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Estudio de las actitudes y preparación de los profesionales sanitarios de la zona de salud básica de Orcera para el tratamiento del tabaquismo
1. Estudio de las actitudes y la preparación de los
profesionales sanitarios de la Zona de Salud Básica
de Orcera para el tratamiento del tabaquismo.
Carolina López Carrillo1 Manuel Calvillo Mazarro2 Juan
Andrés Ramos Ruiz3 Sofía Carrillo Jiménez4 Arturo Javier
Carrillo López5 Dolores Valentina Villar Molina6
Enfermera-Zona Básica de Salud de Orcera1 Psicólogo-Centro de Psicología Clínica CEPSI Bailén2 Médico-Zona Básica de
Salud de Orcera3 Facultad Medicina Univ. Sevilla4 Facultad Medicina Univ. Rovira i Virgili Reus5 Logopeda6
2. El tabaquismo es un problema de salud pública de primer orden a nivel mundial y en nuestro país
continúa siendo la primera causa evitable de enfermedad y muerte prematura. Se ha comprobado que
las advertencias sobre los riesgos del consumo de tabaco por parte de los profesionales sanitarios
suelen ser bien acogidas por los pacientes, además se ha comprobado que las tasas de abandono
aumentan si prestan su asesoramiento diversos profesionales sanitarios.
Estos datos nos hablan del importante papel que los profesionales sanitarios juegan en la prevención y
el tratamiento del tabaquismo. Más allá de su práctica clínica y como educadores de la salud, los
profesionales de la salud sirven como modelo en todo lo que atañe a la salud. Su papel y
reconocimiento social resulta esencial para proteger la salud de la población y promover estilos de vida
sin tabaco. En este sentido, existe evidencia de que el papel de los profesionales de la salud es muy
importante a la hora del cambio social respecto al tabaquismo, y que el propio hábito tabáquico de los
profesionales tiene una influencia relevante en cuanto a sus actitudes al respecto y afecta de manera
positiva o negativa a las personas que reciben su asistencia. Conocer por tanto las prevalencia del
consumo de tabaco y las actitudes hacia al tabaquismo de los profesionales sanitarios y reducir el
hábito de fumar de este grupo, es importante tanto para ellos mismo como personas fumadoras, como
para la población a la que atienden, por el papel que juegan como modelos de referencia de primera
importancia en cuestiones de hábitos de vida saludable.
INTRODUCCIÓN
3. OBJETIVOS
1. Estudiar la prevalencia del hábito de fumar de los trabajadores
sanitarios de la Zona de Salud Básica de Orcera
2. Conocer las actitudes y nivel de preparación autopercibido por
parte de dichos profesionales para ayudar a los usuarios a
abandonar el consumo del tabaco
3. Analizar si el hecho de ser personas fumadoras, exfumadoras
o no fumadoras supone un factor diferencial a la hora de
valorar dicha capacidad para ayuda al cese del tabaquismo de
sus pacientes.
4. METODOLOGÍA
Diseño del estudio: Se trata de un estudio descriptivo transversal llevado a cabo entre
los meses de Febrero y Marzo de 2016
Población de estudio: Participaron 37 trabajadores (21 mujeres y 16 hombres-56,75%
y 43,25% respectivamente) lo que supone el 100% de la personass trabajadoras
sanitarias de la Zona Básica de Salud de Orcera,. Por profesión se distribuyen como
sigue: 1 auxiliar de enfermería, 1farmacéutico, 2 matronas, 2 pediatras, 12 médicos/as
de familia y 19 enfermeros/as. La media de edad es de 47,2 años, siendo 32 y 63 las
edades límites de nuestra muestra.
Instrumentos: Para la recogida de datos se elaboró exprofeso un cuestionario online
creado con los formularios de google. Con este cuestionario, a través de ítems de
selección múltiple y escalas tipo Likert, se recogía información biográfica (sexo, edad,
profesión), sobre consumo y actitudes hacia el tabaquismo, y sobre su nivel de
preparación para ayudar a sus pacientes a abandonar el hábito de fumar.
5. Resultados (I)
Según los resultados obtenidos, y tal y como muestra la gráfica 1, mientras que el
porcentaje de profesionales exfumadores es similar entre hombres y mujeres (50% y
52,38% respectivamente), la tasa de fumadores en el momento de realizar el estudio
era significativamente mayor entre los hombres (25% ) que entre las mujeres (9,52%).
La misma tendencia más saludable de no haber fumado nunca se observa entre las
mujeres que entre los hombres que han participado en el estudio (38,9% y 25%
respectivamente).
25%
50%
25%
38,09%
52,38%
9,52%
32,43%
51,35%
16,21%
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
No fumador Exfumador Fumador
Graf.1-Prevalencia por sexo
Hombres Mujeres Total
6. Resultados (II)
La gráfica 2 muestra que ningún enfermera/o es fumador, frente al 21,42% de médicos
que sí lo son. Por su parte el porcentaje de enfermeras/os que ha dejado de fumar es
mucho mayor que el de médicas/os (73,68% y 35,71% de exfumadores respectivamente).
No obstante el porcentaje de médicos que no ha fumado nunca es mayor que el de sus
colegas enfermeros/as (42,85% vs 26,31%).
