El documento trata sobre la filosofía del sufrimiento humano y el cuidado intencionado a través de la historia. Aborda cuestiones filosóficas como qué es el dolor y sufrimiento, su sentido y utilidad, y cómo se ha comprendido desde diferentes corrientes filosóficas. También examina los paradigmas que guían el abordaje del sufrimiento y modelos alternativos al modelo biomédico. Explora el origen del cuidado intencionado del sufrimiento humano y las contribuciones de la epistemología de enfer
Filosofía del Sufrimiento Humano. Epistemología del Cuidado intencionado (SOTO VERCHÉR MM (2019).
1. El grito (Munch 1893)
FILOSOFÍA DEL SUFRIMIENTO HUMANO
Epistemología del Cuidado intencionado.
DESCRIPCIÓN BREVE
Desde la prehistoria, el
sufrimiento humano ha
sido el fundamento del
cuidado intencionado.
Conocer la Filosofía del
Sufrimiento Humano y la
de la Filosofía de la
Ciencia del Cuidado
Intencionado, da cuenta
de un arte holístico y
pandimensional que
previene, cura o alivia el
dolor y/o el sufrimiento.
Al mismo tiempo, resulta
en un “meristemo
epistemo-ontológico” de
la ciencia transdisciplinar
del siglo XXI. Algunas
cuestiones filosóficas re-
quieren respuesta:
¿Qué es el dolor? ¿Es
sufrimiento? ¿Cuál es el
sentido del dolor? ¿Cuál
su utilidad? ¿Qué es el
cuidado intencionado del
sufrimiento? ¿Qué no es?
Esp. Soto Verchér M.M.
msotovercher@gmail.com
Septiembre, 2019.
2. I
Resumen
Desde la prehistoria, el sufrimiento humano ha sido el fundamento del cuidado intencionado.
Conocer la Filosofía del Sufrimiento Humano y la de la Filosofía de la Ciencia del Cuidado
Intencionado, da cuenta de un arte holístico y pandimensional que previene, cura o alivia el dolor
y/o el sufrimiento. Al mismo tiempo, resulta en un “meristemo epistemo-ontológico” de la ciencia
transdisciplinar del siglo XXI.
Las cuestiones filosóficas acerca del sufrimiento implican parcialmente el dolor pero van más allá
del signo y/o síntoma físico. Pretenden abordar el sentido y el fin del sufrimiento que acompaña o
que está presente aún en ausencia de dolor.
Los profesionales en particular y el personal de salud en general, de una u otra forma, desean
ofrecer respuesta a las preguntas acerca del dolor y el sufrimiento en los seres humanos a su cargo
a través del Cuidado Intencionado. La comprensión dialógica del sufrimiento como experiencia vital
humana permite a usuarios y personal de salud encontrar formas culturalmente significativas de
cuidado humanísticamente intencionado.
En este trabajo tiene como propósito, reflexionar la Ciencias del Cuidado Intencionado como
relación terapéutica adecuada, culturalmente significativa y promotora de independencia para el
Autocuidado y/o cuidado de otros dependientes a cargo, en situaciones vitales.
Estas propuestas epistemológicas surgieron de una construcción latente y discontinua a lo largo de
la historia de la humanidad. Todas intentan dar respuesta a preguntas de un fenómeno complejo
como ¿Qué es dolor y qué sufrimiento? ¿Cuál es la relación entre dolor y “Sufrimiento Humano”?
¿Por qué y para qué sufren los seres humanos? ¿Cómo debería ser el “Cuidado Intencionado”
brindado a personas que sufren o tienen miedo al sufrimiento? ¿Cuál es la función/aporte de cada
disciplina profesional para contribuir al sentido y fin del Cuidado Intencionado del Sufrimiento
Humano (CISH)? ¿Cuándo y dónde replantearse estas cuestiones nuestro contexto cotidiano?
Para que exista el Cuidado Intencionado, es decir cuidado humanizado, es condición necesaria la
comprensión del otro como un ser unitario, no como una cosa. También requiere del profesional y
personal de salud una revisión de las propias ideas acerca de las cuestiones planteadas en el párrafo
anterior, una actitud abierta a aceptar las ideas de los que viven una experiencia dolorosa, y el
desarrollo de competencia empática con dicha vivencia.
Cuidar de forma intencionada no se reduce a evitar o aliviar el dolor/sufrimiento, implica
necesariamente ayudar a las personas cuidadas a comprender el por qué y a planificar el para qué,
partiendo de su experiencia vital.
3. II
Introducción
Desde la prehistoria, el sufrimiento humano ha sido el fundamento del cuidado intencionado (Soto,
2014, cap. 2).
Al respecto, Michel Foucault (1953) se refiere a la relación terapéutica entre cuidador y persona
cuidada que sufre:
“En el alba de la humanidad… la inmediata relación de instinto y sensibilidad entre el
sufrimiento con lo que lo alivia... Transmitida de unos a otros, se convierte en una forma
general de conciencia en la cual cada individuo es a la vez sujeto y objeto y la experiencia
individual, comunicada... Antes de ser un saber, fue una relación de la humanidad consigo
misma”.
Recién en la antigüedad, con la palabra escrita, es cuando se tiene evidencia de la cuestión filosófica
que busca comprender el sufrimiento humano.
Este documento recorre parte de la Historia de las ideas relacionadas con el Sufrimiento Humano y
el Cuidado Intencionado que busca prevenirlo, aliviarlo y curarlo que y un meristemo
epistemontológico para la ciencia transdisciplinar del siglo XXI.
El cuidado intencionado del sufrimiento humano (CISH) sigue siendo principio y condición necesaria
para prevenirlo, calmarlo o curarlo, no subalterno a él.
Mónica M. Soto Verchér
San Luis, 26 de julio de 2019.
4. III
Justificación
La Ley de Educación Superior (LES) N° 24521/95 establece que los títulos con reconocimiento oficial
certificarán la formación académica recibida y habilitarán para el ejercicio profesional respectivo en
todo el territorio nacional (Art. 42°). Para ello, los planes de estudios de carreras reguladas por el
Estado deberán ser acreditadas periódicamente por la Comisión Nacional de Evaluación y
Acreditación Universitaria (CONEAU) en consulta con el Consejo de Universidades” (Art. 43° y Art.
46° inc. b).
En 2005, la Asociación de Escuelas Universitarias de Enfermería de la República Argentina (AEUERA)
solicitó la inclusión del título de Licenciado en Enfermería al Art. 43°, siendo aceptada por varios
acuerdos plenarios del Consejo de Universidades e incluido en la nómina de profesiones reguladas
por el Estado mediante Resolución del Ministerio de Educación N° 1724/13.
Durante 2015, siguiendo recomendaciones de AEUERA, se publicó la Resolución ME 2721/15 que
aprueba los contenidos curriculares básicos de la carrera al Título Licenciada en Enfermería. En el
Anexo de esta resolución (Foja 413) se refiere a la enseñanza teórica “orientada al conocimiento
epistemológico y científico... con conciencia social, humanística y ética”. En el Plan de estudio
propuesto para acreditar figura el Curso Filosofía1
. Es en este curso, AEUERA recomienda enseñar
1
Curso Filosofía. Se propone para 1° Ciclo de formación técnica (1° a 3° año). Sus contenidos fueron
propuestos mediante Nota-Fe de erratas enviada por la Comisión Nacional de Enfermería del Ministerio de
Educación a CONEAU. Sesión Plenaria CONEAU N° 443. Nota CONEAU N° 3883 del 19/07/16 a rector UNQ,
Fig. 1. Enseñanza profesional de la Filosofía del Sufrimiento Humano y el Cuidado Intencionado.
Art. 42: Título
Habilita ejercicio profesional.
Certifica formación académica.
Art. 43 y 46
Inc. b.
Carreras reguladas por Estado.
Acreditadas por CONEAU.
LES
24521/95
AEUERA (2005)
Licenciada/o en Enfermería
Res. ME 1724/13
AEUERA Plan de Estudio
Res. ME 2721/15
Enseñanza orientada al conocimiento epistemológico y científico...
con conciencia social, humanística y ética (Foja 413).
Curso Filosofía. Cuestión filosófica:
Epistemología de Enfermería 1 (UNSL)
Cuestión filosófica:
¿Qué es el Cuidado Intencionado del Sufrimiento Humano?
5. IV
contenidos relacionados con “Cuestiones filosóficas en torno al Sufrimiento Humano” y “Filosofía
del Cuidado”. En la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) este curso se denomina “Epistemología
de Enfermería 1” y se dicta en el segundo cuatrimestre de primer año (Fig. 1).
En este trabajo, se abordan diferentes enfoques filosóficos acerca del Sufrimiento humano y teorías
del Cuidado humano relacionado con el anterior. Tiene como propósito, reflexionar la Ciencias del
Cuidado Intencionado como relación terapéutica adecuada, culturalmente significativa y promotora
de independencia para el Autocuidado y/o cuidado de otros dependientes a cargo, en situaciones
vitales.
“con vistas al Proceso de Acreditación de carreras de Enfermería.
https://drive.google.com/file/d/0Bx_ZTzYywmMYMUpLT0dSZXE3cXc/view
6. V
Índice
Introducción I
Justificación II
Fig. 1. Enseñanza profesional de la Filosofía del Sufrimiento Humano y el Cuidado Intencionado. III
Filosofía del Sufrimiento Humano
Cuestiones filosóficas
Cuestiones filosóficas en torno al Sufrimiento Humano.
Fig. 2. Filosofía del Sufrimiento humano. 1
1. ¿Qué es el dolor-sufrimiento humano? 2
Corrientes filosóficas de la antigüedad
Orientales. Corriente Taoísta y Confusionista (s. VI aC), Corriente Budista (S. V aC)
Occidentales. Corriente Presocrática 3
Heráclito de Éfeso (s. VII aC.). Diógenes de Sinope (S. V aC)
Corriente Socrática. Sócrates (s. V aC)
Corrientes filosóficas Postsocráticas Platón (s. IV aC) 4
Corriente Estoica. Aristóteles (s. IV aC) Seneca (Roma s. I) Epicteto de Frigia (S. I)
Corriente Epicúrea. Epicuro de Samos (s. III aC) 5
2. ¿Qué sentido tiene la experiencia de sufrir?
Corrientes filosóficas Medievales
Corriente Escolástica (s. XI). 6
Corriente Tomista. Tomás de Aquino (1274)
¿Es la muerte y demás males efecto del pecado?
Corriente filosófica del Renacimiento
Humanismo renacentista. Bartolomé De las Casas (1552)
¿Por qué existe el dolor y sufrimiento de indios y negros esclavos? 7
Corriente filosófica Moderna
Corriente Pesimista Moderna. Arthur Schopenhauer (1859)
Corrientes filosóficas Contemporáneas
Corriente católica. Leonardo Polo (1996). Robert Spaemann (2008) 9
¿El miedo al dolor no es ya sufrimiento? 10
3. ¿Para qué el sufrimiento humano? ¿Cuál es su utilidad?
Corriente filosófica nihilista existencial. Friedrich Nietzsche (1844-1900) 11
4. ¿Qué paradigmas y modelos guían el abordaje del sufrimiento humano?
Cuadro 1. Paradigmas del Conocimiento Científico Occidental.
Paradigma positivista 15
Modelo Biomedicalista 16
Paradigma Hermenéutico
Paradigma Complejo
¿Existen enfoques alternativos al Modelo Medicalista hegemónico?
17
Modelo Continuo Salud-Enfermedad. Modelo de Opinión de Salud. Modelo de
Sistemas. Modelo Epidemiológico. Modelo de Resiliencia 18
7. VI
5. ¿Es posible comprender la experiencia dolorosa de otra persona? 21
6. ¿Cómo perciben el sufrimiento humano otras ciencias-profesiones? 22
7. ¿Qué es el Cuidado Intencionado del Sufrimiento Humano (CISH)?
Origen del Cuidado Intencionado del Sufrimiento Humano (CISH) 23
Historiografía del CISH
Cuidadores de Egipto. Cuidadores de Grecia 24
8. ¿Cuál es el aporte de la Epistemología enfermera al (CISH)? 26
Epistemología de la Ciencia del Cuidado.
Epistemóloga Susan Kerouac (1996)
Cuadro 2. Paradigmas científicos del Cuidado Intencionado del Sufrimiento Humano (CISH). 27
Paradigma de la Categorización (Positivismo).
