“Via Crucis con ojos de niño” para ayudar a los niños a meterse en la Pasión del Señor. “Coloreza” activa de un modo creativo las potencialidades del niño para involucrar a cada miembro de la familia, bien sea preguntando o pidiendo ayuda.
1. Recuerda la eterna ternura y m isericordia del Señor que
nos cuida sie m pre . Encontra rá s im á ge ne s m uy bonita s pa ra
colore a r y un com e nta rio de lo que suce dió e n ca da una . El
dolor y el am or de Jesús por ti. Una historia que term ina con
a le gría , porque e l Se ñor re sucitó de spué s de m orir, y vive
pa ra sie m pre .
CON OJOS DE NIÑO
2. 1.- JESÚS ES CONDENADO A MUERTE.
Je sús hizo todo bie n. Y hubo a lguna s pe rsona s que por
e so m ism o le te nía n ta nta e nvidia que que ría n m a ta rlo. Y
para condenarle se inventaron una m entira. Él podía haberse
librado de m orir si tam bién hubiera dicho otra m entira…pero
Je sús e ra since ro y va lie nte , y de cía la ve rda d sie m pre , y
ha sta e l fina l, pa ra e nse ña rnos e l va lor de la VERDAD. No
de cir la ve rda d e s un pe ca do que se lla m a m e ntira .
Ta m bié n nosotros he m os de te ne r la va le ntía de de cir
sie m pre la ve rda d a unque a ve ce s nos cue ste un pe que ño
ca stigo.
3. 2.- JESÚS CARGA CON LA CRUZ.
A Je sús le e cha n e ncim a una Cruz de m a de ra que pe sa
m uchísim o. Pe ro no la lle va e nfa da do, sino que la a bra za .
Com o cua ndo uno a bra za a un a m igo o a una a m iga , que lo
ha ce con ca riño.
Todos los día s hay cosa s que nos cue sta n: le va nta rnos
o a costa rnos a la hora , obe de ce r a pa pá o m a m á e n a lgo,
com e rse todo lo que nos pone n, ha ce r los de be re s cua ndo
toca … En e se m om e nto no hay que e nfa da rse sino que hay
que ha cerlo com o si lo estuviéra m os a bra za ndo. Con ca riño.
Y a sí ¡qué fá cil! Porque lle va r la s cosa s contigo, Je sús, e s ir
a com pa ña do por un a m igo de ve rda d con e l que pode m os
conta r sie m pre .
4. 3.- CAE JESÚS POR PRIMERA VEZ.
Jesús no se hace el fuerte, sino que cuando ya no puede
con la Cruz, se de ja ca e r. A lo m e jor que da m a l de la nte de
los otros; pe ro e so le da igua l.
No te ne m os que pone rnos triste s cua ndo m e te m os la
pa ta . Aunque quedem os m a l dela nte de quien sea , tenem os
que pe nsa r que Je sús nos com pre nde porque Él ta m bié n se
cayó va ria s ve ce s. Y sie m pre e sta rá junto a nosotros pa ra
ayuda rnos. Y con su ayuda nos podre m os le va nta r ¡con
a le gría !, toda s la s ve ce s que se a n ne ce sa ria s, pa ra se guir
a de la nte y lucha ndo.
5. 4.- JESÚS ENCUENTRA A MARÍA, SU SANTÍSIMA
MADRE.
A la Virgen María no le dejaban acercarse m ucho a Jesús.
Pero aun así Ella, com o era su m adre y la que m ás le quería,
buscó la m a ne ra de pode r pone rse junto a Él, pa ra que
pudie ra ve rla de ce rca . Y e n cua nto la vio Je sús re cobró la s
fue rza s.
Cuando necesitem os ser fuertes, basta con que m irem os
a la Virge n, que e s nue stra Ma dre , y nos da rá fue rza s. Y
cuando estem os tristes, basta que m irem os a la Virgen y nos
pondre m os otra ve z a le gre s.
6. 5.- SIMÓN AYUDA A LLEVAR LA CRUZ DE JESÚS.
Sim ón era un hom bre que venía de trabajar en el cam po
y volvía a su ca sa pa ra e sta r con su m uje r y sus dos hijos:
Ale ja ndro y Rufo. Pe ro por e l ca m ino se e ncontró con Je sús
que lle va ba e sa Cruz ta n pe sa da . Y
, vié ndole ta n ca nsa do,
le echó una m a no. Y eso a unque ni siquiera lo conocía . Pero
lo hizo porque te nía bue n cora zón.
