Qi Gong para la salud, movimiento, respiración y focalización

1. ESCRITO POR: Nelson Berríos Villagra, Constructor Civil, Experto en
Prevención de Riesgos e Instructor del Instituto de Qi Gong Medicinal de
Canadá.
Correo: nberriosv@gmail.com - Blog: http://girodeconciencia.blogspot.com
QI GONG
PARA LA SALUD:
MOVIMIENTO, RESPIRACIÓN Y
FOCALIZACIÓN

2. 1
El Qi Gong para la Salud es un arte/disciplina milenarios, ligado a la
medicina china, que posee una propuesta muy atingente a nuestros
tiempos: promover la Salud Integral a través del movimiento consciente y
el manejo de la energía.
Estos ejercicios van desde los más simples (la mayoría de las personas
puede ejecutarlos sin ninguna dificultad) hasta los más complejos; de los
más tangibles, a los más sutiles y de los ejercicios preventivos, a los
terapéuticos.
Básicamente, este tipo de Qi Gong propone lograr la Salud Integral del
practicante, a través de experimentar periódicamente la consciencia de
unidad Cuerpo/Mente en conexión con la Naturaleza, a través de
ejercicios dinámicos y estáticos asociados al flujo de la energía, la
respiración y el trabajo integral del Cuerpo/Mente.
Esta es la teoría básica y general del Qi Gong para la salud y es simple
describirla, pero lograr vivirla, aunque sea parcialmente… es un
tremendo desafío para todos.
Es crudo decirlo, pero muchos de nosotros vivimos habitualmente
reaccionando en “piloto automático”, conectados a las pantallas, en una
vorágine de actividades externas, centrados en preocupaciones y dilemas
psicológicos y acumulando estrés… No es fácil para nosotros esta
propuesta del Qi Gong, pues no nos damos cuenta de nuestra tendencia
cultural a cada vez mayor comodidad, evasión del Presente y
sedentarismo… y con nuestra Atención puesta en cualquier lado, menos
en sentirnos verdaderamente a nosotros mismos, a los demás y al entorno.
En síntesis… muchos de nosotros vivimos en estado de desequilibrio,
ignorando cosas elementales para mantener la Salud Integral… y, por lo
tanto, en la antesala de enfermedades extras a las propias de la edad y a
las de predisposición genética.
En general, no priorizamos por la Salud Integral, ni le dedicamos tiempo
a cultivarla…sólo, hasta cuando lamentablemente la perdemos.
Además, es muy frecuente que creamos que sólo las “medicinas” y/o
tratamientos externos (que generalmente abordan sólo los síntomas y no
las causas) son los que nos van a curar de una enfermedad y no
queremos darnos cuenta de que nosotros debemos ser copartícipes
activos y trabajar responsable y periódicamente por nuestra Salud

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Integral, como por ejemplo: conocer y abordar las causas de nuestras
enfermedades o desequilibrios y efectuar ejercicios específicos (entre
otras terapias) para ayudar a nuestra recuperación y equilibrio
Cuerpo/Mente.
Los chinos antiguos ligados a su medicina ancestral y a estas Artes
internas, poseían una profunda visión holística de la vida, del
Cuerpo/Mente, del manejo de la energía y de la Salud Integral; por lo
tanto, conocían muy bien (entre otras muchas cosas), la íntima relación
de unidad que existe entre el movimiento, la respiración y la focalización
mental.
Ya hace más de medio siglo que los aspectos generales del milenario Qi
Gong se vienen revelando al mundo occidental y actualmente la
neurociencia, la biomecánica y otras disciplinas científicas ligadas con la
medicina tradicional y la fisioterapia, están explicando detallada y
científicamente sus beneficios para la Salud Integral.
Los grandes maestros de Qi Gong (existen varios tipos y estilos de Qi
Gong) por lo general, fueron médicos y ellos enseñaron que existen
fundamentalmente Tres Focos de Atención en su práctica:
1. Movimiento correcto y consciente
2. Respiración correcta y consciente
3. Focalización Mental en la vivencia del proceso
Estos Tres Focos de Atención deben trabajarse de forma simultánea y de
manera relajada. La relajación es la clave para practicar correctamente
Qi Gong, pero por el tipo de vida que llevamos, es lo que más nos cuesta
lograr.
Destaco las palabras “correcto” y “consciente”, pues se deben seguir
lineamientos específicos en cada postura (más aún si son terapéuticos),
además de los principios básicos. Sin embargo, el practicante debe
entender la esencia del movimiento y no simplemente copiar a su
instructor. El movimiento “correcto” del alumno es el que efectúa en ese
instante a su nivel y exigencia propios, considerando sus limitaciones
corporales de ese momento y sintiendo conscientemente los principios
generales y lineamientos del ejercicio.