Filosofía del Cuidado femenino natural. Florence Nightingale (1859)
28
Bertha Harmer (1922)
Epistemóloga Jaqueline Fawcett (1984)
Fig. 3. Objeto de estudio de la Enfermería. Ciencia Humana del Cuidado Intencionado.
Paradigma de la Integración (Hermenéutico).
29
Epistemóloga Margaret Newman (1991) 30
Fig. 4. Objeto de estudio de la Ciencia del Cuidado. 31
Corriente del Cuidado Humanizado (Caritas)
Filosofía de la Asistencia de Cuidado. Kari Martinsen (1979)
¿El aumento de técnica causa desaparición del humanitarismo?
¿Cuidar es dar posibilidades de vivir una vida significativa a nuestros semejantes? 32
Modelo Conceptual del Cuidado Caritativo. Katie Eriksson (1998) 33
Teoría Intermedia de las Relaciones Interpersonales. Hildegard Peplau (1952)
Fig. 5. Fases en la relación interpersonal. 34
Corriente epistemológica de Cuidado Humanizado basada en Necesidades Humanas
Teoría de Independencia en satisfacción de Necesidades. Virginia Henderson (1955) 35
Fig. 6. Modelo de Independencia en la satisfacción de Necesidades.
Modelo Conceptual de Autocuidado. Dorothea Orem (1971)
Fig. 7. Modelo Conceptual de Autocuidado (Orem, 2001) 36
Fig. 8. Teorías del Sistema o Agencia de Autocuidado (Orem, 2001).
37
Paradigma de la Transformación (Complejo).
o Principio complejo Dialógico
o Principio complejo Hologramático
o Principio complejo Recursivo 38
Corriente epistemológica del Caring
Fig. 9. Caring. Cuidado émico complejo. 41
Fig. 10. Transformación mutua usuario-cuidador/a. ( Soto, 2010) 42
Fig. 11. Filosofía del Cuidado intencionado émico o Caring.
Primer Arte de la Vida. Marie Colliere (1993). 43
8. VII
Modelo Conceptual de los Seres Humanos Unitarios. Martha Rogers (1970)
Cuadro 3. Principios del Caos – Complejidad y Principios Homeodinámicos de Rogers. 44
Teoría de los Patrones fundamentales del saber enfermero. Bárbara Carper (1978) 45
Modelo de Cuidado Humanizado Transcultural. Madeleine Leininger (1970) 46
Fig. 12. Modelo de Sol Naciente de Leininger (2004) 47
Filosofía del Cuidado Transpersonal Caritas sanador. Jean Watson (1979) 49
Aspectos Centrales del Cuidado Humano Transpersonal- Caritas- sanador
Filosofía Transpersonal del Cuidado sanador 50
Fig. 13. Jean Watson. Ciencia del Cuidado-sanación. 51
A modo de conclusión
¿Qué es y que no es la Ciencia del Cuidado Intencionado del sufrimiento Humano?
Cuadro 4. Cuidado Intencionado del Sufrimiento Humano (CISH) en el siglo XXI. 52
Fig. 14. Historia de la Filosofía de la Ciencia del Cuidado Humano Intencionado.
53
Fuentes Consultadas 54
9. Filosofía del sufrimiento humano. Epistemología del Cuidado intencionado.
Esp. Mónica M. Soto Verchér msotovercher@gmail.com
1
Filosofía del Sufrimiento Humano
Cuestiones filosóficas
Se trata de una pregunta, duda o problema planteado para ser respondido o resuelto mediante
especulación filosófica e investigación científica. Es una forma de adquirir conocimiento. Toda
investigación comienza con una cuestión filosófica. Se trata de preguntas abiertas para cuestiones
filosóficas en las que se da por supuesto que no hay una sola respuesta válida y que las respuestas
serán siempre subjetivas. Para investigar, las preguntas cerradas son las más usadas.
El pensamiento crítico es indispensable en todo científico-profesional y consiste en una tendencia
humana que cuestiona con el fin de conocer, reflexionar y revisar cada etapa de un proceso. Ya sea
de un proceso doloroso o un proceso de cuidado.
Cuestiones filosóficas en torno al Sufrimiento Humano
10. Filosofía del sufrimiento humano. Epistemología del Cuidado intencionado.
Esp. Mónica M. Soto Verchér msotovercher@gmail.com
2
A continuación, se intenta dar respuesta a las siguientes cuestiones:
1. ¿Qué es el dolor-sufrimiento humano?
2. ¿Por qué existe el sufrimiento?
3. ¿Para qué el sufrimiento humano? ¿Cuál es la utilidad del sufrimiento?
4. ¿Qué paradigmas y modelos guían el abordaje del sufrimiento humano? ¿Existen enfoques
alternativos al Modelo biomedicalista hegemónico?
5. ¿Es posible comprender la experiencia dolorosa de otra persona (Empatía)?
6. ¿Cómo explican el sufrimiento humano otras ciencias-profesiones?
7. ¿Qué es el cuidado intencionado del sufrimiento humano (CISH)?
8. ¿Cuál es el aporte de la Epistemología de la Enfermería al cuidado intencionado del
sufrimiento humano?
9. ¿El cuidado intencionado permite crear resiliencia en personas y profesionales que sufren?
1. ¿Qué es el dolor-sufrimiento humano?
El significado etimológico del término (Latín: suf-ferre= aguantar, sufrir,
llevar carga) refiere a la carga que un ser humano siente ante un
sentimiento de dolor. Por ello se lo define como “acto o efecto de sufrir
dolor físico o emocional”. Habitualmente, el término dolor se usa para
resaltar un sufrimiento cuya etiología es de carácter físico. No obstante,
el sufrimiento humano está relacionado con sentimientos de dolor físico o
emocional, tales como padecimiento, amargura, desastre, angustia,
miedo, ansiedad, desesperación, furia, auto-desprecio y suele
manifestarse como falta de participación en la vida.
Es innegable que el sufrimiento, con causa o sin ella, es una experiencia universal y cuyo efecto,
generalmente conduce a comportamientos de evitación, evasión y búsqueda de alivio. En cada era
histórica se ha intentado responder a esta cuestión filosófica.
11. Filosofía del sufrimiento humano. Epistemología del Cuidado intencionado.
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3
Corrientes filosóficas de la antigüedad
Orientales
Corriente Taoísta y Confusionista (s. VI aC)
En la Filosofías chinas el Tao, promovido por Confucio y Lao Tsé, se interpreta placer-
dolor como opuesto complementario que rige la armonía de todo lo existente. Lao-Tsé
lo dijo así: "Sufrimos porque hemos gozado. Sólo reconocemos el mal por
comparación con el bien" (Kreimer, 2002).
Corriente Budista (S. V aC)
Es una filosofía de vida. Representa el resultado de investigaciones basadas en
cuestiones filosóficas de varias escuelas cuya a principal preocupación es la
“liberación del sufrimiento” o Nirvana (Skirbekk, 2001).
Estas filosofías proponen que “la ignorancia sobre la verdadera naturaleza de las
cosas se considera una de las raíces del sufrimiento (dukkha) y que la ética (sīla),
la meditación y sabiduría son el camino” para alcanzar el Nirvana.
Occidentales
Desde la antigüedad hasta el siglo XVIII, el estudio del sufrimiento perteneció al campo de la Filosofía
y la Religión. Luego, estas cuestiones filosóficas respecto del dolor y sufrimiento humano fue objeto
de investigaciones de las ciencias naturales y socio-humanísticas.
Corriente Presocrática
Heráclito de Éfeso (s. VII aC.), el oscuro o el llorón, opina que “todo cambia
y al mismo tiempo todas las cosas son una”, en sintonía con filosofías
taoístas, dice:
“El sufrimiento nos hace bien porque nos acerca a la muerte, nos permite
amar más la totalidad de la existencia. La enfermedad hace a la salud cosa
agradable y buena. Al pretender vivir vivamente en esta vida, se debe valorar
el sufrimiento. La vida se vive desde los contrarios, desde los extremos
opuestos y esto implica también la experiencia de la tragedia”.
Tao
Heráclito
Rubens (1638).
Buda y Bodhi
(Árbol de la Vida).
12. Filosofía del sufrimiento humano. Epistemología del Cuidado intencionado.
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4
Para Diógenes de Sinope (S. V aC), el cínico, el sufrimiento es inherente
a la existencia, había que sentirse exultante por el mero hecho de estar
vivo y, para demostrarlo, en verano se revolcaba en arena caliente y en
invierno se abrazaba a las estatuas cubiertas de nieve.
Corriente Socrática
Sócrates (s. V aC) sostiene una postura ética:
“Felicidad indigna, aquella que se alcanza mediante el engaño o
la producción de sufrimiento ajeno y vacío es el argumento de
aquel filósofo que no permite aliviar el sufrimiento humano,
tampoco hay utilidad ninguna en la filosofía si no erradica el
sufrimiento del alma... sólo el conocimiento nos permite
descubrir cuáles son las vías legítimas”.
Concibió la Filosofía como therapeía, es decir, como cuidado del alma. La terapéutica socrática
consiste en un “Arte para evitar la aflicción” del pueblo.
Corrientes filosóficas Postsocráticas
Corriente Platónica
Platón (s. IV aC), en el Fedón o Sobre el alma,
intenta mostrar cómo dolor y placer nacen uno del
otro. Este diálogo platónico que se ambienta en las
últimas horas de vida de Sócrates, antes de ser
ejecutado. En la Alegoría de la Caverna (República,
Libro VII), esboza su Teoría del Conocimiento
racional o Episteme. En ella, plantea que
conocimiento vulgar (Doxa) mantiene a las personas en un estado de encierro en el conocimiento
cotidiano sensible. Propone un despojamiento de ese estado usando la mayéutica (cuestiones
Diógenes de Sinope
Bastien (1873)
La muerte de Sócrates.
David J.L. (1787)
Alegoría de la Caverna (Platón)
13. Filosofía del sufrimiento humano. Epistemología del Cuidado intencionado.
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filosóficas) y el sufrimiento por la renuncia a lo que ya se sabe y a la voluntad de buscar la episteme,
cuyo resplandor equipara al de la luz solar, que también produce dolor inicial. Este filósofo de la
antigüedad sitúa al sufrimiento como una emoción inicial necesaria para la búsqueda del Bien y el
Conocimiento Inteligible (Episteme).
Corriente Estoica
Aristóteles (s. IV aC) propone la aceptación valiente del dolor como una parte necesaria de la vida
(Kramer, 2002). De la misma manera, las cuestiones filosóficas de los estoicos como Zenón de Citio
(Grecia, s. IV aC) y Seneca (Roma s. I), se enfocan a someterse a un
destino determinado.
A Epicteto de Frigia (S. I) griego esclavo en Roma al que se le
atribuye la frase: “la fuente de todas las miserias para el hombre
no es la muerte, sino el miedo a la muerte”.
Las teorías estoicas sostienen a la Ética como virtud para enfrentar
el sufrimiento producido entre el miedo a la muerte y las dificultades de la vida.
Esta filosofía del miedo al sufrimiento se puede identificar en teorías psicológicas actuales como la
Teoría de la Inteligencia emocional, planteada por Daniel Goleman (1996) y en las cuestiones
filosóficas católicas que se abordan más adelante.
Corriente Epicúrea
El principal objetivo de la filosofía de Epicuro de Samos (s. III aC) y los filósofos denominados
epicúreos, fue procurar la felicidad a través de los sentidos y evitar el sufrimiento.
En el siglo I aC de la Antigua Roma Quinto Horacio Flaco (Odas, Libro I, poema 11
a Leucónoe), cuya famosa declaración: Carpe diem, quam minimum credula
postero (Aprovecha el día, no confíes en el mañana) ilustra la filosofía y la ética
epicúrea: es bueno todo lo que produce placer, principio y fin de una vida feliz.
Lo malo es todo aquello que le produce dolor al ser humano. Acumular la mayor
cantidad de placer y reducir al máximo el dolor. Si el placer suele venir de la mano
del dolor, extirpémoslo.
Seneca, maestro de Nerón.
Barrón (1904)
Horacio Flaco V
(s. I aC)
Werner (1905)
14. Filosofía del sufrimiento humano. Epistemología del Cuidado intencionado.
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6
2. ¿Qué sentido tiene la experiencia de sufrir?