Nosotros tam bién tenem os buen corazón. Por eso hem os
de e cha r una m a no e n ca sa , y a los a m igos… ¡a todo e l
m undo que lo ne ce site ! Y a sí e sta re m os sie m pre conte ntos.
Porque sé que ayudándoles a ellos te ayudo a ti, Jesús. Jesús,
que nunca te de je solo a nte los proble m a s de los de m á s,
enséñam e a ser com o Tú. Que tu m irada se cruce con la m ía
cuando m is padres, m is herm anos, m is com pañeros…necesiten
que le s e che una m a no. Que se pa de cirle s que sí.
7. 6.- UNA PIADOSA MUJER ENJUGA EL ROSTRO
DE JESÚS.
¡Es verda d! Se lla m a ba Verónica . Era una m ujer que vio
desde su balcón cóm o pasaba Jesús por delante de su puerta
con toda la cara llena de sangre y sudor. Y a ella le dio m ucha
lá stim a . Cogió un pa ño gra nde y lim pio que te nía e n ca sa ,
sa lió, y le lim pió la ca ra a Je sús. ¡Y Je sús de jó su sonrisa
dibuja da e n la te la ! Pue s ca da ve z que ha ce m os un favor a
a lguie n se dibuja una gra n sonrisa e n la ca ra de Dios.
¿Has pensado alguna vez cuántas veces le haces sonreír
a Dios? ¡Qué contento se debe de poner! ¿Sabes qué siem pre
está pendiente de ti y te m ira día y noche? Así, con la m ism a
piedad de “la Verónica”, puedes rezar cada noche tres avem arías
a la Virge n pa ra a com pa ña rla junto a Je sús.
8. 7.- CAE JESÚS POR SEGUNDA VEZ.
¡Jesús se ha vuelto a caer! Aún le queda un buen trecho
de cam ino, y la subidita al Calvario. Pero ya desde el principio
Je sús ca m ina sin fue rza s. Y sin que ja rse .
Muchas veces tam bién tenem os que hacer las cosas que
nos toca a unque estem os m uy ca nsa dos. Com o los deberes,
por ejem plo, cua ndo llega m os a ca sa ca nsa dos. Y entonces,
si querem os parecernos a Jesús, no vale quejarse. Lo hacem os
y se lo pode m os ofre ce r a Je sús.
9. 8.- JESÚS CONSUELA A LAS HIJAS DE JERUSALÉN.
Je sús se e ncue ntra con una s m uje re s que le conocía n,
y estaban llorando de pena viendo a Jesús, que es tan bueno,
sufriendo tanto, sin tener culpa de nada. Pero Jesús, al verlas,
se re pone y e m pie za a te ne r con e lla s de ta lle s de ca riño y
consue lo. Porque sie m pre , sie m pre , sie m pre , hay junto a
nosotros pe rsona s a la s que pode m os cuida r y consola r, y
que lo ne ce sita n m á s que nosotros.
Je sús, que no m e olvide nunca de e sto: e l m e jor m odo
para estar siem pre contentos es hacer lo que pueda para que
los de m á s no e sté n triste s.
10. 9.- JESÚS CAE POR TERCERA VEZ.
“No hay dos sin tre s”, se sue le de cir. Y ta m bié n se dice
que “a la tercera va la vencida ”. Por eso hay quien pensó, a l
ve r a Je sús ca e r por te rce ra ve z: “De e sta ca ída ya no se
levanta”. Pero ya se ve que no le conocían…¡Jesús se levanta
sie m pre ! Y nos e nse ña a nosotros a le va nta rnos sie m pre , a
luchar siem pre, a volver a em pezar las veces que haga falta,
a unque nos cue ste , sin pa ra r nunca ha sta lle ga r a l fina l.
¿Y cuá nta s ve ce s te ne m os e ntonce s que le va nta rnos?
Pues… m uchísim a s. Cua nta s m á s veces, m ejor. Porque ca da
ve z que m e le va nto e s un pa so que m e a ce rca a Ti, Je sús.
11. 10.- DESPOJAN A JESÚS DE SUS VESTIDURAS.
El único ve stido que te nía Je sús e ra una túnica m uy
bonita que le ha bía he cho la Virge n. Bue no, pue s ha sta e so
le quitaron. Lo único que tenía. Y ni siquiera se lo devolvieron
a la Virge n, sino que se lo que da ron los solda dos. Y a hora
sí que Jesús se quedó sin nada de nada. Entregó todo lo que
te nía .
