1. En un futuro no tan lejano, podremos
sustituir sentidos dañados, caminar «con
la mente», ver en la oscuridad o
transmitir palabras e imágenes con el
pensamiento...
Paula Fernández 1ºA
2. Un cerebro sin ataduras.
Ver colores con lossentidos.
El científicoque experimenta con él
mismo.
Moverse conla mente.
Comunicacióntelepática.
Opiniónpersonal.
3. El Neurocientífico Miguel Nicolelis, de la
Universidad de Duke, un experto en interfaz
cerebro-ordenador, cree que en un futuro
muy cercano nuestro cerebro se liberará de
las restricciones físicas que le impone el
cuerpo y podremos hacer cosas que hace
apenas una década sólo eran imaginables en
el celuloide... La clave está en las ondas
cerebrales que generan las neuronas cuando
trabajan... Y en saber interpretarlas.
4. Neil Harbisson con acromatopsia utiliza
una antena sobre su cabeza, que apunta
hacia donde él mira, envía lo que percibe
a un chip instalado en su nuca. Este chip
convierte las ondas de luz en sonidos que
él puede escuchar a través de los huesos
del cráneo. Su cerebro aprendió a
interpretar los sonidos
5. Basándose en esta capacidad de nuestra
cerebro, Kevin Warwick se propone dotar
a nuestro cerebro de “sentidos”
adicionales por medio de implantes de
silicio para mejorar su capacidad o para
aplicar la tecnología informática en
beneficio de las personas con alguna
patología o discapacidad. Profesor de
Cibernética de la Universidad de Reading,
en Inglaterra, él mismo se ha implantado
chips y ha sido capaz de detectar a ciegas
la proximidad de objetos.
6. Miguel Nicolelis, de la Universidad de
Duke, se ha marcado un reto. El saque de
honor del Campeonato del Mundo de
fútbol de Brasil podría llevarlo a cabo un
adolescente parapléjico. Un traje
especial y un ordenador situado en una
mochila colgada a su espalda, le
permitirán caminar. Se servirá para ello
de sus ondas cerebrales. Las señales
eléctricas procedentes de su cerebro se
convertirán en órdenes digitales que
accionarán los motores del traje, al que
Nicolelis llama exoesqueleto.
7. Nicolelis cree que el control de los
ordenadores a través de las ondas cerebrales
permitirá también unir mentes y
comunicarnos sin palabras. De momento en
su laboratorio ya han logrado conectar los
cerebros de dos ratas para que se transmitan
entre sí información que les permita realizar
tareas sencillas, como averiguar qué palanca
presionar para obtener un premio.
Nuestros estudios previos con interfaces
cerebro-máquina nos permitieron comprobar
que el cerebro se adapta fácilmente a
recibir señales que le llegan desde
dispositivos externos e incluso aprende a
procesar una luz infrarroja invisible
generada por un sensor artificial. Por eso
nos planteamos si también podría asimilar
las señales procedentes de otro cerebro.