Corrientes filosóficas Medievales
El poder político-religioso de la Iglesia Católica medieval se originó a finales de la edad
antigua (siglo IV)2
. Esta hegemonía le permitió imponer su filosofía un pensamiento
único (Dogma de fe) a nivel mundial. La institucionalización del dogma se realizó a
través de las Escuelas catedralicias, parroquiales y monacales. Las fuentes de
conocimiento eran los filósofos hebreos y grecolatinos postsocráticos. Tenía como fin la
comprensión de la revelación divina cristiana para enseñarla al clero y que estos, a su vez, la
socializaran entre los creyentes. Una de cuestiones filosóficas que plantea esta corriente de
pensamiento es el sentido del sufrimiento cristiano3
.
Corriente Escolástica medieval (s. XI)
Esta corriente de pensamiento surgió en las Escuelas Catedralicias medievales.
Fueron las proto- universidades europeas y poseían nivel superior a las
parroquiales y monásticas. Más que una filosofía, se trataba de una Teología
filosófica. Esto siempre suponía una subordinación de la razón (Filosofía) a la fe
(Teología). Re-conceptualizó la filosofía grecolatina estoica para explicar el
sentido del sufrimiento desde la religión.
Para esta corriente de pensamiento, el significado del sufrimiento es determinista y su comprensión
está fuera del ser humano quien debe aprender a aceptarlo y adaptarse a dicha experiencia como
forma de evolución espiritual.
2
Flavio Valerio Aurelio Constantino I. En el año 313 el emperador romano legaliza la religión cristiana
mediante el Edicto de Milán. En el 325 se celebra el 1° Concilio de Nicea, integrado por cardenales cristianos
del Imperio Romano, otorgando así legitimidad al cristianismo como religión oficial [STARK R. (1996). “The
Rise of Christianity. How the Obscure, Marginal Jesus Movement Became the Dominant Religious Force in the
Western World in a Few Centuries”. Princeton University Press. Princeton].
3
Nuevo Testamento. Mateo 5: 3-12, 16:24 y 26: 37-39, 42; Lucas. 2: 49, 51 y 6: 20-23.
Escuelas
Catedralicias
15. Filosofía del sufrimiento humano. Epistemología del Cuidado intencionado.
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7
Corriente Tomista (s. XIII)
Tomás de Aquino, profesor de la Escuela Catedralicia de Salamanca y
autor de la Summa theologiae (1274) representa el mayor exponente de
esta corriente filosófica. En ella expresa cuestiones filosóficas
relacionadas con el sentido de sufrimiento (Suma Teológica I, cuestión
22):
¿Es la muerte y demás males efecto del pecado?
La respuesta del tomismo, a esta cuestión es:
“La existencia del mal no se debe a la falta de poder o a la bondad de
Dios, al contrario, él sólo permite el mal porque es suficientemente
poderoso para sacar del mal un bien” (art. 2, ad 2). “El sufrimiento es un
castigo por el pecado original. Cristo nos quitó el pecado original con su
sacrificio en la cruz, con su sufrimiento. Por lo tanto, es necesario que (el
sufrimiento) permanezca en nuestros cuerpos por algún tiempo, a
ejemplo de Cristo, para merecer la gloria eterna”... (Art. 5). “Se requiere
la alternancia de generación y corrupción en las cosas. Y en este sentido son naturales las
corrupciones y males; el hombre es naturalmente corruptible y la muerte es castigo del
pecado. “Existe diferencia en el dolor: sensitivo (cuerpo) e intelectual (espíritu)” (Art. 6).
Estas ideas se globalizaron y usaron como justificación teológico-epistemológica para
cometer atrocidades en la dignidad de humanos considerados animales y por ello,
conquistados y colonizados física, política y espiritualmente.
Corrientes filosóficas del Renacimiento
Humanismo renacentista
Por el contrario, Bartolomé De las Casas (1552), en su obra Brevísima relación
de la destrucción de las Indias, aborda una cuestión diferente respecto al sentido
del sufrimiento humano:
¿Por qué existe el dolor y sufrimiento de indios y negros esclavos?
Según Emilio García (2011), el marco teórico en el que se sitúa esta corriente
filosófica está entre la filosofía escolástica y el humanismo renacentista. Para la
escolástica, la dignidad del hombre le viene dada por ser creado por Dios, en tanto que el
Tomás de Aquino
Murillo (1650).
B. De las Casas.
Molto (1881)
16. Filosofía del sufrimiento humano. Epistemología del Cuidado intencionado.
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8
humanismo reconoce tal dignidad en el hombre en sí mismo. Bajo estas premisas, el encomendero
español convertido luego en fraile dominico, defiende la dignidad humana de los indios y esclavos
africanos de las colonias españolas en las Indias occidentales (América). También se advierte en esta
corriente filosófica el influjo de la ética socrática que condena “la indignidad de la felicidad
alcanzada mediante engaño o producción de sufrimiento ajeno”.
Este fraile, describe las ignominias cometidas por conquistadores y participa en el Debate de
Valladolid (1540) donde se encontraban los más importantes teólogos y juristas europeos de su
época. Allí defiende los “derechos de gentes”, contra la postura de considerarlos “animales”.
Demostrando que el sufrimiento es consecuencia, no un designio divino, sino de la injusticia humana
y el abuso de poder.
Otra vez, este mesmo tirano...
envió gentes a hacer guerra,
donde mataron infinitas ánimas
y cortaron manos y narices a
mujeres y a hombres que no se
podrían contar...
Fray Bartolomé de las Casas, 1552
Corriente filosófica Moderna
En el siglo XIX la iglesia Católica Apostólica Romana había disminuido su poder y predominio político
en el mundo, debido a los cismas en su propio seno religioso y a cambios en los regímenes políticos.
En relación con lo primero, el cisma de la Iglesia Ortodoxa de Oriente (s. XV) y luego en occidente,
el cisma protestante (s. XVI). En el campo político se suceden revoluciones burguesas, liberales e
industriales que ponen en juicio al poder absoluto, “devenido de Dios” de gobiernos unipersonales
y surgen naciones estados y formas políticas de gobierno colegiado. No obstante, el poder
ideológico de las diferentes religiones cristinas de la época sigue siendo dominante en la cultura, la
filosofía y en las incipientes profesiones y pre-ciencias de la edad moderna.
El dolor físico o emocional, es visto desde la perspectiva filosófica tomista de la búsqueda del
sentido: Aceptar el sufrimiento, a imitación de Cristo, para alcanzar la exoneración del pecado
original y la redención”.
Crónica de Indias. Bry (1552)
17. Filosofía del sufrimiento humano. Epistemología del Cuidado intencionado.
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9
Corrientes filosóficas Modernas
Corriente Pesimista
El filósofo alemán Arthur Schopenhauer (1859) dice que “toda vida es
esencialmente sufrimiento” oscila entre el dolor y el aburrimiento. Explica
que todo está impulsado por una fuerza primordial:" la voluntad de vivir".
Esta impulsa a todas las criaturas vivientes a evitar la muerte y procrear.
Dicha voluntad se expresa en la vida anímica del ser humano bajo la forma
de un continuo deseo consciente, siempre insatisfecho.
Schopenhauer sostiene que sólo la inteligencia puede anular dicha representación de la voluntad a
través de una serie de fases que conducen, progresivamente, a una negación consciente de la
Voluntad de vivir como la conocemos. Para ello, ofrece tres alternativas, una de ellas es “la práctica
de la compasión”, piedra angular de su ética.
El filósofo alemán del pesimismo, fue el primer gran filósofo occidental que puso en contacto los
pensamientos de su época con los de Oriente (Amayo, 1997) y uno de los primeros en manifestarse
abiertamente ateo (Magee, 1997).
Esto resulta contradictorio teniendo en consideración que, según Fenili (2006), si
bien atribuye al sufrimiento una “voluntad contrariada” también afirma que la
persona que sabe vivenciarlos está más cerca de “la salvación” y asocia el alivio
con resignación en la que el sufrimiento, actos de contrición y auto-sacrificio, un
medio para el “crecimiento espiritual”.
Contemporánea
Corriente católica
Los artículos encontrados son provenientes de filósofos laicos católicos
pertenecientes al Opus Dei4
. Estos reafirman las ideas estoicas y tomistas ya
mencionadas.
4
Opus Dei. (Lat. Obra de Dios) El Opus Dei es una institución laica a nivel mundial de la Iglesia Católica fundada
por San Josemaría Escrivá de Balaguer en 1928. Su misión consiste en difundir el mensaje de que el trabajo y
las circunstancias ordinarias son ocasión de encuentro con Dios, de servicio a los demás y de mejora social.
Arthur Schopenhauer
Foto: Schäfer (1859).
18. Filosofía del sufrimiento humano. Epistemología del Cuidado intencionado.
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10
El filósofo español Leonardo Polo (1996) sostiene que “el dolor humano alcanza sentido en el dolor
de Cristo” y, a imitación de Cristo, la vida eterna. Además afirma que “el cristiano sufre también por
el dolor los del prójimo”.
En el mismo sentido el filósofo alemán Robert Spaemann (2008) retoma la cuestión filosófica
planteada por Epicteto de Frigia (Roma, s. I):
¿El miedo al dolor no es ya sufrimiento?
Y responde a esta cuestión: “el temor ante el dolor físico es, con frecuencia, peor que el mismo
dolor”. Opina que el sufrimiento es un fenómeno complejo que sólo tienen los “seres capaces de
entender el sentido”, justificando y excluyendo así a los de niños del sentido del sufrimiento.
Aclaración del Autor. Si bien el objetivo de este documento es presentar información disponible, me siento
en la obligación ética de estar en desacuerdo con la última inferencia cartesiana de Spaemann (cogito ergo
sum). En mi experiencia con neonatos y niños/as, dicha afirmación me remite al estatus dado por los
conquistadores españoles a los amerindios y africanos en el siglo XVI. En este caso, la ceguera está en el que
mira, no en la persona mirada. La inteligibilidad del sufrimiento en los niños pequeños es diferente al de los
adultos, de ninguna manera inexistente. Además, dicha inferencia carece de evidencia y se contradice con la
aceptación mundial de la Convención de Derechos de niños, niñas y adolescentes de la Organización de
Naciones Unidas (ONU, 1990)5
. A modo de ejemplo, transcribo la experiencia de sufrimiento vivenciada por
un niño de 4 años, reafirmada por su familia y que aparece de forma recurrente en su diario y su
correspondencia personal:
“Cuando se priva a un árbol de su copa, se marchita, se vuelve estéril... El primer acontecimiento que me
conmocionó cuando aún estaba formándose mi conciencia fue la enfermedad de mi padre (1849), una
infección y reblandecimiento cerebral que lo dejó ciego y con dolor intenso y constante. Su figura
macilenta, las lágrimas de mi madre, el aire preocupado del médico y, finalmente, los incautos
comentarios de los lugareños, debieron advertirme de la inminencia de la desgracia que nos amenazaba.
Y esa desgracia vino: mi padre murió. Yo aún no había cumplido cuatro años. Algunos meses después,
perdí a mi hermanito Joseph, un niño vivaz e inteligente que, presa de un ataque repentino de
convulsiones, murió en unos instantes” (Nietzsche, 1849).
Colabora con diócesis locales, ofreciendo formación cristiana, dirigida a personas comunes, funcionarios y
empresarios que desean renovar su vida espiritual y su apostolado corporativo. [Asociación Almudí. Valencia.
Recursos. https://www.almudi.org/recursos/opus-dei/9620-que-es-opus-dei]
5
Organización de las Naciones Unidas-ONU (1990). “Convención de Derechos de niños, niñas y adolescentes”.
Alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH).
https://www.ohchr.org/SP/ProfessionalInterest/Pages/CRC.aspx
19. Filosofía del sufrimiento humano. Epistemología del Cuidado intencionado.
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“Mi futuro se me antoja muy sombrío... Del mismo modo... en lo que respecta a mi pasado; y sólo las
transformaciones y la consolidación del carácter me muestran, de cuando en cuando, que fui yo mismo
el que ha vivido aquello que pasó... No ignoro que esto... puede llegar, a menudo, a ser un obstáculo para
las manifestaciones ingenuas del carácter, pues con facilidad dificultan su desarrollo”. (Mirada
retrospectiva. Nietzsche, 1868).
3. ¿Para qué el sufrimiento humano? ¿Cuál es su utilidad?
