4. Estadísticamente, el tipo de violencia
dominante es el emocional y se da
mayoritariamente en el aula y patio de
los centros escolares. Los
protagonistas de los casos de acoso
escolar suelen ser niños y niñas en
proceso de entrada en la adolescencia,
siendo ligeramente mayor el
porcentaje de niñas en el perfil de
víctimas.
7. Importancia:
Actualmente se están implementando
medidas desde las instituciones educativas,
tanto para prevenir el acoso escolar
o bullying, como para concientizar a los
posibles implicados, facilitar las denuncias,
y evitar que siga manteniéndose la
conducta de acoso. Para ello, lo primero
que hay que hacer es comunicar el hecho al
centro educativo para que tenga constancia
de la situación y busque una solución
para cortar el círculo vicioso del acoso.
8. Algunos centros ofrecen información
sobre cuáles son las manifestaciones o
síntomas más habituales que pueden
alertar a los docentes de que en su
clase se está produciendo algún caso
de acoso; aunque para evitar ser
descubiertos, es frecuente que los
acosadores hostiguen a sus víctimas
fuera de las instituciones educativas
para que no haya testigos, lo que
dificulta la detección del problema.
9. A parte de la intervención terapéutica,
tanto sobre el menor acosado como sobre
el acosador, la medida más eficaz para
romper este círculo vicioso del acoso, es la
separación de acosado y acosador con un
cambio de clase o de centro educativo. Sin
embargo, es fundamental realizar una
intervención terapéutica sobre el acosador,
ya que si no se hace nada al respecto,
buscará a otro chivo espiratorio sobre el
que iniciar una nueva cadena de abusos.