1. CHIRERE EN ALMIBAR
PRESTACIONES SOCIALES E INFLACIÓN
*MARCOS GUERRERO. @MARCOSGUER100
or todos es conocida la modificación de la legislación laboral venezolana, y uno
de los tópicos reformados fue el régimen de prestaciones sociales, cambiar un
sistema fundamentado en abonos mensuales por otro dual que combina los abonos
mensuales con la retroactividad, aplicándose siempre el que más ventaja reporte al
trabajador.
El sistema acumulativo de prestaciones sociales nace en Venezuela en el año
1997, a propósito de una reforma laboral llevada a cabo desde 1991, y su principal meta
era cambiar el régimen retroactivo por el sistema acumulativo de prestaciones sociales
en virtud de las altas tasas de inflación como ingrediente de la economía de ese
entonces, y la excusa era no incrementar los salarios por cuanto era insostenible dada la
incidencia exponencial que surtía sobre las prestaciones sociales. Pues bien, vino la
reforma y cambia el método de cálculo, y de retroactivo pasa a acumulativo, que
significaba a grandes rasgos depositar 5 días de salario (integral) cada mes, a partir del
cuarto mes de prestación de servicio.
En mayo de 2012, cambia nuevamente el sistema de prestaciones sociales, y éste
retorna a la retroactividad, calculado con el último salario integral mensual por los años
de servicio, con una variante, el método se torna dual y se escoge el cálculo más
beneficioso al trabajador. Todo ello se concibe por cuanto, según los reformistas, el
régimen estructurado en el año 1997 lesiono al trabajador y escamoteo sus prestaciones
sociales. Lo interesante del caso es que, de manera comprobada, el sistema más
beneficioso para el trabajador cuando reporta menos antigüedad es el sistema
acumulativo de prestaciones sociales, y al contrario cuando hay más años de servicio el
que consigue mayores favores al trabajador es el sistema retroactivo. Es decir, ambos
tienen sus ventajas y por ello hubo de integrarlos, desmontando toda la falsa tesis que
se venía comentando sobre los cambios efectuados al sistema laboral en 1997.
Por cierto, el peor régimen de prestaciones sociales en un país sin inflación es el
retroactivo, y al contrario cuando la inflación está controlada a niveles tolerables el
sistema acumulativo es el más ventajoso para los trabajadores. Para nadie es un secreto
que la inflación está acabando con los salarios y prestaciones sociales de la clase obrera,
lo cual nos lleva a preguntarnos: Por qué en vez de reformar la ley laboral no se
concentraron en redimir la elevada inflación que padecemos y así evitar el alto costo que
vivimos por su culpa?.
Artículo de Opinión Diario de Los Andes Trujillo, fecha 30 de Julio de 2013, pág.
6.
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