El documento resume la difusión del cristianismo en el Imperio Romano desde su origen hasta convertirse en la religión oficial en 392. Comenzó con la predicación de los apóstoles después de la muerte de Jesús y sufrió persecuciones, pero se expandió gracias a Pablo de Tarso. En 313, Constantino legalizó el cristianismo mediante el Edicto de Milán y en 392, Teodosio lo estableció como la única religión autorizada en el imperio a través del Edicto de Teodosio.
2. Muerte de Jesús Edicto de Milán Edicto de Teodosio
Cerca de 30 años 313 392
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VIDA
DE
JESÚS
Escritura
de los PERSECUCIONES DE LOS
Evangelios CRISTIANOS
CRISTIANISMO
AUTORIZADO
CRISTIANISMO
RELIGIÓN
OFICIAL
-4 30 100 313 392
EL CRISTIANISMO EN EL IMPERIO ROMANO
5. 1.- EL NACIMIENTO DEL CRISTIANISMO
A principios del S.I,
Palestina estaba bajó el
poder de los romanos; sus
habitantes eran Hebreos
que practicaban la religión
judía. Esperaban la llegada
del Mesías que les liberaría
de Roma y restablecería el
Reino de Israel.
6. Tras la muerte de Jesús,
sus discípulos (Apóstoles)
se encargaron de predicar
y difundir la doctrina
cristiana por todo el
Imperio romano. De este
modo surgieron las
primeras comunidades
cristianas, gracias
principalmente a la labor de
Pablo de Tarso, judío y
ciudadano romano se
convierte al cristianismo y
emprende varios viajes
para dar a conocer el
Mensaje de Jesús entre los
no judíos (gentiles). Icono bizantino: Pablo de Tarso
8. 2.- ROMA Y LOS CRISTIANOS
La nueva religión difunde una ideología muy
igualitaria entre todas las personas, por ello
gana adeptos entre las mujeres, los
esclavos y la gente más pobre de todo el
Imperio romano.
Los cristianos son monoteístas y rechazan
la religión romana y el culto imperial, por ello
sufren numerosas y crueles persecuciones
y muchos mártires mueren en los circos y
anfiteatros.
9. CÉSARES ROMANOS Persecuciones de los Primeros Cristianos
54/68 Nerón 64 Persecución de Nerón
81/96 Domiciano 95 Persecución de Domiciano
98/117 Trajano 107 Persecución de Trajano
284/305 Diocleciano 303-304 La gran persecución de
Diocleciano
10.
11.
12. Martirio de San Sebastián
de Marco Palmezzano
Lapidación de San Esteban de Annibale
Carraci”(Louvre)
13. El martirio de San Pablo. Andrés Rubira. Real Academia
de Bellas Artes de San Fernando. Madrid
14. Para enterrar a sus muertos y practicar su religión habilitan y
construyen subterráneos: las catacumbas
16. SÍMBOLOS CRISTIANOS
Los primeros cristianos utilizaban símbolos para identificarse
entre ellos: el pez, la cruz y el crismón
Le croix et le poisson
(calcaire du IVe siècle. Musée du Louvre,
Paris
En grec poisson se dit ICHTUS: chaque lettre
correspond à l´expression “ Iesus Christos Theou Uios
Soter” qui signifie: “Jésus Christ Fils de Dieu Sauveur”
Le chrisme
En grec X suivi de P se prononce
Chr (comme le début de Christ)
17. A principios del S. IV, con el Edicto de Milán (313), el emperador
Constantino autoriza el cristianismo y él mismo se convierte.
Busto de Constantino I
El cristianismo en libertad : "Yo
Constantino Augusto, y yo también Licinio
Augusto, reunidos felizmente en Milán, para
tratar de todos los problemas que afectan a
la seguridad y bienestar públicos... hemos
tomado esta saludable y rectísima
determinación de que a nadie le sea negada
la facultad de seguir libremente la religión
que ha escogido para su espíritu, sea la
cristiana o cualquier otra que vea
conveniente, a fin de que la suprema
divinidad, a cuya religión rendimos este libre
homenaje, nos preste su acostumbrado favor
y benevolencia." Edicto de Milán, 313
18. El estado domina a la iglesia
La iglesia domina al estado
Iglesia latina
Iglesia griega
19.
20. EL CREDO
El año 325, el Concilio de Nicea resume las
crencias cristianas en un texto que se llama
CREDO (yo creo en latín), de donde viene la
principal oración cistiana.
« Creemos en un solo Dios, Padre Todopoderoso,
Creador de todo lo visible y lo invisible, y en un
solo Señor Jesucristo, Hijo de Dios (…). Que por
nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó
del cielo,(…) resucitó al tercer día, subió a los
cielos. (…) También creemos en el Espíritu Santo.
(…) con el Padre y el Hijo, recibe la misma
adoración y gloria »
21. El Obispo de Roma es reconocido como el primero entre los
obispos. Deben seguir difundiendo el Cristianismo.
Reunidos por el Emperador Constantino en el Concilio de
Nicea (325), los obispos resumen sus creencias en un texto
llamado Credo (“yo creo” en latín).
Concilio de Nicea
Icono del Emperador Constantino I y los
Padres del Primer Concilio Ecuménico
con el texto de la primera parte del Credo
22. En el año 392, el
emperador Teodosio
prohíbe el politeísmo. El
Cristianismo se convierte
en la única religión
autorizada en el Imperio
romano. Los cristianos
construyen grandes
edificios para sus
ceremonias religiosas, las
Basílicas.
Le plan de la basilique
25. Para la religión cristiana, el arte, más que un elemento decorativo,
ha tenido una dimensión espiritual pues ha servido como
forma, cauce de expresar la fe y de hacerla llegar a los
creyentes.
