El documento describe un foro realizado en el Senado de México sobre la agenda multilateral de México. El foro contó con la participación de representantes del gobierno mexicano ante organismos internacionales y senadores. Los panelistas discutieron los principales temas de la agenda multilateral como cambio climático, paz y seguridad, y los retos futuros. El objetivo del foro fue difundir y hacer que la política exterior de México sea más conocida entre la población.
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MEMORIAS Foro La Agenda Multilateral de México: logros y retos a futuro
1. MEMORIA DEL FORO
La agenda multilateral: logros y retos a futuro
Senado de la República
Comisión de Relaciones Exteriores, Organismos Internacionales
2. Senado de la República, LXII Legislatura
Publicado en México, en 2014
Senadora Laura Angélica Rojas Hernández
Edificio del Hemiciclo, piso 5, oficina 29
Senado de la República
Av. Paseo de la Reforma 135, colonia Tabacalera, delegación Cuauhtémoc,
México, DF, C. P. 06030
Comisión de Relaciones Exteriores, Organismos Internacionales
Torre de Comisiones, piso 13, oficina 7
Senado de la República
Av. Paseo de la Reforma 135, colonia Tabacalera, delegación Cuauhtémoc,
México, DF, C. P. 06030
Diseño Gráfico
Guadalupe Mondragón Cobos
Fotografías
María Antonieta Santoyo
Ignacio González Anaya
Cuidado de la edición
Juan Ernesto Trejo González
Queda permitida la reproducción parcial o total, directa o indirecta del contenido de
esta obra por tratarse de un texto de divulgación. Sin embargo, deberá citarse la fuente
correspondiente en todo momento.
3. MEMORIA DEL FORO
La agenda multilateral: logros y retos a futuro
Senado de la República
Comisión de Relaciones Exteriores, Organismos Internacionales
4.
5. MEMORIA DEL FORO
La agenda multilateral: logros y retos a futuro
La agenda multilateral:
logros y retos a futuro
Desde la fundación de la Sociedad de Naciones, México ha tenido una destacada participación en
los espacios multilaterales tanto a nivel regional como global. Desde las negociaciones del Tratado
de Tlatelolco, hasta la creación y conformación institucional del Consejo de Derechos Humanos,
pasando por la perenne lucha por la reforma del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas,
nuestro país ha ido creciendo en prestigio e influencia por su compromiso, congruencia y capacidad
para construir y consolidar las instituciones que hacen posible la convivencia y el desarrollo de la
humanidad en nuestra época.
No obstante las aportaciones que México hace de manera cotidiana en los ámbitos
multilaterales, estas son escasamente conocidas y comprendidas en nuestro país. Apenas un
reducido público especializado está al tanto de asuntos por demás relevantes para el mundo. En la
agenda de paz y seguridad o en la de cambio climático; en la definición de la agenda de desarrollo
posterior al 2015; la protección de los derechos humanos o en la forma en la que debemos hacerle
frente al problema mundial de las drogas o la creciente amenaza del crimen organizado, se juega
literalmente la vida de millones de personas, e incluso, la viabilidad de nuestra civilización.
De ahí que la Comisión de Relaciones Exteriores Organismos Internacionales, que es el
órgano del Senado de la República responsable de dar seguimiento a la política exterior de México
en los espacios multilaterales, ha querido contribuir junto con la Secretaría de Relaciones
Exteriores y otros actores interesados en ayudar a la difusión y comprensión de esta agenda.
Así es como el pasado 10 enero de 2014, en el marco de la reunión anual de Embajadores y
Cónsules, se llevó a cabo en el Senado de la República el panel “La Agenda Multilateral de México:
Logros y Retos a Futuro” convocado de manera conjunta por la Comisión de Relaciones Exteriores
Organismos Internacional; la Secretaría de Relaciones Exteriores; la Asociación Mexicana de
Estudios Internacionales, A.C. (AMEI); el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI)
y por la revista Foreign Affairs Latinoamérica. En dicho panel, representantes de México ante los
organismos internacionales conversaron sobre los principales temas de la agenda multilateral en
curso, así como de las posturas oficiales al respecto, a pocos días de haber concluido la Sexagésima
Octava Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas e iniciado el proceso de
reforma de la Organización de los Estados Americanos.
El presídium del foro se compuso por la senadora Laura Angélica Rojas Hernández,
presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores Organismos Internacionales del Senado
mexicano; el senador José Rosas Aispuro Torres, vicepresidente de la Mesa Directiva del Senado de
la República; el embajador Juan Manuel Gómez-Robledo Verduzco, subsecretario de Asuntos
Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores; el senador Alejandro
Encinas, presidente de la Comisión de Estudios Legislativos, Segunda; la doctora Claudia Calvin
Venero, directora general del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales; la maestra Consuelo
Dávila Pérez, presidenta de la Asociación Mexicana de Estudios Internacionales, y el maestro
Genaro Lozano, subdirector de Foreign Affairs Latinoamérica.
Los panelistas fueron el embajador Jorge Lomónaco Tonda, representante permanente de
México ante los Organismos Internacionales con sede en Ginebra; el embajador Luis Alfonso de
Alba Góngora, representante permanente de México ante los organismos internacionales con sede
en Viena, y el embajador Emilio Rabasa Gamboa, representante permanente de México ante la
Organización de los Estados Americanos.
6. El evento contó con la presencia del senador Manuel Camacho Solís; del cuerpo
diplomático acreditado en México; de funcionarios y representantes de diversas instituciones del
gobierno de la República, como los diputados Agustín Barrios Gómez y Eloy Cantú Segovia de la
Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados; así como de instituciones
académicas y educativas, y de organismos de la sociedad civil.
Con estas memorias se inaugura la serie de publicaciones “Parlamento y Política Exterior
Multilateral” que esperamos sea prolífica y útil en la tarea de difusión y comprensión de la
importancia del trabajo de los organismos multilaterales, pero sobre todo, en abonar a la
formación de una ciudadanía con una mayor conciencia y compromiso sobre los retos que
afrontamos como humanidad, más allá de nuestras fronteras.
MEMORIA DEL FORO
La agenda multilateral: logros y retos a futuro
7. Índice
Bienvenida: Senadora Laura Angélica Rojas
Senador José Rosas Aispuro
Subsecretario Juan Manuel Gómez-Robledo
Embajador Luis Alfonso de Alba
Comentario del subsecretario Juan Manuel Gómez-Robledo
Embajador Jorge Lomónaco
Comentario del subsecretario Juan Manuel Gómez-Robledo
Embajador Emilio Rabasa
7
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23
27
29
MEMORIA DEL FORO
La agenda multilateral: logros y retos a futuro
9. MEMORIA DEL FORO
La agenda multilateral: logros y retos a futuro
7
Bienvenida
Senadora Laura Angélica Rojas Hernández
Presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores,
Organismos Internacionales
Para la Comisión de Relaciones Exteriores Organismos Internacionales, es un enorme gusto
comprobar que hay un gran interés en la política exterior de México en el ámbito multilateral.
Agradezco de manera muy especial al canciller José Antonio Meade, al subsecretario Juan Manuel
Gómez-Robledo y a los embajadores panelistas por haber hecho posible este diálogo y, sobre todo,
por su disposición al trabajo conjunto que hemos realizado en lo que va de esta Legislatura;
también, por supuesto, agradecer al COMEXI, a la AMEI, a la revista Foreign Affairs Latinoamérica y
a la Mesa Directiva del Senado de la República por ser parte fundamental de esta iniciativa.
Paradójicamente, la acción multilateral, que es la que más ha dado renombre y trascen-dencia
a la diplomacia mexicana, es una de las áreas que recibe menos seguimiento y atención de la
opinión pública nacional. Creemos que es tiempo de revertir esta tendencia, esa es la razón
principal de este panel: “La agenda multilateral de México: logros y retos a futuro”.
Desde el Senado queremos contribuir para que la política exterior de México se conozca, se
comprenda y se acompañe mejor, no sólo por parte de las y los senadores, quienes estamos cada vez
más interesados en participar en los procesos internacionales de negociación, y no sólo en los
resultados de esta, sino por parte de la población en general.
Actualmente, hay actores importantes del quehacer público que aparentemente no tienen
una vinculación directa con la política exterior, pero justamente de eso se trata, de que cada vez más
personas estén involucradas y le den seguimiento a los temas. Destaco esta mañana la presencia de
Gerardo Laveaga, Comisionado Presidente del Instituto Federal de Acceso a la Información y
Protección de Datos (IFAI); la de Pascal Beltrán del Río, director del diario Excélsior, quien ha
mostrado un interés constante en los temas de política exterior; la de Cecilia Romero, secretaria
general del Partido Acción Nacional y quien como legisladora ha trabajado los temas de política
exterior; la de la diputada Amalia García, miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores de la
Cámara de Diputados; y la de los colegas senadores Alejandro Encinas y Manuel Camacho.
