2. Una imagen nunca es la realidad misma, si bien cualquier imagen mantiene siempre un nexo de unión con la realidad, independientemente del grado de parecido o fidelidad que guarde con ella.
3. Así, por ejemplo, entre un cuadro hiperrealista y un cuadro abstracto no existen diferencias en lo esencial -su naturaleza icónica, es decir, el hecho de que ambos son imágenes-, tan sólo distintos grados en cuanto al nivel de realidad de la imagen. En un cuadro no figurativo la conexión con la realidad se establece a un nivel muy elemental: las formas, los colores o las texturas tienen su referente en la realidad. Es más fácil descubrir la relación entre imagen y realidad en un cuadro figurativo, porque se utilizan unos modos de representación que se asemejan más a nuestra percepción cotidiana de la realidad.
4. El término iconicidad se refiere al grado de referencialidad de una imagen. Es decir, la relación de apariencias entre la propia imagen y su referente. El concepto iconicidad expresa pues las categorías y niveles de relación de una imagen con un objeto real.
6. La escala de iconicidad es una taxonomía (clasificación) que se basa en la semejanza entre una imagen y su referente. Es una convención construida para representar mediante una serie, ordenada de mayor o menor, los diferentes tipos de imágenes de acuerdo a su nivel o grado de iconicidad . Cada salto de iconicidad decreciente supone que la imagen pierde alguna propiedad sensible de la que depende la citada iconicidad (de mayor realismo a mayor abstracción)
7. El nivel de iconicidad es una variable que puede influir decisivamente en el resultado visual o en el uso pragm á tico de una imagen. Desde un punto de vista educativo, podemos definir el grado de iconicidad id ó neo, seg ú n el uso que queramos dar a la imagen. De este modo, si la funci ó n primordial es de reconocimiento (p.ej. conocer la distribuci ó n espacial de un edificio con fines educativos) el nivel m á s adecuado es el 11, es decir la observaci ó n directa. Si lo que queremos es que la imagen tenga una funci ó n descriptiva de una realidad determinada (p.ej. mostrar los distintos espacios en los que se desarrolla la actividad educativa de un centro o instituci ó n) puede ser apropiado hacer uso de los niveles 10, 9, 8 ó 7 de la escala de iconicidad. En caso de que la funci ó n primordial sea la informativa , los niveles 4, 3 y 2 son los m á s adecuados, puesto que la abstracci ó n es mayor y la conceptualizaci ó n m á s evidente. Por último, si la función es esencialmente artística , es decir, de carácter predominantemente estético, los grados 8, 7, 6, 5 ó 1 podrían ser los más idóneos.