Proceso de realización de tres obras plásticas mediante recursos digitales (programa de tratamiento de la imagen), empleando una sola fotografía. Las construcciones fotográficas resultantes se denominan “Chimeneas humeantes”, “Torres de Puerto Madero” y “Conquistar el cielo”, y pertenecen a la exposición “Reproduciendo/Recreando Argentina y Chile”.
Ver otros procesos de realización:
http://luisjferreira.es/1-obra-plastica-exposiciones/2-proceso-de-construcciones-fotograficas/
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1.1.1. En esta ocasión voy a ejecutar la terna de recreaciones, que vengo realizando en el proyecto expositivo “Reproduciendo /
Recreando Argentina y Chile”, solamente con esta toma propia de unas de las Torres de Puerto Madero, Buenos Aires.
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1.1.2. Doy comienzo al trabajo aplicándole a la imagen un pequeño sesgo y aumentado su enfoque, saturación, contraste y brillo.
La denominación de la fotografía es “Alejarse de la tierra”.
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1.2.1. Para abordar la creación de la primera de las recreaciones, titulada “Chimeneas humeantes”, tomo la imagen precedente (la
1.1.2.) sin los ajustes de luz y color y la sobredimensiono sacándola por su parte inferior hasta que empiezan a aparecer las edifi-
caciones bajas posicionadas delante de las torres.
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1.2.2. La imagen anterior quedó incompleta por su parte superior, por lo que ahora procedo a recrear el cielo nuboso que falta.
Para ello, empiezo por volcar un azul un poco más oscuro que el que aparece en la parte alta en una selección rectangular tenien-
do seleccionada la capa de la imagen.
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1.2.3. A continuación, emprendo la recreación de las nubes a base de clonar por zonas detalles de las existentes, empleando el
clonador con diferentes grados de opacidad según convenga en cada momento en función de la intensidad de trazo que pretenda
aplicar.
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1.2.4. Seguidamente, elimino mediante clonación todos los elementos extraños a las torres y al cielo (la parte inferior de la ima-
gen, los mástiles de barcos y sus múltiples cuerdas y la palmera), y lo hago recreando lo que habría bajo esos elementos toman-
do píxeles de lugares contiguos o detalles de la imagen.
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1.2.5. Después, haciendo uso asimismo de la clonación (actividad dominantísima en el trabajo), recreo nubes como en la imagen
1.2.3., solo que ahora brotando de la parte alta de las torres simulando salida de humo blanco de ellas como si fueran chimeneas.
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1.3. La recreación, “Chimeneas humeantes”, queda finalizada con esta presencia después de incrementar el brillo, el contraste y
la saturación (la global y, además, específicamente la de los tonos verdes, amarillos y rojos).
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TÍTULO: “Chimeneas humeantes”.
MEDIDAS: Variables.
FECHA DE REALIZACIÓN: Julio de 2020.
FOTOGRAFÍA EMPLEADA: Una sola toma propia realizada a
unas Torres de Puerto Madero en Buenos Aires.
TÉCNICA: Construcción fotográfica con recursos digitales.
COMENTARIO:
Al primer golpe de vista el contenido de la imagen se pue-
de percibir como sencillo y a la vez como desconcertante,
puesto que evidentemente recoge un conjunto de edificaciones
altas bajo un cielo nuboso, y al tiempo puede constatarse que
sorpresivamente dichas formaciones de vapor de agua con-
densado salen improcedentemente de la parte más alta de la
mayoría de las torres. Desde luego la idea sí me brotó de for-
ma elemental al ver en la fotografía de procedencia, “Alejarse
de la tierra”, que algunas nubes parecían emerger de los edifi-
cios situados debajo de ellas, y la obtención de la obra ha sido
igualmente fácil desde el punto de vista técnico, simplemente
he tenido que acercar las torres al primer plano y recrear la sa-
lida de nubes de algunas de ellas.
Sin embargo, dicho contenido entre discreto y desencajan-
te alberga algo más de ausencia de simpleza, dado que podría
generar la duda, por la cierta ambigüedad de la imagen, de si
lo que arrojan al aire los rascacielos son nubes realmente o
humo blanquecino; y, en consecuencia, si esas edificaciones
que protagonizan la recreación son torres de pisos o son chi-
meneas; incertidumbre que puede quedar perfectamente disi-
pada al comprobar que su denominación es explícitamente
“Chimeneas humeantes”. No obstante, enseguida puede in-
tuirse que verdaderamente no es lo que se dice, y que la obra
se plantea como un juego al presentar el contenido con senci-
llez y agazapar en él algunas complejidades retóricas.