Corriente filosófica nihilista existencial
El nihilismo (Latín nihil, "nada", “lo que no existe”), a menudo, se asocia con el pesimismo de
Schopenhauer y el cinismo de los presocráticos Heráclito de Éfeso y Diógenes de Sinope.
Según Alan Pratt, es el rechazo de todos los principios religiosos y del cientificismo que pretenden
dar sentido al sufrimiento humano. Suele presentarse como nihilismo existencial, que sostiene que
la vida carece de significado objetivo, propósito, o valor intrínseco. Dada esta circunstancia, la
existencia misma, toda acción, sufrimiento y sentimiento es en última instancia, un sin sentido, una
nada. Eso no significa “creer en nada”, sino negar dogmas para dar apertura a opciones creativas
infinitas e indeterminadas. Esto implica que niega todo lo que pretenda tener un sentido superior y
determinista de la existencia humana porque no tienen una explicación verificable. En cambio,
adhieren a la perspectiva de un devenir constante o recurrente de la historia, sin ninguna finalidad
superior o lineal (causaefecto). Es partidario de deshacerse de todas las ideas preconcebidas para
dar paso a una vida con opciones abiertas de auto-realización. A este tipo de nihilismo se lo suele
denominar nihilismo positivo o activo. A la negación de todo principio ético, a la negligencia o
autodestrucción le llaman nihilismo negativo o pasivo. En este documento nos referiremos al
nihilismo positivo o activo.
Friedrich Nietzsche (1844-1900), usualmente es asociado al nihilimo
existencial dado que para él, se requiere un repudio radical de todos los
significados impuestos: “las verdades sacrosantas como síntomas de un mito
occidental defectuoso”.
Tú debes llegar a ser el que eres. F. Nietzsche (Ecce homo, 1889)
Nietszche
(Munch, 1906)
20. Filosofía del sufrimiento humano. Epistemología del Cuidado intencionado.
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El filósofo prusiano tuvo mucho sufrimiento al inicio y final de su vida.
En su diario, las palabras “dolor” y “sufrimiento” se repite 50 veces en
los primeros 13 años que abarca.
Fanático de la obra de Schopenhauer a la que accedió por accidente a
los 22 años siendo estudiante de la prestigiosa Universidad de Leipzig
reflexionaba: “dejé que aquel genio enérgico y severo comenzase a
ejercer su efecto sobre mí” (Diario personal, Pascua de 1866).
Su pensamiento político se ve reflejado en sus obras y epistolas familiares. Nietzsche defiende
ardorosamente a los judíos, y expresa su rabia contra la incipiente corriente antisemita de Alemanía
y de su hermana Lisbeth y su cuñado al que escatimó todo tipo de improperios. Lamentablemente,
ella entregó muchos fragmentos de su trabajo a los nazis en la década de 1920. Con Hitler en el
poder, conceptos como “superhombre” “La voluntad de poder” se estudiaría en los colegios,
universidades alemanas nazistas de forma deformada y como fundamento de la ideología política
nazi. Según Goncal Mayos (2006)
“El poder que Nietszche reclama es basicamente vital y espiritual aplicado en la sigularidad
de uno mismo y sin presuponer ventaja con respecto a los demás. De manaera similar, el
tanshombre” no es una nueva raza, sino un estado de ánimo vital, por eso lo asocia
habitualmente con el niño... terriblemente débil e incapaz de imponerse físicamente a los
demás... Y su potencia está especialmente en su increible capacidad de sobreponerse de
todo a pesar de los maltratos, la miseria, el hambre, las provaciones, los desanimos... y la
contrapone con la tradicional tendencia a imaginarse como un dios omnipotente cuando en
realidad son humanos, demasiado humanos” (p. 12).
Tambien, de sus obras y epistolas se puede apreciar su pensamiento respecto a las ciencias
modernas de su época y su radical crítica al cientificismo naturalista. Empero, tuvo gran influencia
en científicos y filósofos del siglo XX como Jaspers, Bataille, Blanchot, Klossowski, Deleuze, Beauvoir,
Sartre, Unamuno, Camus, Habermas, Foucault, Jung, Freud, Heidegger.
Luis Jiménez (1994) hace un recuento muy completo de su pensamiento y Claudio Veliz (2006) opina
que:
“Su pensamiento fue interpretado en los sentidos más diversos y contradictorios... ningún
pensador del siglo XX pudo ignorar su filosofía-martillo; ninguno pudo dejar de tomar
partido ante su pluma explosiva. No obstante, tanto sus epígonos como sus detractores han
contribuido a instaurar la imagen de un Nietzsche que representa lo otro de la razón...
Nietzsche enfermo con
su hermana Lizbeth
(Olde, 1899).
21. Filosofía del sufrimiento humano. Epistemología del Cuidado intencionado.
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(Contracara) de la omnipotencia de la Razón defendida por una Modernidad orgullosa y
autosatisfecha” (p. 2).
Filosofía nietszcheniana del sufrimiento
Es famosa su frase “Lo que no me mata, me fortalece” y resume su Filosofía del Sufrimiento. Esta
consiste en responder al sufrimiento con lo que hoy denominaríamos actitud pro-activa estratégica:
“enfrentar el dolor como maestro de vida, sin cuestionar el sentido del sufrimiento”.
Al contrario de otros filósofos y religiosos que preguntan por el sentido del sufrimiento, interpretan
el sufrimiento como virtud cristiana y ofrecen prescripciones para aceptarlo resignadamente,
Nietzsche, sostiene que debería ser visto como un desafío humano a superar en el camino al éxito
y una forma para el reencuentro consigo mismo” “Sin enfrentarse al dolor nadie consigue nada”. A
pesar de ello, como Sócrates, considera “inmoral es aquello que ocasiona daños y sufrimientos
innecesarios a los demás“(Nietzsche, 1862). Prueba de la importancia que les adjudica al
afrontamiento personal del sufrimiento, en su libro Humano, demasiado humano (1878)6
escribió:
“A todos aquellos que realmente me importan, les deseo sufrimiento, desolación,
enfermedad, maltratos, humillaciones, un profundo desprecio por sí mismos, la tortura de
la falta de confianza y la desgracia de los derrotados… y no tengo compasión de ellos, porque
les deseo lo que revela el valor de un hombre. Nunca he sido tan feliz conmigo mismo como
en las épocas más enfermas y más dolorosas de mi vida”…
Según Celia Lowenstein (2014)7
y Roberta Melo (2018), el sufrido filósofo sostiene que “alcohol o el
consejo cristiano pueden ayudar a aliviar el dolor pero, al negarlo, reducen la energía de la persona
para superar el problema que lo provocó”. Melo sostiene que la idea del Übermensch, está mal
traducida como superhombre. “El término se refiere más bien a una persona capaz de generar su
propio sistema de valores, identificando como bueno todo lo que procede de su genuina voluntad
de poder (potencia para llegar a ser)8
”. Pues, para él, los valores tradicionales representados por el
6
Ecce Homo. “Y salió Jesús, llevando la corona de espinas y el manto de púrpura. Y Pilato les dijo: ¡He aquí el
hombre!”[Mateo 27:24; NIETZSCHE F. (1889). “Ecce homo”. Alianza Editorial, 1989, décima reimpresión]
7
LOWENSTEIN C. (2014). “Nietzsche y el sufrimiento”. Documental Basado en el libro de Alain de Botton:
Las consolaciones de la Filosofía. Subido a YouTube por Jorge Burgos García el 20 agosto.
https://www.youtube.com/watch?v=IgfRwI8hDqM
8
Voluntad de poder. Inspirado en la idea de “Voluntad de vivir” de Schopenhauer. Nietzsche la consideraba
el motor principal del ser humano, la ambición de lograr sus deseos, la demostración de fuerza que lo hace
22. Filosofía del sufrimiento humano. Epistemología del Cuidado intencionado.
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cristianismo someten a las personas más débiles a una “moralidad esclava” y un ánimo de
resignación y conformismo hacia todo lo que sucede a su alrededor. Esos valores tienen que
desaparecer para que aparezcan otros nuevos que representen su prototipo de hombre ideal.
Combate la moral impuesta por las religiones e impulsa una moral que surja desde lo más profundo
de las personas.
En síntesis, la filosofía del sufrimiento de Nietzsche sabe que la vida es en parte dolor y en parte
placer, pero no reniega de ello. Cambia la pregunta acerca del sentido del mismo para preguntar
por la transformación émica que deviene de él, extrae su belleza escondida y permite lograr lo que
hoy llamamos resiliencia ante la adversidad.
presentarse al mundo y estar en el lugar que siente que le corresponde. Otra característica es que representa
un proceso de expansión de la energía creativa que es la fuerza interna fundamental de la naturaleza.
23. Filosofía del sufrimiento humano. Epistemología del Cuidado intencionado.
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5. ¿Qué paradigmas y modelos guían el abordaje del sufrimiento humano?
Cuadro 1. Paradigmas del Conocimiento Científico Occidental.
[Soto, 2019]
Variable Paradigma Positivista Paradigma Hermenéutico P. Socio-Crítico-Complejo
Surge Siglo XIX Mediados siglo XX Siglo XXI
Autores
Popper (1934)
Lakatos (1973)
Freud (1900), Weber (1922),
Gadamer (1977)
Habermas (1968) Foucault
(1963), Feyerabend (1975),
Capra (1975) Morín (1990).
Interés
Técnico
Controlar la realidad
Práctico
Entender c/otro la realidad
Transformador
Cambiar la realidad c/otros
Cuestión ¿Qué es? ¿Por qué? ¿Para qué?
Objetivo Explicar, Predecir
Interpretación dialéctica
contextualizada
Emancipación del cientificismo
positivista.
Saber
Objetivo, verdadero,
generalizable, universal,
Lineal (Causa Efecto)
Subjetivo, histórico-cultural.
Reflexivo (Efecto Causa)
Relativo, contextual y complejo.
Causa Efecto
Retroacción
Método Monismo Deductivo Inductivo Múltiple
De Ciencias Física Matemáticas, Naturales Psicología, Historia, Filología Transdisciplinaridad
Objeto de
estudio
Hechos
Partes del Todo
Sentido de una situación
Todo (holístico)
Complejidad de la realidad
Todo es + que suma de partes.
Sujeto en
estudio
Sujeto pasivo cosificado,
Paciente, Enfermo.
Sujeto activo
Individuo, Agente
Sujeto proactivo
Usuario, Cliente
Investigador Observador no participante Interprete participante Facilitador
Modelo
Biomedicalista Epidemiológico
De Bienestar biopsicosocial
Continuo Salud- Enfermedad
De Opinión de Salud
De Sistemas
Epidemiológico ↔Resiliencia
Enfoque Dolor físico Búsqueda de sentido Calidad de Vida
Filosofía Epicúreo Hedonista Estoico Cristiana Nietzscheniana
Paradigma Positivista
Surgido en el siglo XIX. Tiene un interés técnico instrumental manipulación, control de la realidad.
Conocimiento científico con pretensiones de verdad objetiva, universal y determinista lineal
(Causa efecto). El método de investigación es deductivo tal como el de las ciencias físico-
matemáticas, naturales. Su objeto de estudio es fáctico. El sujeto estudiado es pasivo cosificado y el
investigador es un observador no es participante salvo para manipular y controlar la realidad. Sus
teorías explican, describen, predicen. La suma de las partes es igual al todo. Algunos de sus
representantes fueron Popper (1934) y Lakatos (1973).
24. Filosofía del sufrimiento humano. Epistemología del Cuidado intencionado.
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Modelo Biomedicalista
Este modelo define la salud como una negación, “ausencia de enfermedad o lesión”. No es exclusivo
de la Medicina, pero influye a todas las ciencias-profesiones relacionadas con la salud humana hasta
la actualidad. Es más frecuente encontrar artículos publicados por médicos. En los consultados, se
percibe adhesión a la perspectiva estoica, tomista y cristiana con características del paradigma
positivista: “someterse a un destino determinado”, análisis lineal y la forma disyuntiva de pensar el
sufrimiento humano (cuerpo ≠emociones). Sin embargo, en la práctica profesional, parecen estar
más cercanos a la filosofía epicúrea del hedonismo: “Lo malo es todo aquello que le produce dolor
al ser humano”.
