Horarios de cortes de luz en Los Ríos para este lunes, 22 de abril, según CNEL
12+1 (Brief Bout Missils Situation) Lic.Gigli Box
1. 12+1 días
Evitad las decisiones desesperadas; pasará el día más tenebroso si tenéis valor para vivir hasta el día siguiente.
William Cooper
Mientras los necios deciden, los inteligentes deliberan.
Plutarco
En octubre de 1962, durante 13 días –o bien, en términos de la superstición
estadounidense “12+1” días-, existió la probabilidad de que cientos de millones de personas
perecieran en lo que sería la IIIGM. La crisis de los misiles fue un pretexto para la investigación
de Graham T. Allison. Su interés era poner en el tapete lo que los decidores traen en mente al
momento de decidir: los “lentes conceptuales” que cada uno de ellos utiliza para decidir,
determinan en gran parte el tipo de decisión a tomar. A los fines de cumplir con la consigna de la
cátedra, podremos resumir la exposición del autor de sus tres modelos, posiblemente los más
seminales dentro del espacio del estudio de la toma de decisiones.
Para el Modelo I –la Política Racional identificada con el realismo-, debemos entender
los asuntos exteriores como elegidos por el gobierno nacional (requerimos un decisor único, que
percibe diferentes cursos de acción y escoge el que considera mejor) de acuerdo al curso de
acción que maximice el interés y objetivos estratégicos. Encontrar la óptima es el quid del
decisor. En cuando al momento de la acción, es el problema que surja en el “mercado
estratégico internacional”, el que la motiva. Para llegar a una selección óptima, se debe tener en
cuenta los objetivos (seguridad e intereses nacionales, con la estimación de pro y contra de cada
opción). La que más se ajuste a los objetivos/minimice los costos, será la correcta. En cuanto a
las proposiciones más específicas, encontramos la disuasión (esto es, la probabilidad de
cualquier ataque se determina de los factores considerados en los objetivos y los costos que
conlleven). Para el caso de Allison, es necesario un balance nuclear estable para reducir la
probabilidad de un ataque. Ya que, la capacidad de un segundo ataque altera los cálculos del
atacante potencial al aumentar la probabilidad y los costos de las consecuencias que podrían
resultar del contraataque (del ataque-las represalias). De este modo, el balance aumenta la
probabilidad de una guerra limitada. Desde el estudio del autor, la URSS escogió la postura de
fuerza (emplazando los 200 SS-9s en Cuba) como medio para maximizar los valores de la
doctrina militar y de los objetivos estratégicos soviéticos1.
En el Modelo II, el proceso organizacional es el que se interpone entre los gobiernos y su
percepción de los problemas a través de los sensores de las organizaciones. Los procesos son,
en realidad, producto de las organizaciones. Y la conducta de los actores está perneada por los
procedimientos previamente establecidos. Además, las organizaciones estructuran con
procedimientos la situación y establecen límites de acción. Ahora no encontraremos un actor
único, sino varias organizaciones enlazadas – a veces con poca cohesión-, y en cuyo tope se
1
Este paradigma de la política racional tiene algunas variantes: la primera, se centra en el actor nacional y su
elección en el contexto de una situación particular (es el caso de que los rasgos de la personalidad reflejados en un
“código operativo”, o bien el interés en ciertos objetivos, o bien en circunstancias que alteran las alternativas y las
consecuencias de ellas). Otra variante es la de la existencia de un grupo de líderes que se entienda como un actor
unitario. La tercera variable admite las diferencias entre los integrantes de un gobierno (por ejemplo, halcones o
palomas).
2. encuentran los líderes de gobierno. El poder principal mantendrá la responsabilidad principal.
Claro que la división de los problemas en las organizaciones, tiene el precio de aceptar una
mayor discrecionalidad en la definición de cuáles asuntos deben ocupar a la organización. Los
conflictos que puedan surgir en cada organización se resuelven atendiendo a la secuencia de
metas, que no es otra que el repaso de los diferentes procedimientos operativos estándares
(POE).
