El documento ruega a la Virgen María que guíe la búsqueda de Dios y la experiencia de comunión a través de su experiencia espiritual. También pide su ayuda para ser mejores mediadores de la fe de los jóvenes y para seguir los caminos que permitan a Jesús encarnarse continuamente en el mundo, al igual que lo hizo en Caná. Finalmente, solicita su sabiduría para escuchar y poner en práctica la Palabra de Dios y revelar los recursos para hacer brotar la vida donde reina la muerte.