Este documento analiza cómo la ventana se ha convertido en un espacio para manifestar el deseo a través de acciones como la exhibición, la invasión de la privacidad de otros, y la negociación. Explora cómo la película La ventana indiscreta de Hitchcock representa esto, usando las ventanas de los personajes para revelar información sobre ellos. También discute cómo las redes sociales digitales han cambiado la noción de privacidad y la han hecho más fluida, borrando la distinción entre lo público y lo privado.
INFORME SOBRE EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA MARZO 2024 TERCERO.pdf
El deseo, una ventana indiscreta, seis relacionadas.
1. EL DESEO,
UNA VENTANA INDISCRETA,
SEIS RELACIONADAS
Miguel Ortega Rodríguez
|1 miguel.ortega.rodriguez@gmail.com
2. EL DESEO, UNA VENTANA INDISCRETA, SEIS RELACIONADAS
RESUMEN
Pensemos que en ‘la Ventana Indiscreta’
(Hitchcock, 1954), la vigilancia no la
efectúa sólo un ‘ojo del poder’ sino también
un ‘ojo del deseo’. Las ventanas de la
película no están pensadas únicamente
para mirar por ellas, sino para que en ellas
sucedan cosas. La ventana deja de ser un
elemento de representación, compositivo o
un simple marco: la ventana del movimiento
moderno se queda entonces obsoleta.
La ventana convertida en el espacio de
la acción, es para el espectador de la
película un espacio para la contingencia:
una vez metido en la trama de la película,
allá donde haya una ventana, estará
atentos por si algo pudiera suceder.
En la ventana lo privado se hará público, INDICE
y la PRIVACIDAD se manifestará través
de diversas acciones: la demostración, 1. Preámbulo sobre el DESEO
la exhibición, el reclamo, la invasión, la 1.1 Cartografías del deseo: experimentando con las virtualidades y la
negociación, la inculpación, la denuncia, la
normalización, la persuasión, la expresión, disolución del límites de la ciudad.
la apropiación... Acciones que iremos poco 1.2 Nolli versión 2.0 y el pliegue dentro - fuera.
a poco desgrananado. Agenciamientos 1.3. Deseo en la sociedad de control. ¿Intromisión o sobre-exposición?
entre la ventana y su habitante que 1.4. Máquinas de mirar. Deseo en el Palais Garnier.
revisaremos desde la arquitectura.
2. ‘La ventana indiscreta’. ¿Vigilar y Desear?
3. La ventana como espacio de acción para el deseo.
3.1. Índice: Los protagonistas según la privacidad. Sus espacios del deseo.
4. La ventana de...
V 1. Las ventanas de Jeff y Mr. Thorwald. El espacio mirilla
V 2. La ventana de Miss Torso. El escaparate y la mercancía fetiche.
El espacio de la ventana roja.
V 3. La ventana del viejo matrimonio y del perrito que sabía demasiado.
La apropiación de la ventana custom.
V 4. La ventana de Stella. El estado de excepción y la exclusión
en el espacio esclusa.
V 5. La ventana de Lisa. Territorio para la disputa tras la ventana butrón.
V 6. La ventana de Jeff y la escena final. La mirada del otro.
5. Conclusiones
6. Bibliografía
7. Glosario
Instrucciones de uso y recomendaciones para la lectura.
1. Este artículo dispone de una versión ampliada. Si prefiere la lectura cruzada con
el soporte gráfico, visite: http://cartografiasdeldeseo.tumblr.com/ventana
2. Se recomienda la lectura previa del glosario para familiarizarse el sentido en que
Imágenes de la portada los términos más importantes del trabajo son empleados.
Superior: Cartografía del Deseo de París (2012) 3. Si prefiere salta directamente a nuestra revisión de la película de Hitchkock, co-
Inferior: Fragmento del mapa de Nolli 1748 mience la lectura por el punto 3 y considere los puntos 1 y 2 como un anexo.
Superposición: Diagrama de relaciones entre los perso- 4. Si no conoce los trabajos previos de ‘Cartografías del deseo’, recomendamos la
najes de ‘La Ventana Indiscreta’ (Hitchkock, 1954) lectura lineal.
2|
3. 1. Preámbulo sobre el DESEO límite de la forma construida sino con el límite de la ex-
periencia del usuario, con la salvedad de que el contorno
1.1 Cartografías del deseo: experimentando con que se representa en Nolli es material y definido por la
las virtualidades y la disolución del límites de la propiedad, y en la cartografía del deseo el límite es cam-
ciudad. biante y continuamente reactualizado por cada usuario.
Esta investigación es continuación del trabajo del labo- Así pues lo que nos muestra el experimento entorno al
ratorio de Paisaje, en el que llevamos a cabo una ‘carto- Pantheon es que, al igual que en Nolli el límite de lo pú-
grafía del deseo’, mapeando París a través la red de citas blico no se corresponde directamente con una situación
de una aplicación para telefonía móvil. La aplicación, que interior - exterior, en la cartografía del deseo, a través de
opera mediante GPS a tiempo real, muestra sucesivas la virtualidad, los usuarios hacen que el límite de la priva-
pantallas de usuarios conectados según su proximidad. cidad tampoco se corresponda con una situación interior
- exterior, sino que se pliegue, dando lugar a situaciones
Cada usuario se muestra con un perfil que contiene
intermedias y continuas dentro-fuera, fuera-dentro, den-
una fotografía y algunos datos físicos (edad, peso, raza,
tro-dentro, fuera-fuera. Esta continuidad individuo-exte-
altura) así como un breve texto descriptivo. Durante la
rior aparece en otras disciplinas2 en la problematización
fase de trabajo de campo, formamos parte de la red de ci-
del comportamiento de los usuarios en las redes sociales
tas para extraer datos con los que trabajar posteriormente
digitales3.
y confeccionar una cartografía de estados cristalizados
Desde todos los campos, la aparición del
de la red en puntos concretos de la ciudad. concepto de privacidad, amplía la dictomía
Los usuarios exhibíamos abierta y explícitamente de lo público y lo privado, más relacionado
con la propiedad, para acercarlo a la
nuestra privacidad, conformando un espacio público ac- experiencia del individuo, a la exteriorización
cesible a cualquiera que dispusiera de un teléfono móvil de su intimidad. La conformación de un
con conexión a internet. Tras esta experiencia empeza- espacio público desde la privacidad, del
mos a cuestionarnos si, para abordar la influencia de las pliegue entre la privacidad y su publicidad
redes sociales sobre la ciudad -en el sentido material-, será nuestro campo de investigación.
quizás nos deberíamos centrar en cómo afecta su uso a
la privacidad.
La experiencia de la cartografía evidenciaba 1.3. Deseo en la sociedad de control. ¿Intromisión?
un límite entre el espacio público y el privado ¿Sobre-exposición?
que cada vez está más indefinido, y reclama
una redefinición del espacio público, debate La cartografía del deseo refleja a un usuario que libre-
que ya empieza a aparecer en las primeras mente hace público lo privado. Esta situación se produce
propuestas de reacción a la modernidad1 y y se percibe tanto en / desde el espacio público como en /
que se amplía con la irrupción de las nuevas
tecnologías en el espacio público. desde uno privado. No deja de sorprendernos la facilidad
con la que se exponen los usuarios de la red, y esto nos
hace pensar hasta que punto hoy se ha aceptado el exhi-
bicionismo como algo habitual
1.2 Nolli versión 2.0 y el pliegue dentro - fuera.
¿Pero hasta que punto esta situación puede tener una
El mapeo de la ‘Cartografía del deseo’ se realiza en correspondencia espacial o puede ayudar a comprender
el entorno del Pantheon y de la Sorbonne, un tejido con- la ciudad y la arquitectura contemporánea? En el posts-
solidado que después de Haussman ha sufrido mínimas criptum para las sociedades de control (1991), Deleuze
modificaciones en su realidad material, pero que en lo intenta entender cómo han cambiado en una sociedad
virtual, según pudimos comprobar, se mostraba activo y de capitalismo de sobreproducción las ideas de sociedad
cambiante. disciplinaria que había estudiado Foucault -en las que el
Si nos vamos al otro Panteon, al de Roma, y a su re- poder se hace visible a través de unos mecanismos es-
presentación en el plano de Nolli (1748), vemos una car- paciales concretos-. Según Deleuze en un modelo eco-
tografía de lo público que relega lo privado a un segundo nómico que ya no se basa en compraventa de productos
plano como masa indiferenciada. El sistema de llenos y y materias primas sino de servicios y acciones, entran en
vacíos de calles y edificaciones se muestran en solución crisis los modelos cerrados de la fábrica o de la escuela,
de continuidad con las plantas bajas de los edificios públi- basados en la concentración, la espacialización y la orde-
cos, y el plano es capaz de ilustrar la experiencia a pie de 2 En el caso el psicoanálisis, en el concepto de “extimidad”
calle más allá del límite de la forma construida, represen- de Lacan (mezcla de intimidad y exterior), se refiere a la experien-
tando el límite de ‘lo público’. cia interior del usuario formando una misma realidad con la exis-
tencia exterior, conectadas de manera continua a modo de cinta de
Al confrontamos la representación de Nolli con la que Moebius,
http://despairingself.wordpress.com/2011/07/09/lacan-extimacy/
estamos trabajando nosotros, vemos una representación
cristalizada de lo público frente a una representación ins- 3 http://despairingself.wordpress.com/2011/07/09/lacan-
tantánea e individual de la privacidad. Ambas represen- extimacy/
* Tu ‘extimidad’ contra mi intimidad. El auge de la telerrealidad y
taciones hablan de un modo de entender la ciudad en la las redes sociales ha cambiado la forma de entender lo privado.