Lo que tenemos que visualizar es un espacio donde la incertidumbre del proceder es
minimizada hasta su desaparición. En el plano internacional, esta “estabilidad” se logra
mediante alianzas, contratos, etc. Cuando éstos no existen, el conflicto que se produce deberá
ser controlado mediante el diseño de “escenarios estándar”. Así que, al presentarse situaciones
que no están dentro de los parámetros normales, se realiza una búsqueda, pero que está, en
gran medida, determinada por los patrones existentes (obviamente, la organización sesgará con
sus intereses, como también, en caso de diferencias con el poder gubernamental, se resistirán
aplicando su parte de la decisión). Sintetizando, si una nación ejerce un tipo de acción, será
porque alguna de sus organizaciones la realizaron con anterioridad con un mínima de diferencia/
máximo de similitud (esto es igual a decir que en un momento T, una organización es =T-1, y la
predicción de T+1=T). Allende esto, lo que se debe destacar es que las determinaciones
organizacionales pesan más que las decisiones -o posibles variaciones- gubernamentales). De
este modo, la elección del POE es la que más se adapte de las existentes en los programas de
gobierno. Por supuesto, esto implica que cualquier cambio sea incremental. En el caso cubano,
la disuasión está más correlacionada con los factores organizacionales que con el balance o
desbalance del poder/estabilidad. Si el ataque de los SS-9s se hubiese producido, es necesario
un sistema de control enemigo. De igual modo, el menú de opciones fijaban las opciones para
los rusos.
Para el Modelo III, el de la política burocrática, los líderes no son un bloque monolítico.
Además, están en competencia permanente por la negociación que se produce en los diferentes
canales entre puntos jerárquicamente ubicados. El correspondiente tire y afloje, es la política
misma. Claro que cuanto más arriba se encuentre un jugador en la jerarquía, más libertad posee.
Pero siempre, el poder no es un atributo a libre disposición del actor, sino un valor compartido.
En pocas palabras, es absolutamente fundamental que la política –policy-, se resuelva por
política –policies-. Todo el juego se reduce a la habilidad de los promotores y opositores de la
acción. Esto provoca que las decisiones sean “collages” y no cursos de acción unificados. Son
desenlaces, resultados políticos. Compromisos, coaliciones, competiciones y malentendidos
entre los diversos actores son la regla. Claro que bastante de su capacidad está decidido por el
lugar que ellos ocupan. Y las ventajas y desventajas dependen de ello. Por otro lado, debemos
saber que la acción no presupone aquí una intensión. Es fundamental cruzar esto con la posición
–“caciques” e “indios”-, porque en la toma de decisiones políticas, el problema hacia abajo es la
disponibilidad de opciones: cómo mantener mi libertad de acción hasta el tiempo en que
desvanezca la incertidumbre. El problema de los lados es el compromiso mismo. El problema
hacia arriba es la seguridad, o bien: cómo darle al jefe seguridad para que haga lo que se debe
hacer. En clave de lo acontecido, la disuasión se dará en términos de la probabilidad de ataque
nuclear depende básicamente de que provenga como resultado de la política burocrática del
gobierno atacante2.
2
El autor señala los casos históricos que pueden ejemplificar este proceder, como el de Yamamoto en Peral Harbor,
que considerando el riesgo de someterse a una guerra de dos o tres años no habría seguridad en la victoria nipona.
