en el vértigo de un aire sin final. 4 Dame tu boca, para enterrarla allí -sobre la arena- donde un cielo de espumas la convoque. Dame tu piel para que el agua haga sonar en ella sus orillas. Dáme tus superficies, tus fronteras, las pupilas del eco que te habitan. Dáme, desde tus horizontes, la plenitud completa de otro mar. 5 Yo paralelo a ti me voy quedando, más allá de tu voz, libre de fondos. Huye de mí, memoria. No me traigas en tu rumor el eco de la sal. 6 Yo sé que tu presencia va dejando un aroma de arenas submarinas y que un túnel de alas me prolonga por el ritmo sin remos de tu mar. 7 Con qué insistencia de olas tú me buscas para hacer de tu voz un firmamento: el clamor sucesivo de unas voces por la sola presencia de un lugar. SILES, Jaime: “Suite marina”
17. Dos cuerpos frente a frente son a veces dos olas y la noche es océano. Dos cuerpos frente a frente son a veces dos piedras y la noche desierto. Dos cuerpos frente a frente son a veces raíces en la noche enlazadas. Dos cuerpos frente a frente son a veces navajas y la noche un relámpago. Dos cuerpos frente a frente son dos astros que caen en un cielo vacío. PAZ, Octavio: “Dos cuerpos”
18. Quen puidera namorala No niño novo do vento hai unha pomba dourada; quen puidera namorala, quen puidera namorala, meu amigo. Canta o luar e o amencer en frauta de verde olivo; quen puidera namorala, quen puidera namorala, meu amigo. Ten ás de flor recente cousas de recén casada; quen puidera namorala, quen puidera namorala, meu amigo. Tamén ten sombra de sombra e andar de primeiro río quen puidera namorala, quen puidera namorala, meu amigo (Álvaro Cunqueiro)
19. Ouh amiga e compañeira cotiá; sinxela, doce costume habitual: ti esme necesaria como o pan, como o ar, como o lume, como o sal! Es o meu pasado, o meu porvir, a muller de verdade, sangue do pobo. Ti déchelle claridade ao meu vivir: un camiño sinxelo, puro e novo. Ouh compañeira fidel, maino sorriso; estrela centilante, arrolo e canto! Ti es o furacán, i es a brisa que limpa, no meu ceo, tanto espanto. Ti es o que eu soño: luz e rosa recendendo vida, froleando a eito. Es a realidade máis fermosa que levo latexando no meu peito Ti trócasme en ledicia cada coita e daslle ao meu esprito rumbo certo. Es o esteo preciso pra esta loita de sementar de flores o deserto! Manuel María
20. Por ti sobrevivir coa forza necesaria para erixirme en sombra do que fun Sen ti ser eu de novo orfo doutro destino resignado a ser eco da túa ausencia vida e morte en desfile intermitente Humildemente ser nada por ti unha figura fuxidía na sombra da mesma materia que os nosos soños co esprito intoxicado de nostalxia Lois Pereiro
21. Cando quero vivir digo Moraima. Digo Moraima cando semento a espranza Digo Moraima e ponse azul a alba. Cando quero soñar digo Moraima. Digo Moraima cando a noite é pechada. Digo Moraima e ponse a luz en marcha. Cando quero chorar digo Moraima. Digo Moraima cando a anguria me abafa. Digo Moraima e ponse a luz en calma. Cando quero sorrir digo Moraima. Digo Moraima cando a mañá é clara. Digo Moraima e ponse a tarde mansa. Cando quero morrer non digo nada. E mátame o silencio de non dicir Moraima. C.E.Ferreiro