Las relaciones bilaterales con otros gobiernos son y seguirán siendo importantes, pero
estoy convencida de que, en el mundo interdependiente y globalizado de nuestro tiempo, los temas
más complejos, los que más afectan la seguridad y el bienestar, sólo pueden atenderse a través de la
concertación multilateral. Así hablemos de cambio climático, de asuntos de paz y seguridad, de
control de armamentos, de combate al crimen organizado transnacional, de los movimientos
migratorios o de la crisis alimentaria, todos ellos requieren de un tratamiento y de una atención de la
comunidad internacional organizada.
Aquí, además de demostrar la relevancia de la concertación multilateral, cabe plantear un
primer cuestionamiento delicado, y es si las instituciones multilaterales existentes, sobre todo la
Organización de las Naciones Unidas y la Organización de los Estados Americanos, se encuentran a
la altura de las condiciones y con las capacidades que demanda el mundo de nuestro tiempo.
Creemos, por ello, que México puede y debe seguir asumiendo mayores responsabilidades en los
foros internacionales. El prestigio que ha construido a lo largo de décadas es innegable: cada una de
las administraciones que ha gobernado nuestro país puede ser identificada por su contribución en
el tratamiento de temas globales. Considero que ninguna administración puede ostentar ni todos
los logros ni todos los errores.
A más de un año del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto y de haber planteado como
eje de la política exterior hacer de México un actor con mayor responsabilidad global, resulta de
particular interés conocer las iniciativas concretas que están desarrollándose para alcanzar dicho
objetivo. Para ello, confío en que el diálogo del día de hoy en este panel “La agenda multilateral de
México: logros y retos a futuro” resultará de utilidad para profundizar la estrategia que tendrá el
gobierno en materia multilateral.
11. Senador José Rosas Aispuro Torres
Vicepresidente de la Mesa Directiva del Senado de la República
México vive procesos de transformaciones importantes de carácter legal que se están realizando
para permitir que se pueda insertar de manera más clara y dinámica en el escenario mundial.
Creo que el Poder Legislativo mexicano, y particularmente el Senado, atendiendo la
responsabilidad constitucional y legal que tiene para dar seguimiento a la política exterior dictada
por el Ejecutivo Federal, indudablemente ha estado muy activo para poder llevar a cabo una serie de
acciones, como cambios legales que durante muchos años no habíamos logrado, y en los consensos
que se dieron para que las reformas permitan que México se convierta en un país más competitivo y
de esta forma se pueda insertar de manera mucho más importante en estos cambios que se dan en el
ámbito internacional. Y gracias al trabajo conjunto con la opinión pública, podremos tener cada día
mejores instrumentos para dar seguimiento a esa política internacional.
Hemos apoyado al Ejecutivo Federal, al presidente Enrique Peña Nieto, en los diferentes
nombramientos que ha hecho de cónsules y embajadores en diferentes partes del mundo, y lo
hemos realizado con responsabilidad, de tal forma que de manera conjunta podamos analizar los
diversos problemas que hoy se viven en el mundo.
Nuestro país se ha distinguido desde hace varios años por utilizar a los foros
internacionales como espacios de concertación y sinergia para abordar problemáticas que no
pueden ser resueltas de manera unilateral. Sin lugar a duda, México se ha consolidado como un
actor reconocido y respetado en los foros multilaterales, como lo mostró nuestra participación en el
Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, nuestra exitosa participación en la COP-16 en 2010 y
2011, y la presidencia del G-20 en 2012.
Es notable el activismo propositivo de México, quien ha buscado colocarse como un actor
fundamental en la construcción de puentes y consensos en el ámbito multilateral ante los desafíos y
las amenazas a los que el mundo contemporáneo les hace frente. De la misma manera, estas
acciones han posicionado al país como un actor clave en el sistema internacional en concordancia
con sus capacidades y de acuerdo a los temas y retos que la sociedad global exige.
Sin embargo, actualmente, las crecientes problemáticas transnacionales requieren de
apremiantes respuestas contundentes, coordinadas y encauzadas. Dentro de los grandes retos de
la agenda internacional siguen presente el cambio climático, el desarrollo económico y social, la
reducción de la pobreza, el combate al crimen organizado, las amenazas a la seguridad y la paz
internacionales, así como la defensa de los derechos humanos, la migración, la lucha contra la
corrupción, la expansión del comercio justo y el empleo.
Estos grandes temas son abordados y discutidos como asuntos prioritarios en la agenda de
diversas comisiones del Senado de la República. De esta forma, el trabajo que hacemos los
legisladores va de la mano con las necesidades y las exigencias del ámbito internacional.
Finalmente, nuestra tarea es promover el fortalecimiento y la efectiva aplicación de los
instrumentos internacionales, así como la generación de leyes y acuerdos que repercutan
positivamente en el bienestar de nuestros nacionales y de la población mundial.
MEMORIA DEL FORO
La agenda multilateral: logros y retos a futuro
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13. Juan Manuel Gómez-Robledo Verduzco
Subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos
Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores
México ha tenido desde la Sociedad de Naciones a la que se integró un poco más tarde que sus
miembros fundadores una actividad multilateral muy destacada por razones de nuestra vecindad;
por razones de nuestra vocación, y por haber decidido no fundar nuestra seguridad en un ejército,
sino más bien fundar nuestra seguridad en el derecho internacional. México ha contribuido de
manera muy relevante al desarrollo de la agenda multilateral; a la creación y a la consolidación de los
organismos multilaterales. Somos miembros fundadores de Naciones Unidas (ONU), no todo
mundo puede presumir de ello, y somos miembros fundadores de la Organización de los Estados
Americanos (OEA).
La OEA existe porque en México se propuso que hubiera un espacio regional importante.
Fue en la Conferencia de Chapultepec en donde se analizó el proyecto de la Carta de Naciones
Unidas y en donde México convocó a la Conferencia Interamericana sobre Problemas de la Guerra y
de la Paz para llegar a San Francisco en 1945 con una propuesta de coordinación mundial en la que la
organización regional, el capítulo VIII de la Carta, tenía para México un valor muy especial.
Las contribuciones de México se miden por el andamiaje jurídico institucional que hoy en
día rige al mundo, y ese andamiaje jurídico institucional abarca absolutamente a todas las áreas. No
hay tratado multilateral que no tenga alguna contribución mexicana importante, aún cuando no
hayamos sido los que tomamos la iniciativa para ese tratado. El activismo mexicano y la fe en el
derecho internacional nos llevaron siempre a ser muy propositivos.
En ocasiones nos tardamos en ser parte de esos tratados. La agenda de derechos humanos
es quizás la más clara: el cómo México tardó tanto en ratificar o incorporarse al conjunto de tratados
de este rubro. En realidad, hubo dos grandes olas de ratificaciones: la primera en los ochenta, bajo el
liderazgo de Jorge Castañeda, y la del inicio de este milenio, durante la primera alternancia política
en México que nos permitió completar nuestra vinculación a tratados de importancia, como el
Estatuto de Roma que creó la Corte Penal Internacional.
Aún así, lo que queda por ratificar en México es realmente muy poco. Las contribuciones
del país al andamiaje jurídico institucional son realmente muy relevantes. La negociación y la
entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte hace veinte años y el ingreso
de México a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos fueron decisiones muy
importantes, tanto de política interna, como de política exterior. Asimismo, las dos alternancias
políticas que hemos vivido en México explican una serie de modificaciones absolutamente
naturales en las prioridades, los énfasis, y a veces los cambios importantes respecto de posiciones
que habíamos tenido antes, como la de no participar como miembro del Consejo de Seguridad, y
ahora, en cambio, sí participar lo más seguido que se pueda porque consideramos que la
participación de México, como actor con responsabilidad global, no se concibe si no somos parte de
manera regular de todos los órganos que tengan alguna relevancia en la agenda multilateral.
Respecto a esto, ¿qué duda cabe que el Consejo de Seguridad sigue siendo, a pesar de algunos
fracasos, un órgano multilateral y supranacional cuyas decisiones son absolutamente obligatorias
para todos los Estados miembros de Naciones Unidas? Este tiene un papel fundamental en el
mantenimiento de la paz y la seguridad internacional, y las contribuciones de México a este
Consejo, tanto en 2002-2003, como en 2009-2010, fueron realmente muy importantes y apreciadas.