Por ejemplo, el médico cubano, Rene Zamora (2009), cita a Spaemann y define sufrimiento como
negación “carencia de bienestar”, es decir, por lo que no es. Propone: “la única manera de erradicar
el sufrimiento es encontrarle un sentido... con ayuda del facultativo”.
En el mismo sentido, Marcos Gómez Sancho (1998) médico de una Unidad de Medicina Paliativa de
Gran Canaria, también separa el dolor físico del sufrimiento (emocional o espiritual), considera
importante encontrarle sentido. Propone el rol médico en alegoría a “Jesús de Nazaret que se ocupó
de aliviar el dolor, la enfermedad y el sufrimiento”, considera que “las creencias religiosas juegan
un papel muy importante en la vivencia y percepción del dolor en las personas” y que se debería
“incorporar sacerdotes al equipo de salud”. Afirma que, en el caso del dolor físico “casi siempre los
profesionales de la salud pueden hacer algo por aliviarlo” pero “en el caso del sufrimiento, no”. Es
llamativo que tras argumentar durante 13 carillas acerca de buscar el sentido del sufrimiento no
refiera resultados de su aplicación, en cambio presenta un estudio de efectividad de fármacos para
el dolor (p. 158).
Otros artículos consultados (López, 2011; Zamora, 2009; Gómez, 1998) coinciden en mezclar
filosofía, religión y ciencia. Le buscan sentido al sufrimiento y al no hallarlo, reducen la solución a lo
que les provee la ciencia positiva: técnicas y fármacos.
En relación con lo anterior, Baltasar Aguilar Fleitas (2016), cardiólogo docente del curso de
Humanidades Médicas para estudiantes de medicina de la Universidad de La Rioja, España, sigue la
misma línea disyuntiva cuerpo≠alma y cita como fuentes consultadas a Gómez Sancho, al estoico
Epicteto y, en la misma línea de pensamiento planteada por Spaemann respecto al “miedo al dolor,
ya es sufrimiento”, considera al dolor como una “experiencia universal”. Aunque reconoce que el
25. Filosofía del sufrimiento humano. Epistemología del Cuidado intencionado.
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sufrimiento es una experiencia émica y niega que el dolor sea lo único que los médicos están
acostumbrados a ver/palpar, lo ubica en la periferia del dolor “arista de la experiencia dolorosa”
ubicándolo “en el límite de la competencia médica”:
“(El sufrimiento) se introduce en el alma rozando cuerdas interiores ocultas o apenas
manifiestas... el sufrimiento, con o sin dolor físico, es una sensación más difusa, pues radica
en el alma e impregna a la totalidad del sujeto. Se instala en el ánimo y en la voluntad.
Afecta, incluso, a quienes rodean al sufriente, sufrimos al ver sufrir” (P. 11).
Paradigma Hermenéutico
El Paradigma Hermenéutico surge a mediados de siglo XX. Tiene un interés práctico: Comprender
con otro la realidad. El conocimiento es subjetivo, reflexivo e histórico-cultural. Pretende una
comprensión dialéctica intra e inter-subjetiva y contextualizada. Su objeto de estudio son los
discursos y acciones. Tanto sujeto investigado como investigador se consideran sujetos activos,
agentes autorreflexivos. El investigador usa métodos inductivos de ciencias como Psicología,
Historia, Filología para interpretar la realidad. Sus teorías dan sentido a una situación o vivencia de
forma holística, es decir como un todo indivisible. Representado por Freud (1900), Weber (1922),
Gadamer (1977).
Paradigma Complejo
A fines del siglo XX comienza a esbozarse un paradigma denominado inicialmente Social-crítico y
luego Paradigma de la Complejidad que marca las tendencias epistemológicas emergentes del siglo
XXI. Su interés está enfocado en la transformación de la realidad. Tiene por fin la emancipación
social del cientificismo positivista. El conocimiento para esta corriente filosófica es relativo,
contextual y complejo. Su Objeto de estudio es la complejidad de la realidad multidimensional y su
poder de transformación después de estadíos iniciales. El sujeto investigado es considerado
proactivo y el investigador un facilitador comprometido que acepta la incertidumbre y el cambio.
No hay monismo metodológico, en general se combinan varios con perspectiva transdisciplinar. Las
teorías proponen cursos de acción contextualizados. El todo es más que la simple suma de sus
partes. Sus líderes son Habermas (1968) Foucault (1963), Feyerabend (1975), Morín (1990).
¿Existen enfoques alternativos al Modelo Medicalista hegemónico?
26. Filosofía del sufrimiento humano. Epistemología del Cuidado intencionado.
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Soto (2014, pp. 269-278) describe las características de algunos modelos alternativos al
biomedicalista.
Modelo Continuo Salud- Enfermedad. Basado en el Modelo Biopsicosocial de bienestar de la
OMS (1946), propone el carácter relativo del término “bienestar” ya que para esta corriente
filosófica, la salud es un estado dinámico. No siempre se está enfermo, ni sano. La salud es
fluctuante según la persona se adapta a cambios internos o del entorno.
Modelo de Opinión de Salud (Rosenstoch, 1974) sigue un enfoque hermenéutico, es decir la
interpretación de ideas, experiencias o vivencias de vida/salud que poseen las personas, basada
en su autobiografía contextualizada que se evidencia en opiniones, prejuicios y
comportamientos.
Modelo de Sistemas (Von Bertalanffy, 1968). Determina las características del Sistema de salud
y los niveles de atención de la salud en dicho sistema.
Modelo Epidemiológico (Leavell y cols., 1965). Sigue la línea del modelo biomedicalista de causa-
efecto pero con enfoque de bienestar biopsicosocial. Para este modelo, la vida y la salud
dependen de las relaciones lineales, pero dinámicas entre tres sistemas agente-huésped-
entorno. Cuando estos se relacionan (causa), aparece la enfermedad/lesión (efecto). Reconoce
la multicausalidad de la enfermedad/lesión y se enfoca en sus aspectos negativos: “factores de
riesgo” biológico, sicológico, social, cultural, y/o espiritual.
Modelo de Resiliencia (Munist, 1994). Desde el Paradigma de la Complejidad, se presenta como
opuesto y complementario al Modelo Epidemiológico. Salud se define como “calidad de vida”
en la adversidad, para superarla y ser transformado positivamente por ella. En lugar de factores
de riesgo, se enfoca en aspectos positivos: “factores protectores”, o sea, aquellas características
de individuo/s y su entorno que, al estar presentes, disminuyen la vulnerabilidad del Huésped
al daño del agente en un entorno dado.
Algunas características de los modelos alternativos al biomedicalista emergen en otras
publicaciones consultadas. A modo de ejemplo, el mismo Aguilar Fleitas (2016), citado
anteriormente, plantea el problema del Modelo Biomedicalista dominante en los profesionales y
la sociedad occidental contemporánea:
“La medicina positivista y el estándar biomédico predominante ha creado la ilusión de una
vida sin dolor (y comportamientos) relacionados con la algofobia (miedo, aversión, rechazo,
27. Filosofía del sufrimiento humano. Epistemología del Cuidado intencionado.
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intolerancia al dolor) y analgofilia (apego al consumo de analgésicos o con el fin de prevenir
su aparición)” (P. 1).
Al respecto, la médica docente portuguesa Clara Costa Oliveira (2016) plantea que:
“el incremento del conocimiento del dolor neurofisiológico y medicamentos para el dolor
devaluó la formación de cualidades comunicativas y cuidadoras de los profesionales de la
salud, en la comprensión de estas experiencias humanas complejas” (P. 1).
A pesar de ello, presenta también un enfoque determinista de la causalidad lineal y dual entre dolor
corporal y sufrimiento emocional: “El sufrimiento tiene impacto en el cuerpo”. Sin embargo, resulta
interesante su propuesta de que:
a) “Cualquier profesional de salud debería tener un entrenamiento comunicacional,
antropológico y ético para saber identificar situaciones en las cuales sus enfermos necesitan
de una ayuda más allá de los medicamentos y tratamiento...
b) “Los propios profesionales son víctimas de una formación que los prepara para ser
autómatas sin emociones, conduciéndolos a veces al agotamiento (Burnout)” (Gálvez,
2019).
El filósofo estadounidense que desempeñó un papel destacado en el desarrollo del campo de la
ética biomédica, Daniel Callahan (2004), usando diccionarios médicos, define al dolor como “lo que
duele”: sensación más o menos localizada de malestar, consecuencia de la estimulación de
terminaciones nerviosas especializadas. En cambio, identifica la ausencia del término sufrimiento.
La cual, es en sí mismo, refleja el lugar poco claro que ocupa en la asistencia médica. Por lo que lo
define como “respuesta espiritual o psicológica negativa frente a una situación angustiante” (p. 9).
Asocia el dolor con la “cara curativa de la medicina... que tiende a ser indiferente ante el cuidado,
esa otra cara humanitaria” (p. 11). Reconoce, como Costa Oliveira (2016) el déficit en la formación
médica respecto al sufrimiento humano y la importancia de fortalecer la relación interpersonal
empática entre personas, no solo como médico-paciente portador de padecimiento.
Los epidemiólogos cubanos José Betancourt y Rina Ramis (2010), desde el enfoque de la
complejidad y su aplicación en la salud, presentan una alternativa emergente, holista,
transdisciplinar al modelo medicalista para enfrentar el problema complejo del sufrimiento
Humano. Proponen que “la Teoría de la Complejidad, proporciona gran capacidad de generar
nuevas soluciones integradas”. Ya que los modelos tradicionales empiezan a mostrar anomalías. El
enfoque de sistemas complejos se distingue por la emergencia de determinados comportamientos
28. Filosofía del sufrimiento humano. Epistemología del Cuidado intencionado.
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y patrones resultantes de relaciones entre los elementos que los integran. Algunas propiedades de
los sistemas complejos son:
a) Relaciones no-lineales entre elementos del sistema. Este es más que la suma de la información de
cada parte analizada individualmente. La persona con una dolencia tiene una relación dinámica con
otros sistemas, que en muchos casos no se conocen.
b) Estructura en red. Las redes permiten la interconexión entre elementos del sistema. En el
sufrimiento es esencial la comunicación terapéutica entre los sujetos que interactúan entre sí y con
el contexto.
c) Certeza inicial e incertidumbre a largo plazo. Los sistemas complejos humanos poseen un
comportamiento impredecible desde el punto de vista orgánico, emocional y socio-cultural.
Los autores opinan que el pensamiento y las teorías de la complejidad privilegian la visón holista,
transdisciplinar, el valor de la emergencia de nuevos enfoques, la auto-organización, la conectividad,
la retroalimentación, flexibilidad y la orientación al cambio, por lo que valora la importancia que
tienen las pequeñas variaciones de las condiciones iniciales del entorno en la ocurrencia de
fenómenos de gran alcance o viceversa; elementos que no deben ser desaprovechados en beneficio
del mejoramiento de la visión integral y humanista de la atención de los servicios de salud.
También, desde el enfoque complejo, los médicos psiquiatras brasileños Rojas, Diaz y Esser (2004)
plantean, que más allá de los síntomas, de la neurofisiología y de sus características más
desagradables, “el dolor y el sufrimiento humano son fenómenos complejos” que no admiten esa
sola lectura. Buena parte del problema proviene de considerar al “trastorno” como una categoría
discreta sin relación con el resto de la vida personal y social del enfermo. Por lo que consideran
necesario revisar las limitaciones del Modelo positivista bio-médico. La “International Association
for the Study of Pain” (IASP) propone definir el dolor como una “experiencia sensorial y emocional
displacentera... que es descrita en tales términos por el sujeto que lo padece”. Reconoce que el
dolor es siempre subjetivo y que la incapacidad para comunicar verbalmente esta vivencia, no niega
que el sujeto la esté sufriendo. Los sentimientos displacenteros de sujetos doloridos pueden ser
clasificados en a) Sensoriales, como en el dolor somático; b) Vitales, como el dolor moral de la
melancolía; c) Psíquicos, como el sentimiento que acompaña al miedo; y d) Espirituales, cuya mejor
representación la encontramos en la culpa. Los autores vuelven sobre el problema de la percepción
del dolor y el sufrimiento por el observador, obligándolo a detenerse en la relación terapéutica
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empática, no solo verbal sino también gestual y simbólica, no solo interpersonal sino incluyendo el
sufrimiento planetario. Afirman que es necesario exigir una nueva forma de saber.
5. ¿Es posible comprender la experiencia dolorosa de otra persona?