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Bueno, vamos a ejemplificarlo a través de un sencillo movimiento de Qi
Gong.
Este Movimiento, se llama “Unir el Cielo y la Tierra” o “Despertar la
Energía” y fue diseñado en la antigua china para trabajar
fundamentalmente la capacidad pulmonar, regular la respiración, activar
la circulación sanguínea, armonizar el ritmo cardíaco e iniciar el trabajo
con la energía (entre otros aspectos).
Este es un movimiento antiguo de Qi Gong que fue incorporado al nuevo
sistema ShiBaShi 1, creado por el médico chino contemporáneo Lin Hou
Sheng, con el fin de relanzar el Qi Gong terapéutico a nivel nacional
(China actual) y difundirlo en el mundo. Externamente parece simple y
de fácil ejecución por cualquier persona. Por ello lo elegí para
ejemplificar estos Tres Focos de Atención.
1. Movimiento
El movimiento comienza en posición vertical, con el tronco alineado
longitudinalmente, las plantas de los pies enraizadas a la tierra, el cuerpo
percibiendo su centro de gravedad, alineados horizontalmente hombros y
caderas, cabeza erguida, rodillas semi flectadas, coxis retraído, pies
apuntando hacia adelante, brazos hacia los costados, mirada hacia el
frente y con el cuerpo relajado.
El foco sin duda debe estar, como en todo movimiento, en el Centro
Energético Bajo (Tan Tien bajo, ubicado aproximadamente a la distancia
de tres dedos bajo el ombligo), que habitualmente coincide con el centro
de gravedad corporal. La imagen de estar sostenido de un hilo desde la
coronilla, ayudará a la relajación de todo el cuerpo. (Fig. 1)

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Consiste básicamente en lo siguiente: estando de pie, el cuerpo relajado y
los brazos sueltos hacia los costados, separar una de las piernas hacia un
costado (ancho de los hombros), subir los brazos hacia adelante, a la
altura de los hombros con las manos abiertas y las palmas hacia abajo,
para luego de llegar a esta altura, bajar los brazos de manera suave y
coordinada, flectando los codos junto con la flexión de las rodillas.
Se sabe por la Neurociencia, que al realizar esta postura erguida y
efectuar este movimiento corporal consciente y lento, se está trabajando a
nivel cerebral, aumentando el funcionamiento de la ínsula (estructura de
la corteza cerebral ubicada al interior de uno de los surcos del cerebro) y
con ello la propiocepción, que es la percepción cerebral de la posición
exacta del cuerpo.
Este movimiento implica subir los brazos lentamente a medida que se
inspira, para luego bajar los brazos lenta y relajadamente, mientras se
expira. Todo ello, en base a mantener erguido el tronco del cuerpo, como
un elemento estructural de sostén y canalización energética.
Hombros
Codos Tan Tien
bajo
Rodillas
Tobillos
Energía Yin
(Tierra )
Energía
Yang (Cielo)
)(Yang)
Fig. 1
Muñecas
Caderas

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Biomecánicamente, en este ejercicio se trabajan las “seis bisagras básicas
del cuerpo”: los tres niveles de articulaciones de los miembros superiores
(hombros, codos y muñecas) y los tres niveles de articulaciones de los
miembros inferiores (caderas, rodillas y tobillos), al subir y bajar los
brazos mientras se estiran y pliegan las piernas respectivamente. Además,
se están activando armónicamente las cadenas fasciales respectivas,
durante todo el desarrollo del movimiento.
Existen tres niveles de alineación y sincronización corporal que deben
auto chequearse en su ejecución y que producen un equilibrio dinámico
de fuerzas: hombros con cadera; rodillas con codos y manos con pies.
Estos tres niveles corporales deben armonizarse sincrónicamente en la
ejecución del movimiento, lo que genera, además de los beneficios
articulares y musculares, mayor actividad cerebral de coordinación y de
equilibrio.
Al realizar el movimiento lentamente, se activan muchos más recursos
neuronales que al hacerlo rápido. El cerebro está obligado a poner
atención a los cambios lentos del movimiento y se estimulan nuevos
neuro sensores para ir percibiendo las variaciones al ejecutar el
movimiento lento, sincronizado y relajado.
El movimiento consciente, suave, relajado y continuo, permite un trabajo
interno y global del tejido conectivo llamado fascia.

