1. Unidad III
LA ANTIGUA GRECIA.
El término Antigua Grecia se refiere al período de la historia de Grecia que
abarca desde la Edad Oscura de Grecia ca. 1200 a. C. y la invasión dórica, hasta
el año 146 a. C. y la conquista romana de Grecia tras la batalla de Corinto. Se
considera generalmente como la cultura seminal que sirvió de base a
la civilización occidental. La cultura de Grecia tuvo una poderosa influencia sobre
el Imperio romano, el cual la difundió a través de muchos de sus territorios
de Europa. La civilización de los antiguos griegos ha sido enormemente influyente
para la lengua, la política, los sistemas educativos, la filosofía, la ciencia y las
artes, dando origen a la corriente renacentista de los siglos XV y XVI en Europa
Occidental, y resurgiendo también durante los movimientos neoclásicos de los
siglos XVIII y XIX en Europa y América. La civilización griega fue básicamente
marítima, comercial y expansiva. Una realidad histórica en la que el componente
geográfico jugó un papel crucial en la medida en que las características físicas del
sur de la península de los Balcanes, por su accidentado relieve, dificultaban la
actividad agrícola y las comunicaciones internas, y por su dilatada longitud de
costas, favorecieron su expansión hacia ultramar. Un fenómeno sobre el que
incidirían también de forma sustancial la presión demográfica originada por las
sucesivas oleadas de pueblos (entre ellos aqueos, jonios y dorios) a lo largo del III
y II milenios a. C.
2. LA INFLUENCIA DE LA GEOGRAFIA EN LA
CIVILIZACION GRIEGA
La geografía desempeñó un significativo papel en la evolución de la historia
griega. En comparación con las vastas extensiones de Mesopotamia y Egipto,
Grecia ocupó un área reducida, una península montañosa que sólo abarcaba 17,
578 km2. Las montañas y el mar tuvieron particularmente papeles destacados en
el desarrollo de la historia griega. Gran parte de Grecia está formada por
pequeñas planicies y valles ribereños rodeados de montañas, con una altitud que
va de los 2,438 a los 3,048 metros. El terreno montañoso tuvo el efecto de aislar a
los griegos entre sí; en consecuencia, las comunidades griegas tendieron a seguir
su camino por separado y cada una desarrolló su propia forma de vida. En
determinado periodo, esas comunidades permanecieron adscritas a su
independencia, y tan sólo se mostraban realmente dispuestas a luchar entre ellas
para obtener ventajas.
Sin duda, el reducido tamaño de estas comunidades griegas independientes
estimularon la participación en los asuntos políticos, así como las expresiones
culturales originales; empero, la rivalidad entre dichas comunidades también
condujo a un mutuamente destructor estado de guerra que, a fin de cuentas,
devastó la sociedad griega.
El mar también influyó en la evolución de la sociedad griega. Grecia contó con una
extensa zona costera, dotada de bahías y ensenadas, que proporcionaban
numerosos puertos.
3. Los griegos raramente tenían que viajar más de 85 millas para alcanzar la costa.
El mar Egeo, el mar Jónico y el cercano mar Negro eran importantes rutas
comerciales. Estas rutas marinas unían a muchas partes de Grecia. A veces era
más fácil viajar de un lugar a otro por mar que por tierra. Los griegos también
poblaron diversas islas hacia el occidente, el sur y, en particular, hacia el oriente
del territorio continental griego. No fue accidental que los griegos se convirtieran
en navegantes que traspasaron el mar Egeo y el Mediterráneo, que hicieran
contacto por primera vez con el mundo exterior, y que más tarde establecieran
colonias que difundirían la civilización griega a través del mundo mediterráneo.
La topografía griega ayudó a deslindar las principales regiones en las que Grecia,
en última instancia, fue dividida. Al sur del golfo de Corinto estaba el Peloponeso,
prácticamente una isla unida al territorio continental por una estrecha franja de
tierra. El Peloponeso -formado en su mayor parte por colinas, montañas y
pequeños valles- fue donde se estableció Esparta, al igual que Olimpia, sede de
los famosos juegos atléticos. Al nordeste del Peloponeso se localiza la península
de Ática -hogar de la ciudad de Atenas- encerrada al norte y al oeste por
montañas, y rodeada de mar al sur y al este. Al noroeste de Ática estaba Beocia,
en la Grecia central, cuya ciudad principal era Tebas. Más al oeste está Etolia. Al
norte de Beocia se ubica Tesalia, que contaba con las mayores planicies y llegaría
a ser una gran productora de granos y caballos. Al norte de Tesalia se extendía
Macedonia, que no tuvo demasiada importancia para la historia griega hasta el
año 338 a. C., cuando el rey Filipo II conquistó a los griegos. Hacia el oeste de
Tracia está el Epiro. Y cruzando el mar Egeo, al este, en Asia Menor, se
encuentran las regiones de Eolia y Jonia.