Hoy México vive un momento especial de grandes transformaciones que nos obliga
precisamente a ser todavía más activos. Si en efecto México dispuso para su desarrollo nacional una
mejor inserción en el mundo, esta debe acompañarse de un mayor activismo en los temas que
consideremos que son de especial relevancia para nosotros.
MEMORIA DEL FORO
La agenda multilateral: logros y retos a futuro
11
Los Embajadores
14. A pesar del nivel de desarrollo de México, con su condición de país de renta media alta, el
país sigue necesitando la presencia, la cooperación y el acompañamiento de los organismos
multilaterales, y por eso no es de extrañarse que tengamos en nuestro territorio a más de veinte
agencias del sistema multilateral que trabajan todos los días mano a mano con el gobierno Federal,
con los gobiernos estatales y con los gobiernos municipales.
Seguimos y seguiremos necesitando de ese acompañamiento, que es muy distinto al que
puede ocurrir o al que ocurre con países de menor nivel de desarrollo. Un acompañamiento que
tiene mucho que ver con la elaboración de políticas públicas, y que nos compromete a seguir
incorporando lo mejor de los estándares, las prácticas y las experiencias internacionales. Lo
anterior es gracias a Naciones Unidas, a la OEA y al conjunto de organismos presentes en nuestro
país. Por ejemplo, el acompañamiento que hemos recibido de los organismos multilaterales en
temas de derechos humanos ha sido fundamental para los avances que ha registrado México en
este tema.
Otra cosa que nos compromete todavía más con una agenda multilateral activa es la
reforma constitucional de 2011 en materia de derechos humanos, que es una auténtica revolución
jurídica porque pone a los tratados al mismo nivel de la Constitución. Esto tiene un impacto muy
importante en la relación del Ejecutivo Federal con el Senado de la República, porque a partir de
ahora no sería responsable enviar al Senado un tratado para que lo considere y eventualmente lo
apruebe si no lo acompañamos, por lo menos, de un dictamen de impacto legislativo, y eso es algo
que debemos hacer.
No podemos seguir enviándole al Senado docenas de tratados sin preocuparnos de ver de
qué manera impacta en la legislación secundaria; podemos, evidentemente, pero no somos
irresponsables como para enviar tratados que violen la Constitución. Eso jamás lo hemos hecho.
Ahora, todo juez mexicano, federal o local, tiene la obligación de cerciorarse que sus decisiones no
sólo sean conforme a la ley mexicana, sino también al tratado internacional; asimismo, tienen la
obligación de preferir la norma que más proteja a la persona -el principio pro homine-. Por todo
esto, tenemos que tener un nuevo tipo de relación de trabajo con el Senado de la República y me
congratulo de la nueva relación entre el Poder Ejecutivo y el Senado, como se demostró, por
ejemplo, con la ratificación del Tratado de Comercio de Armas.
La senadora Laura Rojas y otros legisladores acompañaron la negociación en su fase
crucial a principios de 2013, en Nueva York, y pudieron conocer de primera mano los contenidos
del Tratado. Prueba de la eficiencia de estos nuevos mecanismos es cuando el Ejecutivo pidió al
Senado, en un plazo muy corto, revisar el Tratado para que pudiese ser eventualmente ratificado,
y el instrumento de ratificación fuese depositado por el Presidente de la República y por el
Canciller, había ya todo un andamiaje y conocimiento de la materia.
Debemos pensar en que la delegación de México debe estar compuesta, en la medida en
que así lo deseen, de senadores y diputados para que el Poder Legislativo tenga una amplia
participación, al igual que las organizaciones de la sociedad civil. Ahora, nos hemos dado a la tarea
de invitar cada vez más a estas para integrarse a la delegación oficial. Lo hicimos en Varsovia, en la
Conferencia de Cambio Climático, y lo seguiremos haciendo siempre para los temas de derechos
humanos y de la mujer. Por ejemplo, la diputada Amalia García nos acompañó a Ginebra, en
octubre de 2013, cuando presentamos el informe de México ante el mecanismo de evaluación
periódica universal del Consejo de Derechos Humanos. Una delegación plural del Senado y de la
Cámara de Diputados también asistió. La senadora Angélica de la Peña, por ejemplo, como
presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, fue parte. En resumen, todo eso ha hecho de
México un actor que en efecto se distingue de los demás países en Naciones Unidas.
Ahora bien, en la ONU no hay actor pequeño, todos y cada uno de los 193 Estados
miembros tienen algo que aportar a la construcción de los acuerdos, porque de eso se trata, todo el
día estamos tratando de construirlos. Algunos desembocan en la elaboración de tratados,
jurídicamente vinculantes, otros no y quedan como simples acuerdos políticos, pero no por eso
menos eficaces. Por ejemplo, las políticas públicas a favor de la mujer vienen directamente de la
Conferencia de Pekín, cuyo resultado no es jurídicamente vinculante.
MEMORIA DEL FORO
La agenda multilateral: logros y retos a futuro 12
15. En la construcción de acuerdos hay distintas maneras de trabajar, pero todas confluyen
hacia el mismo objetivo. No se puede llevar una negociación siempre entre los 193 miembros, por
ello es que hay grupos de trabajo -algunos más informales que otros- que siempre están abiertos a la
participación de quien quiera estar presente.
Los acuerdos se van forjando en grupos relativamente pequeños, pero lo importante es
asegurar que, al final del proceso, el foro universal se haya desarrollado de manera tal que el
resultado goce no sólo de legalidad, sino de legitimidad, la cual es la mejor garantía para la ONU o la
OEA, a pesar de muchas crisis de credibilidad en las que han caído, producto de los fracasos en
donde se culpa a los Estados miembros y, desde luego, nunca a los funcionarios internacionales.
Esas crisis han llevado a que se piense que los organismos de composición más limitada, las
instancias más informales, las menos pesadas en su burocracia pueden reemplazar el papel que
desempeñan los organismos formales. Eso no va a ocurrir, porque uno podrá, a lo mejor en el
contexto del G-20, discutir de seguridad alimentaria y comprometer una serie de políticas y
decisiones entre los países que están ahí representados, y sin duda tendrán un peso muy
importante en la escena mundial, pero al final todo pasará por el foro universal, en este caso, por la
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que también se
ocupa de manera muy importante de los temas de seguridad alimentaria.
En estos 20 años, México ha sabido, con base en la gran tradición y en las grandes
contribuciones que ha hecho al orden mundial, trabajar de una manera eficiente y creativa en el foro
formal y en el informal, buscando siempre sacar lo mejor de los dos. Esto ha consolidado a México
como un actor que de manera muy destacada tiene la virtud de generar acuerdos y tender puentes
entre tirios y troyanos.
La virtud de la diplomacia mexicana se desarrolló en las grandes mediaciones de México en
Centroamérica en los años ochenta, lo que le generó un enorme respeto, sobre todo por su apego al
derecho internacional. Y ahora, si algo se nos reconoce es la gran congruencia: cuando un actor es
congruente es un actor predecible y por lo tanto confiable. La congruencia y la predictibilidad llevan
naturalmente a la confianza.
Al final, no hay tema importante en donde no seamos siempre llamados a participar. Somos
uno de los 15 países que podrían llamarse indispensables. Suena pretencioso, desde luego, porque
insisto con que no hay actor pequeño, y en el Consejo de Seguridad lo hemos visto: los pequeños
países también tienen una participación muy notable, por ejemplo, los llamados microestados, que
con dificultad se perciben en el mapa, como Liechtenstein, que tiene una participación activa en
Naciones Unidas y apenas cinco embajadas en el mundo -una de ellas es la representación en la ONU
y tiene un papel muy destacado en varios temas-. Un país de ese tamaño escoge muy bien en qué
temas se mete y en cuáles no, un país como México realmente se tiene que meter en todo.
Entonces, la agenda de estos años estará dominada por los temas de desarrollo post-2015.
Durante los próximos dos años, hasta finales de 2015, se llevarán a cabo las negociaciones para
definir los nuevos objetivos de desarrollo sostenible que sustituyan a los actuales.
México, como saben, fue sede en Puerto Vallarta de una reunión sobre la reforma del
Consejo de Seguridad, un tema muy importante acerca de la arquitectura multilateral que no
acabamos de resolver. Llevamos más de 20 años con esa discusión. También, México, fiel a su
tradición de promoción del desarme, va a ser sede de una conferencia sobre el impacto humanitario
de una explosión nuclear.
