1. ÁGORAS PARA LA DISCORDIA
Convivir en la empresa
Lic. Sandra Guevara
2. El ser humano ha
contemplado desde siempre
la sentencia bíblica “Con el
sudor de tu rostro comerás el
pan” (Gén 3,19)
3. La búsqueda de trabajo no persigue el propio disfrute;
para eso ya está la sociedad del ocio con tentadoras
ofertas de todo tipo, que es la que muchas aspiran,
aunque sólo unos pocos pueden acceder a ella.
Muchas personas se sienten frustradas y viven con
angustia la falta de un trabajo que les permita llevar una
vida digna.
4. Sobre todo cuando se es
joven, pueden haber
idealizado ese horizonte
imaginando una existencia
llena de gratas sensaciones
y experiencias.
5. Las que tienen la fortuna de
contar con una remuneración
de forma habitual, viven
presas, bien del estrés que
puede conducir al:
6.
7. El desarrollo tecnológico y
el progreso ha venido cargado
de tensiones que tiñen las
relaciones personales.
La ética más elemental y los
diversos códigos
deontológicos que deberían
existir en las relaciones
laborales se lesionan
permanentemente.
8. Razones económicas,
prebendas, ascensos entre otros,
hacen que los despachos y las
oficinas se hayan convertido
ahora, en mayor medida que lo
fueron en el pasado, en una
especie de ágora moderna
donde tienen cabida y eco los
éxitos y los fracasos de manera
desigual. Causando
innumerables conflictos.
9. Si desaparecieran estas
tensiones, podríamos aceptar
que el “trabajo es salud”.
Es un excelente vehículo para
potenciar valores siempre útiles
para la propia vida: confianza,
disciplina, disponibilidad, espíritu
de servicio, obediencia.
10. Deben ser desplegados
para afrontar la no siempre
fácil convivencia que se
establece entre los
compañeros y los
responsables de la empresa.
Todas estas virtudes
morales propician el
desarrollo personal y sirven
para que muchos madura.
11. Los problemas de la
convivencia radican en el
interior de los seres humanos,
cada uno los lleva
incorporados.
Se puede decir que cada
uno tiene que luchar por sus
propios derechos, y nadie lo
duda, pero no a costa de
invadir irrespetuosamente el
ajeno.
12. Pensemos en quienes teniendo un cargo determinado e
importante dentro de una empresa, lanzan exabruptos, pronuncian
palabras gélidas expresadas a tiempo y a destiempo, muestran un
semblante contraído, una mirada cargada de reproches.
Quienes proyectan en los demás sus complejos, envidias y
rivalidades, de este modo exhiben un talente irascible, fruto de una
gran inmadurez.
13. Si una persona vive sola puede ir desarrollando un individualismo
de corte distinto al que existe en una empresa, pero igualmente
dañino si no se canaliza adecuadamente.
Vivir y trabajar en soledad tiene muchas ventajas, pero también
presenta inconvenientes.
Fácilmente podemos convertirnos en personas egoístas e
inconvivientes o, al menos con una gran dificultad para adecuarnos
a las exigencias que impone la vida comunitaria.
14. Hay personas que pasan en el trabajo mas horas de las que
desearían, durante ese tiempo deben convivir con numerosas
personas y situaciones, por lo que es necesario tratar de crear un
clima lo mas afable posible. Para lograr eso, no basta con saludar
al llegar y al irnos, sino también de llevar a cabo una conducta
abierta hacia uno mismo y hacia los demás.
"Estar abiertos al trabajo en equipo es algo casi imprescindible en
todo trabajo actual."