3. EL PENSAMIENTO FILOSÓFICO DE
HELENE von DRUSKOWITZ (1856-
1918)
Esbozo biográfico:
Helene von Druskowitz (su nombre real era Helena María Druschkovich)
nace el 2 de mayo de 156 en Hietzing (Viena).
De familia acomodada, estudia la carrera de piano en el conservatorio
de Viena hasta 1873.
Entre 1874 y 1878 estudia filosofía, filología germánica, arqueología y
filosofía oriental, así como idiomas contemporáneos en la Universidad
de Zúrich.
En 1878 consigue el título de Doctora en Filosofía, con una tesis
dedicada al Don Juan de Byron.
Fue la primera pensadora en lengua germana en obtener dicho título y
la segunda mujer después de Stefania Wolicka (quien lo obtuvo en
1875).
4. EL PENSAMIENTO FILOSÓFICO DE
HELENE von DRUSKOWITZ (1856-
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En 1881 establece relación con los literatos Marie von
Ebner-Eschenbach Conrad Ferdinand Meyer, quien la
describe como alguien con enorme talento e inteligencia.
En 1884 publica un estudio sobre Shelley, y en 1885 otro
sobre las escritoras británicas J. Baillie, E. Barrett-Browning y
G. Eliot.
En sus escritos utilizará diversos seudónimos: “Adalbert von
Brunn”, “Erna von Calagis”, “H. Foreign”, E. v. René”, “H.
Sakkorausch” o “H. Sakrosant”.
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HELENE von DRUSKOWITZ (1856-
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En 1884 entra en contacto con el círculo de Malwida von
Meysenbug, especialmente con Meta von Salis y F. Nietzsche,
con el que le unirá una brevísima amistad, interrumpida a
finales de ese mismo año.
Entusiasmada inicialmente por la filosofía de Nietzsche, pronto
se desilusiona en relación con ella, por considerarla poco
original, llena de contradicciones, y falta de sistematicidad y
enrarecida con un pretencioso aire profético.
En 1885, Nietzsche le envía uno de los pocos ejemplares de la
4ª Parte de Así habló Zaratustra, que ella le devolvió.
Nietzsche reaccionará airadamente, despreciando a la joven, al
considerar que era incapaz de comprender su pensamiento.
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HELENE von DRUSKOWITZ (1856-
1918)
Helene iría endureciendo en los años sucesivos su posición frente a
Nietzsche, llegando a considerarle un mero filólogo metido a filósofo y
un “enemigo mortal de la filosofía”, una “desgracia” para la inteligencia
germánica.
Hacia 1887 inicia una relación sentimental con la cantante de ópera
Therese Malten y colabora en diversas revistas feministas.
Pero la pérdida de sus hermanos y su madre, yla ruptura con la Malten,
así como su adicción al alcoholismo, le provocan una crisis mental
severa, que conduce a su internamiento en 1891 en sucesivos
psiquiátricos de Viena.
Allí permanecerá hasta la muerte en 1918, aunque siempre activa,
escribiendo y publicando, si bien la mayor parte de sus escritos y cartas
se han perdido, cediendo a su voluntad de que fuesen quemados a su
muerte.
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Obras de Helene von Druskowitz:
Luka Boršić e Ivana Skuhala Karasman relacionan la siguiente lista de obras
preservadas:
OBRAS TEATRALES: Sultan und Prinz (1881), Der Präsident von Zither-Club
(ca. 1884), Aspasia (1889), Die Emancipations-Schwärmarin (1890), die
Pädagogin (1890), International (1890).
TEXTOS DE CRÍTICA LITERARIA: Über Lord Byrons “Don Juan” (1879), Percy
Bysshe Shelley (1884), Drei englische Dichterinnen (1885).
TEXTOS FILOSÓFICOS: Moderne Versuche eines Religionersatzes (1886), Wie
ist Verantwortung und Zurechnung ohne Annahme der Willensfreiheit
möglich? (1887), Zur neuen Lehre (1888), Eugen Dühring. Eine Studie zu
seiner Würdigung (1889), Zur Begründung einer überreligiösen
Weltanschauung [Nueva edición de Zur neuen Lehre] (1889), Pessimistische
Kardinalsätze. Ein Vademecum für die freiesten Geister (1905).
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Pensamiento:
En Intentos modernos de sustituir a la religión (1886), Druskowitz, igual que
Mainländer y Nietzsche, de la “muerte de Dios”, y sostiene, como ellos, que
el ateísmo es el punto de vista insoslayable de cualquier filosofía
contemporánea…
… pero también afirma que no basta con el mero ateísmo, y que nuestra
época necesita urgentemente encontrar un sustituto para la religión, porque
todo momento histórico requiere algún tipo de “credo” capaz de elevar el
espíritu de los seres humanos que viven en él.
