11. MUJER Y MINERIA
Mercedes Hullalpa, viuda y con una hija pequeña, trabaja en los yacimientos
mineros de Japo. Con su hija a la espalda, se abre camino en un entorno duro,
con muy poca presencia de mujeres.
El Centro de Investigación y Servicio Popular, con la colaboración de Manos
Unidas, impulsa un proyecto para generar alternativas productivas lideradas por
mujeres de los centros mineros. El objetivo es apoyar a mujeres que, como
Mercedes, están decididas a sacar adelante los talleres productivos de las
cooperativas. Además, se dedican a la gestión de los servicios básicos de la
comunidad y a trabajar por la promoción de la mujer en espacios de toma de
decisión para el desarrollo de las localidades mineras.
12. MUJERES Y EMPLEO PRECARIO
Nuestra mirada a la igualdad se dirige esta vez a Bolivia, a la población minera de
Japo, en Oruro. Allí, en un mundo reservado para los hombres, las mujeres
mineras tratan de buscar en los yacimientos el sustento para sus familias. En una
sociedad machista que las aparta, Mercedes, la joven viuda de nuestra historia, se
esfuerza para dar a su pequeña hija una vida mejor que la suya.
Las mujeres desarrollan mayoritariamente empleos precarios en el sector informal con
bajos ingresos y pocos derechos. (UNIFEM)
En todas las regiones en desarrollo la tasa de empleo vulnerable entre las mujeres
supera la de los hombres
Las mujeres en el empleo vulnerable están sujetas a un mayor nivel de inseguridad
económica y no disponen de la red de seguridad de una protección social que cubra
los períodos en los que no trabajan o están enfermas.
13. MERCEDES HULLALPA, TRABAJADORA Y MADRE
"Me llamo Mercedes Hullalpa. Nací el 2 de febrero de 1993 en Río Milluni, en el
departamento de Potosí. Vivo en la localidad minera de Japo, en Oruro. Debido a un
accidente en el interior de la mina, quedé viuda a finales del año 2010. Mi hijita Noelia
Rubi, quien es mi tesoro, tenía entonces pocos meses de vida.
Desde entonces, trabajo junto a tres compañeras en los desmontes de la cooperativa,
de la que soy socia. Cada mañana con las herramientas de trabajo (combo y cincel) y
mi hijita en la espalda, salgo con la esperanza de hacer buena “carguita”. Con mi
trabajo logro reunir una o dos volquetas cada semana y por ello recibo entre 2.500 y
3.000 bolivianos cada dos tres meses, lo que me ayuda a cubrir los gastos de mi casa.
Ahora mis compañeras y yo nos hemos organizado para “ingresar” (empezar) a trabajar
en interior de la mina en un sector que nos ha dado la cooperativa. Seguro
que ayudará a sacar carga con “buena ley".
Ahora sé que tengo derechos, pero quiero seguir aprendiendo.
14. MERCEDES HULLALPA, TRABAJADORA Y MADRE
Tengo muchas ganas de aprender, por eso he participado de los cursos de tejido, Y me he
comprado una máquina de tejer. Los buzos y chompas de varón que tejo, los vendo en el
mercado de Oruro. Con eso también tengo más platita para hijita y para mí.
Antes yo era callada y no sabía cómo hablar, pero he aprendido en la escuela de mujeres
líderes. Ahora puedo entrar a curiosear y hablar. Y los compañeros me dicen: ¡¡¡ya eres
“capa” Mercedez!!!, y mi hermana me dice: ¡¡¡has despertado!!! Porque ahora sé que tengo
derechos, pero quiero seguir aprendiendo. Aunque he vivido desde niña en las minas,
porque mi padrastro y el papá de mi hijita eran mineros, pienso en unos 5 años más irme a
Oruro, porque tengo mi casita y quiero levantar un negocio para que mi hijita crezca y viva
mejor que yo y un día pueda ser una persona con un buena formación para la vida, porque
yo he sufrido bastante desde chiquita y no quiero eso para mi hijita."
Carga es el mineral de estaño que logran recoger en el trabajo de interior mina o en, en el
caso de las mujeres, en los desmontes.
“Capa/o” es un término empleado para decir de alguien que es muy capaz.
15. SER MUJER Y SER MINERA
Mercedes desarrolla su labor en la población de Japo, situada en el departamante minero de
Oruro. La vida de las mujeres en ese entorno es extremadamente difícil. A la precariedad de las
economías familiares, la escasez del agua potable y la necesidad de controlar su uso para
consumo humano, hay que sumar las las condiciones de desigualdad que padecen por la
persistencia de una cultura machista que las discrimina. La participación de la mujer en la toma de
decisiones de la comunidad es casi nula debido a que que la baja autoestima les hace temerosas
el expresar sus ideas en reuniones grandes.
El de la minería no es un trabajo reservado a las mujeres. Muy pocas paticipan en una actividad
que ejercen principalmente las viudas y madres solteras. El esfuerzo es enorme y los ingresos que
reciben por el mineral extraído son muy inestables y precarios. Frente a esta realidad, las mujeres
han puesto en marcha diferentes iniciativas para lograr otras fuentes de ingresos económicos y
ayudar así a sus familias.
Existen mujeres que, como Mercedes, están decididas a sacar adelante los talleres productivos de
las cooperativas y esto es una motivación para que otras se hayan planteado dedicarse a
actividades alternativas a la minería. Además, se dedican a la gestión de los servicios básicos de la
comunidad y a trabajar por la promoción de la mujer en espacios de toma de decisión para el
desarrollo de las localidades mineras
16. ASÍ ACTUAMOS: APOYO A MUJERES MINERAS EN
SITUACIÓN DE EXCLUSIÓN SOCIAL
Con la ayuda y asesoramiento de Cisep, Centro de Investigación y
Servicio Popular, y la colaboración de Manos Unidas, el proyecto
está orientado a generar alternativas productivas lideradas por
mujeres de los centros mineros. De esta manera, estas mujeres
podrán aportar ingresos a las economías familiares. Además, el
proyecto está contribuyendo a la salud comunitaria a través del
cuidado del medio ambiente y fortaleciendo la participación de las
mujeres en la toma de decisiones, tanto en el seno de la familia
como en el de la organización comunitaria.