En el lenguaje verbal las figuras literarias, o retóricas, son
formas fuera de lo convencional de hacer uso de las palabras
con la voluntad de imprimirles expresividad y sorprender, entre
otras pretensiones; y sucede que las imágenes pueden some-
terse al mismo tratamiento que las palabras y lograr efectos pa-
recidos. En el caso de esta construcción fotográfica, me he vali-
do de la metonimia y de la metáfora visuales; de la primera tan-
to en cuanto he designado una cosa con el nombre de otra con
la que guarda una relación de proximidad temática (edificio del-
gado y alto por chimenea, ambas construcciones, y nube por
humo, formas gaseosas las dos), y de la segunda dado que he
establecido una analogía entre dos ideas e imágenes. Si bien,
francamente es más metonimia que metáfora, puesto que exis-
ten unas relaciones objetivas entre los elementos empleados
(los rascacielos y las chimeneas son dos tipos de torres edifica-
das, y las nubes y el humo incluyen vapor de agua), aunque se
mantiene el carácter de metáfora porque no deja de haber tam-
bién una relación subjetiva o asociación mental, como la que se
produce al asociar el semblante (el skyline) que forman las chi-
meneas en zonas fabriles arrojando los gases de la combustión
a la atmósfera y el de los sectores urbanos con rascacielos.
La imagen lo que acoge en verdad es un grupo de torres de
pisos que por el lugar de coronación desprenden nubes que
conforman el panorama nuboso, estando cohesionados entre sí
y entre ellos unos elementos y otros, en una lúdica reinterpreta-
ción del fenómeno de la formación de las nubes; en este senti-
do, mantiene algunas conexiones con “Ciclo del agua interveni-
do” (Octubre de 2010), construcción fotográfica con varias foto-
grafías en la que las nubes se originan en la melodía que crea
una trompeta, insuflada por el aire producido por un compresor
que es accionado por una mano. También se relaciona con
“Esperanzador equilibrio” (Enero de 2012), obra en la que una
inmensa chimenea que emerge de un trigal arroja al aire panes
que acaban convirtiéndose en nubes.
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2.1.1. Para la segunda recreación, que nominaré “Torres de Puerto Madero”, hago una copia del archivo anterior “Chimeneas
humeantes” y elimino todos los ajustes quedándome con la imagen 1.2.4.; a continuación, recorto las torres suprimiendo el resto
de contenido de la imagen.
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2.1.2. Seguidamente, elijo las tres torres que me interesan y,
en tres copias de la imagen precedente, las acabo de re-
cortar. Posteriormente, realizo varias operaciones: 1ª sus-
tituyo el sentido apaisado por el vertical; 2ª redimensiono
las torres conforme al esquema compositivo que tengo; 3ª
las posiciono en la parte superior de modo más o menos
equidistante; 4ª enderezo levemente mediante giros la 2.
y la 3.; y 5ª elimino en la 2. la sombra de la parte inferior
derecha recortando en una nueva capa la zona inmedia-
ta, posicionándola sobre la sombra y clonando una vez
estén combinadas ambas capas.
1. 2. 3.
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2.1.3. Con la intención de aumentar el tamaño de las torres
mediante colores planos tomados de los dominantes en
ellas, añado tres capas vacías para la 1ª, dos para la 2ª y
otras tres para la 3ª, y vierto en cada una los colores co-
rrespondientes. Ejecuto las zonas de color empleando
rectángulos de selección. Como puede apreciarse tienen
el ancho del de procedencia, el alto oportuno, y por abajo
he dado el perfil deseado siguiendo criterios estéticos
propios.
1. 2. 3.
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2.1.4. Una vez combinadas las capas de color por torres,
aplico ajustes tonales a cada una de ellas: brillo, contras-
te, oscurecimiento de oscuros y aclaración de claros, y
fuerte saturación, tanto global como parcial de amarillos,
verdes y rojos. A la torre 3. le corto algunas plantas infe-
riores para desigualarla de la 2.
1. 2. 3.
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2.2.1. Para crear un fondo a la composición de torres, me
sirvo de una copia de la torre 1. (ver imagen anterior
2.1.4.), la libero de sus ajustes tonales (quedaría como la
1. de 2.1.3.) y la deformo aumentando su tamaño hasta
ocupar toda la imagen excepto la parte superior.
