2. 1- No debiendo existir en la educación ninguna limitación por circunstancias
económicas y sociales, todos los establecimientos docentes, desde el Jardín
de la Infancia a la Universidad y Escuelas superiores especiales, estarán
abiertos a todos los que quieran educarse y tengan capacidad para ello. La
enseñanza pública en todos sus grados será, pues, gratuita, y el Estado
proveerá las becas de estudio que sean necesarias para los no pudientes.
2- Siendo una la personalidad humana y una también la función educativa,
debe existir asimismo una unidad continua y progresiva en todas las
instituciones docentes. Las barreras que separan actualmente la primera de
la segunda enseñanza y ésta de la superior y especial serán, pues,
suprimidas y el alumno de la escuela primaria podrá llegar hasta la superior
sin interrupciones ni obstáculos.
3- Esto no obstante, necesitándose introducir en la educación las
especializaciones que la vida profesional exige, aquéllas se harán
únicamente según las condiciones naturales de los alumnos y no según su
posición económica y social, como hoy ocurre.
4- Para dignificar como se merece el trabajo manual y utilizar plenamente
todo el valor pedagógico que encierra, los planes de estudio se redactarán
de modo que la enseñanza manual se dé en todos los establecimientos
docentes aunque sin especialización profesional en los grados primarios.
Esa enseñanza manual general será obligatoria para todos los alumnos.
5- Reconociendo la unidad de todos los establecimientos pedagógicos y de
la función educativa, el personal docente de todos los grados de la
enseñanza tendrá también una preparación, un trabajo y una remuneración
semejantes, diferenciándose únicamente por la especialidad de su función.
6- La enseñanza en todos los grados será laica ».
5. « Reverencia máxima que al niño se debe. Por eso no puede ser una
escuela de propaganda, se abstiene de anticipar a la infancia y a la
adolescencia la hora de las divisiones humanas. Por el contrario, trata de
sembrar en la juventud la más austera reserva en la elaboración de sus
normas de vida y el respeto más religioso para cuantas sinceras
convicciones consagra la historia.
Pretende despertar el interés de los alumnos hacia una amplia cultura
general, múltiplemente orientada: procura que se asimilen aquel todo de
conocimiento (humanidades) que cada época especialmente exige para
cimentar sobre ella la educación profesional. Salud, higiene, decoro
personal, vigor físico, nobleza y corrección de hábitos y maneras; la
amplitud y delicadeza del sentir; depuración de gustos estéticos; tolerancia,
ingenua alegría, valor sereno, conciencia del deber, honrada lealtad,
formación, en suma, de caracteres armónicos; manantiales de poesía en
donde toma origen el más noble y más castizo dechado de la raza, del arte
y de la literatura española. Trabajo intelectual sobrio, interno, juego
corporal al aire libre; absoluta protesta en cuanto a disciplina moral y
vigilancia contra el sistema corruptor de exámenes, de premios y castigos,
de espionaje,.... Mutuo abandono y confianza entre maestros y alumnos.
Los principios […] sobre los cuales se va organizando en todas partes la
educación de la primera enseñanza …que deben y pueden extenderse a
todos los grados, porque en todos caben intuición, trabajo personal y
creador, procedimiento socrático, método heurístico, animadores y gratos
estímulos, individualidad de la acción educadora en el orden intelectual
como en todos, continua, real, viva, dentro y fuera de la clase. Establecer
una íntima relación entre escuela y familia, no sólo mediante el niño, sino
directamente, es tal vez hoy el problema pedagógico social de superior
interés y novedad en los pueblos cultos. »
7. Artículo 48
El servicio de la cultura es atribución esencial del Estado,
y lo prestará mediante instituciones educativas
enlazadas por el sistema de la escuela unificada. La
enseñanza primaria será gratuita y obligatoria. Los
maestros, profesores y catedráticos de la enseñanza
oficial son funcionarios públicos. La libertad de cátedra
queda reconocida y garantizada. La República legislará
en el sentido de facilitar a los españoles
económicamente necesitados el acceso a todos los
grados de la enseñanza, a fin de que no se halle
condicionado más que por la aptitud y la vocación. La
enseñanza será laica, hará del trabajo el eje de su
actividad metodológica y se inspirará en ideales de
solidaridad humana. Se reconoce a las Iglesias el
derecho, sujeto a inspección del Estado, de enseñar sus
respectivas doctrinas en sus propios establecimientos. »