que el límite de lo público y lo privado no coincide con el CARMEN PÉREZ-LANZAC / REYES RINCÓN; Publicado en el
País el 24 MAR 2009. http://elpais.com/diario/2009/03/24/socie-
1 Desde el seno del movimiento moderno el TEAM X reivin- dad/1237849201_850215.html
dica en el acta del CIAM IX (El manifiesto Doorn, 1954) la puesta en * «Extimidad»: bienvenidos al show de mi vida privada; JUAN FRAN-
valor de ideas como ‘hábitat’, ‘comunidad’, ‘relación’, y comienzan CISCO ALONSO/MIGUEL ÁNGEL BARROSO - ABC - 20 SEP 2009
a poner en valor lo contingente en el espacio público y en la calle http://www.abc.es/20090920/gente-/extimidad-bienvenidos-show-
(P.e. Robin Hood gardens de los Smithsons o los Playgrounds de vida-200909200002.html
Aldo Van Eyck), oponiéndose al universal de proyecto de la ciudad * Intimidad, extimidad y otras brechas sociales; Nacho Muñoz; http://
moderna (p.e. las propuestas utópicas de Le Corbusier para la Ville congestiondepersonas.com/2010/09/intimidad-extimidad-y-otras-
Radieuse o el plan Voisin) brechas-sociales-off-topic/
|3
4. nación del tiempo. Con la aparición de ‘las máquinas in-
formáticas’, propone Deleuze, hay que dejar de pensar en
las disciplinas de larga duración que estos modelos espa-
ciales introducían y empezar a pensar en especialidades
en las que hay un control de rotación rápida, contínuo, de
corto plazo e ilimitado.
Esta primera definición nos hace intuir que
en el cambio de episteme de la disciplina
al control, puede haber también un
desplazamiento del poder hacia al deseo, del
espacio de vigilancia al espacio del deseo.
Palais Garnier. Paris - 1875
Los modelos espaciales disciplinarios, inmersos ya ne
la sociedad de control, se verían alterados en su funcio-
nalidad por la implementación tecnológica. Basta con mi-
rar alrededor y reconocer como son ahora los protocolos
de acceso de un edificio público, de préstamo de libros en
bibliotecas, de admisión en el transporte público o simple-
mente, como en la cartografía del deseo comprobamos
cómo ha cambiado la necesidad de tener espacios cerra-
dos para conocer gente y conseguir una cita. Quizás no
distemos ya mucho de la ciudad de modulación universal
que imaginaba Guattari4 en la que “cada uno podía salir
de su apartamento, de su casa o de su barrio gracias a
su tarjeta electrónica mediante la que iba levantando ba-
rreras”.
CALVIN KLEIN Collection Men’s Fall 2009
En sus estudios, Foucault nos muestra como se ma-
nifiesta espacialmente el poder, pero ¿cómo sería la es- Si esto ya era posible desde el desarrollo de los mass
pacialidad del poder en la sociedad de control? Si en la media, la atomización de los medios en las redes sociales
sociedad disciplinar el poder se ejerce individual y colec- digitales suponen un canal perfecto para la individualiza-
tivamente (individuo / masa), en la sociedad de control ción y la personalización del exhibicionismo. Hace ape-
se ejerce más bien personalizadamente, de modo que no nas diez años nos escandalizábamos con la emisión de
se produce a través de la confinación espacial, sino del la primera edición de gran hermano y hoy ya casi nadie
control del territorio que cada individuo construye volun- repara en la facilidad con la que se puede acceder a la
tariamente. vida privada de cualquier persona a través de su cuenta
Esta diferencia es es la que nos permite de twitter.
entender que la idea de ‘Vigilar y Castigar’ 5
puede que ya no esté vigente y que la Pero para empezar a entender la privacidad en los es-
sociedad de control tendrá más que ver con pacios del deseo, nos remontaremos a un precedente de
el libre albedrío y los ‘espacios de deseo’. la sociedad disciplinaria, la construcción de dos edificios
Si hablamos de vigilar y desear o más bien dos óperas, el Palais Garnier de Paris y la Festspie-
de ‘Controlar y Desear’, la interacción con lhaus de Bayreuth (inauguradas en 1875 y 1876 res-
la privacidad que planteamos desde la
Cartografía del Deseo parece tener un rol pectivamente) para ver cómo el deseo puede influir en
importante. la concepción de un espacio y en la evolución de un tipo
arquitectónico.
La primera se construye entre las operaciones de re-
1.4. Máquinas de mirar. Deseo en el Palais Garnier. novación de Paris de Haussman y Napoleón III; La se-
gunda se realiza en el afán perfeccionador de la músi-
“En las sociedades de control hemos interiorizado que
ca de Wagner. Desde la sección es posible entender la
somos máquinas de mirar, y la ciudad ya no se caracte-
importancia de las transformaciones que ambos edificios
riza tanto por una arquitectura que posibilite una intromi-
suponen para la tipología del teatro para ópera.
sión de las técnicas de vigilancia, como por permitir una
espacialidad para la velocidad y el exhibicionismo, para La ópera de Bayreuth se concibe desde la espaciali-
existir cada vez más”6. zación del espectáculo operístico y es el primero en situar
la orquesta en un foso rehundido que permita una mejor
4 “Félix Guattari imaginaba una ciudad en la que cada uno
podía salir de su apartamento, de su casa o de su barrio gracias a su
visual sobre la escena. Sin embargo la ópera de Paris, se
tarjeta electrónica (dividual) mediante la que iba levantando barre- piensa desde la espacialización del acontecimiento social
ras; pero podría haber días u horas en los que la tarjeta fuera recha- de la observación. Esto quiere decir que los cuerpos individuales
zada; lo que importa no es la barrera, sino el ordenador que señala dejan de ser el material al cual se dirige la mirada y se convierten en
la posición, lícita o ilícita, y produce una modulación universal.” máquinas de mirar, absolutamente entregadas al espectáculo que
Deleuze, Gilles (1995); Política y Postscriptum para las sociedades les ofrece la biopolítica neoliberal. La ciudad desde este prisma no
de control. Publicado en Conversaciones 1972 - 1990 ; Ed. Pretex- se caracterizaría prioritariamente para una arquitectura concebida
tos; Valencia. (Pg 8) para la intromisión de las técnicas de vigilancia. Todo en ella sería
velocidad y exhibicionismo, existiría cada vez más y exclusivamente
5 “Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión” Este es el títu-
para ser vista”
lo del libro de 1975 en el que Michel Foucault investiga el origen de
Castro Orellana, Rodrigo (2010); Panopticismo, biopolítica y espacio
la institución y la relación de su realidad visible y material en base
reflexivo. Publicado en: Arenas, Luis. Fogué Uriel (2010); Planos de
a otras fuerzas no materiales encaminadas a la gestión de la pobla-
intersección. Materiales para un diálogo entre filosofía y arquitectu-
ción.
ra. Ed. Lampreave (Pg 55)
6 “Ahorra resulta suficiente con la interiorización del modelo
4|
5. de la ópera y el espectáculo en este caso sobrepasa la del Hôtel Dieu8, tendría que ver con el
sala, hasta el punto de que tres tercios de la superficie de la pasarela Cibeles, un espacio de
estén reservados para los espacios de representación y relaciones entrecruzadas en el que no se
sabe muy bien a quien se va a ver, si a los
exhibición social. modelos que desfilan con la colección o a
Es decir que si Bayreuth supone un avance técnico los asistentes de la fila cero. Todos ellos
son fundamentales en la concepción del
(sobre el modelo del teatro griego que representa a la co- espacio-espectáculo.
munidad) en el que se basarán todas las óperas construi-
das desde entonces, Garnier es la que empieza a enten-
der el valor del objeto como espacio público de exhibición El espacio de la pasarela cibeles ya no es proyectado
y de deseo, como modelo de representación social de la únicamente en función del espectáculo central, sino
burguesía; Si en el primero el espectáculo se ofrece de que al igual que en el Palais Garnier. se tiene muy en
manera focal hacia el escenario y en la platea no hay dife- cuenta que todo el espectáculo a su alrededor es igual
renciación entre los asientos, en Garnier cada espectador de importante para el desarrollo de la función. Ahora bien,
produce un territorio de vigilancia, tanto por su posición cabe también preguntarse, ¿que sucede en el espacio Ci-
dentro de la sala como fuera de ella7. beles cuando bloggers quinceañeros son los que toman
la fila cero?