Concluyo simplemente con un llamado que hizo la senadora Laura Rojas: tenemos que
difundir mejor la agenda multilateral y discutirla, debatirla, criticar lo que hace el gobierno, porque
no todo lo que hacemos es bueno necesariamente; tenemos buenas intenciones, pero a veces no los
mejores resultados. Y esto es cierto, es paradójico que la agenda que probablemente más
credenciales y prestigio le ha dado al país es la menos conocida en el interior de este, en las escuelas
y en las universidades.
MEMORIA DEL FORO
La agenda multilateral: logros y retos a futuro
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17. Misión Permanente de México ante los
Organismos Internacionales con sede en Viena
“La Misión Permanente de México en Viena es la representación del Estado
Mexicano ante los organismos internacionales que tienen su sede en esta ciudad, y que
tiene a su cargo la promoción de la colaboración y los intereses de México con y en estos
organismos.
Por medio de ella, México participa en conferencias y reuniones técnicas, negocia
tratados, convenios y acuerdos internacionales, formula e implementa posiciones y
lineamientos sobre los temas y actividades de los mismos y apoya proyectos de
cooperación. En general, coadyuva a una presencia continua y sistemática de nuestro
país en estos organismos internacionales y a una mayor colaboración con otros países
miembros de los mismos. Algunos de estos organismos en los que la Misión representa
a México están la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, la
Comisión Preparatoria de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de
los Ensayos Nucleares (CTBTO), la Organización de las Naciones Unidas para el
Desarrollo Industrial (ONUDI), la Comisión de las Naciones Unidas para el
Derecho Mercantil Internacional (CNUDMI), el Organismo Internacional de
Energía Atómica (OIEA), el Comité sobre la Utilización del Espacio Ultraterrestre
con Fines Pacíficos (COPUOS), la Academia Internacional Anticorrupción
(IACA), el Arreglo de Wassenaar y el Grupo de Suministradores Nucleares
(NSG).”
Misión Permanente de México ante los Organismos Internacionales con sede en Viena,
Secretaría de Relaciones Exteriores
MEMORIA DEL FORO
La agenda multilateral: logros y retos a futuro
15
Luis Alfonso de Alba Góngora
Embajador de México en Austria y ante los Organismos
Internacionales con sede en Viena
18. Luis Alfonso de Alba Góngora
Embajador de México en Austria y ante los Organismos
Internacionales con sede en Viena
Si no se conoce la acción de México -y creo que por lo menos tendríamos que ser cuidadosos de
considerar todo lo logrado a partir de los setenta cuando decidimos tener una política más activa-es
en gran medida responsabilidad de los que no hemos difundido de manera sistemática los
logros, los retos y las dificultades a las que les hemos hecho frente.
Además de los momentos importantes en la diplomacia multilateral en áreas como las del
desarme, el desarrollo progresivo del derecho internacional, las contribuciones más específicas en
momentos críticos en el Consejo de Seguridad -como el papel que México desempeñó cuando
había un intento por invadir Irak y desde el Consejo se impulsó que el Estado de derecho y el
derecho internacional prevalecieran-, también es muy importante y meritorio que recordemos no
sólo aportaciones a diversas iniciativas sino las que hemos liderado. Del pasado, recordaría en
particular la labor de México en materia de protección de los derechos de los trabajadores
migratorios. La Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de todos los
Trabajadores Migratorios y de sus Familiares es obra de México; de los mexicanos, y eso creo que
hay que reivindicarlo.
Hay temas que no estarían en la agenda de Naciones Unidas si no fuera por México. Esa
lista o recopilación de iniciativas y de esfuerzos necesita difundirse mucho mejor en México, como
las contribuciones más recientes a la creación del Consejo de Derechos Humanos, por ejemplo, en
la que me tocó desarrollar algún papel; la COP-16 y los acuerdos de Cancún en materia de cambio
climático; medidas e ideas totalmente innovadoras que si México no hubiera puesto en la mesa no
estarían hoy en discusión, como el Tratado sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad,
por ejemplo, o la agenda de los pueblos indígenas que no tiene todavía un instrumento vinculante,
pero que sí tiene una declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de dichos pueblos.
Asimismo, es importante ver hacia adelante y reconocer que la consistencia y la
congruencia son la clave, pues son las herramientas más importantes de una política exterior, ya
que si esta no es predecible, no será respetada. Una política exterior que va en vaivenes genera
desconfianza, y por ello es importante entender que estamos entrando en una etapa en donde
tenemos que consolidar lo alcanzado. Para esto, el presidente Enrique Peña Nieto nos ha invitado a
asumir mayores responsabilidades globales para ampliar y fortalecer lo que se ha hecho en todas
aquellas áreas donde ya nos hemos distinguido y tenemos un peso específico, porque desde luego
esa agenda sigue siendo vigente, aunque después tendrá que reconocerse que no ha cubierto todos
los temas o regiones del mundo que podría haber incorporado. La política exterior de México, con
la multilateral incluida, ha relegado muchos de los temas de interés, por ejemplo, en las zonas de
conflicto como el Medio Oriente o el continente africano, en donde la participación mexicana ha
sido limitada.
Entonces, lo que debería hacerse es identificar aquellas acciones que le puedan dar más
responsabilidades a México y pueda ser percibido realmente como un país que se interesa en
temas que afectan a muchos más países; que dejemos de concentrarnos sólo en algunos temas,
como la visión que favorecía a la concertación latinoamericana, que si bien se debe mantener, no es
exclusiva de lo que necesitamos.
Empezaría inmediatamente por los temas de Viena y la agenda de Naciones Unidas. Viena
es parte de los procesos de la ONU y no se entenderían muchas de las cosas que pasan ahí sin los
hechos y acontecimientos que se desarrollan en el marco de Naciones Unidas, ya sea en Nueva
York, Ginebra o Nairobi.
Dentro de esa agenda, el tema de desarrollo post-2015, desde la perspectiva de Viena, tiene
implicaciones porque ahí se ven los temas de energía, desde lo nuclear hasta los esfuerzos por
MEMORIA DEL FORO
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19. MEMORIA DEL FORO
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hacerla accesible y utilizarla como una herramienta para el combate a la pobreza, pero también
porque hay esfuerzos importantes para desarrollar energías renovables.
Eso se está haciendo a través del Organismo Internacional de Energía Atómica, pero
también desde un esfuerzo liderado por el secretario general Ban Ki-moon y con el apoyo de un
funcionario internacional muy destacado que hasta hace poco tiempo era el Director General de la
Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) y que ahora ha tomado
como única tarea la promoción de la agenda energética a través de un mecanismo novedoso: en
Viena se ha creado un organismo no necesariamente gubernamental, sino mixto, que va a tener
participación directa y plena del sector privado y de otros actores no gubernamentales.
También, a través de la ONUDI y con su nuevo Director, un ciudadano chino con una visión
fresca y con un gran apoyo de su gobierno nacional, el tema de la industrialización será
fundamental, así como también se reconoce la importancia para los países en desarrollo de no basar
su crecimiento simplemente en la captación de recursos que, lamentablemente, en la mayoría de los
casos vienen de materias primas que no generan tecnología ni conocimiento en los países.
Esas son las aportaciones fundamentales. Evidentemente, faltaría otra que va a
desarrollarse quizás en una segunda etapa y que tiene que ver con el tema del combate a las drogas y
al crimen organizado, y la reducción de la criminalidad en general. Viena es sede de las oficinas de
Naciones Unidas que apoyan estos trabajos.
En particular, el fortalecimiento y desarrollo de la Convención de Palermo y sus protocolos
que, por cierto, incluyen dos muy importantes para México: uno sobre tráfico de personas -tráfico
en el sentido americano o trata en el sentido mexicano- y el otro sobre tráfico, en el sentido
mexicano, que sería contrabando en el sentido americano. Esta es una confusión que se presta en
esos dos protocolos. El otro protocolo es sobre producción y tráfico ilícito de armas de fuego, el cual
justamente México promovió.
El tema de la agenda post-2015 presenta enormes retos. El gran problema de esta es que
incluiría los objetivos del milenio, pues por más que en la retórica lo hemos reiterado muchas veces,
cuando se habla de una agenda integral, realmente no logramos equilibrar los componentes social,
económico y ambiental. Y en esta ocasión tenemos la oportunidad de encontrar ese equilibrio y de
hacer del tema del desarrollo sustentable un ejercicio que nos lleve a otros niveles.
Si se consulta la agenda de objetivos del milenio, esta ha sido indudablemente útil, pero
muy limitada en su concepción, y diría que, incluso, atiende a las necesidades de un número muy
limitado de países: los más pobres. La nueva agenda tiene que tener necesariamente un carácter
universal, tiene que empezar por reconocer que no hay país que haya alcanzado todos los logros y
menos en esos tres campos, y menos aún de una manera equilibrada.
