3. Alice Munro nació en Wingham, Ontario, en
julio de 1931. Vivió primero en una granja al
oeste de esa provincia canadiense, en una
época de depresión económica; esta vida tan
elemental fue decisiva como trasfondo en
una parte de sus relatos.
Conoció muy joven a James Munro, en
la Universidad de Western Ontario; ejerció
trabajos manuales para pagarse sus estudios.
Se casó en 1951, y se instalaron en Vancouver.
Tuvo su primera hija a los 21 años. Luego, ya
con sus tres hijas, en 1963 se trasladó
a Victoria, donde manejó con su marido una
librería.
Se divorció en 1972, y al regresar a su estado
natal se convirtió en una fructífera escritora-
residente en su antigua universidad. Volvió a
casarse en 1976, con Gerald Fremlin. A partir
de entonces, consolidó su carrera de
escritora, ya bien orientada.
4. Ha ganado tres veces el premio canadiense a la creación
literaria, «Premio Literario Governor General's».
En 1998, ganó el National Book Critics
Circle estadounidense por El amor de una mujer generosa.
En España fue premiada con el Premio Reino de
Redonda en 2005 y en 2011 con el Premio Tormenta por su
libro Demasiada felicidad.
En 2013, le fue otorgado el Premio Nobel de Literatura.
5. ¿Bastan un beso robado, un salto desde un
tren en marcha, la sombra de una mujer
que me rodea alrededor de una casa, una
borrachera de media tarde o las preguntas
arriesgadas de una niña para conformar un
mundo que se baste a sí mismo y cuente la
vida entera? Si quien escribe es Alice Munro
un simple adjetivo sirve para cruzar las
fronteras de la anécdota y colocarnos en el
lugar donde nacen los sentimientos y las
emociones.
La gran autora canadiense nos sorprende de
nuevo con Mi vida querida , una colección
de cuentos donde vemos a hombres y
mujeres obligados a traficar con la vida sin
más recursos que su humanidad.
2012
6. Una joven madre recibe consuelo
inesperado por la muerte de sus tres hijos,
otra mujer reacciona de forma insólita ante
la humillación a la que la somete un
hombre; otros cuentos describen la
crueldad de los niños y los huecos de
soledad que se crean en el día a día de la
vida de pareja. Como broche de oro, en el
último cuento acompañamos a Sofia
Kovalevski, una matemática rusa que
realmente vivió a mediados del siglo XIX,
en su largo peregrinaje a través de Europa
en busca de una universidad que admitiera
a mujeres como profesoras, y viviremos con
ella su historia de amor con un hombre que
hizo lo que supo por decepcionarla.
Anécdotas en apariencia banales se
transforman en las manos de Munro en
pura emoción, y su estilo muestra estas
emociones sin dificultad, gracias a un
talento excepcional que arrastra al lector
dentro de las historias casi sin preámbulos.
2009
7. En unos relatos que son más
personales que todos los que ha
escrito antes, Alice Munro
reconstruye la historia de su familia
en una ficción imaginada
magníficamente. Un niño es
llevado a Castle Rock en
Edimburgo, donde su padre le
asegura que en un día de buena
visibilidad se ve América, y él
alcanza a ver el sueño de su padre.
En los relatos posteriores, al
hacerse realidad el sueño, dos
cuñadas experimentan tipos de
pasión muy distintos en la larga
travesía al Nuevo Mundo; un bebé
se pierde y vuelve a aparecer como
por arte de magia en el viaje desde
Illinois a la frontera canadiense.2006
8. Este es un libro de relatos sobre mujeres
de edades y condiciones muy distintas:
una joven que, aunque cree desearlo es
incapaz de dejar a su marido; una
campesina que descubre en un momento
de lucidez, los límites y las falacias de la
pasión; otra mujer, personaje de tres
cuentos, que abandona en uno de ellos su
trabajo de profesora en una escuela de
niñas para entregarse a un amor frenético
y apasionado, vuelve más tarde, en otro
relato, con una criatura a casa de los
padres, donde reconsidera su vida y su
matrimonio y, al final, en el último, cree
que su hija desaparecida ha caído en las
garras de una secta religiosa. Sus cuentos
hablan de dones
sobrenaturales, traiciones y sorpresas del
amor entre hombres y
mujeres, amigos, padres e hijos.