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2.2.2. Posteriormente, para cubrir el vacío de la parte supe-
rior, hago una copia de esa imagen incompleta (la 2.2.1.),
la sitúo en la paleta de capas debajo de ella y la invierto
en su verticalidad (la parte inferior es la que aparece en la
superior); luego combino ambas capas y mejoro el enfo-
que. Antes de combinarlas enderezo selectivamente las
filas de ventanas izquierdas seleccionando la zona que
las comprende.
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2.3.1. Resuelto ya el fondo, activo las capas de cada torre
que, como es natural, están ubicadas en la paleta de ca-
pas encima de él.
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2.3.2. A continuación, procedo a modificar el cromatismo de
la imagen del fondo buscando consonancia con las torres;
para ello, cambio radicalmente el tono, intensifico notoria-
mente la saturación y aumento la luminosidad; posterior-
mente incremento el brillo y el contraste. Efectúo aún dos
acciones más: bajo escasamente las edificaciones de esa
imagen para ponerlas en línea con las del edificio origina-
rio, y bordeo las torres con una discreta línea negra para
resaltarlas.
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2.4. Por último, para dejar concluida la recreación, actuando
en la imagen del fondo, selecciono los píxeles del color
de la franja derecha y los sustituyo radicalmente por los
presentes buscando calidez.
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TÍTULO: “Torres de Puerto Madero”.
MEDIDAS: Variables.
FECHA DE REALIZACIÓN: Julio de 2020.
FOTOGRAFÍA EMPLEADA: Una sola toma propia realizada a
unas Torres de Puerto Madero en Buenos Aires.
TÉCNICA: Construcción fotográfica con recursos digitales.
COMENTARIO:
Esta segunda recreación de la fotografía “Alejarse de la
tierra”, exterioriza una composición en la que aparecen tres
torres de rascacielos ampliadas hacia abajo con colores pla-
nos tomados de cada una de ellas y líneas que las replican, y
las muestra organizadas sobre una de ellas (la de la izquier-
da), deformada y distorsionada cromáticamente, haciendo de
fondo compositivo.
La construcción fotográfica que presento responde de mo-
do muy personal a la técnica del collage en su vertiente cons-
tructivista, y la imagen que conforma representa a algunas de
las torres que se encuentran en el bonaerense Puerto Madero,
mas no fielmente como es evidente. Lo hace de modo esque-
mático manteniendo algo de sus identidades y dando cabida a
la especulación reflexiva con soporte subjetivo, por lo que el
titular la obra como lo hago es un exceso literario; igual que si
la hubiera denominado “Tarjeta postal de edificaciones bonae-
renses”, cuando las postales referidas a lugares o arquitectu-
ras muestran con fidelidad integrantes representativos de ellos
como recuerdo, y no arbitrariedades creadas por alguien en
lugar de haber sido obtenidas por una cámara fotográfica.
Las torres aquí emergen como si fueran frentes de bloques
geológicos, pero en vez de surgir del interior de la tierra, como
sería propio, brotan desde el espacio etéreo quedando en sus-
pensión, como si estuvieran especulando. Conviene comentar
que especular, procedente del término latino /speculari/, signifi-
caba originariamente mirar desde arriba, observar, incluso es-
piar, como lo hace quien está suspendido en lo alto; además,
aunque las edificaciones se cimenten en el suelo geológico y
de él se erijan, son en buena medida fruto de especulaciones
de diverso tipo. Estas torres, así pues, están como especulan-
do por estar suspendidas y por observar desde su posición de
altura (podría hacerse desde sus ventanas, balcones y terra-
zas); pero, por otra parte, han sido fruto de mi especulación, y
los objetos fotografiados -las propias torres- fueron producto de
teorizaciones, si bien con un sentido práctico, y también de
operaciones comerciales o financieras con el ánimo de obtener
beneficios aprovechando las oscilaciones de los mercados. Na-
turalmente es intencionado que estas torres en la altura se tras-
toquen en el skyline que conforman, siendo contaminadas por
más presencia constructiva, consecuencia en la realidad de
ejercicios especulativos más materialistas que teóricos.