Esos nuevos teatros que están edificando actualmente no
parecen pertener en realidad a ningún estilo determinado; 2. ‘La Ventana Indiscreta’. ¿Vigilar y Desear?
la idea es reunir, según se dice, el mundo de lo público con Me cansa insistir, pero acaban de pasar dos largas nubes
el uso privado, edificando a su alrededor nuevos edificios de desflecadas. Pienso que aquella mañana no miré ni una sola
vivienda, que con ello se van a convertir en descomunales vez el cielo, porque tan pronto presentí lo que pasaba con
recipientes, cápsulas gigantescas para todo. el chico y la mujer no pude más que mirarlos y esperar, mi-
Walter Benjamin. Obra de los pasajes rarlos y…
Julio Cortázar. Las babas del diablo 1959
En resumidas cuentas a través de este ejemplo inten-
tamos ilustrar cómo serían los espacios de Deseo de la El debate de los límites de la privacidad, su invasión,
sociedad disciplinaria para poder imaginar en qué se di- su exhibición no es exclusivo del campo arquitectónico. El
ferencian de los espacios del Deseo en la sociedad de mismo término ‘privacidad’ es de creación relativamente
control. reciente9 y comienza a aparecer como alternativa al tér-
El espacio generado por nuestra red mino intimidad en multitud de ámbitos: por ejemplo, en
social digital, más que con el espacio el jurídico en la redacción de las relativamente recientes
7 Según Mortier el espectáculo en la ópera Garnier era tal, leyes de protección de los datos10; en el terreno artístico
que las luces de la sala no se llegaban a apagar para que el público convirtiéndose en la espina dorsal de las obras de artistas
pudiera verse, de modo que el espectáculo se daba más en la sala como Sophie Calle o como hilo argumental de exposicio-
que en la escena. nes colectivas11; en los mass media y en el periodismo a
Mortier, Gerard (2011); La Ópera o el Teatro de las emociones. Con-
ferencia Min. 50.
través de los debates sobre el trabajo de los paparazzi o
la emergencia de los programas de telerealidad.
Nos acercamos al estudio de los expacios
del Deseo desde uno de estos ejemplos
como plataforma para reconocer cómo
en ellos se conjuga la privacidad con
la intromisión o la sobre-exposición,
utilizándolo como lanzadera para conectar
con otras espacialidades.
8 Foucault inicia su estudio sobre la economía política, la
estadística y su influencia en la racionalidad del método proyectual
de la modernidad
(Notas de la clase de Transferencias del 14 de mayo)
9 Según wikipedia:
La privacidad puede ser definida como el ámbito de la vida personal
de un individuo que se desarrolla en un espacio reservado y debe
mantenerse confidencial.
Aunque privacy deriva del latín privatus, privacidad se ha incorpora-
do a nuestra lengua en los últimos años a través del inglés, por lo
cual el término es rechazado por algunos como un anglicismo, ale-
gando que el término correcto es intimidad, y en cambio es aceptado
por otros como un préstamo lingüístico válido.
10 http://en.wikipedia.org/wiki/Privacy#Privacy_law
http://en.wikipedia.org/wiki/Privacy_law
Un rápido barrido nos permite ver cómo en todo el mundo estas
leyes empiezan a surgir a partir de mediados de los 70, con el pre-
cedente del artículo del jurista, Samuel D. Warren en el Harvard Law
Review en, llamado ‘The Right to Privacy’.
11 La exposición CTRL[SPACE] Rhetorics of Surveillance,
comisariada por Peter Weibel en el ZKM de Karlsruhe (2001) ofreció
una muestra colectiva en la que pensadores y artistas eran invitados
a cuestionarse como el control del espacio había cambiado con la
Cartel de ‘La Ventana Indiscreta’ 1954 irrupción de las nuevas tecnologías.
|5
6. 5.
7.
3. 1.
6.
2.
Nos centraremos en una de las obras que abordan única relación lineal entre los dos apartamentos, el del
este tema con una componente espacial: la obra maestra protagonista y el del asesino, los espacios de vigilancia
de Alfred Hitchcock ‘La Ventana Indiscreta’, estrenada en en Jeff, Lisa, Stella, y del Sr. Thorwald serán distintos se-
agosto de 1954. Desde este ejemplo conectaremos con gún su relación con la privacidad y el deseo.
otras situaciones espaciales relacionadas con la arquitec-
tura. 3. La ventana como espacio de acción para el
deseo.
- Gunninson: Goodbye, Jeff.
- Jeff: Now, wait a minute, Gunnison. You’ve got to get me La arquitectura es una ventana espacial. Podemos imaginar
out of here. Six weeks sitting in a two-room apartment with una ventana no como un umbral, sino como una superpo-
nothing to do but look out the window at the neighbors. sición de territorios de cierta profundidad, de lugares que
- Gunninson: Bye, Jeff. proporcionan catalizadores de las actividades humanas. Se
- Jeff: No, Gunnison, I… If you don’t pull me out of this dan en ella interesantes gradaciones intermedias entre lo
swamp of boredom, I’m gonna do something drastic. interior y lo exterior, la ciudad y la casa, la naturaleza y lo
- Gunninson: Like what? artificial. Todas esas clases de profundidad pueden confluir
- Jeff: Like what? Get married en una ventana. Imaginémonos activos en esas ventanas
Conversación telefónica al inicio de la película. vinculadas al lugar. Repensar la arquitectura como venta-
na espacial es darse cuenta de que el interior y el exterior
no están separados por un simple muro o marco, y de ese
modo, poder integrar realidades intermedias tales como el
La historia de la Ventana Indiscreta relata la conva- territorio, las escalas, la continuidad y la discontinuidad, o la
lecencia de J.B. Jeffries (James Stewart), un intrépido transparencia y la opacidad. De ahí pueden surgir distintas
y accidentado fotógrafo de guerra que se ve obligado a ideas arquitectónicas.
pasar algunas semanas semanas del caluroso verano SOU FUJIMOTO. El Croquis N. 151”
neoyorkino recluido en su apartamento, en el interior de
un patio de Greenwich Village. Amenizado por las visitas
de su enfermera Stella y su novia Lisa Freemont (Grace Pensemos que en la película la ventana no es única-
Kelly), el único pasatiempo de Jeff en esas semanas será mente el ‘ojo del poder’ y de la vigilancia, sino que ade-
observar a sus vecinos desde la ventana. Pero la rutina más es el ‘ojo del deseo’, es decir, que las ventanas no
acaba cuando Jeff cree haber sido testigo desde su ven- están pensadas únicamente para mirar por ellas, sino
tana de un asesinato. para que sucedan cosas en ellas.
En la película, el mirar se convierte en tema principal, Las ventanas dejan de ser un elemento de represen-
la intromisión en la privacidad en un placer y el acto de tación, de composición o un marco a través del cual com-
mirar sin consentimiento, de ver sin ser visto e invadir las poner o enmarcar vistas. Desde este punto de vista, la
vidas ajenas, en un juego que comienza por ser moral- ventana del movimiento moderno se queda obsoleta13.
mente cuestionable (en varios momentos del guión), pero
La ventana se convierte pues en el espacio de la ac-
en el cual acabaran sumergidos todos los personajes.
ción, e incluso, desde el punto de vista del espectador, de
La película está basada en la adaptación de la historia la contingencia: Una vez metido en la trama de la película,
corta de Cornell Woolrich ‘It had to be murdered’ así como allá donde haya una ventana, estaremos atentos por si
en el romance que vivieron el periodista de guerra Robert algo pudiera suceder.
