El documento describe la situación declinante de la tauromaquia en España. Los festejos taurinos han descendido un 47% desde 2007 debido a la conciencia social, la apatía de los aficionados, la crisis económica y la voluntad de algunos ayuntamientos de prohibirlas. La prohibición en Cataluña en 2010 se ha extendido a otras regiones como San Sebastián, donde el alcalde quiere poner fin a "esta atrocidad" de derramar sangre inocente en las arenas. A pesar de que el 73% de la población se opone