Puerto Madero es el puerto fluvial de Buenos Aires que pre-
tendía resolver el legendario problema de la arribada de gran-
des navíos comerciales hasta las orillas de la ciudad debido a
la escasa profundidad del río; sin embargo, poco después de
su inauguración (1898) quedó obsoleto y entró en estado de
decadencia, junto con el barrio en él ubicado. Prácticamente un
siglo después se inició la revitalización del barrio y se fue con-
virtiendo en un núcleo de gran expansión comercial con posibi-
lidades turísticas de identidad propia. En años recientes se
inició la construcción de torres residenciales -veintiséis- de gran
categoría, transformándose en el barrio más nuevo, alto y caro
de la ciudad, y produciéndose la paradoja de que la tejida mu-
ralla de edificaciones va separando la ciudad del río, cuando el
puerto naturalmente la abría a él. Las torres, por su parte, que
históricamente han sido construcciones de carácter militar y re-
ligioso, son un símbolo de poder y riqueza con algunas preten-
siones estéticas, y su capacidad evocadora las han introducido
frecuentemente en el arte visual y literario.
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3.1.1. Acometo la última construcción fotográfica de esta ter-
na utilizando una copia de la imagen 2.1.2. De ella genero
otras dos y dejo una torre en cada una. Si en la imagen
2.1.3. ampliaba las torres mediante colores planos, ahora
lo hago con plantas de las propias edificaciones. El proce-
so es sencillo e igual para cada torre: en una copia de la
torre incompleta selecciono la parte que quiero reproducir
y elimino el resto; luego la desplazo hasta la parte inferior
encajándola en su lugar preciso; a continuación realizo
transformaciones si procede (de sesgo, por ej.) y borra-
dos y/o clonados para perfeccionar la unión de ambas
partes; finalmente unifico las dos capas. Seguidamente,
en una nueva copia vuelvo a seleccionar el sector que
pretendo reproducir (ahora más amplio que el anterior) y
sigo con el proceso hasta que alcance la altura deseada.
1. 2. 3.
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3.1.2. Con la intención de recrear tres torres más, en una co-
pia de la imagen 2.1.1. recorto las que no recorté en la
construcción fotográfica anterior, y las separo en copias
diferentes.
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3.1.3. Acto seguido, amplío la altura de cada torre siguiendo
el procedimiento ya explicado (ver texto de imagen 3.1.1.)
4. 5. 6.
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3.1.4. Posteriormente, manteniendo activadas las tres capas
correspondientes a cada torre (la 4, 5. y 6.) y activando
las de la imagen 3.1.1. (la 1, 2. y 3.), realizo la composi-
ción deseada con las seis edificaciones desplazándolas, y
reduzco el tamaño de cada una a conveniencia.
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3.2.1. Recreadas ya las torres y habiendo ejecutado una
composición con ellas, procedo a crear un cielo; para ello
selecciono de la paleta de colores un tono azul mediano
(el del extremo superior), que sitúo en la barra de herra-
mientas en el espacio para el color de fondo, y luego lo
vuelco en una capa vacía; después escojo otro claro (el
del extremo inferior) que lo configuro como color frontal.
Finalmente, con ambos efectúo sobre la nueva capa un
graduado lineal vertical.
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3.2.2. Este sería el resultado conseguido hasta este momen-
to teniendo activadas el conjunto de capas de torres y la
del cielo, que lógicamente está situada en la capa de pa-
letas debajo de las anteriores.
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3.3.1. A continuación, una vez suavizados los bordes de ca-
da torre, acometo la ejecución de las nubes empleando la
imagen 1.2.3. En cuatro copias de ella, que coloco sobre
las de las torres, escojo cuatro nubes diferentes y elimino
el resto de contenidos; posteriormente elijo un lugar en la
imagen para cada una. Luego, procedo al modelado de
las diferentes nubes a base de borrar y clonar lo pertinen-
te con el grado oportuno de opacidad, en un trabajo que
realizo con cada unidad visualizando el conjunto de to-
das.
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3.3.2. Seguidamente, obro el mismo procedimiento comenta-
do anteriormente en el texto de la imagen 3.3.1. para las
tres nubes que se encuentran al fondo detrás de las to-
rres (una a la izquierda y dos a la derecha). Como es na-
tural, coloco las capas en la paleta debajo de las de las
torres.
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3.3.3. Por último, vuelvo a repetir el procedimiento, ahora
con las dos nubes situadas detrás de sendos edificios de-
lanteros, por lo que sus capas habrán de encontrarse de-
bajo de dichos inmuebles en la paletas de capas. Reparar
en la consonancia tonal entre la parte inferior del cielo y
las nubes; esta característica tuve que tenerla en cuenta
al elegir el azul claro para el graduado del cielo (ver ima-
gen 3.2.1.).
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3.3.4. Es este el momento de trabajar con los ajustes del co-
lor. En todas las capas aplico el grado oportuno de brillo
y/o contraste; en la capa cielo añado saturación, pero par-
ticularmente lo hago en cada torre de modo específico
para cada una e, incluso, en partes seleccionadas de al-
gunas.