El tema de cambio climático no sólo es un tema ambiental, también implica la trans-formación
del modelo de producción y de consumo, así hay que entenderlo, vincularlo con los
esfuerzos de financiación para el desarrollo y darle seguimiento a iniciativas. Por ejemplo,
nuevamente para referirlo a México, está la Conferencia de Monterrey, que generó un consenso en
la materia y que hay que reforzar, aunque también hay que incorporar la agenda propiamente social.
El tema del crimen y las drogas debe ir un poco más allá, debe incorporar la agenda de
derechos humanos, la promoción del Estado de derecho y desde luego elementos que permitan la
consolidación de procesos democráticos mucho más ambiciosos.
Esa nueva agenda tiene implicaciones, tanto para países desarrollados como para países en
desarrollo. También tiene, y quisiera subrayarlo, un tratamiento particular para economías de
tamaño medio, y ahí a México le corresponde desempeñar un papel muy importante. El país no
puede seguir desenvolviéndose en la escena internacional como un país en desarrollo. No es un
tema de si somos o no miembros del Grupo de los 77, es un tema que tiene que ver con el tamaño del
país, con el tamaño de su economía y su capacidad de aportación en todos los órdenes y temas de la
agenda, y ahí es donde encaja el tema de la responsabilidad de México con otros países. En ese
sentido, hay que dividir las agrupaciones a nivel internacional por lo menos en tres, sino es que en
más: desarrollados, sí, y entre países en desarrollo y en emergentes, o el título que ustedes
20. prefieran. Asimismo, además de la agenda de desarrollo y muy vinculado a ella, México tiene que
ser mucho más agresivo en la promoción de iniciativas.
A finales de 2013 se logró por primera vez en muchos años la aprobación de un documento
sobre migración y desarrollo. Esto parecía imposible, pues en Naciones Unidas se habían opuesto
numerosos países, particularmente los desarrollados. Aquí el tema fue entrar y acordar un curso a
seguir en un texto escrito. Esto fue nuevamente por una iniciativa mexicana. Por ello, el gobierno
debe darle continuidad y nosotros, los interesados, debemos seguir metiendo de lleno el tema en
Naciones Unidas, pues este era uno de los temas excluidos de la agenda.
Otro de los temas fundamentales que debemos empujar en los próximos meses es el tema
de los derechos de los pueblos indígenas. Este año habrá una Conferencia Mundial en septiembre
que, lamentablemente, si leemos con cuidado la resolución, esta dice que será una sesión especial
de la Asamblea General que deberá conocerse como Conferencia Mundial, pero no será
forzosamente una. Por lo menos tenemos el título y el espacio, y México es el único país que ha
ofrecido ser sede de una reunión preparatoria.
En esa reunión preparatoria, pueblos indígenas de todas las regiones del mundo y desde
luego los grupos de interés que los han apoyado tienen la responsabilidad de identificar cómo
implementar la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de Naciones Unidas,
tienen la responsabilidad de encontrar mecanismos específicos, y hay uno que me gustaría
destacar para fines del Senado y de la Cámara de Diputados, que es el tema de la consulta.
La Declaración Universal hace un énfasis particular y reconoce la importancia para los
pueblos indígenas de los procesos de consulta, la cual no se limita simplemente en la descripción
del término, sino que incluye el consentimiento previo e informado de todas las decisiones que los
afecten. Esto es muy importante para considerarlo en términos de las responsabilidades del
Estado, incluso, de algunas adecuaciones legislativas que se puedan requerir. Es uno de los temas
de la agenda indígena que quisiera destacar.
Finalmente, en lo que respecta a la agenda de drogas, y yo diría más ampliamente al
combate del crimen organizado, tenemos nuevamente por iniciativa mexicana una oportunidad
importante para hacer una revisión de la estrategia global de combate a la delincuencia y desde
luego a la estrategia para atender el problema mundial de las drogas, en 2016. Vamos a iniciar
reuniones ministeriales desde este año en Viena. Empezaremos con un proceso de discusión, que
tiene necesariamente que partir del ejercicio. El último que se hizo en esta materia en donde se
revisó la estrategia fue en 1998. Por ello, no sólo trataremos de reforzar el principio de
corresponsabilidad que debe regir esta materia, sino también veremos la evolución que se ha
tenido desde entonces. Veremos las decisiones que tomaron algunos gobiernos con respecto al
tratamiento de algunas de las drogas, a veces a nivel nacional y otras más a nivel local, y sus
implicaciones para el esfuerzo global.
Necesitamos evaluar el surgimiento de nuevas drogas y tendencias que hacen menos
importante el tema del productor y más importante el del consumo y la prevención de las
adicciones. Esto lo tenemos que ver en un contexto en donde cada vez más el asunto del tráfico y
consumo de drogas está vinculado al de la delincuencia organizada, la extorsión y muchísimos
otros. Ya no es posible separar el tema de drogas y de delincuencia organizada, y menos aún en
nuestro país, en donde las cifras son realmente alarmantes sobre la manera en que se han
integrado unos y otros.
Ya hablé de drogas y de migración, pero me hacen falta tres puntos: Operaciones de
Mantenimiento de la Paz, Operaciones Políticas o Misiones Políticas Especiales, y mayor
cooperación y presencia en regiones donde no las tenemos actualmente.
Las Operaciones de Mantenimiento de la Paz son una de las tareas pendientes de México.
Somos uno de los muy pocos países que no contribuyen a ese proceso. A esto, también les diría que
ha surgido un fenómeno nuevo, y que es el de las Operaciones Políticas Especiales, que vale la pena
estudiar.
Una Operación Política Especial tiene casi todas las características de una Operación de
Mantenimiento de la Paz, pero no tiene el componente militar, este es exclusivamente civil, y tiene
MEMORIA DEL FORO
La agenda multilateral: logros y retos a futuro 18
21. un papel fundamental para prevenir conflictos o consolidar procesos de reconstrucción en
situación de postconflicto. Ahí México tiene un enorme papel. Como ejemplo, menciono las
enormes contribuciones que ya ha hecho el antiguo Instituto Federal Electoral en muchos países
para reconstruir los sistemas electorales.
Termino el tema de presencia y cooperación con el hecho de que necesariamente
tendremos que incrementar nuestra representación en África en esta administración y con el
apoyo seguramente del Congreso. No sólo tenemos muy pocas embajadas, sino prácticamente
ningún proyecto de cooperación. Tenemos que demostrar que hay un interés simplificando el
ejercicio; que México ganaría; que los empresarios mexicanos ganarían, y que hay oportunidades
extraordinarias. Muchos de los países que ahorita están creciendo con grandes tasas son
africanos. No desperdiciemos la oportunidad, no sólo desde una visión solidaria, sino también con
un sentido de oportunidad política e incluso económica.
MEMORIA DEL FORO
La agenda multilateral: logros y retos a futuro
19
23. Juan Manuel Gómez-Robledo Verduzco a
Luis Alfonso de Alba Góngora
Hay muchísimos temas que desbordan, incluso, la agenda de Viena, pero quisiera mencionar más a
fondo el hecho de si México pertenece o no al Grupo de los 77 (G-77).Vale la pena mencionarlo
simplemente para tratar de disipar lo que sigue siendo a veces una discusión no zanjada del todo
entre los especialistas, e incluso, al interior de la Cancillería.
Cuando México ingresó en 1994 a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos (OCDE), tomó la decisión de abandonar las filas del G-77 en Naciones Unidas. Desde
un punto de vista jurídico, nada nos obligaba a ello. No está escrito en la Carta de la OCDE que
debíamos abandonar dicho grupo o que teníamos que hacerlo para ingresar. De hecho, Chile sigue
en el G-77 a pesar de que ya ingresó a la Organización.
La decisión que se tomó tenía mucho que ver con la congruencia. Las posiciones que
enarbola el G-77 eran difícilmente compatibles con la agenda y la forma de abordar una serie de
temas del desarrollo económico y social que se da desde la perspectiva de la OCDE. Mucho se
debatió sobre la pertinencia de esa decisión y si eso contribuyó o no a la llamada soledad mexicana,
término que acuñó el embajador Enrique Berruga.
Dicha decisión obligó a México a tener una mayor creatividad: pudimos y debimos, a partir
de ahí, establecer alianzas en función de los temas con aquellos países con los que buscábamos
producir un resultado; alianzas ad hoc de geometría variable. Eso le dio una gran creatividad a la
diplomacia multilateral.