Podem os pedirle que sea m os generosos cua ndo a lguien
nos pida algo, o cuando vem os que alguien necesita cualquier
cosa y nosotros se lo pode m os da r. Aunque nos que de m os
sin e so. Así a pre nde re m os de Je sús a lle na r e l cora zón solo
de am or, de am or de verdad; del que Él nos da, dándose por
nosotros ha sta e l fina l.
12. 11.- JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ.
Debe ser m uy doloroso que te claven en una Cruz. Si ya
cua ndo nos picha m os o nos pilla m os un de do, grita m os…
Ta m bié n Je sús gritó un poco cua ndo le clava ba n e n la Cruz,
claro. Pero luego se dio cuenta de que eso hacía sufrir m ucho
a su m adre, que estaba allí delante viéndolo todo. Y entonces
de cidió pone r bue na ca ra . ¡Je sús, que nosotros ponga m os
sie m pre bue na ca ra cua ndo nos due la a lgo!
A ve ce s nos e sca pa m os o e sconde m os a nte e l dolor
porque som os un poco coba rde s y te ne m os m ie do a sufrir,
pe ro vié ndote , Je sús, m e doy cue nta que Tú e ra s “m á s que
va lie nte ”…Te lo diré : “m i ve rda de ro hé roe ”, a quie n de bo de
pone r com o m e ta e n m i vida .
13. 12.- MUERTE DE JESÚS EN LA CRUZ.
¿Sabes cuáles fueron las últim as palabras que dijo Jesús
e n la Cruz a nte s de m orir? Pue s dijo: “Todo e stá cum plido”.
Con esas palabras lo que quería decirnos Jesús es que durante
toda su vida, hasta el final, siem pre hizo lo m ism o: obedecer.
¿Y sa be s dónde a pre ndió Je sús a obe de ce r, cua ndo ya
era m ayor? Pues a prendió siendo pequeño, cua ndo vivía con
sa n José y con la Virgen Ma ría en Na za ret. Prim ero a prendió
a obedecer en las cosas pequeñas, y así luego pudo obedecer
e n la s cosa s m á s difícile s.
Pue s nosotros igua l. Te ne m os que a pre nde r de sde
pe que ños a se r ta n obe die nte s com o Je sús.
14. 13.- DESCLAVAN A JESÚS Y LO ENTREGAN A SU
MADRE.
¡Qué bonita s son e sa s im á ge ne s e n la s que a pa re ce la
Virgen con su hijo Jesús, ya m uerto, en su regazo, sobre sus
rodillas! Son bonitas, pero dan m ucha pena. De hecho a esas
im á ge ne s de la Virge n se le s sue le lla m a r la Virge n de los
Dolore s. No se dice sólo “dolor”, e n singula r, sino “dolore s”.
Porque la Virge n tuvo m uchos dolore s. No sólo ve r cóm o
m oría su Hijo. Sino que tam bién a Ella le duele cada vez que
tú y yo ha ce m os a lgo m a lo. Porque Ella ta m bié n e s nue stra
Ma dre , y ca da ve z que ha ce m os a lgo m a lo a nue stra m a dre
le due le .
Im a gína te cuá ntos dolore s pa só Ella , que e s la m a dre
de toda s la s pe rsona s de todos los tie m pos. Por e so he m os
de procura r porta rnos ca da vez m ejor. Y a sí le da rem os sólo
a le gría s.
15. 14.- DAN SEPULTURA AL CUERPO DE JESÚS.
A Jesús le llevan a enterrar a un sepulcro que está cerca,
e n un ja rdín. Ese se pulcro no tie ne pue rta ; lo que ha ce de
pue rta e s una pie dra e norm e que tie ne n que m ove r e ntre
va rios. Y a hí se que dó e se vie rne s… ha sta e l te rce r día , que
fue e l día que re sucitó.
Por e so a e se te rce r día se le lla m a de sde e ntonce s “e l
día del Señor” (eso es lo que significa la palabra “Dom ingo”).
Y por eso el dom ingo es el día m ás im portante de la sem ana.
¡El dom ingo sie m pre e s fie sta ! Es un día de de sca nso y de
alegría. Y es el día para poder ir con toda la fam ilia a participar
en la Santa Misa, y así darle gracias por todo lo que ha sufrido
por nosotros, y porque con su Re surre cción nos ha a bie rto
la s pue rta s de l Cie lo.
Y así aprenderé la lección m ás im portante de la Sem ana
Sa nta : “Je s ú s , ¡cu á n to m e qu ie re s !”