Una perspectiva fenomenológica médica, propuesta por los médicos españoles Vera y reflexiona
acerca de esta cuestión:
“Cuando se intenta entender la experiencia dolorosa de la otra persona nos hallamos en
uno de los mayores núcleos de conflictividad de todo el proceso. No es fácil entender el
dolor que siente la otra persona: podemos imaginarlo, intentar interpretarlo, pero jamás
sentirlo como propio”.
Viendo lo anterior, se puede asegurar que el conflicto planteado por Vera y Guerra (2018) evidencia
desconocimiento del significado del concepto de empatía. No sería terapéutico sentir lo mismo o lo
contrario a lo que expresa una persona que sufre. El conflicto descripto más bien está elucidando
una autopercepción de ineficacia del Modelo biomedicalista-tecnocrático basado en respuestas
correctas y a un supuesto objetivismo garantizado por el rol no participante del sujeto que investiga
o cuida. Una insensibilidad al sufrimiento ajeno. Un sujeto que no se concibe a sí mismo como
instrumento comunicativo-terapéutico que escucha con respeto y empatía. Tampoco admite dejar
el control para dar paso a un rol de mediador entre el sujeto sufriente y su personalísima forma de
experimentar dolor.
Autores ya mencionados resaltan la importancia de la empatía en una relación, más si esta tiene
fines terapéuticos y abordan el problema del sufrimiento: “Afecta, incluso, a quienes rodean al
sufriente, sufrimos al ver sufrir” (Fleitas, 2016); “Los propios profesionales son víctimas de una
formación que los prepara para ser autómatas sin emociones, conduciéndolos a veces al
agotamiento (Burnout)” (Costa Oliveira, 2016); es importante “fortalecer la relación interpersonal
empática entre personas” (Callahan, 2004).
Una relación terapéutica empática, consiste en la aceptación
afectiva y respetuosa de una realidad y emociones ajenas a las
propias. No supone necesariamente comprender o sentir el mismo
sufrimiento, las mismas opiniones y argumentos que justifiquen el
estado o reacción que expresa la otra persona. Ni siquiera significa
30. Filosofía del sufrimiento humano. Epistemología del Cuidado intencionado.
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estar de acuerdo con el modo de interpretar la situación del interlocutor. Consiste más bien en
escuchar de forma atenta, más que hacer o decir “lo correcto”. La empatía, según Goleman (2009)
es una “habilidad emocional muy importante y que deberían poseer los profesionales de la salud
competentes que toman contacto con personas presas del dolor”.
Se ha perdido la vieja relación empático-comunicativa que yo viví en mi infancia con el Dr.
Recabaren, nuestro médico de familia, que aprendió de mi abuela a curar el empacho y la ojeadura
y al que le pagábamos con salsa de tomate casera. Recuerdo que la consulta consistía en escuchar
lo que le contábamos, no para saber que escribir en la receta, sino para saber y comprender la forma
de cuidado culturalmente aceptada por mi familia.
6. ¿Cómo perciben el sufrimiento humano otras ciencias-profesiones?
Desde la psicología, Juan Giussi (2011) pone en tensión la concepción biomédica tradicional del
dolor (que lo reduce a un proceso bioquímico) con otros desarrollos investigativos
multidimensionales y multidisciplinares, que conceptualizan el dolor como “percepción compleja
anclada en variables subjetivas, culturales y sociales”.
A partir de la mirada antropológica de Fina Antón Hurtado (2017) se agrega al componente orgánico
y emocional, un conjunto de creencias, valores y normas que se forjan a través de la cultura. La
concepción del sufrimiento depende en gran medida de la cosmovisión del mundo y de la
interpretación que cada persona le dé a este fenómeno. Dice que “las sociedades laicas
contemporáneas, se han extirpado los significados religiosos para injertar expectativas
biotecnológicas que anulen el dolor y el sufrimiento”. Insta a suprimir la medicalización del dolor-
sufrimiento, sustituyendo la misma por la humanización y la contextualización. Recomienda que
para saber qué causa el sufrimiento hay que preguntarle a quien lo sufre. Es la forma más completa,
integral y personalizada de establecer la relación terapéutica. Por otra parte, plantea que los
profesionales de la salud tenemos la obligación moral de ampliar nuestra óptica del sufrimiento,
teniendo en cuenta para ello al ser humano en su dimensión holística. Advierte que esta implicación
profesional produce un sufrimiento empático que es neutralizado por destrezas tecnológicas para
la propia supervivencia emocional Como Costa Oliveira y Callahan, opina que los estudiantes de
medicina aprenden a ignorar o a minimizar las señales de sufrimiento de sus pacientes. “He aquí,
una de las manifestaciones del nuevo mal: insensibilidad al sufrimiento”.
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7. ¿Qué es el Cuidado Intencionado del Sufrimiento Humano (CISH)?
La Filosofía de las Ciencias del Cuidado intencionado del sufrimiento humano es un título extenso
que intenta describir la complejidad de conocimientos empíricos, éticos, estéticos y émicos
implicados. No basta un solo campo disciplinario para explicarlo, es necesario su abordaje
transdisciplinar.
Historia del Cuidado Intencionado
Pre-Historia
Soto (2014) afirma:
“El origen de las actuales Ciencias del CISH está en el mismo origen de la humanidad
y en la preocupación de unos por prevenir el riesgo de sufrimiento, curarlo o aliviar
sus efectos en sí mismo y en otros que sufren” (p. 23).
También Michel Foucault (1953) se refiere a esa relación terapéutica del CISH:
“En el alba de la humanidad… la inmediata relación de instinto y sensibilidad entre el
sufrimiento con lo que lo alivia, más que de experiencia o la mediación del saber y aún antes
de entrar en una red social. No es ni siquiera toma de conciencia, se cumple en lo inmediato
y a ciegas. Transmitida de unos a otros, se convierte en una forma general de conciencia en
la cual cada individuo es a la vez sujeto y objeto y la experiencia individual, comunicada...
Antes de ser un saber, fue una relación de la humanidad consigo misma” (p. 85).
El conocimiento devenido del CISH se focaliza en las/los más ancianas/os de los pequeños clanes
unidos por consanguinidad. Está basado en resultados de prueba-error, pensamiento mágico y
creencia en mitos o leyendas ancestrales. El desarrollo posterior de civilizaciones sin escritura, pero
más complejas, depende de las relaciones interpersonales para sobrevivir. Se percibe como
necesario re-ligar vínculos entre familiares y extraños a través de la construcción social de religiones
que posibiliten creencias comunes y compartidas, identidad y pertenencia. Entonces, el CISH forma
parte del conocimiento sacerdotal esotérico, paralelo al poder político o integrado en él.
32. Filosofía del sufrimiento humano. Epistemología del Cuidado intencionado.
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Historiografía del CISH
La escritura en las sociedades complejas permite abrir la puerta a la Historia de la Filosofía del CISH.
Soto (2014, cap. 2) demuestra cómo cada cultura ha tenido “cuidadores” con intención de prevenir,
mitigar o curar el sufrimiento humano. Soto (2014, cap. 2) demuestra cómo cada cultura ha tenido
“cuidadores” con intención de prevenir, mitigar o curar el sufrimiento humano
Cuidadores de Egipto
Por ejemplo, los Papiros egipcios del 3000 aC., muestran dos clases de
cuidadores intencionados: 1) Sekhmet: Sacerdotes y Phylaí sacerdotisas de
Atom y Hathor (Soto, 2014, p. 48), intermediarios entre sufriente y dioses
como Ra (Atom o Tot) e Isis (Hathor) que representaban el Todo, la sabiduría
la bondad y la justicia. 2) Sun-un: “el que cuida de los que sufren” fuera del
templo. Ambos cuidadores conocían el efecto de sustancias terapéuticas
naturales y el uso de conjuros para que el espíritu del sufriente acompañara
el proceso de sanación, de muerte y después de ella. El cuidado incluía a lo
que hoy llamaríamos nación egipcia.
Cuidadores de Grecia
Soto (2014) demuestra cómo cada cultura ha tenido “cuidadores” con intención de prevenir, mitigar
o curar el sufrimiento humano, erróneamente denominados médicos.
A modo de ejemplo, menciona el mito de Quirón, cuidador-sanador y
tutor de Asclepios (Esculapio). El mito es escrito por Hesíodo (VIII aC)9
,
el primer filósofo griego. Tanto Quirón como Esculapio y demás
cuidadores ancestrales han sido erróneamente conocidos como
médicos. Por lo que advierte que esto es un error de interpretación
del término o una falacia velada cuya intención es asignar supremacía
de una ciencia-profesión sobre otras (pp. 53-56). Para probarlo, se
9
Quirón. (Griego antiguo: χείρ "mano", Χείρων Cheírôn, χειρουργός “hábil con las manos". Hijo del Titán
Cronos y Philyra, medio hermano de Zeus y yerno de Apolo. Es el único centauro no violento de la tribu de
33. Filosofía del sufrimiento humano. Epistemología del Cuidado intencionado.
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apoya en su significado etimológico de médico y el de otros términos usualmente usados:
La raíz indo-europea Med, presente en el prefijo griego M (médoval) significa pensar.
Su forma frecuentativa derivada es meditari significa meditar. Medicina, proveniente del
verbo en latín medeor que significa pensar en cuidar. Medens o medentis (el que cuida),
medicus (la que cuida)... Los términos Curar, curación, curador provienen del término en
latín curare significa pre-ocuparse. Y el término paciente, en latín: patiens significa el que
sufre.
Entonces, se trata de un arte ancestral holístico en el que un Cuidado intencionado evita, alivia o
cura el sufrimiento humano. Al mismo tiempo es el meristemo epistemontológico de todas las
ciencias posteriores relacionadas con el Cuidado. Se puede definir al CISH como: “Un fenómeno en
él que una persona (cuidador/a), medita y dirige el pensamiento hacia otra que sufre. Los cuidadores
se preocupan y se ocupan con ella en evitar, aliviar o curar su sufrimiento”. De esta manera, el saber
implicado en este tipo de cuidado consiste en el conocimiento surgido de la empiria, el
conocimiento de sí mismo, el discernimiento ético de lo que es bueno, y la belleza de una relación
empática con otro diferente e igual a mí. En consecuencia, Soto alega que el arte ancestral del
cuidado deviene en curación del sufrimiento. “No está subordinado al arte de curar porque es
principio esencial y condición necesaria para que exista prevención, alivio o curación del sufrimiento
humano”.
Soto coincide con Foucault (2001)10
en que la división disciplinar del objeto de estudio del CISH
sucede recién a partir del siglo XVIII:
“La decadencia comenzó (con) la repartición de este saber en un grupo privilegiado, y la
disociación de la relación inmediata... entre Mirada y Palabra: lo que se había sabido no se
comunicaba ya a los demás... sino una vez pasado por el esoterismo del saber”.
Solo el trabajo transdisciplinar podrá volver a unir el CISH ancestral.
El mismo filósofo, en La verdad y las formas jurídicas (1980), sostiene que: “Las condiciones políticas
y económicas no son un obstáculo para el sujeto de conocimiento, sino aquello a través de los que
centauros de Tesálica. El más viejo, inmortal y sabio “cuidador que cura con sus manos”. Cría y enseña a
Asclepios (Esculapio) el Arte del cuidado-curación.
Hesíodo (s. VIII aC). Se le considera el primer filósofo griego. Puso por escrito y ordenó todo el cuerpo
mitológico, transmitido hasta entonces de forma oral.
10
El derecho de ejercicio y la enseñanza médica. Comenzó con reformas y decretos gubernamentales en el
siglo XVIII. Se reglamentó la práctica de la medicina y la formación de médicos en facultades. [En FOUCAULT
M. (2001). Op cit. p.72].
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se forma este sujeto, y en consecuencia, las relaciones de verdad”. Esto se explica claramente en El
nacimiento de la clínica, cuando se refiere a la “repartición del saber en un grupo privilegiado” (p.4)
y narra las relaciones entre el saber académico y el poder de las corporaciones médicas que
presionan al Gobierno francés para que solo ejerzan la profesión y reciban honorarios (p. 85)
aquellos varones que egresen de facultades. Ejerciendo además, en los hechos, el poder político-
económico relacionado con el monopolio de dicho saber.