Capa (que muere meses antes del estreno) y la actriz In-
grid Bergman. Con la excusa de la historia de amor, como
señala Truffaut12, en la Ventana Indiscreta quedan refleja- 13 En las investigaciones de Beatriz Colomina sobre la Ar-
quitectura Moderna como Mass Media dedica un capítulo completo
das las distintas etapas del matrimonio, y las relaciones al estudio de la ventana. En su aportación, Colomina apunta que
de vigilancia entre los personajes están también conec- para LeCorbusier la ventana horizontal era un medio para enmarcar
tadas a relaciones de deseo. Más allá de establecer una vistas. “La casa es un sistema para hacer fotos. Lo que determina la
naturaleza de la foto es la ventana” (pg. 311).
12 “La construcción del film es claramente musical, y sus di- Además apunta el interés de LeCorbusier por la realidad de los mass
versos temas se responden y corresponden perfectamente: matri- media: “la ventana en la era de la comunicación nos proporciona otra
monio y suicidio, decadencia y muerte, todo ello impregnado de un imagen plana. La ventana es una pantalla” (pg. 334)
erotismo muy refinado” Colomina, Beatriz (1996); Privacy and publicity. Modern Architecture
Truffaut, François (1954); “La ventana indiscreta” as Mass Media. MIT
6|
7. 3.1. ÍNDICE: Los protagonistas según la
privacidad. Sus espacios del deseo:
4. L.B. ‘Jeff’ Jefferies (James Stewart)
Aunque comienza con la observación vouyeur de Miss
Torso, al final, de tanto mirar a los vecinos, su instinto de
reportero acaba aflorando y articula todo el entramado del
asesinato de la Sra. Thorwald, que no se desvelará hasta
el final de la película.
Su ventana será el Espacio Mirilla, un espacio que
1. Miss Torso
2. La escultora
en su evolución de la vigilancia al control, nos llevará del
3. Los recién casados modelo Panóptico de las cárceles del sg. XIX al modelo
4. El pianista isóptico del Piep Show o del estadio deportivo; del some-
5. La pareja con perro timiento al deseo de exhibición de la privacidad.
6. Miss Lonely Heart
7. Lars y Anna Thorwald
Miss Torso (Georgine Darcy)
Exhibéndose tras su ventana provocará miradas de
Además la ventana será el lugar en que lo privado se deseo en sus vecinos y de reprobación de Stella y Lisa.
haga público, el lugar en que la privacidad se manifestará Todos el vecindario es partícipe de su vida privada hasta
través de acciones como la demostración, la exhibición, el punto de llegar a dejar de serlo.
el reclamo, la invasión, la negociación, la inculpación, la
A través de su ventana recorreremos el escapara-
denuncia, la normalización, la persuasión, la expresión o
te como espacio exhibicionista en el que lo público y lo
la apropiación; Acciones que iremos poco a poco revisan-
privado interaccionan; el espacio de la atmósfera para la
do y que entenderemos como un agenciamiento entre la
mercancía y el deseo en la Ventana Roja.
ventana y su habitante.
El crimen y la historia de amor de la Ventana
Indiscreta nos plantean un debate en Stella (Thelma Ritter)
que la mirada y el deseo se encuentran
entremezclado. Desde la idea de sociedad Como enfermera es la encarga de velar por la evolu-
de control de Deleuze, lo que Hitchcock ción de Jeff, aunque llevará la vigilancia más allá de lo es-
nos plantea no sería tanto una vigilancia trictamente sanitario y con una actitud de madre hitchcoc-
en un medio cerrado (como en los modelos kniana, velará por que la relación de Jeff y Lisa prospere.
disciplinarios) sino que a través de las
relaciones de deseo y de la libre voluntad Aunque al principio es algo reacia, termina por creer en
para entrar y salir de los personajes, plantea la historia del crimen y toma parte activa en la vigilancia.
un territorio de control.
Stella dará paso al estado de excepción y al Espacio
Esclusa, en el que la se impondrá una sobreexposición
Las miradas entrecruzadas nos servirán como modelo de la privacidad a través de la negación del deseo.
para testar situaciones de intromisión y sobre-exposición
de la privacidad. Si como apunta Foucault14 “la arquitec- Lisa Carol Fremont (Grace Kelly)
tura que surge a partir del siglo XVII, desde las grandes
Es la chica bien que se mueve con éxito por el mundo
estrategias geopolíticas hasta las pequeñas tácticas del
de la moda neoyorquina. Sueña con casarse con Jeff y
hábitat, está determinada tanto por la tecnología política
con que éste abandone su profesión de fotógrafo nóma-
como por la práctica científica”, lo que queremos explorar
da para convertirse en un fotógrafo de moda. Al principio
aquí es, en el contexto actual, hasta que punto también
también se muestra reacia a la historia del crimen aunque
debemos estamos afectados por el ‘deseo’ del usuario.
finalmente termina por comprender que si quiere conquis-
La historia de amor en la película, transforma la es- tar a Jeff, tendrá que hacerlo desde su terreno, siendo in-
tructura de vigilancia de un esquema vertical a una es- trépida y llevando a cabo lo que Jeff desea, la resolución
tructura cruzada de relaciones que implica a la privacidad del asesinato. Desde luego si hay un personaje sobreex-
de todos los vecinos. Nada tiene que ver por lo tanto la puesto por el deseo, ese es el de Lisa.
propuesta de Hitchcock con el modelo de vigilancia que
Lisa llevará a cabo la Ventana Butrón, un territorio de
Orwell propone en su novela 1984 (1948) y que presupo-
violencia para la privacidad; de acción y disputa.
ne la existencia de un un poder ubicuo en el ‘gran herma-
no’. Jeff no es el Gran Hermano que controla todo desde
la oscuridad. Al contrario, es una pieza más del puzzle. Lars Thorwald (Raymond Burr)
Todas las miradas desde la ventanas de Jeff se dirigen
14 “A finales del siglo XVIII, aparecen nuevos problemas: se
trata de servirse de la organización del espacio para fines económi- hacia el Sr. Thorwald, que sólo en el último instante com-
co-políticos. Surge una arquitectura específica. (...) Podría escribirse prende que es vigilado.
toda una “historia de los espacios” -que sería al mismo tiempo una
“historia de los poderes”- que comprendería desde las grandes es- Con la mirada del otro se giran las tornas y las supo-
trategias de la geopolítica hasta las pequeñas tácticas del habitat, de siciones se hacen reales, lo imaginario se consolida como
la arquitectura institucional, de la sala de clase o de la organización real y tanto las miradas como las virtualidades se materia-
hospitalaria, pasando por las implantaciones económico-políticas. lizan... en una segunda pierna escayolada.
(...) Esta doble ocupación del espacio por una tecnología política y
por una práctica científica ha circunscrito la filosofía a una problemá-
tica del tiempo.”
Foucault, Michel (1979); El ojo del poder; Jeremias Bentham. El Pa-
nóptico. Ed. La piqueta. Madrid.
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8. 4. La ventana de...
V 1. De la ventana de Jeff a la de Lars Thorwald.
El espacio mirilla
“For months I followed strangers on the street. For the plea-
sure of following them, not because they particularly interes-
ted me. I photographed them without their knowledge, took
note of their movements, then finally lost sight of them and
forgot them.
At the end of January 1980, on the streets of Paris, I followed
a man whom I lost sight of a few minutes later in a crowd.
That very evening, quite by chance, he was introduced to me
at an opening. During the course of our conversation, he told
me he was planning an imminent trip to Venice.”
Suite Vénitienne, Sophie Calle
La vigilancia furtiva desde la oscuridad en la Ventana
Indiscreta de J.B. Jeffries nos lleva a cuestionarnos hasta
que punto la invasión de la privacidad conforma un espa-
cio del deseo. Pero la invasión de la privacidad de Jeff no
tiene, al menos en un principio, la intención de cambiar la
actitud del vigilado, de disciplinarlo, sino que es un espa-
cio que surge del deseo de una mirada vouyeur.
Su espacio es como el espacio vouyeur de Sophie
Calle en Suite Vénetienne15, un espacio generado por el El espacio mirilla - Piep Show
deseo de espiar, de invadir la privacidad del otro sin vo-
luntad alguna de que el deseo afecte al vigilado. Al con-
One day Sophie decides to add another dimension to her
trario, las reglas del juego, unilateralmente decididas, de- ‘experience’. She learns that someone she barely knwos is
ben mantenerse en secreto a riesgo de que la historia se travelling to Venice. She decides to follow him troughout his
desmonte y, como dice Baudrillard, caiga en la banalidad. trip.