Hoy en día, en efecto, seguimos siendo un país en desarrollo, pero de renta media alta, una
economía emergente; para muchos, incluso, país desarrollado. El embajador Andrew Standley de la
Unión Europea estaría de acuerdo con esto por lo que piensan algunos países europeos. Nosotros
decimos que somos un país en desarrollo, en donde la mayoría de las veces hay una sonrisa, como
diciendo “bueno, sí, pero no, no como otros”, y esto es algo evidente debido a que tenemos 50
millones de mexicanos que siguen viviendo bajo el umbral de la pobreza.
Posteriormente, en la conferencia del cambio climático nos preocupaba mucho no poder
forjar un acuerdo con el hecho de no estar en el G-77. Y para ello, los 226 días, de 365, que el
embajador de Alba vivió en un avión, en un aeropuerto o en alguna reunión, sirvieron para eso,
porque fue a donde la entonces canciller Patricia Espinosa le pedía que fuera: si había que ir a
Kiribati, iba ahí para establecer el diálogo que hacía falta en ese momento. Por ello, el acuerdo de
Cancún es la mejor demostración reciente de que la decisión de no estar en el G-77 tampoco
representó un daño permanente en la actividad multilateral de México.
Por otro lado, Ginebra es la sede de una cantidad impresionante de organismos
especializados de la familia de Naciones Unidas y no especializados, como la Organización
Internacional para las Migraciones, que esperamos que algún día se integre a esa familia; sede de
toda la maquinaría de derechos humanos y de derecho internacional humanitario; sede de la
Conferencia del Desarme, paralizada desde 1996, y sede del único organismo sobre el cual la
cancillería no tiene competencia: la Organización Mundial del Comercio, área que pertenece a la
Secretaría de Economía, aunque por supuesto que se cuenta con una amplia comunicación con ella.
Hay organismos que nos piden cada vez más que empecemos a compartir con otros países
nuestras prácticas. Por ejemplo, hay mucho que se puede hacer en la Organización Mundial de la
Propiedad Intelectual o en la Unión Internacional de Telecomunicaciones. En muchos de esos
organismos podríamos implementar nuestras mejores prácticas en el tema de la cooperación a
favor de otros países en desarrollo, además de lo que haga a partir de ahora la Agencia Mexicana de
Cooperación Internacional para el Desarrollo.
MEMORIA DEL FORO
La agenda multilateral: logros y retos a futuro
21
25. Misión Permanente de México ante los
Organismos Internacionales con sede en
Ginebra
“Actualmente, Ginebra alberga a cuando menos31 Organismos Internacionales, 250
organizaciones no gubernamentales y 168 representaciones de Estados y
territorios.Desde 1950, México ha contado con Representantes Permanentes ante la
Organización de las Naciones Unidas en Ginebra.
Esta ciudad es sede de numerosas organizaciones internacionales dedicadas a las
más diversas actividades, incluida una sede principal del sistema de Naciones Unidas
y las oficinas centrales de diversas agencias del mismo. Ello explica una enorme
actividad diplomática que genera información como resultado de los temas relevantes
que se debaten en la agenda global. México ha encontrado siempre en los foros
multilaterales un espacio ideal para promover sus intereses y aquellos compartidos
con la comunidad internacional. Nuestra participación en ellos ha dado al país logros
diplomáticos importantes de gran relevancia para este y el resto del mundo.Vale la
pena señalar que, las discusiones en temas como desarme, medio ambiente, trabajo,
salud, derechos humanos y migración han tenido un impacto real en México.”
Misión Permanente de México ante los Organismos Internacionales
con sede en Ginebra, Secretaría de Relaciones Exteriores
MEMORIA DEL FORO
La agenda multilateral: logros y retos a futuro
23
Jorge Lomónaco
Embajador en la Misión Permanente de México ante los
Organismos Internacionales con sede en Ginebra
26. Jorge Lomónaco
Embajador en la Misión Permanente de México ante los
Organismos Internacionales con sede en Ginebra
Estoy convencido de que el ámbito multilateral es, de entrada, un espacio privilegiado para el
posicionamiento de México como un actor global responsable, y lo es, justamente, por el papel que
hemos jugado históricamente como bisagra; por esas múltiples pertenencias. El debate del G-77
creo que es parte de esa situación privilegiada que pocos países en el mundo tienen -quizás
solamente México y Turquía- de pertenecer a muchos ámbitos y poder “puentear” entre distintas
regiones del mundo, y eso nos otorga por sí solo un papel y una posición privilegiada.
Es importante también destacar el significado de la evolución de las posiciones de México
como resultado del ingreso al Tratado de Libre Comercio, a la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos, y de las dos alternancias. Esta evolución nos ha llevado a seguir
defendiendo y promoviendo con mucha pasión los ideales mexicanos de tener un mundo mejor,
pero también a incorporar cada vez más la defensa y protección de los intereses nacionales
concretos, y para ello, el prestigio que se ha ganado México es una herramienta fundamental que
nos abre las puertas en muchos lados.
Lo que hemos hecho durante los años pasados y continuaremos haciendo es liderar
aquellas posiciones y causas que son fundamentales para México; apoyar aquellas en las que
creemos; acompañar las que son importantes para la humanidad en las que México está
comprometido a dar seguimiento y, finalmente, prepararnos para la agenda del futuro.
Efectivamente, Ginebra tiene una agenda muy diversificada, y quizás viene de su propia
historia. Como ustedes saben, ahí se estableció la Liga de las Naciones después de la Primera Guerra
Mundial: el primer intento de la comunidad internacional por encontrar y construir un sistema que
garantizara la paz y la seguridad del mundo. Desafortunadamente, dicho sistema no funcionó y
culminó en la Segunda Guerra Mundial.
El segundo intento de la comunidad internacional es la Organización de las Naciones
Unidas, que se decidió ubicar en Nueva York. Sin embargo, a lo largo de los años y debido a su
tradición e historia, Ginebra conservó algunos de estos instrumentos, organismos y mecanismos
que ya existían, y ha ido hospedando otros nuevos que son parte del sistema de Naciones Unidas y
otros que no lo son.
Ginebra es, por tanto, un epicentro de una multiplicidad de temas. Tenemos tres muy
visibles y atractivos que están presentes en la agenda mundial y nacional: desarme, derechos
humanos, y migración y refugiados.
La ciudad también es sede de los organismos especializados que ven temas que son
fundamentales y parte de las políticas públicas que se toman ahí y que tienen un impacto muy
importante, directo y concreto en la vida de las personas. Temas como el laboral, la salud, la
propiedad intelectual, el comercio y el desarrollo, las telecomunicaciones, entre otros más. Las
decisiones que ahí se toman tienen un impacto concreto e inmediato en la vida de la población del
mundo, y de México en particular. Por ello la importancia y la vinculación evidente que hay entre la
agenda nacional y la internacional. Por esto, no quiero dejar de mencionar, desde luego, la Unión
Interparlamentaria, que también tiene su sede en Ginebra y que es el espacio de convergencia de los
parlamentarios del mundo, en el que los legisladores mexicanos desempeñan un papel muy activo.
Finalmente, termino señalando cuáles creo que son los dos retos fundamentales que tiene
Ginebra y, de hecho, la secretaría del ámbito multilateral, pero incluso la Cancillería en su conjunto.
Uno de ellos es aprovechar el espacio y el fortalecimiento que tiene la imagen de México como
resultado del trabajo del Gobierno Federal y del Congreso de la Unión durante 2013. México tiene
una oportunidad única, en donde el término que cité previamente, “prestigio”, ha recibido un
MEMORIA DEL FORO
La agenda multilateral: logros y retos a futuro 24
27. enorme fortalecimiento, y el desafío de todos nosotros es aprovechar el espacio que se nos está
abriendo. El segundo tiene que ver con que México ocupe el lugar que le corresponde, como en las
Operaciones de Mantenimiento de la Paz. Tenemos un gran sitio en el mundo y en el ámbito
multilateral, pero no el correspondiente conforme al peso específico del país, al de un país
emergente, al de la 14 economía más grande del mundo o la novena potencia comercial de ingreso
medio-alto. México puede y debe ocupar un espacio mucho mayor que el que tiene, y ese, creo yo,
también es un reto.
MEMORIA DEL FORO
La agenda multilateral: logros y retos a futuro
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28.
29. Juan Manuel Gómez-Robledo Verduzco a
Jorge Lomónaco
Es necesario mencionar de la misma manera la pobre presencia de México en África. Por ello,
seamos muy conscientes de que, en efecto, así difícilmente tendremos todas las herramientas de
cooperación con una región. En este momento, las economías que más crecen son las africanas, y
por mucho, pues se cree, incluso, que sus tasas alcanzarán los dos dígitos en muy poco tiempo, en
países como Kenia.