Mucho del territorio es rocoso, y tan solo una ínfima parte -aproximadamente el
20%- era arable o apropiado para la agricultura. Pequeños pero fértiles valles
constituían cerca de una cuarta parte de Gracia. Los pequeños ríos que corren a
través de estos valles no eran adecuados para proyectos de irrigación a gran
escala.
4. La expansión colonial y comercial.
A partir del s. VII antes de Cristo los helenos comenzaron a fundar colonias a lo
largo de las costas mediterráneas. Las causas principales de esta expansión
colonial fueron 2: el crecimiento de la población en la Hélade, junto con las
presiones que ejercían los pueblos invasores, por una parte; y las tensiones
sociales provocadas en el interior de las polis a causa de la escasez de tierras y la
desigual distribución de las riquezas. Los ciudadanos sin tierras buscaron la
solución en el mar y en el comercio.
Las polis marítimas, como Mileto, Corinto, Calcis, Eretria, Focea o Megara,
fundaron colonias en Asia menor, en el Mediterráneo Occidental (Sicilia, en Italia;
Massalia en la Galia; Emporion, en la Península Ibérica) y en el norte de Africa
(Naucratis, Cirene ).
La colonia era un estado independiente, pero mantenía, en general, buenas
relaciones con la metrópoli. A su cabeza estaba el Oikistes o fundador que a su
muerte era venerado como un héroe; las colonias se regían por el mismo sistema
político que las polis helenas.
La colonización tuvo consecuencias positivas, y no solo desde el punto de vista
económico sino también cultural. La colonización griega no tenía por objetivo
dominar y explotar nuevas tierras, sino crear factorías comerciales, que
multiplicaran los puntos de intercambio en el Mediterráneo. Junto a los
intercambios comerciales, y el consiguiente desarrollo económico, se produjeron
ricos intercambios culturales: la cultura griega se extendió por las regiones
colonizadas y, a su vez, recibió importantes influencias con las que entró en
contacto.
5. Se pueden distinguir dos sociedades en la colonización griega de la Ecúmene en
la Antigüedad:1
«Colonización protohistórica»: la que se produjo en los primeros siglos
del primer milenio a. C. Ante la presión ejercida desde la Grecia continental por
el avance migratorio desde el norte de la Península Balcánica de pueblos
indoeuropeos, elementos griegos de la península helénica se establecieron en
las costas de Anatolia.
Testimonios indirectos de este periodo se encuentran en la
repartición dialectal y en la tradición mitográfica y mitológica.
«Colonización histórica» o «segunda colonización» o simplemente
«colonización»: la expansión de los griegos por todo el Mediterráneo durante
los siglos VIII al siglo VI a. C., y con menor frecuencia en el V a. C.
Los conflictos internos
Stasis se llama a toda crisis interior, que conduce hasta la guerra civil. La
colonización es una manera de evitar este tipo de guerra, del grupo que se halla
en minoría fundando un nueva polis (ciudad). No se trata forzosamente de un
conflicto entre la aristocracia y el pueblo, sino sobre todo de las luchas por el
poder entre grupos aristocráticos, o de una posición en el interior del grupo
dirigente, como es por ejemplo en Corinto (véase Baquíadas).
Los colonos tienen el deseo de fundar una ciudad ideal. Esta decisión no se toma
más que en una situación de extrema gravedad.
6. El aprovisionamiento de la ciudad es una necesidad vital para la metrópoli, sin
embargo, la realidad sobre las motivaciones comerciales es bastante compleja.
Las motivaciones no son siempre seguras, puesto que no se conoce siempre la
situación de la metrópolis. Además, el volumen de intercambios entre la colonia y
la métropoli era a menudo insuficiente para hacer vivir a la colonia. Las colonias
griegas fundadas por razones comerciales son bastante raras: se puede citar
las cleruquías de Atenas o Naucratis.
Condiciones y momentos de la partida
La partida de los colonos es siempre un momento de desgarro social. La colonia
que era fundada para evitar a la ciudad una hambruna, no es entendida más que,
a partir del momento en el que los colonos abandonaban la ciudad, ellos perdían
el derecho a regresar. La metrópolis no les aportaba ninguna asistencia. El cuerpo
cívico sufría una verdadera amputación entre una décima y una cuarta parte de la
población partía, sin esperanza de regresar.