2004
9. Nueve historias que arrastran de
inmediato a ese territorio
especial conocido como país
Alice Munro. Un lugar donde un
giro imprevisto de los
acontecimientos o un recuerdo
súbitamente recuperado pueden
iluminar la parábola entera de
una vida. Una broma de
adolescentes cambia involuntaria
y deliciosamente el destino de
una t enaz ama de llaves a punto
de entrar en la peligrosa
categoría de solterona....
2001
10. Desde esos pequeños mundos que
se concentran en Ontario, Alice
Munro compone uno de las
colecciones de cuentos más crudos y
luminosos de la literatura
contemporánea. Sutiles obras
maestras en los que una de las
mejores autoras de la literatura
universal explora esas vidas
cohibidas de mujeres. Mujeres que
dudan, que huyen, que
abandonan, que se desbocan.
Mujeres frías, a veces infieles, otras
insensatas. Munro postula para
todas ellas, sin embargo, una
esperanza, una vía de escape, común
en las ocho historias de este
maravilloso volumen contra la
amenaza de la rutina y el
confinamiento de los sueños.
1998
11. Alice Munro evoca el poder devastador de
los viejos amores que resucitan en este
conjunto de relatos, que le valieron a la
autora el W.H Smith Award y que el New
York Times eligió como uno de los mejores
libros de su año. Por aquí transitan una
joven desaparecida sin rastro, una novia
por contrato, una solitaria excéntrica
que, sin proponérselo, consigue un
pretendiente millonario, y una mujer que
quiere escapar del marido y también del
amante. Resuenan en estos Secretos a
voces el humor, la pena y la sabiduría que
confirman, una vez más, las palabras de
Jonathan Franzen: «Munro es quien mejor
escribe en América del Norte hoy en día».
1994
12. Amistad de juventud nos ofrece
las historias de distintas
mujeres derrotadas por una
existencia mediocre. La viuda
que visita el escenario de las
glorias militares de su marido,
la mujer que sueña cada noche
con su madre muerta o la que se
obsesiona por una poetisa
menor, asisten impotentes al
derrumbe paulatino de sus
vida s. Una serie de relatos
extraordinarios en los que
Munro despliega su asombroso
dominio narrativo y su talento
para crear nuevos universos a
través de la sutileza de los
detalles.1990
13. Una mujer divorciada regresa al hogar de su
infancia y evoca la compleja relación de sus
padres; un accidente casi fatal de un niño
revela la fragilidad de la confianza entre
pequeños y mayores; un joven recuerda un
terrible incidente de su infancia que ha
marcado la relación con su hermano... A
través de los once relatos que componen este
libro, y que sorprenden por condensar
historias tan intensas y ricas en tan pocas
páginas, Alice Munro traza con precisión los
asombrosos universos íntimos de unos
personajes que esconden sus más recónditos
secretos tras la máscara de la realidad
cotidiana. Recuerdos del pasado, hechos
aparentemente banales o acontecimientos
inesperados sirven como detonantes para
adentrarnos en las almas de los protagonistas
de estos cuentos, mucho más pasionales,
complejos y contradictorios de lo que las
apariencias dejan traslucir. El progreso del
amor es un magnífico tratado sobre las
relaciones humanas que la maestría y la
privilegiada capacidad de observación de
Alice Munro convierten en una joya literaria.1986
14. Los cuentos de Las lunas de Júpiter
indagan en la vida de mujeres
atrapadas en la
rutina, invisibles, abnegadas y
aparentemente conformadas con
ser un mero satélite del marido o el
padre enfermo al que cuidan, pero
esperando, siempre, encontrar un
instante de pasión, por breve que
sea, que devuelva un poco de brillo
a su e xistencia. Munro nos ofrece
un catálogo de mujeres al borde del
abismo: frías, infieles, insensatas o
desesperadas, pero todas tocadas
por un pálido rayo de esperanza.