Para Druskowitz, el simple ateísmo jamás podrá satisfacer al ser humano, que
siempre necesita creer en algo; por eso, la filosofía debe encargarse de
ofrecerle algún tipo de ideal capaz de sustituir a la religión cristiana, cuya
decadencia Druskowitz considera ya imparable y, desde luego, deseable,
porque, a su entender, el cristianismo ha sido la causa principal del
pesimismo que ha caracterizado la historia del ser humano en los últimos
dos mil años.
Su posición filosófica en este período es, pues, un vitalismo naturalista.
9. EL PENSAMIENTO FILOSÓFICO DE
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Druskowitz se esfuerza por encontrar un fundamento sólido
para las normas morales, en un mundo ya definitivamente
secularizado.
En su ensayo, Helene examina críticamente las propuestas
de Comte, Feuerbach, Dühring, Lange, Duboc o Nietzsche,
entre otros, y llega al final del mismo a la conclusión de que
ninguno de ellos ha sido capaz de ofrecer una alternativa
eficaz al ateísmo.
10. EL PENSAMIENTO FILOSÓFICO DE
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Para Druskowitz, una doctrina futura capaz de sustituir a la
religión tiene que incluir:
a) una nueva relación armónica entre el ser humano y la
naturaleza,
b) un sentimiento de reverencia y asombro ante la misteriosa
grandeza del universo,
c) una gran confianza en la capacidad del ser humano para
desarrollar todas sus potencialidades y alcanzar la
autorrealización personal, una vez suprimido el principio
divino, y
c) finalmente, un ideal moral solidario capaz de reconciliar a los
seres humanos con la vida y disponerles a luchar en pro de la
justicia social.
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Todas estos objetivos exigen que el ser humano sea
responsable de sus actos, aunque Druskowitz, siguiendo la
estela de Schopenhauer y Nietzsche, considere que no es libre.
¿Cómo conciliar responsabilidad e imputabilidad con la
negación de la libertad de la voluntad?
Druskowitz se ocupa de este problema en su opúsculo: ¿Cómo
son posibles la responsabilidad y la imputabilidad sin suponer
la libertad de la voluntad? (1887).
En él sostiene que el concepto de voluntad libre surgió con la
doctrina budista, y luego lo adaptó el cristianismo, que lo
introdujo en el pensamiento occidental.
12. EL PENSAMIENTO FILOSÓFICO DE
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H. v. Druskowitz rechaza la distinción kantiano-schopenhaueriana entre
el ser humano como fenómeno (libre) y el ser humano como voluntad
(libre).
Para ella, todos los actos humanos tienen lugar en el plano fenoménico
o natural.
El ser humano , debido a la evolución, es expresión de una fuerza
superior de la naturaleza, por lo que, aunque las acciones humanas
dependen de causas que las producen, el ser humano posee
conciencia, que es una “potencia superior de la naturaleza”, y esto le
dota de independencia respecto de sus acciones: puede
representárselas y hacerse cargo de los actos que ejecuta, dándose
cuenta de si se elva con ellos a un grado superior de perfección o se
hunde al nivel de la mera animalidad, o incluso por debajo de ella.
La conciencia hace del ser humano un ser autónomo, porque le permite
hacerse cargo de sus actos, y de si estos le sitúan por encima o por
debajo de lo que es capaz por naturaleza.
13. EL PENSAMIENTO FILOSÓFICO DE
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En Zur neuen Lehre (1888), Helene aplica el concepto de
evolución a la moral: un nuevo orden moral exige un nuevo
orden social; y un nuevo orden social exige cambios
radicales en la posición que se atribuye a las mujeres en la
sociedad.
El giro hacia un feminismo radical coincide con un giro de la
filosofía de la filósofa austríaca hacia el pesimismo.
La liberación de las mujeres es el primer paso hacia la
liberación final y definitiva de toda la humanidad.
Druskowitz expone su feminismo pesimista en las
Proposiciones cardinales del pesimismo (1905).
14. EL PENSAMIENTO FILOSÓFICO DE
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Proposiciones cardinales del pesimismo, (1905) es un escrito realmente
extraño…
Primero, por haberlo escrito Helene en el manicomio, donde llevaba
encerrada desde 1891…
.. y segundo, por tratarse de un opúsculo en el que Druskowitz lleva cabo el
tour de force que supone sintetizar dos conceptos que nunca han casado
bien: pesimismo y feminismo.
En este libro, H. v. Druskowitz nos ofrece esa doctrina sistemática que debe
sustituir a la religión, después de llevar a cabo:
A) una profunda reforma metafísica y social, y
B)una verdadera transvaloración de todos los
valores, que ha de ir mucho más allá de la
planteada por Nietzsche.
15. EL PENSAMIENTO FILOSÓFICO DE
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La filosofía de Druskowitz es una suerte de neo-gnosticismo
dualista.
Ella distingue entre la “Esfera superior” (Übersphäre) ideal y
perfecta, de carácter femenino e identificada con el bien, y la
materia identificada con el principio masculino y el mal (invirtiendo
así la perspectiva tradicional, que adjudica al ideal y la forma el
género masculino, mientras que la materia sería el principio
femenino y pasivo).
