Este documento ofrece consejos para dejar ir las cosas del pasado que ya no son útiles en el presente. Sugiere hacer una lista de "asuntos no resueltos" como decisiones, actividades o relaciones del pasado y decidir terminarlos, delegarlos o eliminarlos para liberar energía para el futuro. También recomienda revisar las relaciones cercanas y decidir con quiénes continuar y en qué nivel de cercanía emocional. Propone usar un esquema de círculos concéntricos para graficar las fuentes de afecto.

1. ABANDONANDO LAS
MOCHILAS
Nº 1: Marzo de 2008
Boletín
Mensual del
Ippem

2. HÁGALO, DELÉGUELO O ELIMÍNELO:
• Fritz Perls, creador de la Terapia Gestalt, hablaba de los “asuntos no
resueltos” del pasado, que drenan nuestra energía y nos impiden aplicarla
a proyectos valiosos para nuestro futuro: la mente inconsciente sigue
trabajando.
• Pueden ser decisiones, actividades, relaciones o simplemente, desorden,
que necesitan resolución. Haga una lista de ellos y como lo propone el
título de esto, decida una fecha para terminarlo, delegarlo a quien
corresponda o decirle “adiós”, superando el apego. Así liberará energía
para lo que realmente importa. Se puede comenzar con los objetos en su
lugar de trabajo o en su hogar. Cada uno representa algo interno, si no, no
estaría aun allí. Si ordena sus archivos, estantes o roperos y elimina lo
superfluo, sentirá una sensación de alivio y liberación. Y cada vez que vea
el nuevo ambiente, esto se reforzará. Para delegar, antes debemos elegir a
quién hacerlo y verificar que está capacitado para asumirlo o capacitarlo.
• Una revisión de nuestras relaciones cercanas en cada rol nos ayudará a
decidir con quiénes queremos continuar y a qué distancia emocional. El Dr.
Arnold Lazarus hizo un esquema de círculos concéntricos. En el central
(A)los vínculos más íntimos, en el siguiente B, algo menos cercanos. En el
C, sólo pasatiempos, en el D saludos y en el E... nada. Es una forma sencilla
de graficar nuestras fuentes de afecto y “caricias”. En cuanto a despedidas,
suele ayudar escribir una carta dirigida a quien ya no es parte de nuestra
vida, por distintas razones, expresando lo bueno y malo de estas
relaciones, qué sentimos, atesoramos y desechamos (no es necesario leer
personalmente la carta a sus destinatarios. Es para nosotros mismos, para
compartirlo con los seres queridos o en la psicoterapia).