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La complejidad e importancia de la fascia recién se está comenzando a
investigar científicamente, pero por ahora sabemos que es un tejido
conectivo fibroso que cubre y envuelve todas las estructuras corporales,
cavidades y sus respectivos órganos (Fig. 2), dándoles sustento e
intercambiando continuamente señales bioeléctricas y sustancias entre sí.
Al practicar correctamente Qi Gong se está trabajando directa e
indirectamente con los diferentes tipos de fascia que conforman nuestro
Cuerpo/Mente, desde las más superficiales hasta las más internas.
Estas nuevas investigaciones científicas sobre la fascia están volviendo la
mirada hacia lo holístico, a entender el Cuerpo/Mente como una unidad
orgánica, íntimamente relacionada consigo misma y con el entorno. Sin
duda esto está obligando a generar un cambio profundo del enfoque
reduccionista de la medicina tradicional.
Además, a nivel cerebral, se ha comprobado por la Neurociencia, que las
ondas alfa (son un tipo de oscilaciones electromagnéticas del cerebro)
aumentan en el organismo durante la correcta ejecución de la práctica de
Qi Gong y posterior a ella, lo cual mejora la focalización de la Atención,
la memoria, el aprendizaje, la relajación y producen una reorganización
cerebral.
Fig. 2

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2. Respiración
El acto de respirar es un acto de vida, por ello que la forma en que
respiramos dice mucho de la manera en la cual vivimos. La Respiración
consciente implica una vida consciente, una respiración a la deriva e
inconsciente, denota a su vez, una mente a la deriva y con ausencia de
Atención.
La Respiración es una función esencial para vivir de manera saludable y
tiene relación directa con el sistema inmunológico, el correcto
funcionamiento de todos los órganos y la función cerebral. Es la única
función del sistema nervioso autónomo en la que podemos tener
injerencia consciente, pero pese a ello, poco o nada se sabe
cotidianamente de la Respiración… no se valora ni se enseña su
importancia en la Salud Integral. ¿Por qué sucede esto en nuestra cultura,
en la salud pública y privada?
La respiración, en general y también para el ejercicio en cuestión, debe
ser abdominal, nasal, profunda y suave.
Biomecánicamente, al ir subiendo los brazos y al mismo tiempo estirando
las piernas, se inhala lentamente por la nariz en sincronía con todo el
cuerpo. Debe ser una respiración nasal y no bucal, ya que está
comprobado científicamente que la inhalación periódica de aire por la
boca, daña el cerebro.
Luego, al bajar los brazos y plegar las piernas bajando el centro de
gravedad, se exhala suavemente por la nariz (de preferencia).
Al inhalar se incorpora oxígeno al organismo y esto aumenta el ritmo
cardíaco. Mientras que al bajar los brazos y exhalar, se elimina anhídrido
carbónico y con ello se relaja el cuerpo a la vez que bajan los latidos
cardíacos. En lo posible, se debe exhalar en un tiempo más largo que el de
inhalación, de manera de ir relajando el cuerpo con cada ciclo de
respiración.

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La Neurociencia ha demostrado que al tomar consciencia de la
respiración y trabajar con ella, se puede modificar el funcionamiento del
cerebro, mejorando la atención, la memoria y la gestión de las emociones.
3. Focalización Mental
La focalización mental de este movimiento está en la alimentación
energética del Cuerpo/Mente, que se produce al inhalar el aire (Qi o
energía vital) y luego exhalar.
La Atención debe estar puesta en el trabajo energético de los órganos
ubicados en los tres niveles del tronco (alto, medio y bajo), en el abrir y
cerrar de las seis bisagras básicas del cuerpo, en los centros y canales de
energía que se están activando y en percibir plenamente la respiración
efectuada que acompaña al movimiento.
La actitud debe ser de amabilidad con todos los sistemas de nuestro
organismo (en la medicina china antigua se le llamaba la “sonrisa
interior”) y de conexión con los principios de la Naturaleza.
Esta “sonrisa interior”, es el efecto de la actitud mental/emocional de
agradecimiento profundo por tener la posibilidad de experimentar la
armonía y el hecho de sentirse vivos y conectados holísticamente.
Por lo tanto, estos Tres Focos de Atención deben estar presentes como una
unidad en la ejecución de este Movimiento N°1 (y en cada Movimiento
de Qi Gong) y es eso lo que hace la diferencia con otros sistemas de
ejercicios.
Bueno, hay mucho que decir acerca del manejo energético y de las sutiles
particularidades de este Movimiento y de todos los otros ejercicios, pero
debido a que éste es un artículo para indicar someramente lo elemental,
los detalles se verán y vivirán en la práctica misma de Qi Gong.