Solo es posible alcanzar esa Esfera superior alejándonos de todo lo
material.
Si la materia, hubiese obedecido a la atracción que sobre ella ejerce
la esfera ideal, habría ido evolucionando hacia cotas superiores de
perfección; pero vencida por la inercia, sobre todo desde la
aparición del varón, dicha evolución se ha visto continuamente
retardada, y se ha hecho poco menos que imposible.
16. EL PENSAMIENTO FILOSÓFICO DE
HELENE von DRUSKOWITZ (1856-
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Helene está convencida de que su metafísica de la Esfera
superior, como alternativa al teísmo patriarcalista exige
1º) Una reforma social que mejore la situación de las clases
desfavorecidas, y, sobre todo,
2º) Una revolución sexual, que establezca el feminismo como el
ideal que puede dar “brillo y esplendor” a nuestra época,
devolviéndole a la mujer el lugar que por naturaleza le
corresponde en la sociedad y en la historia.
Druskowitz considera que la inmensa mayoría de los machos
humanos no han podido resistirse a desarrollar sus pulsiones
supremacistas y violentas, las cuales, por orientarse al dominio
del planeta, lo han conducido al desastroso estado en el que
actualmente se encuentra.
17. EL PENSAMIENTO FILOSÓFICO DE
HELENE von DRUSKOWITZ (1856-
1918)
Helene va a sostener que la mujer se encuentra por
principio más cercana a la Esfera superior ideal, mientras
que el hombre permanece preso, mayoritariamente, en el
ámbito de lo material.
Las mujeres son mucho más intelectuales y espirituales que
los hombres, por lo que la superación del patriarcado hará
que toda la sociedad se aproxime más a la Esfera superior.
18. EL PENSAMIENTO FILOSÓFICO DE
HELENE von DRUSKOWITZ (1856-
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El varón es, como ella dice, una “imposibilidad lógica y ética y
una maldición del mundo”
Él es la última ratio de todo pesimismo: es malvado, arrogante,
violento, garrulo, en suma un malvado diablo, que, en su deseo
de dominación y exterminio, ha terminado por arruinar la
Naturaleza, utilizando una ciencia que está destinada más a
explotar el mundo que a comprenderlo.
Si la sociedad se organiza en torno a las mujeres, no habrá
atrocidades, ni guerras, ni explotación de la naturaleza ni
superpoblación.
En este sentido, Druskowitz anticipa muchos aspectos del
actual ecofeminismo.
19. EL PENSAMIENTO FILOSÓFICO DE
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1918)
Ella no atisba otra escapatoria al descarrilamiento hacia la que se dirige
la humanidad que plantear una separación radical entre los sexos,
esbozando una suerte de versión feminista y atea de la “ciudad de
Dios”, habitada exclusivamente por mujeres (incluso con cementerios
separados), que quedaría escindida por completo de la “ciudad
terrenal”, donde residirían los varones.
Esto, unido al alejamiento de la población femenina en “lejanos valles” y
a la prohibición de cualquier tipo de matrimonio o emparejamiento
para evitar la procreación, conduciría a la extinción final de la
humanidad, que ella considera ha de ser el “fin último” de la historia.
Una extinción, que hace de la mujer la sacerdotisa de la muerte: gracias
a ellas, la humanidad, al morir, se liberará definitivamente de la materia
y se remontará definitivamente a la Esfera ideal.
20. EL PENSAMIENTO FILOSÓFICO DE
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En algunos aspectos el vademécum
feminista de Helene se revela heredero
de La ciudad de las damas de Christine
de Pisan (1405), por la idealización que
ofrece del sexo femenino, siempre que
dejemos de lado, claro está, su ateísmo
y su rechazo del matrimonio (que
promueve Christine, al defender a las
buenas esposas).
21. EL PENSAMIENTO FILOSÓFICO DE
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1918)
Existen también semejanzas entre la
propuesta feminista de Druskowitz, el
pensamiento de Platón y el
gnosticismo.
Su vademécum contiene referencias
que nos pueden sugerir la idea de una
extraña especie de platonismo
feminista de corte gnóstico:
Lo que ella llama la “Esfera Superior”
recuerda al mundo perfecto de las
22. EL PENSAMIENTO FILOSÓFICO DE
HELENE von DRUSKOWITZ (1856-
1918)
El aciago Demiurgo gnóstico, creador del mundo
como prisión para el espíritu, en el que cae
desvanecida temporalmente la Sofía/Sabiduría
gnóstica, equivaldría el Dios falsario y cruel,
creación espuria de los delirios de poder
machistas.
Igual que Platón y los gnósticos, Druskowitz
considera que solo el conocimiento y la
purificación física y espiritual, permitirán a Sofía
recuperar el contacto con la Esfera superior y
librarse de la carga que le ha impuesto la
materia, aunque ello signifique pactar con la
muerte.