México tiene 8 embajadas en África. Ante esto, es muy difícil para mí y no puedo resistir la
tentación de dar la cifra de las embajadas brasileñas ahí: 36. Brasil inició la búsqueda de una
presencia mayor desde los años noventa e hizo un esfuerzo presupuestario colosal; un trabajo muy
fino con el Congreso brasileño para convencerlo. Realizaron un esfuerzo de 20 años para llegar a
dicha cifra, no fue de la noche a la mañana
En América, y en el Caribe en específico, podemos decir lo mismo. México tiene 5
embajadas en el Caribe, o 6, si no me equivoco; Brasil tiene en todos los países caribeños. Los 14
países de esta zona tienen una embajada brasileña.
Claro que se han hecho avances, desde luego. La presencia de México en el Medio Oriente
ha crecido de manera muy grande en los últimos años. Se han abierto embajadas en Kuwait y en los
Emiratos Árabes Unidos, o la oficina en Palestina, que se abrió hace ya varios años y no todo mundo
tiene una oficina allí. También, el gobierno quiere abrir la embajada en Qatar.
En África se abrieron embajadas que se habían cerrado, como la de Etiopía. Cerrar esta fue
un gran error, pues existe un recuerdo histórico: la defensa que hizo México en la Sociedad de
Naciones en contra de la invasión italiana a ese país. Etiopía tiene un gran cariño hacia México. Sólo
por esa razón había que tener una embajada allí, que además es sede de la Unión Africana, en donde
México funge como Estado observador. Gran falta no haber tenido embajada en ese país durante 18
años.
También hemos tenido que abrir y cerrar casi inmediatamente en lugares como Angola.
Estos hechos nos hacen pensar lo siguiente: ¿quiere México jugar en las grandes ligas o no? ¿Cómo
puede abrir una embajada y a los 6 meses cerrarla? Nos pasó lo mismo en Pakistán: un año después
de la apertura de esa embajada, se cerró.
Nos falta todavía huella diplomática. Ahora estamos abriendo también en Ghana y
volvemos a Noruega. Este país tiene una política propia e independiente a la Unión Europea, es un
gran donante de ayuda al desarrollo y un país con el que tenemos una identidad de puntos de vista
impresionante en todos los temas ginebrinos, vieneses o neoyorquinos, es impresionante. Menos
mal que ya vamos a tener una embajada ahí. Para esto, el tema de la huella diplomática es un tema
que involucra también al Congreso, porque es este quien le da al Ejecutivo los recursos para esta.
Por otro lado se encuentra la Organización de los Estados Americanos (OEA). Este
organismo es producto de una iniciativa mexicana. Surgió en el auge de la Guerra Fría con una gran
presencia y peso de Estados Unidos. En su inicio, decidimos no ser muy activos dentro de él y
trasladar todos los temas de paz y seguridad al Consejo de Seguridad, esto en contra del Proyecto
Chapultepec, pues no era lo que habíamos pensado ahí.
En la OEA, nos dimos cuenta del margen de maniobra absolutamente nulo, pues en
solamente 20 años, el embajador Rafael de la Colina se dedicó a que este organismo no hiciera nada.
Esa fue la política nacional, con mucho éxito: la OEA no hizo absolutamente nada en veinte años.
Fue una fábrica de papel y de tratados, la mayoría malos. Por eso denunciamos, por ejemplo, el
Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) o Tratado de Río, una fuente de alianza
militar que teníamos con Estados Unidos.
MEMORIA DEL FORO
La agenda multilateral: logros y retos a futuro
27
30. A pesar de lo anterior, la OEA sigue, es el frente político por excelencia de la región que
resurgió de las cenizas, terminada la Guerra Fría. Dicho esto, también tuvo dos grandes
contribuciones, aún con la guerra: el sistema regional de derechos humanos -Comisión y Corte
Interamericanas- y la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas, los dos
mejores productos de esta organización.
A partir del final de la Guerra Fría, la OEA empezó a avanzar hacia una serie de tareas que se
logran mejor a nivel regional que a nivel universal. De tal suerte que ahora hay una relación muy
interesante entre el foro universal y el regional, y qué mejor ejemplo que las tareas de observación
electoral, por ejemplo, que desarrolla la OEA de una manera fantástica en nuestro hemisferio. Por
cierto, ahora el área de observación electoral fue encomendada, por el secretario general José
Miguel Insulza, a un mexicano: Gerardo de Icaza, un experto en el tema, quien ahora va a
encabezar esta área en la Secretaría de este organismo.
La Organización cada día hace cosas más interesantes, aunque padece de un sólo
problema: el presupuesto, pues es un organismo que cuenta con muy pocos recursos y que para
poder hacer una serie de cosas tiene que acudir a las contribuciones voluntarias.
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La agenda multilateral: logros y retos a futuro 28
31. Misión Permanente de México ante la
Organización de los Estados Americanos
“La Conferencia Interamericana sobre Problemas de la Guerra y la Paz y la
Conferencia Interamericana para el Mantenimiento de la Paz y la Seguridad del
Continente, realizada en México en 1945, marcó un hito fundamental en el aporte del
panamericanismo regional al multilateralismo global y al establecimiento de las
Naciones Unidas.
De igual manera, con el concurso de México, la Novena Conferencia Internacional
Americana constituyó la Organización de los Estados Americanos y adoptó su
Carta en 1948. La Novena Conferencia también proclamó la Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, meses antes de la adopción de la
Declaración Universal de Derechos Humanos.
México mantiene una Representación Permanente ante la Organización de Estados
Americanos desde su fundación. La positiva contribución de México al cumplimiento
de los propósitos de la OEA se sustenta en nuestros principios de política exterior y en
el peso que nuestro país ha tenido en la historia del continente americano. La
protección de los derechos humanos; la promoción y el fortalecimiento de la
democracia; la lucha conjunta contra el narcotráfico, el crimen organizado y la
corrupción; la cooperación para el desarrollo integral y la lucha contra la pobreza; así
como el fortalecimiento de la seguridad hemisférica, son algunos de los temas a los que
México otorga la más alta importancia y en los que ha impreso con mayor relieve su
sello particular a la Organización.”
Misión Permanente de México ante la OEA, Secretaría de Relaciones Exteriores
MEMORIA DEL FORO
La agenda multilateral: logros y retos a futuro
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Emilio Rabasa Gamboa
Embajador de México ante la Organización de los Estados
Americanos
33. Emilio Rabasa Gamboa
Embajador de México ante la Organización de los Estados
Americanos
Quisiera empezar comentando dos aspectos que creo son importantes como antecedentes: que
México ha tenido una presencia constante desde los congresos de Bolívar, las reuniones
interamericanas y, desde luego, el papel preponderante en la fundación, en Bogotá, Colombia, en
1948.
El papel de México le ha generado respeto en la Organización de los Estados Americanos
(OEA) a lo largo de la historia. Señalo simplemente aquel famoso momento que enalteció mucho a la
diplomacia mexicana en donde el país fue el único que se opuso a la expulsión de Cuba en los años
sesenta, en esa etapa de la Guerra Fría en donde la presencia de un país pretendía hegemonizar a
todo el organismo. Esa presencia de autonomía y de respeto le dio enormes dividendos al Estado. La
historia de la misma OEA nos dio la razón cuando, en 2009, se emitió una resolución revirtiendo la de
los años sesenta por medio de la cual se había expulsado a la isla de la Organización.
Hoy en día, la Organización tiene una conformación; una realidad muy diferente a la de
aquella parte del siglo. Hoy es la OEA dentro de la globalización, ya no es la OEA de la Guerra Fría, y
eso le representa nuevos desafíos y retos, incluso de nueva identidad y de ubicación en el concierto
de otros organismos internacionales, algunos de los cuales han nacido recientemente.
Sería muy largo explicar todos los programas y acciones que se desarrollan en la
Organización, simplemente destacaré aquellos puntuales y focalizados en donde la senadora Laura
Rojas me pidió que el Congreso, y específicamente la Cámara de Senadores, pueda coadyuvar y
fortalecer a la Organización. El primero es el pilar de la democracia, que es el fortalecimiento de las
instituciones democráticas en el continente. Todos los Estados miembros somos democracias,
pero eso no quiere decir que la democracia se haya consolidado de igual manera.