Did she simply wish to assume his destiny, or that he assu-
15 En Suite Vénitienne Calle sigue a un hombre al que acaba mes her? This game, as any other game, had its basic rule:
de conocer hasta Venecia. Allí, armada con unas gafas oscuras y Nothing was to happen, not one event that might establish
una peluca rubia, registra exhaustivamente todos sus movimientos any contact or relationship between them.
durante cuarenta días, lo espía hasta que un día lo pierde de vista. This is the price of seduction. The secret must not be broken,
Su investigación no persigue una finalidad más allá de dejar un re- at the risk of the story’s falling into banality.
gistro exhaustivo de cada movimiento, y aunque la documentación Jean Baudrillard. Follow me.
se presenta como rigurosa y objetiva, lo extraordinario de la obra es
que más que mostrar al hombre perseguido, Calle transmite sino su
propia obsesión se ser vouyeur, de invadir la privacidad del hombre,
todo ello movida exclusivamente por su deseo.
El espacio vouyeur de Jeff es un “espacio mirilla”, un
Calle, Sophie; Baudrillard, Jean (1983); Suite Vénitienne/Please Fo- ventana que permite comunicar visualmente dos perso-
llow me; Ed. L’Etoile. Paris. nas separadas por un límite físico. El nombre de esta ven-
tana en francés, ‘Judas’, da buena cuenta de su función.
Suite Venetienne - Sophie Calle
Aunque originalmente es un simple ventanuco asociado
a la puerta en el que las dos personas se ven e inclu-
so podrían tocarse, progresivamente la mirilla evoluciona
asegurando la polaridad y la privacidad de uno de los dos
lados de moco que termina por convertirse en un agujero
con una pequeña lente que permite mirar sin ser visto, si
bien, estando atento desde el lado observado es posible
por un instante dejar de ver luz a través del agujero, ver
que alguien observa. Actualmente existen mirillas digita-
les que con una cámara y una pantalla ya si permiten la
desconexión total entre el mirador y del mirado.
Esta es la situación en la que vive el Sr. Thorwald,
un desconocimiento total de que es vigilado (de hecho
no cierra las cortinas en ningún momento), de modo que
tenemos que cuestionarnos si en este caso el espacio mi-
rilla tiene algo que ver con el espacio del vigilancia en el
Panóptico de Bentham.
En el modelo del Panóptico tanto los presos como los
vigilantes son conscientes de la posibilidad de la vigilan-
cia, si bien como los presos no puede ver cuando los vi-
gilantes de la torre central miran, acaban por interiorizar
el mencanismo de vigilancia, de modo que el tipo arqui-
tectónico es realmente un mecanismo disciplinario para
‘sanar’ al preso. Pero en nuestro caso Mr. Thorwald no es
8|
9. consciente de ser vigilado hasta el final de la película, de La confrontación del Panóptico con el Piep
modo que no interioriza la vigilancia. Show nos sitúa en el umbral entre el poder
y el deseo, la vigilancia de un espacio
En la película de Hitckock además no hay una única confinado y el control sobre un territorio
mirilla. Hay una adición de mirillas: la de Jeff, la de Stella, personalizado; la inexistencia de privacidad
la de Lisa y la de Doyle, cada uno de ellos desde sus y la privacidad expuesta o invadida.
deseos particualtes. El espacio resultante sería en todo
caso similar a la espacialidad del Piep Show, cuyo tipo,
aunque similar al Panóptico, tiene un funcionamiento dis- V 2. La ventana de Miss Torso. El escaparate y la
tinto. mercancía fetiche. El espacio de la ventana roja.
En el modelo del Piep Show, el trabajador, hacia el En la trama de la película el papel de Miss Torso, pue-
cual se dirigen todas las miradas, se sitúa en la posición de considerarse secundario, aunque su presencia en el
central a la que vuelcan las ventanas y la iluminación y los patio desempeña un papel fundamental en el juego de
espejos impiden ver a los clientes, que se sitúan en las las vigilancias. En la reconstrucción del patio que Jeff,
cabinas perimetrales desde las que, insertando monedas, con su mirada, hace al comienzo de la película, las repe-
pueden ver el espectáculo. En el modelo del Panóptico tidas miradas a Torso, a su actitud exhibicionista, parece
de Bentham, en cambio, son los trabajadores de la torre mostrarse como la que alenta la mirada vouyeur. El juego
central, los que miran al exterior para vigilar a los presos de la mirada provocada poco tiene que ver con el espa-
de modo que es la iluminación exterior procedente de las cio mirilla, ya que ahora el deseo retroalimenta la mirada
ventanas perimetrales, la que permite vigilar a los reclu- con el objeto, y la provocación del exhibicionista legitima
sos a través de sus siluetas. la mirada del vouyeur, ya que aunque el primero no sea
consciente de la mirada del segundo, juega con la proba-
La mirada centrípeta del Panóptico permite que unos
bilidad de su presencia.
pocos vigilen a muchos mientras que en la mirada cen-
trífuga del piepshow son muchos los que vigilan a uno Esta es la situación a la que se refiere Slavoj Žižek16 a
solo. Esta sería para nosotros la diferencia principal de un propósito de otra ventana en Eslovenia junto a la cual un
espacio destinado a vigilar y castigar de uno destinado a ejecutivo y una secretaria practicaban sexo cuando son
vigilar (observar) y desear. observados por un tercero, que al reconocerlos, les llama
El piepshow ya no es un espacio de la por teléfono y les dice: ‘Dios os está observando’. En ese
disciplina sino del espectáculo, y tanto momento el ejecutivo casi muere de un infarto, y no por
trabajadores como clientes están ahí (en ser presa de la culpa, sino al contrario, por el éxtasis al
principio) por su libre voluntad. En el Piep
Show no cabría hablar de vigilancia, sino comprobar que la expectativa de ser observados se con-
en todo caso de control, el que impone el suma y para más INRI por la más divina mirada. Lo que
contador en el que hay que ir insertando apunta Žižek es que el deseo, o cómo el lo denomina la
monedas para evitar que la ventana se ‘fantasía de ser observado’, supone la ‘inversión tragicó-
oscurezca. mica de la noción de sociedad Panóptico de Bentham y
Orwell’. Dicho de otro modo, la exposición voluntaria a
estos mecanismos modifica por completo su funciona-
Sin embargo sí que es cierto que en ambos mode-
miento.
los tanto el vigilante como el vigilado, tienen una posición
prefijada y unas reglas de juego que conocen todos cono- La presencia de Miss Torso habitando un escaparate
cen y aceptan, y en este sentido, el espacio del piepshow nos remite a la ventana-escaparate de las trabajadoras
y el del estadio deportivo podrían compararse. Ambos del sexo del barrio rojo de Amsterdam. En ellas se exhi-
espacios de deseo tienen un codigo espacial que permi- ben como mercancía tras un escaparate que, totalmente
te entender lo que sucede y ofrecen una relación similar equipado, es fácilmente transformable en espacio de tra-
con la singularidad: como en la cabina del Piep Show, el bajo bajando la persiana o cerrando la cortina.
espectador centra su mirada en el espectáculo y se deja
llevar exteriorizando sus deseos, su privacidad como si La ventana roja crea una doble atmósfera: la exterior,
estuviera solo. Los jugadores por otro lado, concentrados que a través de los neones y de los objetos de deseo
en el juego, llegan a no ser conscientes de la mirada del transforma la calle en una experiencia espacial singular, y
público, que se traduce en un ruido de fondo constante. la interior, que permite exponer la mercancía de un modo
igualmente seductor en cualquier estación y bajo cual-
¿Pero qué sucede cuando las reglas del juego se quier condición atmosférica, con las ventajas mercantiles
transgreden y el espectador salta al campo de juego, que ello supone en un clima como el holandés, de tan
cuando los vigilantes toman la torre? Para saberlo habrá marcada estacionalidad. Como espacio de control, la at-
que esperar al desenlace de la película. mósfera exterior permite una relación segura con el clien-
te, y la interior asegura la disponibilidad de un espacio de
MICHELLE PERROT.: Dicho de otro modo, y para volver al trabajo higiénico.
Panóptico, Bentham no proyecta sólo una sociedad utópica,
describe también una sociedad existente.