Sin embargo, atacó igual. Esto puede interpretarse como el aval del gobierno en las consecuencias inmediatas del
3. Para unificar, tomemos los resultados finales de cada modelo. El corolario del Modelo I
es que sucesos importantes, TIENEN CAUSAS IMPORTANTES. Por ejemplo, las
organizaciones monolíticas llevan a cabo grandes acciones por grandes razones. Es simple:
ellas son “cajas negras” que tienen diferentes mecanismos en una estructura de toma de
decisiones altamente diferenciada. Además, las grandes empresas son consecuencia de
innumerables acciones pequeñas –frecuentemente en conflicto-, por causa de individuos
situados en diferentes niveles de las organizaciones burocráticas con diversas concepciones,
sólo parcialmente compatibles. En el caso del Modelo II, se diferencia del anterior la categoría de
“actos” y “elecciones” que son el producto de grandes organizaciones que funcionan de acuerdo
con ciertos patrones de comportamiento. En el Modelo II, el analista releva los patrones de
conducta organizativa que originaron la acción. En el caso del Modelo III, se centra la política
interna de un gobierno. Los acontecimientos de política exterior no se entienden como relaciones
ni como resultados. Se les clasifica como desenlaces de juegos distintos y sobrepuestos de
negociación entre jugadores con distintas posiciones jerárquicas en el gobierno nacional. En el
caso de los misiles cubanos, el Modelo III busca revelar las percepciones, motivaciones,
posiciones, poder y maniobras de los jugadores importantes que provocaron el desenlace3. La
metáfora del ajedrez –dice Allison- ilustra las diferencias entre estos modelos4.
En el espacio del comentario personal, en lugar de rescatar las diferencias entre todos
los paradigmas y teorías, o abogar por sus coincidencias y la ventaja de utilizarlos
eclécticamente, rescataré un punto alternativo y que cruza a todas las conceptualizaciones que
se han realizado. Pretendo brevemente, rescatar dos puntos:
El primero, es la permanente interpenetración entre la historia y la teoría –se llame
antaño “Diplomacia” y “Filosofía”, o “RRII” y “Teoría Política” en la actualidad. La historia que los
pueblos hacen es preciso ser pensada, como la historia que desean hacer, es imperante de ser
proyectada. Esta es una de las características más perennes en el comportamiento intelectual
humano. No afirmaré si el devenir de este pensar-hacer, ha sido productivo –auqnue más no sea
lentamente, y con retrocesos-, porque cualquier análisis global de la historia del pensamiento
humano y lo que hoy llamamos RRII implican la historia que se ha hecho en lo tocante y se está
haciendo en la actualidad. Pero no me refiero a la que consta en documentos o registros
históricos, sino a la que nuestra [mi] visión de la realidad interpretan. Esta es la única historia
posible. Y es la única existente.
ataque y no se consideren las del largo plazo; o bien puede jugar una parte del evento la indiferencia de EUA a la
corriente de decisiones que llevó al ataque nipón, y su probabilidad de atacar la base en el Pacífico.
3
Los “resultados” de los tres modelos es el interés en explicar las acciones de los gobiernos NACIONALES. O, en
otras palabras, la suma de actividades de todos los individuos empleados por un gobierno cuyos actos pueden influir
en la cuestión. Lo importante es saber que los modelos NO centran su atención en un estado de cosas, es
decir, en una descripción completa del mundo, sino en la decisión e implementación nacionales.
4
Si pensamos la política como una jugada de ajedrez, desde el Modelo I que cada jugador mueve las piezas de
acuerdo con los planes indicados para ganar el juego. Pero, al sucederse las partidas, un buen observador podría
encontrar un patrón de juego, y ver los compromisos que éste tiene por no estar aislado. Necesariamente está
inmerso en una alianza –aunque sea laxa-, de organizaciones semi-independientes, que mueven cada una de sus
piezas según cierto estándar. Se podría encontrar que ciertos jugadores con objetivos específicos e idéntico poder
sobre las piezas, estuviesen decidiendo colegiadamente los movimientos. La misma aplicación puede realizarse con
el Modelo II y el III.
4. La diferencia entre esas visiones, me lleva a mi segundo punto de rescate: saber que los
paradigmas, no son más que lentes para arribar a la realidad, y por ende, todos esos ríos de tinta
que los hombres han escrito, escriben y escribirán; no se reduce a la ciencia o a la filosofía, sino
a una gran puesta en común de las diferentes modos de armar la realidad con elementos
lógicamente consistentes (esquemas de conceptos) y empíricamente contrastables. Los
cuentistas sociales, le llaman a esto teoría. Un nombre que funciona como sinónimo de aquellos
lentes…