Una colonia no se fundaba a título privado (salvo raras excepciones), sino que
resulta de una decisión tomada por la ciudad,
Para la fundación de una colonia, se presenta primeramente un proyecto a la
asamblea. En caso de acuerdo el consejo aristocrático toma a su cargo la elección
de las modalidades y las medidas concretas para designar quien va a partir.
Hay que designar, entonces, un jefe de la expedición, llamado oikistes, lo más a
menudo elegido entre la aristocracia. El oikistes elegía el nombre y el lugar preciso
del nuevo establecimiento. una vez han llegado, establece y dota a la colonia de
un sistema defensivo.
7. En el marco del pensamiento mítico donde se otorga una parte importante a los
dioses, las ciudades tienen necesidad de una sanción divina que sirva para
confortar las decisiones humanas; la fundación de una colonia era arriesgada, y
suscitaba el dolor entre los que debían partir, sin esperanza de regresar, y los que
se quedaban. Se tiene la costumbre de ir a consultar el oráculo deApolo de Delfos.
El oráculo da una orientación geográfica general y da su consejo sobre un
proyecto elaborado por la ciudad.
Los criterios de elección
Decreto concerniente a la fundación de la colonia de Brea en Tracia, hacia
445 a. C. (IG I³ 46) (Museo epigráfico de Atenas)
Son establecidos por el oráculo.
8. Sin embargo, se observa generalmente un buen sentido: evita a los países
bastante estructurados en el plano político como Egipto o la costa sirio-palestina,
(Asiria y Fenicia), aconsejándose partir hacia el oeste o el este.
Describe igualmente el lugar donde la colonia será establecida. algunos elementos
se encuentran en todos los oráculos que describen un lugar donde será posible
garantizar la soberanía y autonomía de la colonia:
el lugar será de fácil acceso por mar;
el lugar será fácil de defender (en una isla próxima a la costa, sobre un
promontorio o una colina);
el lugar estará rodeado de un territorio rico;
el lugar dispondrá de un aprovisionamiento de agua permanente.
Estos criterios requieren algunos comentarios. Antes que nada, la facilidad de
acceso por mar es indispensable. Se trata pues de un truismo. En consideración
de los factores que empujan a la fundación de una colonia, la necesidad de
aligerar la presión demográfica sobre el territorio de la metrópoli, los otros criterios
son todos indispensables. Estos oráculos son pues una llamada de lo que será
necesario para la colonia. Además la reunión en el mismo lugar de tantos factores
favorables sobre un sitio que no está ocupado es imposible. Pues, cuando los
colonos desembarcan, deben expulsar forzosamente a los predecesores. Y bien
que los relatos de fundación no evocan nunca un episodio violento en el origen de
la ciudad, las excavaciones muestran, cada vez que se desciende bajo del nivel
griego, un nivel de incendio que prueba que la instalación de la colonia no se ha
hecho pacíficamente.
9. Nacimiento de las ciudades estados o polis
La revolución neolítica, con la invención de la agricultura y la ganadería y su
progresivo desarrollo, fue causa principal de una creciente diferenciación entre
pueblos que durante el Paleolítico, a pesar de la utilización de técnicas distintas,
seguían manteniendo estructuras sociales y económicas bastante similares.
A partir de ese momento, las zonas mejor dotadas para la agricultura progresarán
rápidamente, mientras otras permanecerán estancadas o evolucionarán
lentamente, produciéndose una diversificación de culturas con estructuras muy
distintas y distanciadas.Uno de los principales rasgos diferenciales será el decisivo
cambio experimentado con el tránsito de las pequeñas comunidades campesinas
neolíticas a las primeras ciudades, donde se activará la especialización en el
trabajo, que a su vez intensificará y complejizará las relaciones humanas de todo
tipo.
En estos núcleos urbanos se procedió a la intervención de la escritura que permite
al historiador un conocimiento más directo de las civilizaciones estudiadas, al
poder contar con testimonios más vivos y significativos.
10. Las ciudades aparecieron cuando la práctica de la agricultura obligó a gente a
establecerse en un lugar. El pueblo de Jericó, hace unos 10.000 años, o bien
acogía a los viajeros que andaban por ese oasis del desierto de Oriente Medio, o
bien los expulsaba con piedras y lanzas arrojadas desde lo alto de sus murallas y
torre protectoras.