La ventana roja por lo tanto ya no es plana y unidi-
MICHEL FOUCAULT: Describe en la utopía un sistema ge- recciónal como el espacio mirilla, sino que es el fruto de
neral de mecanismos concretos que existen realmente. la construcción de una atmósfera de consumo en la que
M.P.: Y, para los prisioneros, ¿tiene sentido tomar la torre lo público y lo privado se fusionan. Es la misma “fusión
central? entre salón y universo en un espacio interior de carác-
M. F.: Sí, con la condición de que este no sea el sentido final
de la operación. Con los prisioneros haciendo funcionar el ter público” del Pasaje parisino de Benjamin17, que mo-
Panóptico y asentándose en la torre, ¿cree Vd. que enton-
ces sería mucho mejor que con los vigilantes? 16 Žižek Slavoj (2002); “Big Brother, or, the Triumph of the
Fragmento final de ‘El Ojo del Poder’ pg 26 Gaze over the Eye,” Ctrl [Space]: Rhetorics of Surveillance from
Bentham to Big Brother, eds. Ursula Frohne, Thomas Levin, and Pe-
ter Weibel Cambridge, MA: MIT Press, 224–27.
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10. V 3. La ventana del viejo matrimonio y del perrito
que sabía demasiado. La apropiación de la ventana
custom.
Otro caso de ventana en la que la privacidad se hace
pública despreocupadamentes la del matrimonio que ha-
bita la escalera de evacuación de incendios. Para hacer
frenre a las calurosas noches veraniegas, el matrimonio
decide mudar el lugar de mayor privacidad de la vivienda,
la cama del matrimonio, a este espacio de uso colectivo.
En este caso seguramente no quepa hablar del exhi-
bicionismo de Mss. Torso, sino más bien de simple indi-
ferencia ante la mirada, que del mismo modo produce la
sobre-exposición de la privacidad. La diferencia sustan-
cial con Torso es que mientras que ésta se exhibe desde
el ámbito privado, el matrimonio lo hace en un espacio
El escaparate habitado; trabajadoras del sexo en Amsterdam. colectivo.
dificaba y hacía agradable la experiencia del compra- La customización de este espacio produce
dor en los albores de un capitalismo que empezaba a un cambio de propiedad transitorio, de
transformar la tienda en el ‘templo de la mercancía’, en colectivo a privado. Una apropiación del
espacio producida por la sobreexposición
el almacén de novedades de productos-fetiche. De he- de la privacidad. Un espacio de apropiación
cho, apunta Bejamin, las primeras tiendas en tener éxito (y ya no tanto de exhibición) en el que el
en el pasaje fueron los bazares orientales que ofrecían matrimonio amplía su casa a condición
exóticos objetos, cuyo deseo nada tendría que ver con de exponere. Un agenciamiento de la
la actual abundancia y disponibilidad de la sobreproduc- privacidad con una estructura colectiva que
genera un espacio privado de privacidad
ción que ofrece el capitalismo tardío. Imaginemos en sobreexpuesta.
este escenario la experiencia del deseo; resguardarse de
la climatología parisina para situarse frente a un cristal
tras el cual se ofrecen una miríada de objetos exóticos: Este caso de apropiación mediante la customización,
es lo que plantea Bruno Latour en Paris Ciudad Invisible18
El escaparate deja de ser un plano y se a través de la idead de “formateo”, el alineamiento de una
convierte en una experiencia espacial y estructura con poca capacidad de transformación (en su
envolvente a lo ‘Dolby Surronded’. Del caso habla de los inmuebles de Haussman y del mobi-
mismo modo la ventana roja de Miss Torso
atrae a varios amantes a su interior y las liario urbano de París) que es capaz de transformarse a
miradas de deseo de Jeff, del pianista, de través del uso que se hace de él; es capaz de verse ma-
Doyle, e incluso a las de reprobación de Lisa terialmente afectado por la resiliencia del usuario.
y Stella desde el exterior. La presencia de
Torso se multiplica en el patio y los vecios Un ejemplo del “formateo” podríamos encontralo en
son partícipes de su privacidad hasta el las customizaciones de las (en principio poco flexibles)
punto de que llega a dejar de serlo y la viviendas sociales de la modernidad, bien sea para im-
privacidad y su publicidad se fusionan en
la ventana roja a través de la exhibición. plementar las condiciones del habitar como en el caso
del matrimonio de la ventana indiscreta, o bien se simple-
mente para personalizar y diferenciar el espacio domés-
Esta misma situación de espacio reclamo a costa de la tico dentro de la masa. Para ilustrar este segundo caso
privacidad del usuario como mercancía fetiche podría re- hemos elegido un proyecto poco conocido, las viviendas
cordarnos a situaciones espaciales como la escalera-pa- ‘Sozial Palast’ del arquitecto Jürgen Sawade. Se trata de
saje del Centro Geroges Pompidou de Rogers y Piano un edificio construido en 1977 sobre los restos de un an-
en París, que sobresale del plano de fachada-instalacio- tiguo bunker en Berlín oeste, con más de 500 viviendas.
nes para formar parte de la plaza pública delantera, ha- El reflejo de la variada comunidad que actualmente las
ciendo de la circulación de los usuarios un reclamo para habita (actualmente se hablan unos 40 idiomas distintos
que los visitantes de la plaza entren al edificio; Asimismo en todo el edificio) puede verse en la fachada colonizada
en un ejemplo más reciente, el ventanal del Caixa Forum por antenas parabólicas. Este agenciamiento entre la fa-
de Herzog y de Meuron que vuelca hacia el paseo de chada y la comunidad que la habita es capaz de modificar
la castellana se sitúa en la posición estratégica entre la la fachada del edificio, pero lo que nos interesa de ese
calle, el acceso al núcleo de comunicaciones que comu- caso es un segundo agenciamiento mediado por el pro-
nican con las salas y el control de entrada. yecto ‘De dentro a afuera’ del artista polaco Daniel Knip-
En los dos casos no parece que el proyecto pings19, que le da la oportunidad a los propietarios de las
busque una apertura de hueco convencional parabólicas de la fachada de tunearlas con la impresión
que conecte el interior con el exterior sino de un motivo libremente escogido por ellos. Desde paisa-
que más bien el hueco es pensado desde jes, a coches, escudos de equipos de fútbol o fotografías
el exterior del edificio como un espacio de
acción-reclamo, que muestre la privacidad y familiares, la fachada se transforma en un soporte sobre
la atmósfera interior como mercancía fetiche. 18 Latour, Bruno; Hermant, Emilie (2004); Paris, Ciudad Invi-
sible; Centre Pompidou. Paris
19 Daniel Knippings - Von Innen nach Außen. http://www.
daniel-knipping.de/eng_projekte_innennachaussen.html
Berlin: Der diskrete Charme der Satellitenschüsseln (09/2010)
Publicado en Point. Deutsch-Polnischer Kalender. Texto de Krzysztof
17 BENJAMIN, Walter [1939] (2005); El libro de los pasajes; Visconti. http://www.goethe.de/ins/pl/lp/kul/dup/unt/sze/de6513499.
Akal Madrid htm
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11. un usuario final con pocos conocimiento de informática.
En el sistema operativo que Microsoft lanza al mercado
en 1992, Bill Gates recurre a un elemento tan cotidiano
como la ‘ventana’ para ilustrar ante el gran público la sim-
plicidad y las posibilidades de una interfaz gráfica, y que
supondría la muerte definitiva para la programación en el
usuario estándar. En las versiones posteriores del siste-
ma operativa, especialmente en las actuales para smart
phones y tabletas gráficas, el tuneo ha dejado de ser una
posibilidad estética (limitada casi exclusivamente a cam-
biar la imagen del escritorio) para convertirse en la base
operativa del sistema. La ventana como espacio de ac-
ción una vez más.
