2. La biodiversidad o diversidad biológica es la variedad de la vida. Este reciente
concepto incluye varios niveles de la organización biológica. Abarca a la diversidad
de especies de plantas, animales, hongos y microorganismos que viven en un espacio
determinado, a su variabilidad genética, a los ecosistemas de los cuales forman
parte estas especies y a los paisajes o regiones en donde se ubican los
ecosistemas. También incluye los procesos ecológicos y evolutivos que se dan a
nivel de genes, especies, ecosistemas y paisajes.
3. El concepto fue acuñado en 1985, en el Foro Nacional sobre la
Diversidad Biológica de Estados Unidos. Edward O. Wilson (1929 - ),
entomólogo de la Universidad de Harvard y prolífico escritor sobre el
tema de conservación, quien tituló la publicación de los resultados del
foro en 1988 como “Biodiversidad”.
4. Los seres humanos hemos aprovechado la variabilidad genética y
“domesticado” por medio de la selección artificial a varias especies; al
hacerlo hemos creado una multitud de razas de maíces, frijoles,
calabazas, chiles, caballos, vacas, borregos y de muchas otras especies.
Las variedades de especies domésticas, los procesos empleados para
crearlas y las tradiciones orales que las mantienen son parte de la
biodiversidad cultural.
5. La composición es la identidad y variedad de los elementos (incluye qué
especies están presentes y cuántas hay), la estructura es la organización
física o el patrón del sistema (incluye abundancia relativa de las especies,
abundancia relativa de los ecosistemas, grado de conectividad, etc.) y
la función son los procesos ecológicos y evolutivos (incluye a la
depredación, competencia, parasitismo, dispersión, polinización, simbiosis,
ciclo de nutrientes, perturbaciones naturales, etc.)
6. Hasta 2009, se habían evaluado 47 677 especies, de las cuales el
36% se considera en peligro de extinción; mientras que, de las 25
485 especies de los grupos evaluados en su totalidad (mamíferos,
aves, anfibios, corales, cangrejos de agua dulce, cícadas y
coníferas), el 21% se considera amenazado. De las 12 055 especies
vegetales evaluadas, el 70% está en peligro.
7. Las especies de todos los grupos cuyas tendencias se conocen están, en
promedio, cada vez más al borde de la extinción; los anfibios son los que
corren más peligro y los corales constructores de arrecifes de aguas
cálidas muestran el deterioro de estado más rápido. De ciertos grupos
seleccionados de vertebrados, invertebrados y plantas, entre el 12% y el
55% de las especies corre peligro de extinción en la actualidad.
8. En América Latina y el Caribe más de 300 millones de hectáreas de tierra han
sido degradadas, por erosión causada del uso insostenible de la tierra,
agotamiento de nutrientes, polución química, sobre-pastoreo y
deforestación. Aunque la región contiene el 30% del agua renovable del mundo,
tres regiones hidrográficas que cubren el 25% del territorio y donde vive el 40%
de la población, solo contiene el 10% del recurso hídrico. América Latina contiene
el 25% de la cobertura boscosa del planeta, sin embargo la aceleración de la taza
de perdida de bosque no tiene precedentes. De la perdida de más de 400
millones hectáreas de bosque natural global en los últimos 30 años, 40% fue en
América Latina.
9. La biodiversidad en el mundo es importante, ya que permite aumentar la
productividad de los ecosistemas: cada especie desempeña un papel fundamental.
Sin embargo, la actividad de los humanos puede estar provocando muchos problemas
al correcto desempeño del planeta, mediante la extinción y disminución notoria de
muchas especies. La tala o la caza ilegal son algunos de nuestros mayores problemas,
junto con la contaminación.
10. El calentamiento global acelerado no permite a los ecosistemas adaptarse a
los cambios. Uno de los ecosistemas que más lo notan es el Ártico y el
océano. Los arrecifes de coral son de los más descuidados también, y se
cree que en poco tiempo podrían morir.
Durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y
Desarrollo en 1992, surgió un Convenio sobre la Diversidad Biológica, que
fijó un compromiso para el año 2010 de disminuir la pérdida de
biodiversidad.