1982
15. En el centro de esta deliciosa novela
hallamos a Del Jordan, una chiquilla que
vive con sus padres en el pueblo de
Jubileo y nos narra su día a día, su
relación con la familia, los vecinos y los
amigos. A través de sus ojos observamos
el mundo y compartimos el provecho que
saca de lo que ve. Del compadece la
poquedad del padre, admira el arrojo de
la madre y comprende que tarde o
temprano llega el momento en que hay
que elegir entre una risueña mediocridad
-hogar, iglesia, matrimonio, hijos- y otras
opciones más interesantes y arriesgadas.
Ese descubrimiento es también el de la
vocación literaria, una suerte de llamada,
de deber para con el mundo. «Lo
asombroso es ver que hace cuarenta años
Munro estaba ya en posesión y pleno
dominio de su hermoso instrumento
verbal, por encima de todo eficaz, que
ahora me parece único. Y envidiable.»
Robert Saladrigas, Cultura/s, La
Vanguardia
1971
16. “Ya no sirvo para una vida normal: he escrito
tantos años que no sé hacer nada más”
- Alice Munro, vía La Vanguardia
17. “La complejidad de las cosas, las cosas dentro
de las cosas, parece sencillamente inagotable.
Quiero decir que nada es fácil, nada es simple”
– Alice Munro, vía ABC
18. “Si hoy en día vives lo suficiente,
descubres que con tus hijos has cometido
errores que no te molestaste en ver,
además de los que viste perfectamente”
– Alice Munro, en 'Mi vida querida‘
19. “Siempre pensé que iba a ser novelista. Me
decía que cuando mis chicos fuesen grandes y
yo tuviese más tiempo para escribir
novelas, iba a hacerlo. El cuento estaba
puramente determinado por el largo de las
siestas de mis hijos Pero después resultó que
ésa fue la manera en la que aprendí a escribir y
ya no pude hacer otra cosa.”
– Alice Munro, vía La Vanguardia
20. “La vida de la gente es suficientemente
interesante si tú consigues captarla tal
cual
es, monótona, sencilla, increíble, insonda
ble”
– Alice Munro, vía El País
21. “Mientras lo escribía pensaba si Chéjov
se habría enamorado de mí de haberme
conocido. Creo que no, a los hombres no
les gustan las mujeres como yo. Pero
quién sabe, él finalmente se casó con la
actriz Olga Knipper que arrastraba su
propia fama, así que... Sí, es posible que
yo le hubiera gustado”
– Alice Munro, vía El País
22. “Me educaron para creer que lo peor que podía hacer
era llamar la atención sobre mí, o pensar que era
inteligente o brillante. Mi madre fue una
excepción, pero esa regla se aplicaba sobre todo a la
gente de campo como nosotros. Ninguna de las
chicas que conocí fueron a la Universidad, y muy
pocos de los chicos. Yo estuve sólo dos años, y gracias
a una beca, aunque entonces conocí a mi primer
marido. En ese momento comencé a escribir todo el
tiempo (que era lo que había soñado desde
niña), porque éramos muy pobres, pero jamás nos
faltaron los libro.”
– Alice Munro, vía El Cultural
23. “Nunca pienso si lo soy [feminista ]o no.
No veo la realidad de ese modo, porque
creo que también es bastante duro ser
hoy un hombre. ¿Qué hubiese pasado si
hubiese tenido que mantener a mi familia
en mis primeros años de fracasos?”
– Alice Munro, vía El Cultural