El arte tiene una finalidad catequética puesto que ha servido para
enseñar el mensaje bíblico de forma visual, sobre todo, a
aquellas personas que no sabían leer.
26. El arte representativo tiene grandes dificultades en
instalarse entre los cristianos debido a dos hechos
culturales:
- Los cristianos vivían en una cultura pagana
donde griegos y romanos habían sembrado los
lugares públicos y sagrados de estatuas de dioses
paganos. El miedo a que una imagen de Jesús fuera
confundida con estos otros dioses frenó la aparición
de las artes plásticas, representativas.
27. Durante mucho tiempo los cristianos tuvieron que
reunirse a escondidas para poder celebrar su fe
debido a que eran perseguidos. Ese espacio de
reunión fueron las catacumbas.
Las catacumbas están formadas por galerías
subterráneas, que parecen verdaderos laberintos y
que en conjunto alcanzan a medir muchos kilómetros.
En las paredes de to ba de este intrincado sistema de
galerías se excavaron filas de nichos rectangulares,
llamados lóculos, de diferentes dimensiones, capaces
de albergar un solo cadáver, aunque no era raro que
contuviesen dos o más.
28.
29. La sepultura de los primeros cristianos era muy sencilla
y pobre. Siguiendo el ejemplo de la de Cristo, se
envolvían los cadáveres en una sábana o lienzo, sin
ataúd. Los lóculos se cerraban después con lápidas
de mármol o, en la mayor parte de los casos, con
piezas de barro cocido y se fijaban con argamasa.
Sobre la tapa se grababa a veces el nombre del
difunto, con un símbolo cristiano o el deseo de paz en
el cielo.
Lápida con inscripción funeraria de Firmia Victoria. Mármol blanco. Siglo III.
30. Las catacumbas, a la vez que presentan la manifestación de la vida cristiana
de los primeros siglos, constituyen una perenne escuela de fe, esperanza y
caridad. Al recorrer las galerías, se respira una atmósfera sugestiva y
conmovedora. La mirada se detiene en la innumerable serie de sepulturas y
en la sencillez que las caracteriza. Sobre las tumbas se lee el nombre de
bautismo de los difuntos.
31. Las primeras representaciones se centran en Jesús. Éstas no
pretendían mostrar físicamente a Jesús, ni las características de su
personalidad, sino la misión para la que había venido al mundo. Él es el
Salvador. Y para representar esta idea construyen la imagen del Buen
Pastor que cuida de su rebaño. Por otra parte, los cristianos de aquel
tiempo se veían sometidos a las torturas, ultrajes e incluso a la muerte.
32. Después del año
313 los temas
figurativos son las más
frecuentes, inspirados
en los modelos
romanos, en los frentes
de los sarcófagos
aparecen relieves, que
si en un principio
siguen la estética
clásica, como en el
Sarcófago de Probo.
33. El Buen
Pastor (siglo
VI). Ravena,
Museo de Galla
Placidia.
35. El crismón más usualmente admitido es la
representación del monograma de Cristo
XP. Consiste en las letras griegas Χ (ji) y
Ρ (ro), abreviatura de XP(ΙΣΤΟΣ), Cristo,
superpuestas. Según otras versiones, la
letra Ρ (ro) se sustituye por la letra Τ
(tau) o por una pequeña cruz latina. El
crismón puede completarse añadiendo
otros elementos como las letras alfa (α) y
omega (Ω) que representan el principio y
fin de todas las cosas, como lo es también
en esta religión Cristo.
36. Museos Vaticanos:
detalle relieve de
sarcófago (Siglo IV)
con una representación
simbólica de la
resurrección. La cruz
indica la muerte de
Cristo; los dos soldados
que hacen guardia ante
el sepulcro, su
sepultura, y el
monograma de Cristo
rodeado por una corona
de laurel la
Resurrección.
37. La Paloma: El
alma en la Paz
divina y el
Espíritu Santo tal
y como descendió
sobre Cristo en el
Bautismo.
38. Ancla: Símbolo de la
esperanza en Cristo,
la Salvación del alma,
la fe , la conciencia.
Instrumento
indispensable de la
nave, pues la
mantiene firme
cuando el mar está
agitado.
39. Daniel en el foso de los
leones (Catacumba de
San Calixto), lo que va a
ser típico en el primitivo
arte cristiano.
Se subrayan diversas
virtudes de Daniel: su
constancia en la oración
(de ahí que sea
representado en forma
de orante).
40. A partir del año 313, tras el Edicto de Milán, los cristianos
ya no tenían que reunirse en las catacumbas a escondidas para
celebrar su fe, sino que podían hacerlo públicamente en edificios
destinados a ese fin. A partir del siglo IV las basílicas, que
estaban destinadas a la administración de la justicia, se van a
convertir en la construcción eclesiástica más característica del
mundo cristiano.
La basílica organiza su espacio, generalmente, en tres
naves longitudinales, que pueden ser cinco, separadas por
columnas; la nave central es algo más alta que las laterales,
sobre cuyos muros se levantan ventanas para la iluminación
interior. La cubierta es plana y de madera y la cabecera tiene un
ábside con bóveda de cuarto de esfera bajo la que se alberga el
altar.
41.
42. En las grandes basílicas, como la de San Pedro y
San Juan de Letrán, en Roma, la estructura de su
cabecera se completaba con una nave transversal
llamada transepto. Al edificio basilical se accede a
través del atrio o patio rectangular (antecedente de los
claustros), con una fuente en el centro, que conducía
hasta el nártex o sala transversal, situada a los pies de
las naves, desde donde seguían la liturgia los
catecúmenos. Las basílicas más notables, además de
las citadas, son la de Santa María la Mayor, San Pablo
Extramuros y la de Santa Inés.