42,85%
35,71%
21,42%
26,31%
73,68%
0%
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
No fumador Exfumador Fumador
Graf.2-Prevalencia por profesión
Médicas/os Enfermeras/as
7. Resultados (III)
Nada Poco Bastante Mucho
Sexo Hombres 0 0 69,23% 30,76%
Mujeres 5,55% 5,55% 72,22% 16,66%
Profesión Médicas/os 57,14% 42,85%
Enfermeras/os 5,88% 5,88% 82,35% 5,88%
Consumo de tabaco No fumadores 10% 60% 30%
Exfumadores 5,55% 83,33% 11,11%
Fumadores 33,33% 66,66%
Tabla 1. Resultados a la pregunta”
¿Tengo los conocimientos necesarios para ayudar a mis pacientes a dejar de fumar?
Atendiendo a la tabla 1, se observan ligeras diferencias en la manera de valorar
los propios conocimientos para ayudar a los pacientes a abandonar el hábito de
fumar. Estas diferencias, aun siendo muy sutiles, apuntan a una mejor
autovaloración de los hombres sobre las mujeres y de los médicos/as sobre
enfermeros/as. Por otra parte, parece que el hecho de ser fumador no afecta a la
propia percepción de la capacidad que se posee para ayudar a los pacientes a
afrontar el tabaquismo.
8. Resultados (IV)
Tabla 2. Resultados a la pregunta:
¿Considera que el comportamiento de los profesionales de la salud como fumadores o
no fumadores influye en que los pacientes fumen?
Las mujeres consideran en mayor porcentaje que los hombres que el
comportamiento de los profesionales de la salud tiene mucha influencia en que los
pacientes fumen o no (20% y 7,69% respectivamente). A su vez es mayor el
porcentaje de médicas/os (57,14%) frente al de enfermeras/os (42,10%) que afirman
estar bastante de acuerdo con esta afirmación. Son el grupo de exfumadores los que
más de acuerdo están con el hecho de que los profesionales sanitarios juegan un
papel muy importante como modelos que puede afectar a que sus pacientes fumen o
no fumen (73,07%, frente al 50% de fumadores y al 56,25% de los no fumadores).
Nada Poco Bastante Mucho
Sexo Hombres 7,69% 30,76% 53,84% 7,69%
Mujeres 25% 10% 45% 20%
Profesión Médicas/os 5% 21,42% 57,14% 14,28%
Enfermeras/os 10,52% 31,57% 42,10% 15,78%
Consumo de tabaco No fumadores 18,75% 25% 25% 31,25%
Exfumadores 11,53% 15,38% 46,15% 26,92%
Fumadores 25% 25% 50%
9. Discusión/Conclusiones (II)
Entre los datos de prevalencia del consumo de tabaco obtenidos debemos resaltar que mientras que el
porcentaje de hombres fumadores entre los sanitarios de nuestra zona de salud es superior al de la
población general entre 25 y 64 años (25% frente a 17,94%), entre las mujeres trabajadoras estudiadas es
menor (9,52%) que entre la población general (14,25%). Por su parte la prevalecía de ambos sexos en los
profesionales de la salud en nuestra zona que nunca han fumado (25% hombres, 38,09% mujeres) está
muy por debajo de las tasas de la población general (37,95% hombres, 54,74% mujeres). Sin embargo, tal
vez el dato más relevante es la alta tasa de exfumadores (50% de hombres y 50,38% de mujeres) entre
nuestros trabajadores, siendo éste un porcentaje que está muy por encima del que presenta la población
general entre 25 y 64 años (26,17% hombres y 16,74% mujeres). Para todos estos casos se ha cogido
como referencia de la población general a los datos de la última encuesta nacional de salud del INE del
año 2012.
Lo que estos resultados indican es que en la Zona de Salud Básica de Orcera, los profesionales sanitarios
están realmente comprometidos con su salud y han hecho un esfuerzo importante por abandonar el
consumo de tabaco. Consideramos que puede ser interesante de cara a futuros estudios, comprobar si es
ésta una tendencia generalizable a los trabajadores de la salud de otras zonas, y para ello realizar un
análisis comparativo con los resultados obtenidos en estudios similares entre los profesionales de la salud
de otros centros hospitalarios y otras zonas rurales y urbanas de España.
10. Discusión/Conclusiones (II)
Según los resultados obtenidos en este trabajo, la valoración que realizan médicos/as y enfermeros/as de
nuestra zona acerca de la propia capacidad para ayudar a sus pacientes a abandonar el consumo del
tabaco es bastante estable y no varía de manera significativa ni en función del sexo, ni de la profesión, ni
por el hecho de que la persona que valora su propia capacidad sea fumadora, no fumadora o exfumadora.
En general se observa un acuerdo alto en la importancia que tiene el comportamiento de fumar de los
profesionales sanitarios como modelo de referencia y con capacidad de influir en el consumo de tabaco de
sus pacientes y de la población general. Existe una ligera diferencia a favor de las mujeres sobre los
hombres y de médicos/as sobre enfermeros/as a la hora de darle más importancia a ese papel de modelo
social que pueden estar jugando. Sin embargo, en este sentido, el resultado más relevante que arroja
nuestro estudio es que los exfumadores le dan una mayor importancia y valoran especialmente bien este
rol que juegan como modelos de referencia y de buen ejemplo de hábitos saludables.
Estos resultados apuntan a la necesidad de animar y apoyar el abandono del tabaquismo de los
profesionales sanitarios como una medida de cuidado y salud del trabajador, pero también como una
manera de mejorar la atención y la ayuda al abandono del consumo del tabaco de la población general.