Desde luego la ventana siempre ha sido campo de
pruebas para la customización y la exteriorización de la
privacidad. También se ha convertido cada vez más en
objeto de normalización a través de una inmensidad de
normativas municipales que impiden colgar macetas en
los balcones, tender la ropa hacia el exterior o incluso en
según que municipios, fumar. La ventana es en este caso
espacio de oportunidades para la exteriorización de la pri-
La ventana Custom
vacidad y por ello también objetivo para la normalización.
el que hacer pública retales de la vida privada de los ve- Considerar la ventana como espacio de
cinos, de sus lugares, símbolos, personas queridas... de acción para el usuario desde el proyecto
arquitectónico requiere en parte, renunciar la
sus deseos que transforman el receptor en emisor. poder del arquitecto para controlar el estado
Si como apunta Deleuze hemos devenido final de la arquitectura. Implica concebir el
dividuales20 y el par individuo-masa ha proyecto desde unas bases establecidas y
dejado de tener sentido, el tunning podría abrirlo a la contingencia.
entenderse como estrategia de apropiación
y de generación de arquitectura; un
agenciamiento entre una base arqutiectónica Ejemplo de arquitecturas que contemplan la customi-
poco mutable y los deseos cambiantes de
un usuario que conforman una arquitectura zación del usuario como parte del resultado final pode-
en la que el usuario ya no es una cifra mos encontrarlos en la horquilla de trabajos entre la casi
estadística que se traduce en programa, sino incontrolada evolución formal de las viviendas sociales de
otro componente más para la configuración Quinta Normal de Elemental Chile, o las cuidadísimas
de un estado final siempre provisional.
imágenes escogidas por Lacaton y Vassal para mostrar
el funcionamiento de los espacios invernader de sus vi-
Aunque la arquitectura (como apunta Rem Kool- viendas sociales en Mulhouse.
haas21) sea demasiada lenta, en otros campos como la
informática han hecho de la posibilidad de customizar y
tunear su razón de sobrevivir. Baste como ejemplo como
Microsoft, primera empresa que popularizó un sistema
operativo basado en un entorno gráfico que, en térmi-
nos de Latour, alineaba un complejo sistema binario con
20 Deleuze plantea la muerte “progresiva” de los individuos
en el sentido de que ya no somos siempre un único individuo, sino
por los menos dos, somos “dividuos”: somos uno en el trabajo, otro
en casa, otro por la noche, otro en Internet… La diferencia con la
sociedad disciplinaria es que el uno no sucede al otro sino que se
superpone, es decir, ya no existe ruptura entre el horario laboral y
el personal, o entre éstos y la presencia en la red. Ya nos podemos La ventana Custom II - Windows 3.1
decir como el trabajo moderno “hasta aquí trabajo” y “a partir de
ahora estoy descansando”. Somos “dividuos” y nuestra personalidad
es doble o en ocasiones múltiple
“El lenguaje numérico de control se compone de cifras que marcan Vivienda en Mullhouse - Lacaton et Vassal
o prohíben el acceso a la información. Ya no estamos ante el par
“individuo-masa”. Los individuos han devenido “dividuales” y las ma-
sas se han convertido en indicadores, datos, mercados o “bancos”.
Quizá es el dinero lo que mejor expresa la distinción entre estos dos
tipos de sociedad, ya que la disciplina se ha remitido siempre a mo-
nedas acuñadas que contenían una cantidad del patrón oro, mien-
tras que el control remite a intercambios fluctuantes, modulaciones
en las que interviene una cifra: un porcentaje de diferentes monedas
tomadas como muestra. El viejo topo monetario es el animal de los
centros de encierro, mientras que la serpiente monetaria es el de las
sociedades de control.”
Deleuze, Gilles (1995); Política y Postscriptum para las sociedades
de control. Publicado en Conversaciones 1972 - 1990 ; Ed. Pretex-
tos; Valencia. (Pg 9)
21 Koolhaas, Rem - OMA / AMO (2004) - Content; Ed. Tas-
chen, Köln. (Prólogo. Pg 20) Viviendas en Quinta Monroy - Elemental Chile
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12. Control de seguridad en aeropuerto MTM - La fura del Baus 1994
V 4. La ventana de Stella: El estado de excepción Aunque la fórmula del estado de excepción
y el espacio esclusa. siempre existió en todas las doctrinas
político-jurídicas24, lo que nos interesa en
El espacio de Stella es un espacio para la seguridad nuestro caso es ver cómo con en avances
y la persuasión. Como enfermera de Jeff se encarga de tecnológicos de las sociedades de control
asistirle y velar por su evolución, pero la actitud preventi- como el caso del arco de seguridad, la
excepcionalidad se convierte en regularidad,
va traspasa lo sanitario e intenta convencer a Jeff de que y situaciones cotidianas como esta,
lo conveniente sería que se casara con Lisa. recuperan modelos espaciales de exclusión
y segregación que, como apunta Deleuze,
Stella, Doyle (el detective) y Lisa permanecen escépti- eran característicos de las sociedades de
cos ante la hipótesis del asesinato del Sr. Thorwald, pero soberanía 25.
tras la noche en que finalmente, Jeff accede a que Lisa plicaciones del estado de excepción en esta entrevista:
“Los atentados representan el umbral a partir del cual se entiende un
se quede a dormir en su casa, el perrito (que sabía de- modelo que ya funcionaba mucho antes. (...) Cuando se habla de es-
masiado) es asesinado. Cuando al día siguiente Stella tado de excepción, y de que hay ámbitos donde las leyes no valen,
es consciente de ambos acontecimientos, en el patio de lo que también se señala es que cada vez sirven menos los gran-
Greenwich Village es declarado el estado de excepción. des principios que inspiraban a los estados-nación, los que regían la
política internacional. Donde no hay normas fijas, ni principios que
Para explicar el espacio exclusa asociado al estado acepten todos, lo que se impone es la gestión, el resolver los pro-
de excepción recurriremos al espacio generado por un blemas de la manera que sea, y la policía se convierte en la figura
central. A la policía se le permite hacer cosas que la ley no autoriza
arco de detección de metales. Aparte de la constricción porque se entiende que se enfrenta con situaciones excepcionales.
espacial que supone la regulación e individualización del Pero cuando todo forma parte de un estado de excepción, se gene-
acceso, el detector de metales introduce un estado de ex- ralizan los métodos policiales. (...)
cepción; un espacio - tiempo en el que, por la propia se- El mismo concepto de ciudadano empieza a estar en peligro. Y
cuando no hay principios de referencia, la pregunta ya no puede ser
guridad de la persona vigilada, se le presupone terrorista
“¿qué quiero hacer?”, sino “¿qué puedo hacer?”.
hasta que el arco de seguirdad demuestra que efectiva- “El estado de excepción es hoy la norma” ENTREVISTA: GIORGIO
mente no lo es. A través del espacio exclusa / esclusa22 AGAMBEN. JOSÉ ANDRÉS ROJO Madrid 3 FEB 2004. El País
sólo puedan acceder un determinado tipo de individuos o 24 En esta obra Agamben hace un repaso por la figura del
todos, pero bajo unas determinadas condiciones. estado de excepción en su formulación en las distintas doctrinas ju-
rídicas.
¿En que se relaciona este espacio esclusa / exclusa Agamben, Giorgio (2004); El estado de excepción. Homo Sacer II;
con la privacidad y el deseo? Bajo el estado de excep- Ed. Pretextos, Valencia. Pag. 26 y 27
ción durante un tiempo se anulan las posibilidades de de- 25 “Es posible que, tras las adaptaciones correspondientes,
sear, el libre albedrío que como veíamos en la venta de reaparezcan algunos mecanismos tomados de las antiguas socieda-
Jeff separaba a la sociedad de control de la disciplinaria. des de soberanía. Lo importante es que nos hallamos en el inicio de
Durnte ese periodo, se anula la privacidad y se impone, algo. (…) Son ejemplos mínimos, pero que nos permiten compren-
der mejor lo que hay que entender por “crisis de las instituciones”, es
se presupone y se hace pública una privacidad culpable. decir, la instalación progresiva y dispersa de un nuevo régimen de
Aunque sea de manera transitoria, durante el instante dominación.”
de pasar por el arco de seguridad, se es un terrorista. El Deleuze, Gilles (1995); Política y Postscriptum para las sociedades
espacio esclusa es un espacio en el que no se dispone de control. Publicado en Conversaciones 1972 - 1990 ; Ed. Pretex-
tos; Valencia. (Pg 9)
de voluntad propia. Bajo el estado de excepción no cabe En este sentido el ejemplo que proponemos con el arco de control,
la opción de desear; únicamente se puede acatar lo que nos remite a lo que Foucault denomina ‘el modelo de la peste’ como
está permitido hacer23. modo de control de las sociedades de soberanía del siglo XVII y
XVIII, en las que ante una amenaza de peste, la ciudad quedaba
22 Según la RAE
temporalmente inmovilizada por la cuarentena (estado de excep-
excluso, sa. (Del part. irreg. de excluir; lat. exclūsus).
ción).
1. adj. desus. Excluido, rechazado.