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3.4. Concluyo la obra “Conquistar el cielo” creando las som-
bras pertinentes a las torres que lo precisan (las dos que
están en primer plano y la cilíndrica central), cuidando la
altura, amplitud, definición y opacidad, y el suavizado de
las que quedan por delante de las nubes interiores.
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TÍTULO: “Conquistar el cielo”.
MEDIDAS: Variables.
FECHA DE REALIZACIÓN: Julio de 2020.
FOTOGRAFÍA EMPLEADA: Una sola toma propia realizada a
unas Torres de Puerto Madero en Buenos Aires.
TÉCNICA: Construcción fotográfica con recursos digitales.
COMENTARIO:
Como “Chimeneas humeantes”, ésta recreación de la cap-
tura fotográfica “Alejarse de la tierra” presenta una imagen
aparentemente sencilla: un grupo abigarrado de rascacielos
sobre un banco de nubes; sin embargo, en las zonas donde
florecen este tipo de desmedidas construcciones las nubes no
suelen ser bajas y densas, por lo que hay que pensar que en
la obra las nubes ocultan unos tramos considerablemente am-
plios de las torres, tan grandes quizá como los que sobresalen
de ellas. Hay que suponer, pues, que los rascacielos aquí
mostrados son disparatadamente altos, tanto que empezaron
a “Alejarse de la tierra” y están empecinados en “Conquistar el
cielo”; de modo que lo que inicialmente pudo ser un tímido pro-
pósito, o simplemente la consecuencia de construir sobre el
suelo, puesto que a medida que se levantan plantas la cons-
trucción va distanciándose de él, puede acabar siendo una
ambiciosa y monstruosa finalidad: conquistar lo más alto, que
no el cielo realmente; por lo que conseguir el cielo se presenta
en este trabajo como una ilusión fantástica.
La arquitectura, como arte y técnica de concebir y construir
edificios, tiene el cometido de faenar sobre la superficie de la
tierra, arrancando desde algo más abajo, y de proyectarse ha-
cia el cielo con fines económicos y sociales, como son la máxi-
ma obtención de beneficio y el almacenamiento rentable de las
masas en lugares controlables; finalidades que cumplen efi-
cazmente los edificios urbanos conforme a su altura, de mane-
ra que a más altitud mayor eficacia y más poder por añadidura.
El cielo o firmamento es el espacio que parece rodear a la
Tierra, en el que se producen los fenómenos atmosféricos y
más lejanamente donde los astros se ubican; pero también es
un concepto con el significado de “el más allá” presente en dis-
tintas religiones y filosofías espirituales, un lugar idílico de felici-
dad eterna poblado por ángeles, dioses y semidioses o héroes,
que los fieles de las religiones abrahámicas (judaísmo, cristia-
nismo e islam) sueñan con conquistar, junto con la prometida
inmortalidad. Es ésta una aspiración que parece coincidir con la
de los constructores y promotores de edificios mega altos que
literalmente pretenden rascar el cielo, al menos rascacielos los
denominan; con la gran diferencia de que éstos no plantean pu-
ras quimeras sino que ofrecen realidades al alcance de quien
se lo pague; de cualquier modo, los compradores tampoco ad-
quirirían un trozo de cielo sino un poco de suelo en lo alto más
o menos alejado de la tierra.
Los antiquísimos deseos de volar del ser humano, recogi-
dos dibujísticamente por L. DA VINCI en geniales artefactos de
su invención, la puesta en práctica por la aeronáutica y la
desatada carrera espacial no dejan de ser otra clara manifesta-
ción de las ansias de ocupación, incluso de dominación y so-
metimiento, del firmamento. La panorámica de grandeza incon-
mensurable que se percibe del cielo desde un avión salido de
las nubes en su ascenso o desde un pico montañoso, aparte de
fascinación, produce sensación de dominio. También es remota
la analogía entre el cuerpo humano y el edificio, tanto como la
asociación de cuerpo y templo como albergadores del espíritu;
y es que los edificios, como los cuerpos, son concebidos, cre-
cen y se convierten en hábitats, envejecen más digna o indig-
namente y a menudo son abandonados o destruidos (converti-
dos en materia informe y polvo) dando pábulo a encantamien-
tos fantasmagóricos, aunque sólo sea una conveniencia con-
ceptual profundamente cimentada en nuestra forma de pensar.