El documento describe las 12 tribus de Israel que surgieron de los 12 hijos de Jacob. La tribu de Leví se dedicó al sacerdocio y no recibió tierras, mientras que las tribus de los hijos de José (Efraín y Manasés) se consideraron como una sola tribu debido a su poder e importancia. El número 12 pasó a simbolizar al pueblo de Dios en el judaísmo y el cristianismo, como cuando Jesús eligió 12 apóstoles.