Los estudios sobre el grado de descomposición que enfrenta el núcleo familiar y que se realizó entre mas de doscientas familias, mostró una radiografía de la situación que golpea la sociedad con hogares disueltos e hijos al borde de la delincuencia, la drogadicción y la promiscuidad sexual. Los valores y la forma de la familia están cambiando, porque la forma tradicional se quedó obsoleta con relación a lo que demanda el mundo actual. Se dice que en muchos países el 37% de quienes están al frente del hogar son mujeres. Solo el 51% de los hijos crecen con ambos padres, se dice que el 40% de los hogares vive en violencia física y sicológica.
2. 24 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las
hace, le compararé a un hombre prudente, que
edificó su casa sobre la roca. 25 Descendió lluvia, y
vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra
aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada
sobre la roca. 26 Pero cualquiera que me oye estas
palabras y no las hace, le compararé a un hombre
insensato, que edificó su casa sobre la arena; 27 y
descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos,
y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y
fue grande su ruina. 28 Y cuando terminó Jesús estas
palabras, la gente se admiraba de su doctrina;
29 porque les enseñaba como quien tiene autoridad,
y no como los escribas.
3. Los estudios sobre el grado de
descomposición que enfrenta el núcleo
familiar y que se realizó entre mas de
doscientas familias, mostró una
radiografía de la situación que golpea la
sociedad con hogares disueltos e hijos al
borde de la delincuencia, la drogadicción
y la promiscuidad sexual. Los valores y la
forma de la familia están cambiando,
porque la forma tradicional se quedó
obsoleta con relación a lo que demanda el
4. mundo actual. Se dice que en muchos
países el 37% de quienes están al frente
del hogar son mujeres. Solo el 51% de los
hijos crecen con ambos padres, se dice
que el 40% de los hogares vive en
violencia física y sicológica. Un 14% de los
muchachos manifiesta agresividad, el 33%
de los muchachos vive solo con su madre
aunque tiene al padre vivo. Un 3% de los
muchachos vive con su padre. El 6% de los
muchachos vive sin sus padres, en casa de
5. familiares o con los abuelos. A estos
factores se suman las dificultades de
comunicación y el aislamiento de padres e
hijos, aun cuando comparten el mismo
techo, hoy uno va a un restaurante y se
encuentra a una pareja con sus hijos
adolescentes sentados en la misma mesa,
pero cada uno entretenido en su teléfono
mandando mensajes, no hay conversación
entre ellos, viven en mundos diferentes.
¿Que hacer ante esta situación?
6. ¿Hay alguna esperanza? Sin duda que si.
El paso fundamental es que le abramos
las puertas de nuestra familia a Dios, el
creador. Las escrituras nos muestran lo
siguiente: (Salmo 127:1)
7. 1. Enseñemos a nuestros hijos a orar: Si
queremos edificar hogares sólidos en
medio de una sociedad en crisis, es
necesario que nuestra familia aprenda
a conocer a Dios a través de la oración.
Es una arma muy poderosa para
quebrar cualquier maldición o soltar
cualquier atadura que haya en nuestra
familia.
(1 Tesalonicenses 5:16-18; Santiago
5:16)
8. 2. Enseñemos a nuestros hijos a vivir un
buen presente y forjar un buen futuro:
No se puede vivir el presente solo para
los deleites, para andar de fiesta en
fiesta o sin producir nada. La vida fue
creada para ser productiva y aprovechar
bien nuestro presente. Pero a su vez hay
que guardar para mañana, para que no
nos encuentre descuidados. (2 Reyes
4:1; Isaías 22:13)
9. 3. Enseñemos a nuestro hijos a ser
prudentes en su forma de hablar:
Muchas de las maldiciones, ruina y
crisis que enfrentan nuestros
hogares, tiene su origen en la forma
que hablamos. Muchas veces lo
hacemos consciente o
inconscientemente. Pero esto daña
terriblemente el bienestar de la
familia. (Tito 2:6-8; Mateo 12:36,37)
10. 4. Enseñemos a nuestros hijos a
perdonar: Nunca fomentemos el odio
o la violencia en nuestros hijos, esto
lo único que trae es destrucción. Por
mas dura que parezca la situación, la
mejor salida es pedir perdón y
perdonar. (Colosenses 3:13-15;
Efesios 4:32)
11. 5. Enseñemos a nuestros hijos a velar
por el bienestar del hogar: Usted
forma parte de una familia, vele que
cada uno de los integrantes este bien,
que haya no divisiones en la familia.
(Hebreos 12:14-16; 1 Corintios 1:10)
12. 6. Enseñemos a nuestro hijos la
importancia de la
disciplina: Nuestros hijos deben
saber que para triunfar en la vida,
hay que practicar la disciplina, solo
así la vida de ellos tendrá un sentido
de propósito. (1 Corintios 9:24-27;
Proverbios 15:32; Hebreos 12:11)
13. 7. Enseñemos a nuestros hijos la
importancia de servir a Dios y al
prójimo: Vivimos en una sociedad
individualista en donde nadie se
preocupa por servir a Dios, mucho
menos al prójimo. (Mateo 20:28;
Juan 12:26; Hebreos 6:10)
14. Conclusión: Estos principios son
fundamentales para nuestros hijos,
para que vivan una vida bendecida y
prospera, pero lo mas importante es
que nos aseguremos que nuestros
hijos hayan recibido a Cristo como
Señor y Salvador de sus vidas.