Por todo lo anterior, es erróneo atribuir a una única ciencia-
profesión actual otro vocablo diferente al de “cuidador”, cuando se
quiera referir a tiempos previos al siglo XVIII en el estudio de la
Historia de la Filosofía del Cuidado. De ser así, la información es falaz
o está desvirtuada, ya sea por ignorancia o por los propios valores de
un grupo que quiere justificar su intención de dominación sobre
otro/s.
8. ¿Cuál es el aporte de la Epistemología enfermera al (CISH)?
Como sostiene la primera historiadora argentina de la Ciencia del cuidado, Teresa
Molina (1973), en su prólogo: “una de las actitudes más importantes de la humanidad,
la mano tendida”.
Antes de ser una ciencia, fue un arte ancestral enseñado a un discípulo de forma oral y empírica por
un/a experto/a. En aquellos tiempos remotos de la prehistoria y hasta muy avanzado el siglo XVIII,
la provisión del cuidado intencionado no estaba fragmentado. Una persona de prestigio por su
conocimiento del arte, cuidaba de forma holística a individuos o grupos que atravesaban una
experiencia vital. No existía la Medicina, la Farmacología ni ninguna ciencia de la salud como la
concebimos actualmente (Soto 2014, cap. 2). Siempre se ha tratado de la sensibilidad por el
sufrimiento ajeno. El hilo rojo que nos trae al presente, en el que Jean Watson (2007) denomina
caring al cuidado intencionado que cura.
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Epistemología de la Ciencia del Cuidado
El desarrollo investigativo teórico de la Enfermería, hace un interesante aporte a la Filosofía de las
ciencias del cuidado. Muestra de ello es el prólogo en el libro de Susan Kerouac (1996), en el que
Francine Saillant (Universidad Laval, Canadá) reflexiona:
“Las enfermeras... cuidan, educan, aconsejan, dirigen e investigan (el cuidado)... los
cuidados son su razón de ser, el motor y el centro. El estudio de los paradigmas...
(Que) han guiado la profesión desde Florence Nightingale... es esencial para la
comprensión de la naturaleza de los cuidados... y la contribución del pensamiento
enfermero” (p. V).
Cuadro 2. Paradigmas científicos del Cuidado Intencionado del Sufrimiento Humano (CISH).
[Soto, 2019, p. 19]
Variable Paradigma Categorizador Paradigma Integrador Paradigma Transformador
Surge Siglo XIX Mediados siglo XX Fines de s. XX
Teóricas
(1ª ed.)
Nightingale (1859) Harmer (1922)
Fawcett (1984)
Peplau (1952)
Henderson (1955) Orem (1971)
Eriksson (1984) Martinsen (1979)
Newman (1991)
Rogers (1970) Carper (1978)
Leininger (1970) Watson (1970)
Cuestión ¿Qué es y qué no es CISH? ¿Cuál es el sentido de CISH? ¿Cuál es el fin del CISH?
Rol Cuidador/a
Controla
Hacer “sobre”, “a” o “para” otro
Interpreta
Hacer “con” otro
Influye
“Estar con otro para”
Rol Persona
cuidada
Pasivo
Enfermo, Paciente
Activo
Individuo, Agente
Pro-activo
Cliente, Usuario
Asistencia Subordinada al médico Autónoma y de colaboración
NANDA-NIC-NOC
Transdisciplinaridad
Formación Nivel Técnico en hospitales Nivel Profesional Universitario Nivel Científico Universitario
Gestión
(Soto 2014,p.188)
Poder centralizado
Modelo Funcional tayloriano
Poder distribuido
Modelo de equipo, Integral
Poder estratégico
Modelo de enfermera 1ª
Modelo de Gestión de casos
Investigación
Técnicas derivadas del médico
Objeto de estudio (Fawcett)
Relación interpersonal
Objeto de estudio (Newman)
Relación transformadora
Obj. Est. Caring caritas transcultural
Estatus Arte-Oficio Arte-Profesión
Arte-Ciencia Humana
Transdisciplina
Como se muestra en Cuadro 1 y 2, el Paradigma Positivista intenta “controlar” una realidad lineal
(causaefecto), inmóvil, predeterminada; en el otro extremo, pero a la vez superpuesto a él, se
encuentra el Paradigma de la Complejidad, que pretende “influenciar” los nudos de una red que
conecta con una realidad compleja, interconectada, dinámica, en continuo cambio, indeterminada
salvo en estadíos iniciales. Cada vez, es más difícil sostener las premisas del positivismo en un mundo
que cambia aceleradamente. Las respuestas que el positivismo ofrecía a problemas del sufrimiento
Kerouac
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en el siglo XIX y parte del XX no responden a las nuevas cuestiones. La ilusión de “control” y certeza
que prometía, se ha diluido. En este contexto complejo, ha florecido la Enfermería como Ciencia del
Cuidado. Kerouac (1996, p. 18) afirma “las enfermeras van y vienen entre los tres paradigmas, a
menudo sin saberlo”. Fueron re-nombrados (Cuadro 2) por la enfermera epistemóloga Margaret
Newman (1991).
Paradigma de la Categorización (Positivismo).
El conocimiento del Cuidado Intencionado del Sufrimiento Humano (CISH) es categorizado.
En el siglo XIX los fenómenos globales son divisibles en categorías (variables) determinables,
aislables, simplificables, previsibles. Se orienta hacia el descubrimiento y predicción de leyes
universales. Orienta el pensamiento hacia la búsqueda de un factor causal del sufrimiento.
Enfermería es considerada un arte innato del cuidado femenino, estrechamente dependiente y
subordinado al Modelo Biomedicalista, la práctica profesional médica y las técnicas médicas
delegadas. La persona es vista como un ente también divisible en elementos biológicos,
emocionales, sociales o espirituales discretos, es decir, independientes unos de otros. La gestión del
cuidado es funcional, consiste en la división tayloriana del trabajo por funciones y el poder está
centralizado en las técnicas médico delegadas (Soto, 2014, pp. 188).
El ser humano es pasivo en este paradigma. Opera de forma externa, “sobre”
un sujeto sujetado por el modelo medicalista, en el que un/a cuidador/a actúa
“sobre” un “paciente”.
Filosofía del Cuidado femenino natural
El cuidado para Florence Nightingale (1859) es un arte femenino subordinado
a la profesión médica, exclusivamente masculina. Se basa en lo que, en su
época, se consideraba una extensión del rol domestico al rol social de la mujer,
mediante la instrucción sistemática. A la “innata” compasión femenina,
Nightingale agrega observación, estadística, experiencia y competencias
educativo-administrativas para “colocar al paciente en las mejores condiciones
para que la naturaleza actúe sobre él” (p.139). Considera que los cuidados deben cumplir 5 leyes
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naturales: Aire fresco, luz, calor, limpieza, agua pura, tranquilidad y dieta adecuada. Intervenir
implica “actuar sobre” la persona.
Ann Wall (1989), tras hacer una revisión de pautas de la práctica enfermera en la literatura desde la
década de 1930 hasta la de 1970, no apoya la idea del predominio positivista en el Paradigma
Categorizador ni la subordinación del aspecto humano (pacientes) a las consideraciones técnicas.
Sobre todo, porque la ética fue descripta como fundamental.
Citando el trabajo de Bertha Harmer (1922)11
y su continuación por Virginia Henderson
(1939) quienes propusieron los sentimientos de tolerancia y empatía como esenciales
para la práctica del cuidado y la importancia de las emociones de los pacientes y
profesionales como una consideración significativa de la práctica.
La enfermera epistemóloga Jaqueline Fawcett (1984) el objeto de estudio del CISH,
desde el Paradigma de la Categorización, es un Metaparadigma (una idea presente en
cada paradigma enfermero). Este contiene necesariamente 4 conceptos
constituyentes, escuetos, discretos, neutros, generales (Figs. 3 y 4):
Enfermería, Ser Humano, Ambiente, salud.
11
Bertha Harmer (1885-1934). Comienza con la publicación de investigaciones de enfermería. Es la primera
en publicar después de Nightingale. Tuvo fuerte resistencia de la corporación médica que le exigía la coautoría
de un médico para aceptar sus publicaciones cuando aún no existían revistas específicas de la disciplina
Enfermera. Fue profesora de la Escuela de Enfermería en la Universidad de Yale. A la misma escuela
pertenecieron teóricas como Virginia Avenel Henderson, Ernestine Wiedenbach e Ida Jean Orlando.
Escribe en 1922 la 1ª. edición de Textbook of the principles and practice of Nursing, editado por The Macmillan
Co. New York. [Biblioteca de la Escuela de Enfermería. Universidad de Yale. NY.USA.
http://elischolar.library.yale.edu/ysn_images/68/].
Fig. 3. Objeto de estudio de la Enfermería. Ciencia Humana del Cuidado Intencionado.
[Fawcett, 1984]
Cuidador/a
Cuidado
Ambiente
Ser humano
Vida/salud
B. Harmer
1922
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Paradigma de la Integración (Hermenéutico).
El conocimiento del Cuidado Intencionado del Sufrimiento Humano (CISH) es Integrado.
A mediados del siglo XX, el sufrimiento humano mundial, vivido durante la Gran Depresión
económica de los años ’30 y las dos guerras mundiales (1914-1918, 1939-1945), permiten evidenciar
la importancia del servicio social del cuidado enfermero y su contribución en la prevención, apoyo,
alivio-acompañamiento, curación y rehabilitación del sufrimiento.
La percepción de las primeras enfermeras epistemólogas de la Enfermería fue la de contar con un
campo disciplinar específico: el Cuidado Intencionado del Sufrimiento Humano (CISH).
Es entonces cuando la Enfermería comienza a diferenciarse de las ciencias naturales (Medicina) y a
integrar elementos epistemológicos de las ciencias humanas. Esto permite que Enfermera comience
a constituirse en una Ciencia Humana del Cuidado.
Durante este periodo, enfermeras epistemólogas como Fawcett y Newman (Fig. 4), construyen
teorías del objeto de estudio del CISH y en los que prevalece la importancia de la integración e
interacción con la persona cuidada, considerándola como sujeto activo en la relación profesional-
persona cuidada.
Para la enfermera epistemóloga Margaret Newman (1991), desde el Paradigma
Integrador, propone que el Foco epistemológico de la Ciencia del Cuidado humano
como enunciado relacional:
Estudio del Cuidado humano en una experiencia de Vida/salud.
El objeto de estudio (Fig. 4) de esta ciencia emergente se constituye con el
componente Vida/salud, ya existente del paradigma Categorizador, que se integra
con conceptos polisémicos, unitarios (holísticos) y al mismo tiempo pandimensionales como:
cuidado intencionado del sufrimiento humano (CISH) y contexto de cuidado. Es en ese
momento/lugar donde tiene sentido el encuentro interpersonal introspectivo y extrospectivo de
dos sujetos con roles diferenciados: a) Los cuidadores, especialmente formados en el nivel superior
para brindar cuidados; b) el ser humano unitario, o sea, a una totalidad (Holos) que comprende
dimensiones biológica, psicológica, social, cultural, espiritual; integradas e interrelacionadas.
Dando a entender que los conceptos del Metaparadigma de Fawcett no deben ser tomados como
elementos discretos, es decir, que no deben ser considerados por parte, ya que el fenómeno del
cuidado intencionado está integrado, es más que la suma de sus partes.
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31
Esta es la definición de Enfermería más citada por la actual comunidad científica internacional.
En este Paradigma Integrador, surgieron Filosofías, Modelos Conceptuales y Teorías, diferentes al
Modelo Biomedicalista (Cuadros 1 y 2), para precisar los conocimientos necesarios para la práctica
del CISH y para guiar la formación, la gestión y la investigación.
El CISH se enfoca en evaluar las necesidades humanas percibidas por la persona cuidada.
Intervenir implica “actuar con” la persona para que satisfaga sus necesidades insatisfechas. Se
modifica el lenguaje: al paciente se lo llama “individuo” o ser humano “unitario” (un todo integrado
en su contexto), “agente de autocuidado”. Se espera que sea independiente para cuidar de sí o de
otro/s dependientes de sí. También adoptan el método de solución de problemas para la toma de
decisiones en la práctica (Proceso Enfermero). El propósito del cuidado es ayudar a lograr el
completo bienestar del usuario integrado en su entorno, no la enfermedad o el sufrimiento.
La formación ya no se ofrece desde las escuelas hospitalarias y docentes médicos, sino en escuelas
universitarias dirigidas por profesoras enfermeras de gran experiencia.