Hay nuevos retos y hay que fortalecernos, y uno de los instrumentos con que cuenta la OEA
para ello son las llamadas misiones de observación electoral. Este año tendrá 12 procesos
electorales en 10 países: Estados Unidos, Costa Rica, El Salvador, Panamá, Antigua y Barbuda, Haití,
Bolivia, Brasil, Colombia y Uruguay, en donde tendremos una participación muy activa a través de
estas misiones de observación electoral. Además, ahora contaremos con la presencia de un joven
mexicano destacado y experimentado, Gerardo de Icaza, al frente del departamento que lleva a
cabo este ejercicio.
En este punto, el expertise de ambas cámaras del Congreso de la Unión en materia
electoral, por la cantidad de reformas electorales y de cambios en la legislación, será bienvenido
para fortalecer esta experiencia de observación electoral que no debe ser limitativa en el día de la
elección, sino antes y después de esta.
En cuanto al tema de seguridad, la OEA cuenta con la famosa Declaración sobre Seguridad
en las Américas, un producto mexicano. Fue aquí en México en donde se emitió esta declaración, el
28 de octubre de 2003. Esta transformó y actualizó el viejo concepto de seguridad hemisférica que
hegemonizaba Estados Unidos, entendido como “protección del continente por el posible ingreso
del bloque comunista”, pues este concepto era resultado de la caída del muro de Berlín, además de
ser disfuncional. Se introdujo el concepto de seguridad multidimensional, el cual resalta nuevas
amenazas a la seguridad, como terrorismo, crimen organizado, lavado de dinero, narcotráfico y
todo lo relacionado con desastres naturales.
En ese sentido, la declaración que, repito, fue un producto mexicano, permitió no
solamente renovar el concepto de seguridad, como seguridad multidimensional, sino dotar a la
OEA de nuevos instrumentos de combate contra estos flagelos. Señalaré dos, en donde el primero
es la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD). La OEA acaba de
aportar un estudio sobre drogas. Este no da recomendaciones a los Estados miembros sobre lo que
MEMORIA DEL FORO
La agenda multilateral: logros y retos a futuro
31
34. deben hacer -legalización, no legalización, etcétera-, no era su objetivo, sino que es un estudio
analítico que proporciona una buena cantidad de insumos en todo el proceso, desde el cultivo
hasta la drogadicción misma, para que los países miembros puedan tomar decisiones de cómo
manejar el problema al interior de sus gobiernos.
La CICAD está desarrollando un programa sobre tribunales para el tratamiento de
drogadictos, que es un programa muy alineado con la política de nuestro país para ver las
implicaciones que tiene este problema para la salud, y no de tratamiento del adicto como un
delincuente, sino como un enfermo. Este programa de tratamiento de drogadictos a través de
tribunales tiene la ventaja de conjuntar, por un lado, al Poder Judicial, y por el otro, a los órganos de
salud de los respectivos Estados y así colaborar conjuntamente para resolver el problema. Esto ya
se estableció en Nuevo León, México, quien es el estado pionero, y ya se llevaron a cabo dos
reuniones de la OEA en Washington y Toluca en los últimos meses. Gracias a esto, otros estados se
están sumando a este programa para establecer tribunales de adicción para el tratamiento de este
problema.
Incluso, la reforma penal de los juicios orales es un ingrediente importantísimo para
impulsar esto, porque esos tribunales han hecho acopio de los de juicios orales para llevar a cabo
sus audiencias, de modo que no habría un gasto adicional en infraestructura física o humana para
estos. En este punto, el Congreso de la Unión -ambas cámaras- puede ayudar a través de sus
representaciones, de sus representantes en las distintas legislaturas y en los distintos estados,
sobre todo el Senado de la República, para dar impulso a ese programa.
El otro programa relacionado con seguridad es el que tiene que ver con terrorismo y lo
cubre un órgano llamado Comité Interamericano contra el Terrorismo (CICTE). Nosotros
estamos ahí con una fuerte presencia; con un delegado de la Secretaría de Gobernación; otro de la
Secretaría de la Defensa Nacional y de la Secretaría de Marina. La idea es entrenar a estas personas
en distintos aspectos relacionados con el terrorismo cibernético, portuario, de aeropuertos y el
que requiere de una atención especial llamado “de grandes eventos”. Esto es muy importante para
nosotros, ya que como ustedes saben, México será sede de los Juegos Centroamericanos y del
Caribe este año, y de la Cumbre Iberoamericana, ambos en Veracruz. En este punto, el Congreso
puede ser un gran aliado al seguir propiciando el debate sobre el tema de drogas para que se
involucren más legislaturas locales y de otros países, y no se concentre exclusivamente en un sólo
aspecto del problema.
Esas son dos de las áreas fundamentales en donde México ha tenido una gran presencia
dentro de la OEA. Pero, desde luego, probablemente en donde más hemos destacado y más
reconocimiento se nos ha tenido, es en el tema de los derechos humanos. La tradición de México
ha sido, sobre todo en los últimos dos años, apoyar una reforma sobre el Sistema Interamericano
de Derechos Humanos (SIDH) que lideró mi antecesor Joel Hernández desde la misión de México
ante la OEA, y que llegó a feliz término en agosto de 2013.
En el SIDH, por otro lado, tenemos el mayor número de mexicanos y una mexicana
destacados, como son Emilio Álvarez Icaza, secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana;
José de Jesús Orozco, presidente de esa comisión; Eduardo Ferrer Mac-Gregor, magistrado ante la
Corte Interamericana de Derechos Humanos, y Carmen Moreno Toscano, en el Órgano
Interamericano de Protección de los Derechos Humanos de las Mujeres. Eso denota el peso; el
calado que tiene nuestro país en esta materia.
Los problemas a los que el SIDH le hace frente son tres, dicho por el propio Presidente de
la Corte en la reunión que hubo en México hace unos meses: el primero es el de su universalidad,
pues sólo siete países hemos suscrito todos los documentos, incluido México, tanto el de la
Convención como el de la Corte -son 23 solamente los de la Convención y 24 los de la Corte-, por lo
que hay una tarea en donde el Congreso nos puede ayudar a impulsar la universalidad de la
suscripción de estos documentos en las legislaturas de otros países; el segundo problema es el del
cumplimiento de las resoluciones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en donde
México ha dado un gran ejemplo a pesar de que ha tenido algunas resoluciones adversas, sin
embargo, les hemos dado cumplimiento y seguimos apoyando política, jurídica y financieramente
MEMORIA DEL FORO
La agenda multilateral: logros y retos a futuro 32
35. al SIDH, por lo que, para este aspecto, un impulso parlamentario que permita sacar una nueva
legislación de cooperación con el SIDH sería bienvenido, y específicamente del cumplimiento de
sus resoluciones como ya lo han hecho otros países, como Colombia y, finalmente, el tercer
problema que confronta el Sistema es el de su financiamiento, pues actualmente tanto la Comisión
como la Corte malviven con menos del 50% del presupuesto regular y el otro 50% por ciento de
fondos específicos, sujetos a la voluntad de los donantes.
Aquí tenemos una gran tarea por cumplir y ojalá este Congreso pudiera apoyar al SIDH,
pues tenemos áreas de oportunidad muy importantes: los derechos humanos son, hoy en día, el
pilar fundamental de la OEA y, sobre todo, la famosa Convención de Belem do Pará para prevenir,
sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres.
Estos son los temas actuales de la agenda fundamental de la OEA, pero hay otro más con el
cual cierro, que es el de la nueva visión estratégica. La Organización tomó la decisión en su consejo
permanente de renovarse política, financiera y administrativamente. Hace unos meses, en una
sesión del Consejo Permanente de la OEA en Washington, México fue destacado para presidir el
grupo de trabajo de la nueva visión estratégica. Este es un honor para nuestro país, un
reconocimiento a la historia de su paso por ella y al peso que tiene actualmente. De tal manera que
ahora presidimos el grupo de trabajo que acabó integrándose de los 34 países miembros. Esto
equivale a una verdadera refundación del organismo acorde con las nuevas realidades del siglo XXI,
y México está encabezando esta tarea.
Concluyo con otro aspecto que me parece que es fundamental e importante. México se ha
destacado, y así se ha percibido en la OEA y en Washington, por un extraordinario dinamismo de la
reforma constitucional en los últimos meses. Nunca un congreso había producido tal cúmulo de
reformas de tan gran calado como el que produjo el país en los últimos meses. Por ello, es necesario
darlas a conocer al mundo. Misiones de legisladores serían muy bienvenidas para informar a la
comunidad internacional sobre el gran logro de México, y desde luego también en el ámbito
multilateral.
MEMORIA DEL FORO
La agenda multilateral: logros y retos a futuro
33
36. Senado de la República
Comisión de Relaciones Exteriores, Organismos Internacionales
www.senado.gob.mx/comisiones/relext_orgint/