“Segundo ejemplo: el de la peste (otro tema del cual les hablé, por
lo que lo menciono muy rápidamente). Los reglamentos de la peste,
esclusa. (Del b. lat. exclūsa, [agua] separada [de la corriente]).
tal como los vimos formularse a fines de la Edad Media, en el siglo
1. f. Compartimento, con puertas de entrada y salida, que se cons-
XVI e incluso en el siglo XVII, [su objetivo] es cuadricular literalmen-
truye en un canal de navegación para que los barcos puedan pasar
te las regiones, las ciudades dentro de las cuales hay apestados,
de un tramo a otro de diferente nivel, para lo cual se llena de agua o
con normas que indican a la gente cuándo pueden salir, cómo, a
se vacía el espacio comprendido entre dichas puertas.
qué horas, qué deben hacer en sus casas, qué tipo de alimentación
23 De manera más o menos sencilla, Agamben aclara las im- deben comer, les prohiben tal o cual clase de con tacto, los obligan
12|
13. Si después de esta explicación volvemos a la película V 5. La ventana de Lisa. Territorio para la disputa
de Hitchcock, podremos entender más fácilmente el es- tras la ventana butrón.
pacio exclusa de Stella, que se inicia con los dos acon- Continuamos nuestro recorrido por un patio en estado
tecimientos (el asesinato del perro y la posible consuma- de excepción en el que Lisa termina acaba de entrar a la
ción de la pareja Jeff - Lisa), dando un giro a la acción casa del Sr. Thorwald, cuando es repentinamente descu-
en la película y transformando la normalidad del patio en bierta por éste. Entretanto Jeff, que la observa desde su
una excepcionalidad en la que los límites de la privacidad casa, ha tenido tiempo para avisar a la policía, que llegará
y de lo privado (como propiedad es este caso) van a ser justo a tiempo de evitar un nuevo crimen.
quebrantados. En defensa de la seguridad y en contra de
la voluntad Sr. Thorwald, su espacio será invadido y su Lo que comenzó como una intromisión en la privaci-
privacidad hecha pública, pero las consecuencias de todo dad del vecino se ha acabado convirtiendo en un allana-
ello las veremos en la siguiente ventana. miento de la propiedad privada y Lisa, Thorwald y la poli-
cía tendrán que esclarecer los hechos. El espacio de Lisa
El tiempo protagoniza el espacio esclusa. En él se pro- será un lugar para la denuncia y la negociación. Cuando
duce una transfiguración pública y temporal de la privaci- el estado de excepción inoperativiza la legalidad, es el
dad del individuo, en contra de la voluntad o inconscien- momento para lo político en el patio de Greenwich Village.
temente. Esta misma situación era la que provocaban en
sus primeros montajes la Fura dels Baus, especialmente A esta ventana nos vamos a acercar desde dos fren-
en aquellos de menor tamaño en los que el contacto con tes: el primero caso, como Lisa, se propone una acción
el público era más directo. En ellas el público accedía a de denuncia a través de una de una profanación del límite
la sala en calidad de espectadores, pero la obra había de lo privado; el segundo caso propone que la decisión
sido pensada con un público que formaba parte activa del unilateral de profanación de límite se resuelva a través
montaje, de modo que durante el tiempo del espectáculo, de la negociación. Nos acercaremos a ‘Bingo’, una obra
el espacio y la dramaturgia transformaban al espectador de 1974 de Matta-Clark en Niagara Falls y a la puesta en
en actor, incluso en contra de sus deseos. La conmoción tensión y negociación de la privacidad en la medianera de
en el público llegaba a ser tan física como emocional: no la casa del Dr. Cuchuret (LeCorbusier, La Plata, 1949-53)
era excepcional que el público saliera de la función moja- en la película ‘El hombre de al lado’ (2009).
do, manchado de pintura o salpicado de barro. En la ‘ventana butrón’ 28 abandonamos
los espacios del deseo que planteaban
En MTM (1994), la Fura propone una crítica a la mani- una intromisión distante de la privacidad
pulación mediática de la MTV a través de la manipulación moviéndose del vouyerismo al
de una historia creada en directo. El publico ingresaba en exhibicionismo. En el caso de Gordon Matta
una sala con dos paredes de espejos y otra para proyec- Clark entramos a denunciar la realidad
de una privacidad rotundamente, con el
ciones. El espacio intermedio se reconstruía constante- bulldozer y la excavadora.
mente con cajas de cartón26 dividiendo al público. La obra
era protagonizada por actores pero también por las imá-
genes de los espectadores-actores que eran proyectadas El deseo basado en la imaginación deja paso al deseo
en las paredes de la sala. En la parte final de la obra, con violento de dejar a la vista la privacidad en toda su crude-
la sala y el público divididos en dos mitades, mediante za. En la serie de fotografías ‘Bingo’, Matta-Clark registra
la proyección de imágenes en directo y pregrabadas, la el acercamiento, la construcción, la invasión y finalmente
Fura crea una obra mitad real, mitad ficción, que manipula la intervención sobre la privacidad de una casa. Pero la
al espectador al más puro estilo de Orson Welles en la ‘La exposición de la privacidad de la vivienda no es una de-
guerra de los mundos’27. cisión exclusivamente estética sino un modo de intervenir
a presentarse ante inspectores, a dejar a éstos entrar a sus casas.”
Foucault, Michel [1977 - 1978] (2006); Seguridad, territorio, pobla- en un proceso que de todos modo iba a convertir las vi-
ción. Ed. FCE. Buenos Aires. p. 25 viendas en ruina. La ventana butrón no es únicamente un
26 “La escenografía es neutra, construida a partir de dos mu- resultado formal: es un estado cristalizado de un proceso
ros de espejo en los laterales, un muro frontal dedicado exclusiva- de denuncia a través de la difusión de lo privado.
mente a las proyecciones y cientos de cajas de cartón que permitían
a los actores construir y deconstruir una escena en constante trans- En ‘El hombre de al lado’ tras la política de hechos
formación. Debemos remarcar la importancia de la imagen en MTM. consumados de un vecino que decide abrir una ventana
Las imágenes pregrabadas, proyectadas o capturadas en directo a en una medianera, comienza la negociación. Pero no se
lo largo de la representación se entretejen y sumergen al especta- trata de una medianera cualquiera, sino de una que vuel-
dor en la gran mentira, se dotan de un contenido expresivo, casi
argumental. Las imágenes y su tratamiento articulan el esqueleto de
ca a hacia una de las estancias de la Casa para el Dr.
MTM, hasta el punto de que el trabajo de los actores interacciona Curuchet en La Plata, que en el filme está habitada por
constantemente con el vídeo, las proyecciones y el juego de espejos Leonardo, un diseñador aburguesado que se muestra in-
que plantea el espacio escénico. capaz de resolver el conflicto. La película pone en tensión
MTM es una alegoría sobre la manipulación de la información que la casa de LeCorbusier, objeto moderno por excelencia,
realizan los grandes poderes políticos, económicos y sociales a tra-
vés de los medios de comunicación. MTM pretende reproducir el al someterla a un doble juego con respecto a la privaci-
proceso de la noticia, que se modifica en función de unos u otros dad. Por una lado plantea la negociación surgida por el
objetivos. La verdad aparece aquí como resultado de las mil mane- imprevisto de la aperura de la nueva ventana. Por otro
ras distintas de relatar un suceso o transmitir una idea. Para lograr lado la casa es continuamente invadida por las miradas y
este objetivo, el espectáculo crea un tejido de imágenes falsas, de
ficciones que los espectadores confunden con la realidad.” Esa noche pasó a la historia como “la noche en la que llegaron los
http://www.lafura.com/web/cast/obras_ficha.php?o=61 marcianos”, provocó el terror de costa a costa, inundó de llamadas
las comisarías de Policía e incluso provocó algún intento de suicidio.
27 En 1938, una noche de domingo antes de Halloween y
antes del estreno de la Guerra de los Mundos, Orson Welles, en el 28 Butrón. (Según la RAE):
papel del profesor Pearson de la universidad de Princeton, emite en 1. m. Agujero hecho en suelos, techos o paredes para robar.
la radio un falso noticiario de 70 minutos anunciando la llegada de 2. m. buitrón (‖ arte de pesca).
extraterrestres a Grover’s Mill (Nueva Jersey), la destrucción de ciu- 3. m. vulg. Ál. Agujero o chimenea que sirve para la ventilación de
dades, incineradas con rayos mortíferos y su avance hacia la Gran cuevas abiertas bajo tierra donde se guarda el vino.
Manzana.
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