La gestión del cuidado se orienta al cuidado en equipo intradisciplinar que incluye al individuo
cuidado contextualizado en la toma de decisiones. Los modelos de gestión son el Modelo Integral y
Modelo de Equipo (meritocrático). El poder está descentralizado (Soto, 2014, pp. 188).
Fig. 4. Objeto de estudio de la Ciencia del Cuidado.
[Fawcett (1984) y Newman (1991)]
Estudio
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Corrientes Cuidado Humanizado (Caritas)
Filosofía de la Asistencia de Cuidado
La enfermera noruega Kari Martinsen, en Caring Without Care? (Martinsen y
Wærness, 1979), se pregunta:
¿El aumento de técnica causa desaparición del humanitarismo?
Reconoce el origen de la enfermería noruega en las diaconisas alemanas (laicas
cristianas), la tradición teológica y su influencia en la idea que:
“El cuidado es un valor (moral) fundamental y un prerrequisito que exige una
participación emocional y la capacidad de efectuar un análisis situacional para valorar
posibles alternativas de acción... El amor a nuestro prójimo se aúna con un
discernimiento concreto, práctico, profesional y moral... El hecho de cuidar implica
tener en cuenta, preocuparse por un semejante”.
¿Cuidar es dar a nuestros semejantes posibilidades de vivir una vida significativa?
Los diálogos mantenidos con la enfermera finlandesa Katie Eriksson tratan sobre el cuidado caritas:
compasión, esperanza, sufrimiento, dolor, sacrificio, vergüenza, violación, duda. Son palabras
importantes, pero no tanto como su localización en la vida. (Tanto en) nuestra situación cotidiana
como enfermeras como adentrarnos en la vida junto con nuestros semejantes.
Un/a cuidador/a, al cuidar a otros, se relaciona con ellos de un modo distinto y, además, busca cosas
distintas a las analizadas por la ciencia natural y la medicina, que se centra en la cosa y no en la
persona. El cuidado se dirige hacia la situación en que está la otra persona”. Esto no consiste en
mero sentimentalismo para Martinsen, sino en juicio (crítico) profesional y discernimiento en
contextos de vida prácticos. La práctica moral del cuidado está dirigida a la persona cuidada ocurre
cuando la empatía, el juicio crítico y el trabajo reflexivo van parejos, esto significa descubrir cómo
se ayudará mejor. Consiste en un conocimiento profesional que proporcione la visión del paciente
como una persona que sufre y, además, que se comprometa proteja su integridad. Exige compasión,
sinceridad, confianza, esperanza y amor. Usa la expresión “el ojo del corazón”, empleando la
parábola del Buen Samaritano:
“El corazón dice algo acerca de la existencia de la persona como un todo, acerca de verse
afectado o conmocionado por el sufrimiento del otro y la situación en que el otro se
encuentra. En la percepción, nos movemos antes de entender, pero también nos
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enfrentamos a la idea tardía del entendimiento. Ver y ser visto con el ojo del corazón es una
forma de atención participativa y basada en una relación recíproca que unifica la percepción
y el entendimiento”.
La persona no puede ser apartada del medio social y de la comunidad en que vive.
Salud, bajo la mirada positivista, es perjudicial a veces. Los efectos nocivos de la medicina y los
servicios insuficientes destinados a las personas con dolencias y enfermedades crónicas la llevan a
desencantarse del ideal de salud conservador.
“Lo importante es curar algunas veces, ayudar a menudo y consolar siempre. Ello requiere
que la sociedad ofrezca a las personas la oportunidad de vivir la vida de la mejor manera
posible y con una conciencia individual; ambos requisitos tienen implicaciones
ambientales”.
El contexto es contemplado como “situación” particular en un espacio-tiempo concreto. Pero
además lo considera como un contexto con equidad para generación de posibilidades:
“Es importante crear condiciones para un sistema de salud bueno e igualitario, pero en la
lucha contra recursos presupuestarios limitados, debemos tomar como nuestro punto de
partida a los más débiles, a los que necesitan más ayuda; hemos de invertir las reglas de la
asistencia de modo que reciban más quienes menos tienen”.
Modelo Conceptual del Cuidado Caritativo
La enfermera finlandesa Katie Eriksson (1998), presenta una perspectiva ético-
ontológica, el del cuidado intencionalmente humanizado. “No puede existir una
ciencia humana en ausencia de valores”. Por lo que concibe una asistencia ética,
“caritativa”. Opina que esta, “siempre es lo más importante en las relaciones con
otros seres humanos”.
El “cuidado caritativo” surge en el encuentro con la vivencia de sufrimiento de una persona, y en
una relación de cuidado que implica comunión”. El sufrimiento para Eriksson, es una “experiencia
total, única y aislada; en ningún modo es sinónimo de dolor”.
La persona sufriente es “padeciente paciente” en el sentido etimológico del término (Lat. patiens,
sufrimiento), un ser humano que sufre y lo soporta con paciencia”.
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34
Con evidente influencia teológica y tomista, más que un ser espiritual, supone que el ser
humano es fundamentalmente un “ser religioso”.
Va más allá de una relación empática del CISH cuando afirma:
“Significa que utilizamos la caridad (caritas) cuando cuidamos al ser humano en la salud y
en el sufrimiento… es una manifestación del amor incondicional y comunión (con un otro)...
tiene lugar cuando quien cuida en un espíritu de caritas alivia el sufrimiento del paciente”
(Eriksson 1992a).
La comunión del cuidado para Eriksson da significado al cuidar (Eriksson, 1992b). Esta unión en
común se caracteriza por “cercanía, honestidad, tolerancia, respeto por la dignidad y el derecho de
un ser humano único”. Presupone un esfuerzo consciente para “actuar con” la otra persona. En Pro
Caritate (1990) aclara que “implica ser capaz de salir del interior de la propia identidad, de salir de
lo que le pertenece a uno y crear oportunidades para el otro”.
Para ella, la salud y el sufrimiento son dos lados del mismo movimiento y se integran
constantemente (1997), está determinada por los deseos, necesidades del ser humano y la voluntad
para encontrar el significado del sufrimiento (Eriksson, 1984).
Teoría Intermedia de las Relaciones Interpersonales
Hildegard Peplau (1952), enfermera docente norteamericana, puso de relieve la
importancia de la capacidad de cuidadores para comprender su propio
comportamiento y poder ayudar a los demás a identificar las dificultades percibidas.
Describió la importancia de la relación profesional-persona cuidada como un “proceso interpersonal
significativo y terapéutico” (p. 16) con impacto cualitativo en los resultados: aprendizaje
experiencial, mejores estrategias de
afrontamiento y crecimiento personal mutuo.
En el proceso relacional profesional-persona
cuidada, identificó cuatro fases: orientación,
identificación, explotación y resolución (Fig.
5). Donde los objetivos del usuario y los
objetivos terapéuticos se vuelvan comunes y
compartidos.
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Corriente epistemológica de Cuidado Humanizado basado en Necesidades Humanas
El estado de Bienestar, planteado en el Paradigma Integrador, incluye los derechos humanos y el
potencial de desarrollo humano y social.
Teoría de Independencia en la satisfacción de Necesidades
Como se detalló en el Paradigma Categorizador, Nightingale establece las 5 primeras necesidades a
satisfacer a las que ella denomina “leyes naturales”. Luego, la enfermera canadiense Bertha Harmer
es pionera de la corriente epistemológica enfermera que florece en la segunda mitad del siglo XX.
Su libro sobre los Principios de la práctica de la Enfermería, define la relación enfermera-individuo
cuidado para la resolución de Necesidades Humanas. Al respecto, sostenía: “la Enfermería tiene sus
raíces en las necesidades de la humanidad”. Estas son vistas, no como carencia, sino como requisito
o demanda basada en los derechos humanos. En consecuencia, las necesidades son universales y la
forma-medios para satisfacerlas son culturalmente diversas (Soto 2014, pp. 254-269). Sus
investigaciones permiten ampliar la categorización de 5 necesidades propuestas por Nightingale a
las 14 propuestas por Virginia Henderson.
Virginia Henderson (1955)12
, continúa la línea de pensamiento de Harmer y
redefine el Cuidado Intencionado como (Soto, 2014, p. 200):
“Relación de ayuda al individuo sano o enfermo, en la realización de aquellas
actividades que contribuyan a su salud, a su recuperación o a una muerte
tranquila y que él realizaría sin ayuda si tuviera la fuerza, la voluntad o el
conocimiento necesarios. Y hacer de esto de tal forma que le ayude a ser
independiente lo antes posible en la satisfacción de sus necesidades básicas”.
En el mismo sentido, Henderson define la relación interpersonal de cuidado según el grado de
independencia del individuo para realizar los requisitos que condicionan su vida/bienestar en niveles
de menor a mayor independencia y define la naturaleza del cuidado intencionado en cada nivel de
independencia del individuo cuidado: sustituto, ayuda, compañera (Fig. 6).
Esta filósofa de la Enfermería (1994, p. 41) propone compromiso con el estudio multidisciplinar del
dolor, pero advierte:
12
HENDERSON V. (1955). “Textbook of the principles and practice of Nursing”. 5th ed. Macmillan. New York.
44. Filosofía del sufrimiento humano. Epistemología del Cuidado intencionado.
Esp. Mónica M. Soto Verchér msotovercher@gmail.com
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“Con demasiada frecuencia se utilizan en exceso los medicamentos porque son el medio
más rápido y sencillo de aliviar cualquier sufrimiento psicológico o físico (pero) identificar
otras necesidades cuando éste se queja de dolor y, si se logran satisfacer, alivian su estado”.
Modelo Conceptual de Autocuidado
Dorothea Orem (1971) retoma la Filosofía de la Independencia del cuidado de Henderson y aplica
Teoría de Sistemas del paradigma complejo. Define el cuidado intencionado como “campo de
conocimiento y servicio humano, que tiende a cubrir limitaciones de la personas” para auto-cuidase
y reforzar sus capacidades de cuidado dependiente de otros a su cargo.
Fig. 7. Modelo Conceptual de Autocuidado.
[Orem (2001)]
Rol de
Cuidador/a
Rol Cuidador/a
Sustituye Ayuda Acompaña
Rol Persona cuidada
Pasiva Activa Independiente
Paciente Individuo
Usuario
Nivel de
Independencia
Proceso de Cuidado intencionado
Fig. 6. Teoría de Independencia en la satisfacción de Necesidades.
[Basado en Henderson (1966)]
45. Filosofía del sufrimiento humano. Epistemología del Cuidado intencionado.
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Propone un modelo de CISH compuesto por Tres Grandes Teorías y tres teorías de rango medio.
Grandes Teorías de Orem (Fig. 7)
1) Teoría del Autocuidado: Conducta aprendida que el individuo dirige a sí mismo o al entorno para
regular los factores que afectan su desarrollo para el bienestar.
2) Teoría del Déficit de autocuidado: Cuando el individuo no puede satisfacer su demanda o la de
otros a cargo con acciones o conductas de autocuidado, se produce un déficit que puede ser
satisfecho por sus cuidadores.
3) Teoría de Sistema o Agencia de cuidado intencionado: Explica cómo se construyen las relaciones
entre cuidador-agente de autocuidado en una serie continúa de formas de dar ayuda. Está
estructurada sobre la base de estar en condiciones para realizar acciones en un momento dado.
Implica necesariamente, una relación de ayuda entre cuidador/a, “agente de autocuidado”
(paciente) y/o “agente de cuidado dependiente” (Familiar).
De esta Gran teoría, Orem deriva tres Teorías Intermedias (Fig. 8):
a) Sistema Totalmente compensador
Ante incapacidad total del agente para movilizarse. Cuidador/a compensa el déficit de
autocuidado.
b) Sistema Parcialmente compensador
Agente y Cuidador/a realizan acciones.
c) Sistema Educativo Enfermero para Autocuidado (EPA)
El Agente necesita aprender a realizar acciones de autocuidado, pero que no puede hacerlo sin
educación de cuidador/a. Dependiendo de la experticia de la enfermera y estado general del
paciente, puede aplicase en otro sistema al “agente de cuidado dependiente de otros a cargo”
(Ej. acompañante, familiar, tutor, maestro, etc).
Fig. 8. Teorías del Sistema o Agencia de Autocuidado.
[Basado en Orem (2001)]