Aunque continúan acumulando registros sobre cuándo y dónde surgieron las
primitivas civilizaciones urbanas los arqueólogos saben algo acerca de las
primeras ciudades, en especial aquéllas que nacieron a lo largo de los grandes
ríos en Iraq y Egipto.
Cualquiera que desee conocer las civilizaciones primitivas debe saber también
que en Iraq y Egipto la gente inventó la escritura. Cuando apareció el registro
escrito , la prehistoria se transformó en historia.
No sólo se formaron ciudades en el Oriente Medio; también las hubo en Pakistán,
la India y China, en donde grandes civilizaciones han surgido caído, durante tres o
cuatro mil años, por la interacción con el resto del mundo. Asimismo en América,
en donde los invasores europeos destruyeron grandes civilizaciones nativas en el
siglo dieciséis d.C.
Las civilizaciones primitivas, tan diversas como la humanidad misma,
experimentaron todo tipo de necesidades comunes: el raciocinio, el orden y la
justicia. Las leyes, la religión y la filosofía tomaron formas que condujeron, por un
largo y tortuoso camino hasta el pensamiento y el modo de gobierno actuales. El
mundo civilizado que conocemos comenzó a formarse en esas primeras
sociedades urbanas.
11. Después del período neolítico en el cual el hombre se consolida como un experto
agricultor y la población en las zonas agrícolas crece rápidamente, produciéndose
una concentración en grandes poblados como es el caso de Jericó en Palestina y
ÇatalHüyük en Anatolia, la gran polémica existente es el considerar cuando se
inicia el proceso hacia una civilización urbana.
La comunidad perfecta es la polis..., surgió para satisfacer las necesidades vitales
del hombre, pero su finalidad es permitirle vivir bien... El hombre que,
naturalmente y no por azar, no viva en la polis es infrahumano o sobrehumano.
Aristóteles La Política
Aunque el fenómeno urbano y las ciudades-estado son realidades históricas
anteriores a los griegos, su concepto de polis es totalmente original, hasta el
extremo de ser uno de los rasgos que identifican la civilización griega.
La ciudad para los griegos no es únicamente el centro político, económico,
religioso y cultural, sino un ideal de vida, la forma más perfecta de sociedad civil.
En ella se integran de forma armónica los intereses del individuo con el Estado,
gracias a la ley, y con la comunidad, mediante la participación del ciudadano en
los asuntos públicos. En definitiva, la ciudad es un elemento distintivo del hombre
civilizado.
El concepto de ciudad-Estado presenta una diferencia sustancial con la idea
moderna de nación: para los griegos la polis no se identifica con un territorio sino
con el conjunto de sus ciudadanos, por eso, aunque se hubiese perdido el
territorio en alguna contienda, si el cuerpo cívico había sobrevivido y podía
rehacer sus tradiciones en otro lugar, consideraban que la polis estaba a salvo.
12. Origen y estructura
El nacimiento de la polis es fruto de un largo proceso. Durante la edad Oscura, s.
XII a VIII a.C., los habitantes de la Hélade vivían dispersos en aldeas, organizados
en torno a vínculos de sangre. Fue en la época arcaica, a partir del s. VIII a. C.,
cuando estas localidades se reunieron en agrupaciones urbanas a las que fueron
llegando también artesanos y comerciantes dando lugar a la polis; este fenómeno
se conoce con el nombre de sinecismo.
Poco a poco las polis se convirtieron en una comunidad política con leyes e
instituciones propias en la que sus habitantes ejercían una intensa vida cívica,
mas importante para el ciudadano que la vida privada, refrendando así la máxima
de Aristóteles de que el hombre es un animal político.
En este incipiente núcleo urbano se levantaron dos espacios; en la parte más
elevada, la acrópolis (ciudad alta), zona fortificada con templos, destinada al culto
religioso y a proteger a los habitantes en caso de peligro; y en la parte baja, los
grandes espacios públicos como santuarios, teatros, gimnasios y el ágora
("plaza"), lugar dedicado a la vida civil, institucional y económica. La más
representativa fue el ágora de Atenas. En torno a estos edificios públicos se
desarrollaba una red de calles residenciales.
Para garantizar la seguridad de la polis se amurallaba todo su perímetro. La
estructura urbana de estas ciudades era caótica porque los barrios se construían
sin ningún orden adaptándose a la topografía del terreno. A partir del s. V a. C, las
ciudades de nueva construcción y los nuevos barrios siguieron un plano ordenado,
con calles paralelas y perpendiculares entre sí, formando una cuadrícula
geométrica.