El documento discute varias amenazas que enfrentan las especies en peligro de extinción, incluyendo la contaminación genética por la introducción de especies no nativas, la depredación y competencia de estas especies invasoras, y la pérdida y degradación del hábitat. Ejemplos mencionados son la introducción accidental de ratas en barcos y el traslado deliberado de ganado a islas, así como la desaparición del sapo dorado y el declive global de anfibios. La coextinción y la pérd
2. Las especies que se han desarrollado histórica y naturalmente en una región
específica pueden estar amenazadas en gran medida debido al proceso de la
contaminación genética (por ejemplo, la homogeneización o el reemplazo de
los genotipos locales provocada por una introgresión) que podría ocasionar la
introducción de animales o plantas con una ventaja numérica o de aptitudes.[18]
En este caso, especies no nativas pueden dar lugar a la extinción de animales o
plantas nativas debido a su introducción deliberada o a la destrucción de su
hábitat, poniendo en contacto a especies que se encontraban anteriormente
aisladas.
3. Depredación, competición y
enfermedades
El sapo dorado fue visto por última vez el 15 de mayo de 1989.
Desde 1980 se registra un creciente declive en las poblaciones de
anfibios en todo el mundo.
Los seres humanos han trasladado animales y plantas desde un
lugar del mundo a otro durante cientos de años, algunas veces de
manera deliberada (por ejemplo, el ganado llevado a varias islas por
los marineros como fuente de alimento) y otras de manera
accidental (por ejemplo, las ratas que se escapaban de los barcos).
4. Coextinción
Artículo principal: Coextinción.
La coextinción se refiere a la pérdida de una especie debido a la
extinción de otraUn ejemplo sería la desaparición de una especie de
parásito en caso de la extinción de su anfitrión. La coextinción
también puede ocurrir cuando una especie pierde sus polinizadores, o
a los predadores de una cadena trófica en caso de la desaparición de
sus presas
5. Degradación del hábitat
La degradación del hábitat de una especie puede alterar el paisaje adaptativo
hasta el punto que esa especie ya no está en condiciones de sobrevivir y se
extinga. Esto puede suceder por efectos directos (como que el entorno se
vuelva tóxico) o indirectos (limitando la capacidad de la especie de competir
contra nuevos competidores o por disminuida cantidad de recursos).
La degradación del hábitat por toxicidad puede matar a una o varias
especies rápidamente, a través de la contaminación o provocándoles
esterilidad. Esto también puede suceder en períodos de tiempo más largos
con un nivel bajo de toxicidad continua, afectando su expectativa de vida,
su capacidad reproductiva o su competitividad.