El documento resume cada uno de los 7 pecados capitales descritos por la autora Berta Alicia Millán Contreras. Cada pecado se describe en 1-2 oraciones. La envidia se describe como un sufrimiento egoísta al ver la felicidad de los demás. La lujuria se describe como el exceso del placer carnal. La gula se describe como el exceso de comida y bebida en un mundo con personas hambrientas.
3. ENVIDIA
• Probablemente sea la envidia la que más sufrimiento le
ocasiona al pecador. Es como una furia con hambre
viendo desde la ventana a un dichoso comiendo. El
envidioso es egoísta y ególatra. “¿Por qué él tiene tanto
cuando lo merezco más yo?”. Al envidioso nunca se
sentirá feliz por el triunfo ajeno. Sufre, pero no acepta su
sufrimiento, tiene del soberbio lo ególatra y egoísta, de
la avaricia el no estar contento nunca con lo que tiene,
la ira lo consume en furia, la lujuria por lo prohibido y
que jamás será suyo y la pereza de no querer levantarse
y hacer algo en vez de quedarse viendo la felicidad de
otros y deseándoles infelicidad.
5. LUJURIA
• La lujuria es quizás el más escandaloso de todos los
pecados, el más tentador y el más tachado. Es el
extremo del placer carnal, más allá de lo
equilibrado. No existe mal en el placer y prohibirlo
es una idea ya relegada. Pero el balance es la
clave, la vida no debería girar en torno al placer en
exceso, porque pronto la búsqueda de mayores
grados de placer lleva a las más grandes
monstruosidades (Si no, pregúntenle a las víctimas
de Calígula).
7. GULA
• Sigue con la gula que, en palabras de Savater, es
la falta de administración de placeres, pero que en
esta época y en esta sociedad, le preocupa más a
la medicina que a los clérigos mismos. La gula se ha
convertido en un pecado dietético y ético, con
una conspiración global en contra de ella. Lo
grave de ese pecado, es cuando al comer y beber
sin medida podamos quitarle comida y bebida al
otro. Que mientras unos tengamos manjares noche
y día, existan aquellas personas que no tienen ni
para alimentar a su familia, es el exceso
innecesario y poco humano, satisfacer de más lo
ya satisfecho.
9. IRA
• Es quizás la ira el actor principal de nuestra
bestialidad, y cada vez justificamos más está
actitud con la bandera de “No ser hipócritas”, la
paciencia y el razonamiento, lejos de ser
hipocresía, es un control sobre uno mismo. Como
dice un dicho popular “El que se enoja pierde”. La
ira es uno de los pecados que usan los políticos a su
conveniencia, sobre todo en situación de guerra,
en nombre de la divinidad y como apellido de una
causa. Enojarse es cada vez más fácil, y es una
arma poderosa que algunos confunden con la
pasión. La ira es como el fuego, debe saber usarse,
si no, arrasa con todo a su paso.
11. AVARICIA
• Después viene la avaricia, que ha sufrido una extraña
modificación en las condiciones de pensamiento
actuales, en el que quien es rico, no tiene por qué
justificar su riqueza. El dinero, elemento de carácter
universal y extremadamente social, es la herramienta
favorita del avaro, que es avaro puesto que pone en
segundo plano las necesidades de quien lo necesita,
incluso las suyas. El dinero aporta orgullo a su poseedor.
La beneficencia es para las señoras ricas (Sin
absolutamente nada que hacer) es una especie de
celebración, de gusto de la existencia de los pobres
para que éstas se rodeen de comentarios del tipo “¡Qué
gran señora!”, “Bondadosa Doña Fulanita.”.
13. SOBERBIA
Ell pecado en donde el sujeto no quiere tener semejantes,
nadie estará a su altura, estar por encima de los “inferiores”, la
discusión que tiene con Satanás en dónde el ángel caído
replica con la “selección natural” a lo que el filósofo responde
“¿Con qué criterio?”. Altivez y apetito desordenado de ser
preferido a otros. A partir de la soberbia nacen todos los males.
• Un soberbio carece de sentido autocrítico y sufre con las
bromas a su costa (incluso cuando son accidente). Se siente
con autoridad de señalar hasta lo que él considera incorrecto
como pecado. Es (Como pude entender) un dictador que
prefiere estar sentado en un trono de oro frío, duro y bastante
incómodo a ser el líder que empieza a empujar al progreso
junto a todos sus hombres. Es el que piensa en las personas en
término de números y no en personas en sí. Como dice el
fragmento de Maquiavelo: “La naturaleza de los hombres
soberbios y viles es mostrarse insolentes en la prosperidad y
abyectos y humildes en la adversidad”.
15. PEREZA
• Muchas veces se considera a la pereza la menos “atroz”
de los pecados, ya que representa a la falta de
movimiento y de voluntad, pero podría considerarse la
madre biológica del ingenio, la tecnología está muchas
veces enfocada en hacernos la vida más sencilla y que
requiera menos esfuerzo. Un pecado que con el tiempo
se ha visto como un “no tan pecado” y que en la
sociedad actual le es complicado encontrar lugar de
crítica que pueda llegar a tener todavía la lujuria o la
ira.
• Aunque también es muy cierto que muchos individuos
no hacen absolutamente nada productivo con ese
aburrimiento, apadrinado por la tecnología, nuestras
formas de saciar ese ocio se convierten en actividades
menos productivas.